Nueva York 2011 ✏️ Blogs de USA

Pre-diario:

Este diario de viaje empezó el día en que elegimos como destino a esta preciosa ciudad, un poco a desgana, puesto que queríamos ir a Japón pero los acontecimientos nos habían denegado ese viaje que tanto habíamos preparado.
Así que empezamos a buscar información sobre NY y así llegamos a este foro. Quiero dar las gracias por todos los comentarios de viajeros, por todas las guías que pude leer que me ayudaron a hacer mi recorrido y me llevaron a este viaje. Ciudad que en principio yo no quería visitar, pero que me envolvió con su arte y su grandiosidad en todos los aspectos.


Etapa 1: El viaje:

El 22 de abril se inició nuestro viaje. El avión era de la compañía Delta y partía del Prat, en un directo hasta el JFK Kennedy.
Para ser sincera, era la primera vez que cogía un vuelo transoceánico de tantas horas y estaba un poco nerviosa por ello.
Para quien se este planteando coger un vuelo con la compañía os aconsejaría leer la ultima etapa, ya que a la vuelta tuvimos “pequeños” problemas con ellos.
El caso es que el pasaje “turista” es correcto. Al entrar te dan auriculares y una mantita roja por si tienes frío, y la comida es abundante y de sabor aceptable. Cada pasajero tiene su pequeña pantallita en la que puede escuchar música, ver películas (Solo en inglés), ver en que punto del recorrido se encuentra el avión o bien jugar a juegos.

Tal y como el avión subió, Javier, mi novio, que esta acostumbrado a los vuelos largos por motivos laborales, me informó de que era mejor que me descalzara dado que por la presión atmosférica la circulación no funciona muy bien y es usual que se te hinchen los pies. Por este comentario me desmayé en pleno vuelo y pasé el peor vuelo de mi vida.

Llegamos al JFK con puntualidad y nos dispusimos a hacer la fila de admisión al país.

Llevábamos el ESTA preparado en la mano así como un formulario rellenado que nos habían facilitado en el avión.
Nota: Si viajáis en pareja que convive junta pero no estáis casados debéis de rellenar uno cada uno, independientemente de lo que os digan las azafatas del avión.
En nuestro caso solo llevamos uno, así que tuvimos que ir a buscar otro formulario, en la misma sala, rellenarlo y volver a hacer la cola.

Ya con toda la documentación preparada, fue la primera en pasar el interrogatorio. El señor que me atendió me miro con cara de indeseable y me habló en inglés, afortunadamente tengo un buen nivel de inglés pero si no fuera así no sé que hubiera hecho. El caso es que mi interrogatorio duró cinco minutos, donde me preguntó si tenia trabajo, de que, si iba a buscar trabajo en NY, cuantos días iba a quedarme, si tenia vuelo de vuelta, donde iba a estar alojada, de que conocía al dueño del alojamiento y no recuerdo cuantas preguntas mas.
Al final del interrogatorio y después de que me preguntara, abrí mucho la boca porque me acordé que justo antes de subir al avión había comprado una ensalada en el MacDonalds (por si no me gustaba lo del avión) y se lo expliqué (no se puede entrar comida de otros países), a la vez que sacaba la bolsa y la tiraba delante suyo en una papelera. El interrogante me facilitó una pegatina, recogió todas mis huellas digitales y me hizo un par de fotos. Después me aparté para que siguiera con mi pareja.

La sorpresa llegó después de recoger las maletas ya que al salir me pararon porque el señor del interrogatorio me había puesto la pegatina por la comida. Les explique que la había tirado y me hicieron abrir la maleta y estuvieron cotilleando dentro un rato. Después, por fin, pudimos salir.

Una vez vimos la luz, fuimos a buscar un taxi. Había leído por Internet que en la puerta había un señor de color que te fijaba un precio y luego os montabais en el taxi a precio cerrado. Nosotros nos alojábamos en Brooklyn, encontramos al señor justo enfrente de las puertas correderas y nos escribió en el papel que nos costaría entre 25 y 30 dólares el viaje.

El taxista era pakistaní, muy divertido cuando encendió el taxi a toda prisa y se colocó en la autopista sin saber adonde íbamos, y con graves problemas de comprensión dado que chaporreaba el inglés. Después de mucho intentarlo, mi novio me hizo escribir la dirección en un papel (dirección que el no conocía), con lo que se decidió a parar en la mitas de la autopista a mirar la hoja y a darnos el GPS donde nos pidió que pusiéramos la dirección, no sabia leer. Fue la brocha final para nuestra llegada mas complicada.

Aun no sabemos como, llegamos a la dirección (bendito GPS), un bonito barrio residencial de Brooklyn. El señor taxista nos abrió el capó y nos informó de que debíamos pagarle 57 dólares por el viaje más su propina. Le enseñamos la hoja de la entrada con el precio estipulado y nos enseña la factura. Sin nada de ganas de discutir (después del vuelo con el desmayo), me decidí a pagarle lo que me pedía. Dentro del mismo taxi hay una maquina de visa, en la que le pague los 57 dólares y 1 de propina (era el mínimo que me permitía), el taxista nos miro con cara de enfadado y se fue.

Cruzamos la calle y picamos al piso de abajo. Apareció una señora latina muy simpática y nos informó de que su marido no estaba pero que tenia las llaves de nuestro apartamento, que subiéramos las escaleras al mismo, que nos encontraríamos dos puertas, entráramos en la derecha y que ya vendría.

(El apartamento lo alquilamos mediante la página de homeaway. Voy a aclarar que íbamos con un poco de miedo, dado las condiciones en las que reservamos, en un primer contacto se nos pidió 1700 dólares por la estancia – de 9 noches- y al dia siguiente nos llamó al móvil y nos pidió 700 euros porque lo tenia vacío y prefería alquilarlo).

El caso es que fue estupendo llegar a la planta de arriba, donde había dos apartamentos, abrir el nuestro y encontrarse con dos habitaciones (una de dos camas y una de matrimonio), con una cocina y con un baño.

Enseguida pico a la puerta George, el propietario, y muy amablemente nos dio información sobre que consideraba que se tenia que ver. Mantuvimos una pequeña conversación con el, y nos dejó claro que los americanos creen firmemente en el PIGS (Cerdos europeos: Portugal Irlanda Grecia y Spain).

Después de echarnos un ratito y de pegarme una ducha (me supo a gloria, aunque el agua estaba helada y caía a chorro), salimos a buscar comida. Eran las 10 de la noche, pero encontramos varios supermercados pequeños 24 horas abiertos, y nos abastecimos de zumo, leche (carísimo), cereales súper gigantes y algunas galletas. Compré un sándwich y al volver al apartamento caí rendida.

En resumen de este primer capitulo (información útil):

- Es obligatorio llevar en mano el ESTA previo al viaje (aunque ellos lo pueden ver en sus ordenadores)
- Es obligatorio rellenar el formulario de entrada que te facilitan en el avión (dos si no estáis casados legalmente aunque viváis juntos)
- Es imprescindible contratar un seguro (nosotros lo contratamos en aseguratuviaje.com)
- Si cogeis un taxi (hay muchas otras formas de llegar) no permitáis que arranque sin aclarar el precio y el destino. Le puedes consultar al hombre de la salida del aeropuerto el precio, en principio es cerrado a cualquier punto de Manhattan 45 dolares (no euros), aunque os puede tocar un indeseable de taxista como el nuestro.
- Recomiendo alquilar un piso en homelidays o homeaway, será un poco mas asequible y con mas espacio.

Del primer día no hay fotos 

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En este viaje descubrí que no soy inmune al cambio de horario. Esta primera madrugada desperté a las 3 en punto, y me desesperé en el apartamento ya que no había puertas entre las estancias (excepto el baño), por lo que si abría una luz acabaría despertando a Javi, que dormía placidamente.
Después de revolotear en la cama, de ducharme y arreglarme, de desayunar, de intentar leer recorridos y guías con la luz que se filtraba por la cortina de las ventanas de la cocina, Javier se despertó.

Nuestro primer día oficial en NY. Hicimos un paseíllo hasta el Subway (que no estaba tan cerca como nos decía el anuncio, aunque se podía tomar un autobús) y descubrimos que la noche anterior no habíamos ido a comprar al supermercado indicado, sino a uno de los muchos 24 horas, con lo que los precios eran superiores.

El metro de NY es como el de Barcelona, solo que con muchas mas paradas, menos cuidado y mas viejo. En la misma estación hay maquinas (que puedes poner en español) donde se pueden comprar la Metrocard y recargarla. Os aconsejo comprar las de una semana porque sale mucho más económico que pagar cada uno de los billetes.

Este primer viaje se nos hizo corto (aunque duro unos 50 minutos), nos sorprendimos cuando cruzamos los puentes y el metro salió a la luz y escaneábamos a varios pasajeros que compartían compartimento con nosotros, hasta que llegamos a nuestro destino. A la salida, pudimos confirmar que el cielo seguía nublado y con lluvias ocasionales.

Visitamos Bryant Park, el mismo terreno donde se celebró la primera exposición universal, donde se juegan partidos de ajedrez y donde se proyectan películas en verano.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Justo enfrente del mismo (en la 42th street) hay una puerta preciosa con adornos de oro con los símbolos de los horóscopos. Des del parque se puede observar un edificio negro y dorado que sobresale, es el American Standard Building.

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Para quien este interesado en la arquitectura, enfrente del parque (en la 42th) y muy cerquita se pueden observar los edificios de:

NY Telephone company building:

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Grace Building (edificio de base curvada)

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Colindante a la plaza, se encuentra la biblioteca pública de NY tan famosa por todas las veces que la hemos visto en películas (esto es una constante en NY). Nosotros no tuvimos la suerte de poder entrar en su interior porque aún no la habían abierto. El edificio es de estilo Beaux arts y fue construido el 1911. En su exterior contiene dos fuentes que simbolizan la verdad y la belleza, y dos leones forjados en mármol rosa que simbolizan la paciencia y la fortaleza. En mayo estaban en obras exteriores de la fachada.

Des de este punto, fuimos andando hasta Times Square y, como a todo viajero, te impresiona el momento en que te das cuenta que te encuentras sumido en un mar de hormigón.

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Visitamos el Hard Rock Café, donde nos hicimos las fotos con el cartel y vimos guitarras de famosos como Elvis y otros objetos (entre ellos los trajes que llevaban los Beatles). Es una tontería, pero en cada tienda te daban un plástico para que guardaras el paraguas y no goteara, nos pareció muy útil.

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Cruzamos la calle y entramos en Toy’r’us, debo confesar que me sigo sintiendo como una niña, y me emocioné al ver la enorme noria que ocupa el hall (aunque esta situada en la planta baja). Para los que vayáis con niños o os sintáis como ellos, os informo de que hay un apartado de chocolates Wonka (Charlie y la fabrica de chocolate), venden unas reproducciones de juguetes sospechosamente parecidos a los de la Aldea del Arce (que este mismo sábado vi que vendían en una tienda de Barcelona) y que hay un montón de reproducciones con fichas de Lego de edificios (como el Empire state) y muñecos (como el Buzz-light-year de Toy Story).
(En este punto voy a agradecer la paciencia infinita de mi novio que me soportó durante este primer día pidiéndole sin parar que me hiciera fotos con cada una de las reproducciones que encontrábamos).

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Y seguimos, volvimos a salir y vimos un enorme cartel que anunciaba la obra del Rey León (nosotros habíamos comprado las entradas desde Barcelona), y justo enfrente, encontramos “The World of Disney Store”. Aunque la tienda no era tan grande como me habían dicho o había entendido, tenia casi todos los personajes de la factoría Disney en peluche, en muñecos tipo Barbie y en miniatura tipo Polly pocket. También se vende merchandising de las obras que se están haciendo en Broadway: The lion King y Mary Poppins. Tengo que confesar que me emocioné y compre un par de muñecos.

Al salir deshicimos un poco nuestro camino, encontramos primero el Times Square Visitor Center, anteriormente un teatro, donde se exhibe la antigua bola que marcaba el nuevo año (la han cambiado) y donde dan un montón de información, guías y planos gratis.

Después, nos dirigimos al Times Square Planet Hollywood, con la intención de recoger nuestra NY Pass de 7 días. Preguntamos a un vigilante y nos indicó que teníamos que guardar cola entrando en la tienda. Recomiendo comprarla antes para que te hagan descuento (que siempre hay cuando compras por Internet). En este punto nos cruzamos con otra familia catalana que mas tarde reencontramos.

Aunque estábamos justo delante del Bubba Gump (restaurante inspirado en la película de Forrest Gump y que queríamos visitar) nos decidimos por acercarnos a una tienda de tecnología (B&H) que le habían recomendado a Javi, que encontramos cerrada por inventario hasta el ultimo día).
La siguiente parada fue la visita al M&M’s World, repleta de turistas. De estrangis, probamos algún M&M que tienen separados por colores en enormes tubos de plástico y nos hicimos alguna foto con el muñeco típico.

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A esta hora ya estábamos muy cansados y nos dirigimos al Bubba Gump, donde comimos un guiso con gambas Javi y una enorme ensalada yo. Mientras haces cola hay escenas de cómo se rodó la película y después te alojan en una mesa donde hay un cartelito verde y rojo que depende de cómo lo pones se paran todos los camareros. Me encantó, mas que por la comida – esta manía americana de poner las calorías de cada plato te destroza el placer de comer- sino por la amabilidad de la camarera que fue encantadora y se ganó perfectamente su propina.

Después decidimos volver a descansar un ratito a nuestro piso (ya estábamos hechos polvo).

A ultima hora de la tarde nos acercamos al Century 21, la famosa tienda de descuentos de marcas de NY, pero fuimos al de Brooklyn, contrariamente a lo que se dice del del centro, estaba perfectamente ordenado, solo con compradores newyorkinos y pude abastecerme de varios levis (de 10 a 20 euros el par) y de algunos cosméticos (un pack de strivectrin por 35 euros y un pack de elizabeth arden, del famoso 24 horas, con pintalabios, la famosa crema y una de manos, por ¡12 euros!).

De vuelta a casa paramos en el supermercado a abastecernos de víveres. Dentro, como en la mayoría, tenían una sección de platos cocinados donde varias veces compramos la comida y la recalentamos en casa. Nos sorprendieron los precios, mientras que la repostería y la carne eran mas baratos que en España, las verduras y la leche eran mucho más caras.

Cuando llegamos a casa, cenamos y decidimos irnos a dormir.

Información útil:
- Orientarse en Manhattan: las avenidas están dispuestas en dirección norte-sur y las calles son perpendiculares a ellas. Por este motivo, las direcciones suelen contener la calle y la avenida.
- Biblioteca pública de NY: Horario: de 11 a 9:30 martes y miércoles// de 10 a 18 de jueves a sábado
- Times Square Visitor Center: 46-47th amb 7th Avenue
- Times Square Planet Hollywood: 47th amb Broadway
- M&M’s World: 48th amb Broadway
- NY PASS: www.newyorkpass.com/ ...tAodMxyY0w

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Volví a despertarme a las 3 de la mañana pero conseguí volver a dormirme hasta las cinco. Madrugar nunca fue tan fácil.

Era domingo y teníamos pensado desplazarnos a Harlem para visualizar una misa. Habíamos quedado con unos viajeros que habíamos conocido en el foro y con esta idea nos dirigimos a la parada de metro con una hora de antelación (queríamos asistir a la misa de las 11, por lo que habíamos quedado a las 10 para coger sitio).

Llegamos veinte minutos tarde y no encontramos a nadie, mientras esperamos un cuarto de hora (por si les había pasado lo mismo que a nosotros) nos acercamos a la Abyssinian Baptist Church (que era la iglesia que habíamos elegido para verlo y la más famosa) donde se nos informó amablemente que al ser el primer domingo de pascua la misa quedaba reducida a los feligreses.

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Un poco decepcionados, empezamos a buscar otra opción, dado que disponíamos de varias direcciones apuntadas. Después de recorrer varias calles una señora se apiadó de nosotros y nos llevó hasta la puerta de la “African Methodist Episcopal Zion Church”, que resultó estar justo en la calle de detrás de la primera.

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La iglesia era pequeña y no especialmente bonita, y calculo que mas del 80% de los que presenciamos la misa éramos turistas.
Nos sentaron en el piso de arriba, y se nos prohibió hacer fotos (a quién lo intentó y se descubrió se les expulsó). Durante las dos horas de misa varias personas se levantaron para irse y se les recriminó el hacerlo. A mi personalmente se me hizo muy larga, puesto que habían pocas canciones de gospel y no entendía apenas nada de lo que decía el párroco (estaba muy exaltado), por lo que quería irme, pero Javi consideró que era una falta de respeto, por lo que nos quedamos.
Una vez acabada la misa y cuando la gente ya se había levantado y estaba desalojando se me ocurrió sacar una foto del interior, como recuerdo, la señora vigilante me vio y se acercó enfadada a recalcarme que no estaba permitido hacer fotos en misa .

Al salir callejeamos por el barrio, visitamos por fuera el “Schomburg Center For Research in Black Culture”, que reúne la colección más grande del país de documentos relacionados con la comunidad afroamericana, y paseamos por un parque (donde había un montón de chicos jóvenes, enormes, de color, jugando a basketball, viva los tópicos) hasta llegar al Graffiti “Big L”.

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Después, intentamos ir a tomar el conocido Brunch, pero resultó que los dos sitios recomendados estaban llenos de gente y con colas enormes, así que acabamos entrando a comer a un restaurante tipo buffet que tenían buena comida americana (creo que fue el único día que la probé), con un montón de salsas y carne.

Coronamos la comida con un café en el Dunkin donuts. La tarde nos la tomamos relajada, paseando primero por la avenida comercial de Harlem, parando en el famoso Apollo Theater y entrando en varias tiendecitas que estaban abiertas todo y ser festivo.
El Apollo, abierto en 1934, es uno de los teatros más famosos de los EEUU. Ha sido el típico lugar de celebración de mítines políticos y conciertos.

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Decidimos coger un autobús y bajar en Central Park, ya que lo habíamos visto el día anterior pero sin llegar a entrar. Impresiona pasar con el autobús y ver que no acaba. Había americanos jugando a béisbol, y un montón de idílicos paisajes donde nos hicimos fotos.

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Después de sentarnos durante un buen rato para ver pasar a la gente, salimos por la Grand Army Plaza y nos dirigimos al FAO Schwartz. Me hacia mucha ilusión trastear con el piano de la película BIG, pero nos encontramos que ya no estaba disponible para el público sino que había dos chicas que hacen animación con el. Y acabamos de pasar la tarde mirando los juguetes de la tienda.

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Información útil:
-Abyssinian Baptist Chuch: 132 Oldell Pl (W 138th St). Servicios a las 9 y a las 11 (se recomienda estar una hora antes).
- Apollo Theater: 253W 125Th
- El metro, aclaración, hay algunos metros que no paran en todas las paradas y otros que si que lo hacen. Ahora mismo no recuerdo exactamente como, pero el caso es que hay algunas paradas con puntos negros y otras con puntos blancos y es eso lo que indica si para o no.

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