![]() ![]() Viaje con el Transiberiano - Transmongoliano ✏️ Blogs de Asia
Recorrido con el Tren Transiberiano... Desde Moscú hasta BeijingAutor: Daigor Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (14 Votos) Índice del Diario: Viaje con el Transiberiano - Transmongoliano
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Etapas 7 a 9, total 17
Etapa 4
Puntualísimos como siempre a las 6:30 de la mañana hora de Moscú llegamos a la estación de Tomsk. Aquí eran las 9:30 (+3 horas de Moscú). El tiempo estaba nublado aunque no hacía frío. Nos despedimos de las tres señoras, nuestras compañeras de viaje y nos encaminamos hacia nuestro hotel, el Hotel Sputnik. En seguida la ciudad nos gustó. Parecía muy tranquila, casitas de madera y calles arboladas. En Tomsk nos quedamos 3 días y 2 noches. El problema que tiene Tomsk es que los trenes que llegan desde Moscú llegan los días pares por la mañana y los que siguen hasta Vladivostok salen siempre los días pares por la noche. Después de desviarse tanto de la ruta no vale la pena quedarse aquí solo unas horas. Tomsk fue antigua capital de Siberia y tiene muchos años de historia. Con la construcción del Transiberiano se quedó fuera de las rutas principales de comunicación. Está a unos 300 km al norte de la ruta del Transiberiano. Y lo mejor que le pasó fue que gracias a eso se quedó fuera del desarrollo industrial de la antigua Unión Soviética, conservando su antigua arquitectura. Tomsk está considerada la ciudad más bonita de Siberia e incluso de toda Rusia, y después de verla comparto esta opinión. En Tomsk se respira un aire de tranquilidad y serenidad. Es una ciudad universitaria y hay muchos estudiantes y lugares para estudiantes. No es muy turística ya que no está en la ruta del Transiberiano, y no hay muchos lugares para dormir. En Tomsk aprovechamos para cumplir las reglas de registro de documentos. Teóricamente una vez por semana o después de 72 horas en el mismo lugar hay que registrarse a la autoridad. Si te para la policía y no tienes registros o no puedes demostrar donde estuviste en Rusia pueden multarte. Normalmente el hotel se ocupa de estos trámites. Una vez en el Hotel Sputnik, por fin nos duchamos y aprovechamos para lavar la ropa a mano, ya que el hotel nos cobraba una fortuna para lavar. Y luego salimos a pasear por esta hermosa ciudad, es un lugar ideal para pasear sin rumbo por sus calles. La arquitectura de las casas de madera a encaje de Tomsk es preciosa, además con el otoño y los colores otoñales resulta todo más hermoso. La ciudad es muy verde, con parques y jardines. La calle más caótica y transitada es Lenina, la calle principal. El resto de las calles nos parecieron muy tranquilas incluso con niños jugando en ellas... A parte el primer día que estaba nublado los restantes días hacía sol y calor... llegamos a más de 20º,,, otoño en Siberia con calor!!! ¿Y el frío Siberiano donde está? En estos días básicamente paseamos y paseamos por las calles de Tomsk. Otra zona muy bonita es la Colina de la Resurrección, aquí es donde se fundó la ciudad. Por fin en Tomsk conseguimos ver nuestra primera estatua de Lenin, hasta ahora no habíamos conseguido ver ninguna. Aunque el pobre Lenin ahora está en el centro de una rotonda,,, parece dirigir el tráfico. Cada vez que teníamos que comer era una aventura. Fuimos probando varios restaurante, casi ninguno tenía menú en ingles, y para pedir la comida fue divertido,,, ya que tampoco los camareros hablaban inglés. Aunque al final comimos sin problemas y la comida estaba muy rica. Después de unos magníficos días en Tomsk, teníamos que volver a tomar el tren. Valió la pena pasar por este lugar y lo aconsejaría como una de las ciudades que no hay que perderse de Rusia. www.youtube.com/ ...r_embedded Nuestra nueva meta era Irkutsk. El tren salía por la tarde, a las 19:30 hora local, y para llegar a la estación cogimos un taxi. El taxista nos llevó en un viejo coche ruso. Para indicarle que queríamos ir a la estación tuve que dibujarle un tren en un papel. Condujo como un loco y al final llegamos sanos a la estación de Tomsk. El viaje de Tomsk a Irkutsk duraba 32:40 horas para una distancia aprox. de 1560 Km. Volvimos a tomar el vagón kupe. Nos tocaban otras dos noches y un día en tren. La noche fue un desastre, el tren no paraba de moverse, teníamos una litera de arriba y una de abajo. Dormir en la litera de arriba era como dormir encima de un palo con viento,,, te movías por cualquier lado. Es raro pero cuando bajábamos de los trenes después de tanto tiempo en ellos estábamos como mareados, y en este caso más aún. La primera noche compartimos el compartimento con un chico, muy tranquilo. Cuando llegamos a la estación de Taiga el tren se retuvo 4 horas para quitar y unir vagones. Fueron 4 horas larguísimas, además no se podía ir al baño porque estábamos en una estación. Los altoparlantes no paraban de decir cosas, y era difícil tomar sueño. Además por la noche un grupo de militares rusos del compartimento de al lado no pararon de hablar beber y fumar... En los compartimentos por suerte no se puede fumar, pero se puede hacer en los espacios entre vagones, y muchas veces el humo llegaba a los compartimentos. El día siguiente estuvimos casi todo el día solos en el compartimento ya que el chico se había ido por la mañana. Por la tarde en la estación de Krasnoyarks el tren volvió a llenarse de pasajeros. Esta vez compartimos nuestro kupe con un señor ruso que tenía ganas de hablar y compartir cerveza,,, pero la comunicación era imposible. En este trayecto nos encontramos con el primer viajero extranjero, Jaime un chico chileno. No nos habíamos encontrado con ningún extranjero hasta ahora. Con el quedamos en Ulan-Bator, en Mongolia, para compartir el tour en el país. La última noche del trayecto también fue bastante movida. De los militares ahora quedaban solo dos, y aburridos empezaron a acercarse pidiendo fiesta. Nos metimos en el compartimento con ellos y empezaron a enseñarnos fotos de familia. Por lo visto es una práctica común entre los rusos. Después de un rato "curioso" con ellos conseguimos llegar a nuestro compartimento e intentamos descansar. Al día siguiente por la mañana muy temprano llegaríamos a Irkustk. Etapas 7 a 9, total 17
Etapa 5
A las 1:30 de la mañana hora de Moscú llegamos a Irkutsk, aquí eran las 6:30 (+5 horas de Moscú). Llegamos bastantes cansados, esto de cambiar de zona horaria cada dos días resulta cansino para el cuerpo. Ya no sabes a que hora tienes que comer o dormir... Salimos de la estación y nos metimos en una cafetería a desayunar algo mientras esperábamos la apertura de la billetería para comprar nuestros nuevos pasajes de tren hacia Mongolia. Sobre las 8:00 de la mañana abrió. La taquilla no está juntas a las otras taquillas, está como en un cuarto medio escondido, y allí venden solo los billetes internacionales. Nos costó un poco encontrarla. Compramos los pasajes, pero, en el momento de pagar con la tarjeta el datafono no funcionaba... Dejamos los billetes ya emitidos y fuimos a buscar un banco para cambiar dinero ya que tampoco el cajero funcionaba. Los bancos abrían a las 9:00, así que aprovechamos para dejar nuestras cosas en nuestro nuevo hostel, el Trans Sib Hostel. Está situado bastante cerca de la estación, muy cómodo para quien tiene que tomar un tren a horas imposibles... aunque está un poco fuera del centro. Cambiamos el dinero y fuimos a buscar nuestros billetes hacia Ulan-Bator, que nos habían guardado muy amablemente. Este billete se podía comprar en cualquiera de las estaciones rusas. Con los billetes en las manos volvimos al hostel a cumplir con nuestro aseo del después de dos noches en un tren,,, algo necesario. Terminadas las prioridades nos dirigimos hacia el centro, para almorzar y buscar los pasajes de un bus que nos llevaría al día siguiente hacia a la isla de Olkhon en el lago Baikal. Irkutsk es una ciudad histórica, la más grande cerca del Lago Baikal, que está a unos 70 Km. Es casi una parada obligatoria para los viajeros del transiberiano. La población es una mezcla entre rusos, orientales y Buriatos. Gente muy hospitalaria. Irkutsk es una ciudad bonita e interesante. Su arquitectura es una mezcla entre la típica arquitectura siberiana, con sus casitas de maderas, la arquitectura clásica del principio del 1900, la arquitectura socialista de la Unión Soviética y la más moderna. Como en la mayoría de las ciudades rusas hay una calle principal importante y desde allí se abren calles secundarias. Tiene zonas peatonales con tiendas de moda y restaurantes. Estuvimos paseando hasta encontrar la estación de autobuses para el Lago Baikal. Allí nos dijeron que a partir del 1 de octubre las líneas de buses se paraban hasta la primavera, y de buscar los Minivanes (furgonetas pequeñas), y que estos si funcionaban siempre. Un poco preocupados, volvimos hacia el hostel para ver si desde allí nos conseguían un minivan. En el camino de vuelta pasamos por la zona del río Angara, donde ahora están reformando la orilla para hacer un bonito paseo. Una vez al hostel conseguimos gracias a ellos un Minivan que nos llevaría al día siguiente a la Isla de Olkhon. Ida y vuelta 1200 Rub. cada uno. Una vez hechas todas nuestras tareas de viaje finalmente pudimos relajarnos. Al día siguiente el Minivan nos pasaba a buscar a las 7:30 de la mañana. El trayecto de Irkutsk hasta la Isla de Olkhon duraría unas 6 horas para recorrer unos 200 km. Etapas 7 a 9, total 17
Etapa 6
Por la mañana muy temprano nos pasó a buscar el Minivan. Fuimos los primeros en subir, luego el Minivan hizo un recorrido por Irkutsk para recoger más personas. En la furgoneta metieron 14 personas, la mayoría extranjeros. Desde que salimos de Moscú prácticamente fueron los primeros que encontramos durante nuestro largo recorrido. A pesar de la presunta fama que tiene el Transiberiano, exceptuando los meses de verano, no son muchos los extranjeros que recorren esta mítica ruta. Desde Irkutsk se tardan unas 5 horas en Minivan para recorrer unos 200 km hasta la Isla de Olkhon en el lago Baikal. Era la primera vez que salíamos de las grandes ciudades rusas y nos metíamos en el interior de Rusia. Fuera de las ciudades básicamente hay campos, bosques y de vez en cuando unos pueblitos de muy pocas casas. El recorrido, aunque un poco incomodo pasó bastante rápido. Después de una parada de descanso, nos metimos por una carretera de tierra que nos llevó hasta el pueblo de MRS, donde la carretera termina. Allí nos paramos a esperar el ferry que nos llevaría hasta la Isla de Olkhon. La primera visión del Lago Baikal fue emocionante. Es uno de estos lugares míticos que hay por el mundo y al que los viajeros esperan llegar algún día. El Lago Baikal es el lago más profundo del mundo (1680 metros). Tiene forma de plátano, 636 km de largo y 80 km de ancho y aún así no lo convierten en el lago más grande. Contiene el 20% del agua dulce no congelada del planeta, más de los grandes lagos de América del Norte juntos. Es el lago más antiguo en términos de formación geológica. Debido a su edad y aislamiento, el Baikal tiene una biosfera incomparable, con miles de especies vegetales y animales endémicas. En pocos minutos el ferry nos llevó al otro lado de la orilla. Pensar que en invierno este gran lago se congela y la única forma para llegar a la isla es en coche es abrumador. Hace unos años en invierno montaban los carriles del Transiberiano por encima del hielo para cruzar el lago en menos tiempo. El paisaje amarillento de la estepa era muy bonito. La carretera es de tierra. De vez en cuando se ven palos de maderas con unas telas atadas. Símbolos de la cultura chamanística. Los Buriatos de estas zonas dejan trozos de telas atadas para honrar los espíritus que viven en este lugar y para pedir protección. Finalmente llegamos a Khuzhir, la principal población de la isla, hecho de casas de madera. No había nadie paseando salvo unos perros y unas vacas que paseaban sin rumbo por las calles. Recuerda un poco una película del lejano oeste. Nos alojamos en la Guesthouse Nikita's. Una especie de granja ecológica con cabañas de madera muy bonita y bien decorada y un poco pintoresca. Estar en el Nikita's es como estar en un refugio de montaña. Te dan alojamiento y pensión completa. Los productos que comes son naturales y típicos de estas zonas, mucho pescado... Comes lo que tienen, no hay mucho para elegir. Nuestra habitación estaba en una bonita casa de madera. El baño estaba fuera, los baños están en zonas comunes. Por la noche y con el frío tienes que abrigarte bien para ir al baño. Las casitas no tienen agua corriente. En la isla en general no hay agua corriente. Todo funciona con cubos de caída de agua, un poco rudimentales, pero muy característicos. Para ducharte había que apuntarse a una lista, si no quedaba hueco no podías darte una "ducha" caliente. La ducha no era exactamente una ducha. Era una bonita sauna al estilo ruso. Cuando te apuntabas a la lista tenias media hora para darte una sauna y luego lavarte con unos cubos donde podías mezclar el agua caliente con la fría. En este curioso e increíble lugar pasamos tres noches, aunque nos hubiéramos quedados más tiempo. La isla es un lugar muy especial. Dejadas nuestras cosas en nuestro nuevo hogar, almorzamos y luego dimos un paseo por los alrededores y por nuestra sorpresa con solo salir del recinto del Nikita's nos encontramos con un lugar espectacular. Estábamos en un pequeño acantilado del lago con vista a unas rocas chamanicas, el Cabo Burkhan. Hoy en día uno de los símbolos del lago Baikal. Por lo visto son unas rocas sagradas y muy energéticas. Durante mucho tiempo solo los chamanes podían acercarse a las rocas. Hoy sigue siendo un lugar sagrado aunque ya no está prohibido acercarse a él. El lago Baikal, y esta zona en general es uno de los cinco puntos energéticos para la tradición chamanica. Las rocas se asoman al Maloe More, un pequeño "mar" que separa la isla del lado oeste del Baikal. Al lado de las rocas se abre una gran playa de arena que sería perfecta para bañarse si no hubiera hecho frío. Aquí en el lago empezamos a notar el frío ruso. Cuando volvimos al Nikita's aprovechamos que había un hueco en la lista de la ducha y nos bañamos. Fue una experiencia extraordinaria. Estábamos viviendo como lo hacían los buriatas de haces años, y seguramente muchos seguían haciendo lo mismo. Después de una noche tranquila, al día siguiente nos apuntamos a un tour que llevaba al Cabo Khaboy, la punta norte de la isla. El día estaba soleado y caluroso. Nos metieron en dos furgonetas 4x4 rusas. De estas que van por todas partes y no se rompen... En la isla no hay carretera asfaltada y las carreteras de tierra son muy hipotéticas. Los coches se meten por el camino que quieren sin limitaciones. La excursión duraba unas 5 horas y durante el camino nos paramos en varios lugares significativos de la isla. La isla Olkhon era hermosa, y los colores otoñales exaltaban aún más su belleza. Es un lugar para ir a descansar, relajarse y recargarse. En la isla hay zona de bosques y zonas de pastos. En las orillas del lago hay playitas de arena blanca, son playas que te esperas ver en un mar no en un lago. Otra cosa increíble es mirar al horizonte y no ver dónde termina el agua. Es como estar a la orilla de un mar, un mar muy tranquilo. La libertad es absoluta, los animales están libres, tu te sientes libre... Nos cruzamos con manadas de caballos y vacas que se aproximan a la orilla del lago para beber. Una imagen surrealista. Ardillas corriendo por la pradera, y muchos más animales que vimos y no vimos. A mediodía el chófer y guía se paró, y mientras nosotros dábamos un paseo por el cabo Khaboy el nos preparó el almuerzo. Nos cocinó una sopa de pescado con ensalada y pan, muy rico. Almorzamos al lado del bosque con los pajaritos que se acercaban a pedir migas. Magnifico. Después del almuerzo y de parar en varios otros lugares magníficos de la isla, volvimos al Nikita's. Nos dimos otra sauna y ducha y nos relajamos, contentos del fantástico día que pasamos. El día siguiente lo dedicamos al relax. Lavamos ropa, descansamos y dimos un paseo por los alrededores, playas, bosque y el curioso pueblo, donde se ven casi solo vacas perseguidas de perros que quieren jugar. Después de unos estupendos días en la isla de Olkhon nos preparamos para partir. Al día siguiente teníamos que volver a Irkutsk para coger el siguiente tren hacia nuestra nueva meta, Mongolia. El viaje de vuelta fue más pesado que el de ida. Estábamos muy apretados en el Minivan. El Minivan nos dejó al Hostel Trans-Sib, ya eran las 4 de la tarde. Nuestro tren hacia Mongolia salía a las 5 de la madrugada. Nos quedamos en el hostel charlando con otros viajeros, estábamos cansados y nos esperaba una buena madrugada y un largo viaje. www.youtube.com/ ...r_embedded El viaje de Irkutsk a Ulán Bator (Mongolia) duraba 26:50 horas para una distancia aprox. de 925 km. Nos quedamos en un vagón Kupe. Esta vez como compañera de viaje teníamos una señora sueca que había salido de Ginebra en tren y aún no sabía hasta donde llegaría. Su tiempo de viaje era hasta que se cansaba... Esta vez en el vagón hacía fresquito, pero mejor fresquito que demasiado calor... Hasta llegar a Ulán Ude costeamos el lago Baikal. Una imagen muy bonita, parecía estar bordeando un mar. Luego los paisajes que nos habían acompañado por todo lo largo de Rusia, los bosques de abedules, empezaron a desaparecer y el paisaje se convirtió en praderas y bosques de pinos. En Ulan Ude, paramos una hora para repostar mercancías y carbón para la calefacción. Ya nos daba la sensación de estar en Mongolia. La gente tenía rasgos orientales. Aquí la mayoría de la población es Buriata. Seguimos el camino hacia el sur siguiendo un gran río. El día estaba soleado. El día lo pasamos leyendo y dormitando. Sobre las 18:00, hora local, llegamos a la frontera Rusa. Aquí nos paramos 3:30 horas. La policía pasó a buscar los pasaportes y se los llevó. Al contrario de lo que decía la gente pudimos bajar del tren y se podía acceder a los baños de la estación. El tiempo no parecía pasar. Finalmente volvió a subir la policía rusa con nuestros pasaportes. Entraron en el compartimento con un perro antidrogas y revisaron un poco el equipaje. Hasta que por fin el tren partió hacia Mongolia. Ya eran las 9 de la noche. Cenamos algo y después de 1:30 horas paramos otra vez en la frontera con Mongolia. Esta vez subieron un montón de policías y con perros también. Se llevaron otra vez los pasaportes. Aquí nos quedamos otras 2 horas. Hasta que al final nos dejaron pasar... Ya estábamos en Mongolia. Durante la espera subieron al tren cambiadores de monedas. Si te quedan rublos es una buena ocasión para cambiarlos en la nueva moneda, el Tugrik Mongol. Fuera de Rusia ya nadie te cambia los rublos. Aquí empezábamos la aventura en nuestro segundo país del recorrido Transiberiano, ahora Transmongoliano. Nos acostamos a dormir, por la mañana muy temprano llegaríamos a Ulan-Bator. Etapas 7 a 9, total 17
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