![]() ![]() Roma, Pompeya, Florencia y El Vaticano. ✏️ Blogs de Italia
7 días en Italia: Uno en Pompeya, otro en Florencia, cuatro en Roma y el último en El Vaticano con una etapa especial dedicada a los Museos Vaticanos.Autor: Carla_Thomas Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (13 Votos) Índice del Diario: Roma, Pompeya, Florencia y El Vaticano.
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Etapas 4 a 6, total 8
A primera hora teníamos las entradas reservadas para la Galería Borghese. El edificio de la Galería se encuentra enclavado en los jardines de Villa Borghese. Scipione Borghese fue el primer mecenas de Bernini y un ávido coleccionista de la obra de Caravaggio, por lo que ambos artistas se encuentran extensamente representados en el museo. La visita únicamente es posible con reserva previa por teléfono o internet. Tiene dos horas de duración, a las dos horas te echan para dejar paso a la siguiente tanda de turistas. Esta totalmente prohibido hacer fotografías, te obligan a dejar cualquier cámara en consigna. Si ya habéis comprado la entrada por internet, cuando lleguéis a la cola, fijaos bien en una maquinita que hay a la izquierda del mostrador, la gente no la ve y suele estar solita... pues ahí, si metéis el código de la reserva (pagada ya) os da los billetes. Yo me enteré después de estar media hora en la cola...
La Galería Borghese cuenta con un conjunto irrepetible de obras de Caravaggio, acaso el mejor expuesto en un sólo museo: Joven con cesta de frutas, Baco enfermo (posible autorretrato), La Virgen con el Niño pisando la serpiente (también llamada La Virgen de los Palafreneros) y San Jerónimo y David con la cabeza de Goliat, de la que se cuenta que Caravaggio se retrató a sí mismo en la cabeza decapitada del gigante. Entre otras muchas maravillas. Quería visitar Villa Giulia, el museo etrusco, que también se encuentra en los jardines de Villa Borghese, así que dejé a mi novio leyendo bajo un árbol y me fui a su encuentro. Villa Borghese es un gran parque de la ciudad de Roma que incluye diferentes estilos desde el jardín a la italiana a grandes áreas de los edificios de estilo inglés, fuentes y estanques. Hay muchas cuestas, y bajo el sol de agosto, caminar por ahí se hace insoportable... alquilan unos carritos-bicicleta de cuatro personas para recorrer los jardines, pero hay que ver como suda la gente subiendo las cuestas, me hicieron mucha gracia dos parejas de matrimonios mayores, ellos iban delante pedaleando como jabatos, y ellas detrás con los pies de lado para no tropezar con los pedales, como reinas...jaja Y me perdí (como no) pero tuve la suerte de encontrarme con una pareja muy simpática de italianos a la que pregunté por el camino hacia Villa Giulia, fueron tan amables, que al ver que no entendía muy bien las indicaciones, me llevaron en coche. Villa Giulia (museo etrusco) es una preciosidad y muy poco visitada, excepto por un grupo de 6 personas y una pareja de turistas, disfruté yo sola del museo y de sus jardines, que son increíbles... Allí se encuentra el sarcófago de los esposos, tenía muchas ganas de verlo, además, cuando estoy sola disfruto mucho más de los museos, los veo a mi ritmo y me encanta. La foto no es mía, la cámara me la había dejado en la Galería Borghese y no pude hacer ninguna fotografía, me dió mucha rabia, sobre todo por no poder fotografiar los jardines. Regresé caminando a la Galería Borghese y me fijé que a la entrada de los jardines se encontraba el museo de arte moderno (para otra ocasión), tardé más de dos horas en volver, y el churri ni se enteró de lo agusto que estaba leyendo bajo ese árbol... Comimos ligero y nos fuimos a seguir conociendo Roma. Comenzamos la pateada de la tarde en Piazza Popolo, preciosa... No pudimos entrar a ver las iglesias gemelas porque cerraban para comer y nunca más volvimos a pasar por esa zona. Pero pudimos apreciar su simetría. Hace tiempo se vertía sangre en esta plaza, donde convergen las tres calles del Tridente. Era el sitio donde tenían lugar las ejecuciones públicas y el punto de partida de las carreras que se celebraban en la Via del Corso. De ahí nos fuimos a visitar el Ara Pacis (nos movíamos mucho en taxi, no nos pareció caro. Por el día la tarifa inicial son 3,50 euros aunque de noche ya se dispara a 6,50, como las distancias son cortas por 10 euros cruzas la ciudad) El edificio que alberga al Ara Pacis fue muy criticado porque dicen que no pega, que es muy moderno, pero el Ara, para mi gusto, quedaba muy bien integrada dentro. Aquí nos compramos la Roma Pass por 25 euros y nos dejaron entrar gratis al museo (costaba 8 euros) pero no nos activaron la tarjeta, aún no lo entiendo, así que luego entramos gratis a otros dos museos... El Ara Pacis es uno de los monumentos más famosos de la antigua Roma. Era un altar ceremonial del 9 a.C. que conmemoraba la Pax Romana tras la conquista de España y la Galia por Augusto. Desenterrado (a fragmentos) en 1568 cerca de la Piazza San Lorenzo in Lucina, se reconstruyó a principios de la década de 1930. Los trozos que faltaban se crearon de nuevo. Debido a su descuidado aspecto, cuesta creer que el Mausoleo de Augusto, justo al lado, fuera un importante monumento de la antigua Roma, la primera de las dos tumbas circulares de la ciudad (La otra es Castel Sant'Angelo). Se espera que en su momento, sea también restaurado... La tarde la dedicamos al Coliseo, pillamos un metro desde la Plaza España, ya que habíamos comprado la Roma Pass queríamos estrenarla...bueno... fue la peor experiencia en metro de mi vida...era un puñetero caos, para entrar tenías que empujar a la gente de lo lleno que iba, para subir las escalerillas tardabas un montón porque iban repletas de turistas. Calor, suciedad....fue la única vez que entramos al metro de Roma, igual en abril está mejor, pero en agosto no se lo recomiendo a nadie. Para entrar nos pusimos detrás de unos japoneses, que iban con la Roma Pass en la mano, así que cuando nos dimos cuenta (aún no se como lo hicieron) estábamos dentro del Coliseo, habiendo burlado todas las medidas de seguridad y con la Roma Pass intacta... Todo lo que diga del Coliseo es poco... es lo más impresionante que vi en mi vida. El Coliseo fue construido por los tres emperadores Flavios y su auténtico nombre es Anfiteatro Flavio. Se estima que podía acoger de 50.000 a casi 90.000 espectadores. El anfiteatro tenía un suelo de madera que se cubría con arena para absorver la sangre y el hedor de los espectáculos, que incluían luchas a muerte (munera). Ahora que este suelo de madera ha desaparecido, se pueden ver los corredores y túneles que había bajo la arena. ![]() A la salida nos encontramos con este grupo de hombres disfrazados de gladiadores para que te hicieras la foto con ellos. Ahora, el ayuntamiento los controla, pues antes cobraban en exceso por dejarse fotografiar. En muchas tiendas de Roma venden estos trajes, así que si os queda sitio en la maleta... Pegado al foro se encuentra el Arco di Constantino, Constantino suele ser considerado el primer emperador cristiano, pero no hay ninguna imagen cristiana en el arco que se construyó en su honor el año 315 d.C. Su bautismo tuvo lugar en su lecho de muerte, 22 años más tarde. Si bien es impresionante, el Arco di Constantino resulta bastante atípico. Aún nos daba tiempo a visitar el Moisés de Miguel Angel pues se encontraba cerca, en San Pietro in Vincoli, así que con las últimas fuerzas de día subimos caminando por la cuesta de Via Degli Annibaldi hasta la iglesia. La fachada es muy simple, pero por dentro es alucinante. En esta iglesia, los cristianos encontrarán una reliquia muy apreciada: las cadenas de los dos encarcelamientos de san Pedro (en Jerusalén y en Roma) que, situadas la una junto a la otra, se dice que se fusionaron milagrosamente... El Moisés está en un sitio bastante oscuro y no te puedes acercar, de todas formas, impresiona. Fíjate en el autorretrato que Miguel Angel se hizo en la barba del Moises, pero búscalo antes en una fotografía para localizarlo al natural o no te darás cuenta. Comimos un trozo de pizza y nos fuimos al hotel completamente rotos ![]() Etapas 4 a 6, total 8
Comenzamos el día visitando Santa María Maggiore. Dice la leyenda que en el año 352 d.C. el Papa Liberio tuvo una visión. La Virgen María le encargó construir una iglesia dedicada a ella en un lugar nevado. Esta petición era bastante ambiciosa, ya que apenas nieva en Roma, y mucho menos en verano. Sin embargo, se dice que el 5 de agosto nevó en la Colina Esquilina, y allí fue donde Liberio mandó construir la que se convertiría en una de las cuatro basílicas principales de Roma. Aquí solo puede oficiar misa el papa o un sacerdote con su permiso expreso. El cuerpo del papa Pío IX fue enterrado aquí.
El baldaquino sobre el altar cubre un confessio que contiene un fragmento de la cuna del Niño Jesús... ![]() Una cripta subterránea (abierta sólo en Navidad y en la Epifanía) contiene un pesebre medieval casi completo realizado por Arnolfo di Cambio, para verlo hay que dirigirse por la mañana a la oficina de la iglesia en Via Liberiana, 27. Cerca de la entrada a la capilla, frente a la barandilla del presbiterio lateral, una baldosa del suelo de mármol señala la tumba del escultor Gian Lorenzo Bernini y sus antepasados. La Porta Santa de Santa María Maggiore. Y una estatua de Felipe IV de España en el pórtico. Aún con fuerzas y antes de comer, visitamos San Juan de Letrán (San Giovanni in Laterano) Fundada por el emperador constantino en el siglo IV d.C., San Juan de Letrán, ha sido reconstruida varias veces a lo largo de los siglos. De hecho, la iglesia del papa sólo adquirió su aspecto moderno en el siglo XVII, cuando el interior y la fachada sufrieron una profunda restauración. El último cambio arquitectónico importante es relativamente reciente: el presbiterio se amplió en la década de 1880. En el altar papal se conserva una tabla de madera que san Pedro pudo haber utilizado para celebrar la misa. Borromini creó los 12 nichos que flanquean la nave central, transformados más tarde en una hilera de enormes estatuas barrocas de los Apóstoles. El precioso baldaquino gótico pintado al fresco sobre el altar mayor (donde únicamente el Papa puede decir misa) data de 1367. Encima de los frescos, una verja protege dos relicarios de plata en forma de busto que contienen las cabezas de san Pedro y san Pablo, los fundadores de la Iglesia de Roma... La puerta de bronce de la entrada es la puerta original del Senado del Foro Romano. Majestuosa... Nos encontramos con una boda que se había oficiado en una de las capillas de la basílica... (a él le había vestido la suegra) ![]() Comimos cerca y nos fuimos a ver la Scala Santa, justo enfrente de San Juan de Letrán, abrían a las 15:30 h. (cierran para comer). Se dice que las escaleras de mármol recubiertas por madera de nogal, son las que subió Jesucristo en el palacio de Pilatos y fueron traídas desde Tierra Santa por la madre de Constantino. Hay incluso unas manchas protegidas por cristales, que dicen es la sangre de Jesucristo. Estas escaleras sólo se pueden subir de rodillas y la gente ya está a la cola antes de que abran para subirlas, aunque a ambos lados hay otras escaleras por donde si puedes subir a pie. La Sancta Sanctorum está al final de la escalera. Hay mucha devoción, casi da corte hacer fotos... De ahí nos dirigimos a ver la Boca de la Verdad (desde el taxi vimos el circo Máximo...algo decepcionante...) En la Boca había cola para entrar bajo ese sol abrasador de agosto, decidimos no entrar y la vimos a través de la reja. Cobraban 50 cts por hacerse la foto ![]() ![]() Pero lo que yo no sabía, es que al final de la plaza donde se encuentra la Boca, iba a estar el templo de Vesta (Templo de Hércules Víctor). Este es el edificio más antiguo de mármol que se conserva en Roma, de mármol pentélico, importado de Atenas y, por tanto, costosísimo. El basamento es de caliza. Se trata de un pequeño templo de planta redonda imitando a los tholos (tumbas) de la Grecia clásica, aunque también hay antecedentes itálicos de edificios de planta circular, sobre todo en tumbas etruscas. Todo el conjunto estaba sobre una escalinata también circular, más tipo helenística que clásica. Roma es así, por mucho que hagas planes, te vas encontrando las cosas por casualidad... Aún queríamos visitar los museos capitolinos, así que fuimos caminando y nos encontramos con San Nicola in Cárcere, aquí nos pasó una buena anécdota. Entramos a ver el subterráneo de la iglesia, estábamos solos con un guía muy simpático, el caso es que nos baja a esas catacumbas y nos quedamos sin luz...bueno, pues nos fuimos con él a oscuras, por las habitaciones del subterráneo, con una linterna que alumbraba lo mismo que una luciérnaga, en busca de un fusible que nunca apareció, por lo que pudimos ver la cárcel en estado puro, tal y como la verían los que estaban dentro, o sea, a tientas...pasé algo de miedo, pero fue una experiencia única. A la salida nos encontramos con el Teatro de Marcelo. En el siglo XIII, el edificio fue ocupado por la noble familia Savelli; en el XVIII pasó a ser propiedad de los Orsini. El hermoso palacio renacentista que ocupa el tercer piso de la fachada externa de la cavea es obra del arquitecto Baldassarre Peruzzi. El Teatro de Marcelo, tal y como lo vemos hoy, es fruto de una gran labor de restauración y liberación de postizos y ocupantes llevada a cabo entre 1926 y 1932. ![]() Subiendo la interminable cuesta hasta los museos, nos paramos a tomar algo en una terraza, allí nos atendió un italiano muy amable, pero también muy pesado que nos pintarrajeó todo el mapa señalándonos los sitios a donde debíamos ir, le daba igual que yo le dijera que ya los habíamos visitado, él seguía pintarrajeando y diciendo...."Bello, bello" ... le dejamos propina (a pesar de todo) por su interés. ¡Y al fin llegamos a los Museos Capitolinos! Y activamos nuestra Roma Pass de museos, por lo que nos salió gratis. Los museos capitolinos son una maravilla. Nada más entrar hay un patio donde te recibe la estatua colosal de Constantino, bueno, los trocitos que quedan...(cabeza, pie y mano) ![]() Subes al primer piso y de repente te encuentras con una terraza enorme que da al Foro, menudas vistas... es un sitio privilegiado para admirar fresquitos y a la sombra tanta belleza. Dentro de los museos se encuentra la estatua ecuestre Marco Aurelio del Capitolio (166 d.C.) salvada a lo largo del medievo por creérsele imagen de Constantino, este bronce ha sido uno de los modelos clásicos más imitados desde el Renacimiento. En la plaza Campidoglio se puede ver una copia de la estatua. El museo también alberga la loba capitolina. Se trata de una figura en bronce, de 75 centímetros de altura y 114 de anchura. Según la tradición, se trataría de una escultura etrusca, aunque recientemente se ha puesto en duda esta datación, demostrándose finalmente que ésta data de la Edad Media. Los dos niños se añadieron durante el Renacimiento y probablemente son obra del escultor Antonio del Pollaiuolo. Y el Retrato de Cómmodo como Hércules (h.190 a.C.). Este retrato marca el punto final de la evolución que lleva del retrato-cabeza republicano al retrato-busto del siglo II a.C. Entre otras muchas maravillas... A la salida nos acercamos a la columna de Trajano IMPRESIONANTE, me quedé sin palabras. La columna se compone de 18 enormes bloques de mármol de Carrara, cada uno de los cuales pesa aproximadamente 40 toneladas y tiene un diámetro de unos 4 metros. El friso escultórico completo mide unos 200 metros y da 23 veces la vuelta a la columna. En el interior de la misma, una escalera de caracol de 185 peldaños permite el acceso a una plataforma mirador en su parte superior. Originalmente la columna estaba rematada con la estatua de un águila, y más tarde se colocó en su lugar una estatua del propio Trajano. En 1588 y por orden del papa Sixto V, ésta fue reemplazada por una estatua de San Pedro, que aún se conserva. Justo delante de la columna de trajano se encuentra el monumento a Victor Manuel II. El monumento ha sufrido críticas desde que su construcción supuso la destrucción de un gran área de la Colina Capitolina, una de las colinas históricas de Roma, y donde se encontraba un barrio medieval. Para algunos, dicho monumento era demasiado grande y pomposo.En días soleados, este edificio puede llegar a ser muy brillante, pudiendo incluso ser molesto para la vista si se está cerca o dentro del recinto, dado su impoluto color blanco y su entorno urbano más oscuro. Al ser una construcción tan destacada en el panorama de Roma, ha recibido otras numerosas denominaciones. Desde su origen, los romanos lo llamaban la Zuppa Inglese (una especie de pastel), la tarta de bodas o la falsa boca. Cuando los soldados aliados llegaron a Roma en 1944 lo llamaron también la máquina de escribir, apodo que luego adoptarían los propios italianos. Ello se debe a que la fachada con las columnas no es recta, sino que adopta cierta forma en arco. A pesar de todas las críticas que ha recibido a lo largo de su historia, el monumento a Victor Manuel II atrae cada año a un gran número de visitantes. La apertura como foro público y lugar panorámico sobre el centro de Roma fue acogido por el antiguo presidente de la República Italiana, Carlo Azeglio Ciampi, permitiendo a la gente acercarse a dicha construcción y dándole así una mejor reputación. A su derecha se encontraba el museo de Mussolini que no visitamos por falta de tiempo. Fuimos al hotel, nos duchamos y decidimos cenar en Vía Veneto. Hoteles y restaurantes de lujo mezclados con prostitutas y mafiosos...una maravilla. Comienza nuestra primera noche en Roma. En el café de la Dolce Vita, El café de París, un cóctel te cuesta 16 euros...pero un día es un día...o mejor dicho...una noche...Esta foto nos la sacó un mafioso que llevaba el Café de París, luego nos llamó un taxi... Quedamos sin tabaco y llamó a un tio para que nos trajera una cajetilla de Malboro (previo pago mogollónico), íbamos de grandones, pero sólo fue esa noche ![]() Y por fin llegamos a la Fontana de Trevi, la queríamos ver de noche, sería como la una de la madrugada y estaba increíble, había gente (siempre hay gente) pero muy poca comparada con el día...nos sentimos casi solos en la Dolce Vita...además el guardia del pito había ligado y no se enteró cuando metimos las manos en la fuente... yo quería entrar a la fuente y llamar a mi "Marcelo" pero tampoco queríamos terminar detenidos. Por favor, si estais en Roma, no os conformeis con verla sólo de día... Y ya por inercia, nos pusimos a callejear en la noche romana. Y Piazza Navona de noche es increíble, en realidad, todas las fuentes y los lugares de Roma por la noche son mágicos e increíbles, la iluminación y la falta de turistas hace que veas una Roma distinta a la del día. No dejéis de pasar una noche así en Roma porque la recordaréis toda la vida. Lo peor fue a la hora de buscar un taxi, tuvimos que caminar bastante hasta encontrar una calle algo transitada, donde tuvimos la suerte de encontrar uno, pensé que teníamos que cruzar la ciudad a pie...luego nos enteramos del teléfono de los taxis, es el 063570. Tomen nota ![]() Etapas 4 a 6, total 8
Nuestra primera visita de la mañana fue a la iglesia de Santa María de la Concepción en Vía Veneto. La iglesia contiene una cripta en la cual están los huesos de unos 4000 frailes capuchinos, recopilados entre los años 1528 y 1870 traídos desde Via dei Lucchesi. La cripta está dividida en cinco pequeñas capillas decoradas con los huesos de los frailes y algunos de ellos se encuentran momificados con las vestiduras de los capuchinos. Había incluso lámparas hechas con huesos... tétrico total...Tampoco se podían sacar fotos, pero logré hacer esta... La entrada mínima es un euro (no dan cambio, así que llevad el euro suelto).
Queríamos visitar el museo de las termas, fuimos caminando y encontrándonos cosas por el camino... Pasamos por la fuente del Tritón en Plaza Barberini (El Qurinal), realizada por Bernini. El dios marino Tritón aparece lanzando un chorro de agua a través de una caracola, sentado sobre una enorme concha sostenida por cuatro delfines que entrelazan la tiara papal con llaves cruzadas y las abejas heráldicas de los Barberini en sus colas escamosas. Nos encontramos con Santa María degli Angeli en piazza República. Es una iglesia muy rara pero preciosa. La dedicación a los mártires hace referencia al dato que afirma la hagiografía cristiana, según el cual las termas de Diocleciano fueron construidas con el trabajo de cristianos hechos esclavos. El edificio fue diseñado en 1562 por Miguel Ángel sobre la base del aula central de las Termas, a solicitud de papa Pío IV y del sacerdote siciliano Antonio del Duque. Miguel Ángel se limitó a recubrir algunos muros y a restaurar un aula del tepidarium, creando así un edificio eclesiástico del todo particular: dilatado de modo lateral en vez de longitudinalmente. El ingreso a la iglesia se hace a través de un vestíbulo circular, también de origen romano, y termina en un profundo presbiterio, dónde se encuentra el coro de los cartujos, a quienes se confió esta iglesia una vez terminada. Sus puertas son muy peculiares... A la salida, un romano nos ofreció droga, fue el único sitio en Roma donde nos ocurrió algo así. Dentro de la iglesia podemos contemplar esta maravilla. Una escultura en mármol de Carrara, se trata de la cabeza de San Juan Bautista, obra del artista polaco Igor Mitoraj, el mismo autor de las esculturas de las puertas de la entrada (2006) ![]() Y llegamos a Palazzo Massimo alle Terme, aún nos quedaba un museo gratuito con la Roma Pass y nos lo gastamos aquí, después nos sirvió para descuentos en otros museos, te solían quitar unos tres euros por museo, la verdad es que la amortizamos mucho. La Roma Pass cuesta 25 euros y la puedes comprar en muchos museos de la ciudad, en la estación de Termini y en los puntos de información turística. Los dos primeros museos te salen gratis y cualquier transporte de la ciudad (menos el taxi), además te dan un mapa muy bueno de Roma y una lista de museos para visitar. Si sólo dispones de tiempo para visitar un museo (aparte del Vaticano), debería ser éste. Punto clave de las cuatro sedes en que se divide el Museo Nazionale de Roma por toda la ciudad, el Palazzo Massimo alle Terme alberga algunas de las mejores piezas de escultura griega y romana del museo, expuestas de forma inteligente e instructiva. El edificio, construido para albergar un colegio de los jesuitas, está inspirado en el estilo de las residencias de los nobles del barroco temprano romano. No había nada de cola, aún no lo entiendo siendo un museo tan importante. Tal vez sea más difícil entrar por las mañanas, pero a media tarde se podría decir que estaba casi vacío... A la entrada dejé al churri leer tranquilo porque no podía más y yo me metí al museo. En una de las estancias me encontré con el púgil en reposo o púgil de las termas. Después del David, para mi...la mejor. La escultura representa a un púgil sentado sobre una roca (imitación moderna de la original, desaparecida) justo después de un combate, y que gira violentamente la cabeza. Lleva un taparrabos y unos guantes formados por unas gruesas tiras de cuero (ἱμάντες/ hymantes ) que rodean los nudillos y dejan libres los dedos; la parte del puño está reforzada. En el cuerpo no hay señales de ninguna herida, pero la cara está llena de marcas de los golpes: tiene un corte en la oreja, la nariz rota y toda la cara llena de cicatrices. El púgil es una pieza de bronce formada por ocho fragmentos soldados, y de un gran refinamiento técnico en la búsqueda de la policromía. Los ojos, que tendrían que estar incrustados, han desaparecido, y hay numerosas pequeñas incrustaciones de cobre rojo en los dedos y en la cabeza para simular la sangre de las heridas. El movimiento de la cabeza hace volar las gotas, y por eso también hay incrustaciones sobre el antebrazo y el muslo derecho. Una limpieza reciente ha puesto de manifiesto que hay zonas desgastadas en la punta del pie derecho y en los guantes y dedos de la mano izquierda, acariciadas en señal de la veneración y deferencia de que ha sido objeto la estatua a lo largo de los siglos. En el guante de la mano izquierda hay unas marcas que tradicionalmente se habían interpretado como la firma «Apolonio, hijo de Nèstor», un escultor griego activo durante el siglo I a.C. Esta afirmación ha sido discutida,y ha quedado invalidada por un examen más profundizado, que ha mostrado que en realidad se trata de los rastros de la corrosión del bronce. En un dedo del pie izquierdo está la letra, que sin duda es la marca del taller que se encargó de la fundición. ![]() El Discóbolo de Lancellotti. Año 450 a.C. La escultura muestra con un extraordinario realismo al atleta de lanzamiento de disco en el momento de competir. Está considerada la escultura que mejor refleja el movimiento del cuerpo humano en tensión. Refleja la representación ideal de un atleta. Capta la naturaleza del movimiento como si fuera una instantánea fotográfica. La descripción de la musculatura revela un gran conocimiento de la anatomía masculina. El rostro es inexpresivo y relajado. Existen varias copias. La del British Museum (el Discóbolo de Mirón) es una de las mejores, pero la más célebre es el llamado Discóbolo Lancellotti, la única copia cuya posición de la cabeza es la correcta. Se encontró en Tívoli y fue comprada por Hitler al príncipe Lancellotti por tres millones de liras. Llegó a Alemania en 1938. Diez años después regresó a Italia. Ese año, 1948, el Discóbolo Lancellotti se convierte en la imagen de los Juegos Olímpicos, celebrados en Londres. Afrodita en cuclillas. Procedente de la Villa de Adriano en Tívoli. El hermafrodita, el primero al que se le podía ver el pito, los otros dos que vi en distintos museos de la ciudad estaban situados estratégicamente de cara a la pared... El sarcófago de Portonaccio. Me impresionó. Se encontraba en una habitación negra con unas luces que lo iluminaban, era realmentemaravilloso. La obra fue hallada en la zona de Portonaccio, alrededor de la Vía Tiburtina. Se trata de un sarcófago recientemente restaurado y trabajado con altos relieves que datan de entre el 180-200 d.C.La calidad de la obra es exquisita, con un alto relieve perfectamente detallado y unas pericias artísticas bastante importantes como por ejemplo el jinete de la derecha que se ve de espaldas y se interna en el frenesí de la batalla. También el movimiento y la expresión de los rostros es otra de las características que hacen de esta obra una obra maestra. Así, quizás podemos deducir que uno de los mejores talleres de sarcófagos de la época se encontraba en el norte de la ciudad. ![]() Y aquí tenían media Villa Farnesiana... Te recreaban las habitaciones de la villa. En el museo se encontraban miles de mosaicos totalmente cautivadores. Y dentro de una cámara acorazada me encontré con la mayor colección de monedas del mundo, pasillos y pasillos repletos de monedas... tenían unas lupas que podías regular para ampliarlas. La meca de un numismático. Saliendo de la cámara acorazada...daba miedito. Nos fuimos a duchar al hotel y decidimos dar un paseo antes de cenar. Nos dirigimos en taxi a Largo de torre argentina, queríamos visitar el sitio donde mataron a Julio César... La mayoría de los transeúntes caminan por la zona arqueológica de Torre Argentina sin prestar la menor importancia al área. Sólo algún amante de los felinos se detiene a fotografiar a los gatos que por aquí dormitan a sus anchas sobre la historia de la humanidad. César fue asesinado precisamente en este lugar, en Torre Argentina, que hoy se extiende indiferente ante el caótico tráfico romano. Justo enfrente había una librería enorme (La Feltrinelli) donde nos compramos unos librinos y el churri se lo pasó pipa. Y por esa zona estaba ella, asomada a la ventana... ![]() Nos despedimos en el Trastévere...que maravilla de barrio... cualquier esquina es alucinante, solíamos terminar siempre ahí cuando no estábamos muy cansados. Como ya puse antes alguna foto de Trestévere os dejo esta de un buzón de correos (en uso) que me encantó. ![]() Y, por supuesto, no hay que perderse la iglesia de Santa María en Trastevere. Según la crónica de San Jerónimo del siglo IV, en la época del nacimiento de Jesús, el Trastévere fue el escenario de una anunciación. En un hospicio de veteranos, rezumó aceite del suelo durante un día entero y fluyó río abajo; un claro signo, según el santo y erudito, de que "la gracia de Cristo pronto llegaría a la humanidad". Muchos cristianos vivían por la zona, por lo que no es sorprendente que se fundara una iglesia en el siglo III (probablemente lo hizo el mártir san Calixto), en el lugar del milagro. Hay una inscripción ilegible en el suelo de la iglesia, a la derecha del altar, que marca el lugar exacto. Lo realmente precioso de esta iglesia son sus mosaicos, los que están en la cúpula del ábside son del siglo XII y muestran a María en el trono, al lado de Jesús, cuyo brazo rodea a su madre. Están flanqueados por una serie de santos. En la iconografía cristiana, los 12 apóstoles solían mostrarse en forma de ovejas en los mosaicos. Aquí le di 2 euros a una señorina que estaba en la puerta toda vestida de negro, me dió mucha pena. La mujer se puso tan contenta que me echó una bendición para mi, mis hijos, mi marido y toda mi familia. Y ya metidos en gastos, entramos a ver una exposición de fotografías del Che en el museo de Roma en Trastévere. Subiendo las escaleras tienen una copia de la Boca de la Verdad donde al fin nos hicimos la foto, jaja. Cenamos algo por el barrio y nos fuimos al hotel. Al día siguiente sería nuestro último día en Italia (por el momento) y lo habíamos reservado al Vaticano... Etapas 4 a 6, total 8
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