BERLÍN, CIUDAD DE CONTRASTES ✏️ Blogs de Alemania

Los 4 maravillosos días en los que estuve en Berlín se me pasaron volando. A pesar de que éramos 4 personas y decidimos viajar en el último minuto; todo salió perfecto, exceptuando los clásicos problemas de volar en una aerolínea low cost: En easyjet que nos pusieron muchos peros con el tema del número de bultos permitido (1) y el tamaño de ellos (debían caber en un soporte especial).

Reservamos en el Novotel Berlin Am Tiergarten, un hotel 4 estrellas bastante bonito y bien ubicado (al lado de la estación de metro Tiergarten) pero sin conexión wifi (sólo habían 2 ordenadores de libre disposición para los clientes) y con un sistema de tarjetas que dejaba mucho que desear (daban acceso a la habitación pero también debía usarse para subir al piso en el ascensor, y casi nunca funcionaban, por lo que debíamos ir a recepción a reactivarlas todos los días). Otra cosa a comentar es que el desayuno no estaba incluido en el precio de la habitación, y costaba 19 euros, bastante caro por mas delicioso y variado que haya sido.

Datos:
- Llevar paraguas, independiente de la época del año en la que se viaje.
- Si viajan en Octubre, llevar ropa de abrigo porque la temperatura no sube de 8 o 10 ºC (nada que ver con España en esa fecha).
- Al comprar en las máquinas automáticas los billetes de metro, se puede elegir el idioma. Hay una modalidad que dice: origen y destino, es mejor usarla si no se sabe que billete comprar (hay 3 zonas: A, B, C). Sin embargo, si se viaja sólo por el centro lo más común es usar zona A B (cuesta 2,30 euros); pero si se viaja al aeropuerto o al campo de concentración de Sachsenhauser, que queda a las afueras de Berlín; se debe comprar zona A, B, C (cuesta 3, 30 euros). Los billetes deben validarse en una máquina en la misma estación donde se compraron y antes de ingresar al tren o metro.

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DIA 1:
Para trasladarnos del aeropuerto Schoenefeld al hotel realizamos un recorrido de aproximadamente 1, 5 horas, que incluyó una caminata de 500 m desde el aeropuerto hasta la estación Flughafen; luego metro línea S9 hasta la estación Ostkrenz, y ahí cambiamos de línea a la S5 hasta Berlin Tiergarten, nuestra estación. Después nos enteramos que había un tren rápido, el cual utilizamos a la vuelta. Siempre existe la opción de andar en taxi, pero nos cobraba 40 euros por llevarnos al hotel, y el transporte público anda bastante bien y no es complicado de entender, salvo cuando las líneas del metro están cortadas y los avisos sólo están en alemán! (Nos ocurrió cuando fuimos al campo de concentración, pero con paciencia y pidiendo ayuda logramos llegar!)

Más o menos a las 5 pm ya estábamos registrados en el hotel y nos dispusimos a recorrer un poco el entorno. Decidimos tomar un taxi hasta la estación de metro Zoologischer garten, que queda en el barrio de Charlottenburg, muy cerca del hotel, con la intención de visitar la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche, iglesia del siglo XIX de estilo neorrománico y construida en conmemoración del káiser Guillermo I. Fue destruida completamente en la segunda guerra mundial excepto la torre, que está agujereada por lo cual le llaman “el diente hueco”. No quisieron derribarla ya que es un símbolo de la guerra. La fachada lamentablemente estaba en restauración y tapada, pero se podía visitar el interior (la planta de acceso) que está cubierto por bellos mosaicos que representan a los reyes y duques de Prusia. Al frente se construyó la iglesia nueva, a la que también se puede acceder gratuitamente y tiene un altar con un Cristo dorado y ventanales que en el atardecer adquieren una tonalidad azul intensa. En el momento en el que entramos estaba dándose una misa, luego nos enteramos que ahí también ofrecen conciertos.
En esa misma zona (al frente de estas iglesias) se encuentra el Europa Center, el centro comercial más antiguo de Berlín (fundado en 1960). La cruz ortodoxa de arriba fue un regalo de los obispos rusos en recuerdo de las víctimas del nazismo.
Luego nos dirigimos a la elegante y concurrida Avda. Kurfürstendamm, llena de tiendas de marca, edificios iluminados y restaurantes. Dicen que esta avenida trató de imitar a los campos elíseos de París.
Bajamos hacia el oeste mirando las tiendas y paramos a cenar en un restaurante de comida típica Berlinesa (Alt Berliner Biersalon) en el cual después de las 9 pm ofrecen un concierto a los clientes. Algunos de los platos típicos (muy abundantes!) son las chuletas de cerdo, las salchichas (wurst) o el cordero, que normalmente vienen acompañados de chucrut y patatas cocidas. No pudimos dejar de probar la cerveza local ni tampoco los exquisitos helados Hagen Dazzen antes de regresar al hotel.

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DÍA 2:
Desayunamos en el hotel y a las 10.35 am (tal como estaba en el programa) paró el bus turístico en la parada 18 Tiergarten, al frente del hotel. Hay distintos buses turísticos, pero por la comodidad de cogerlo frente al hotel y la variedad de idiomas del audioguía (13); optamos por el Berlin City Circle Tour, que recorre Berlín en 2, 5 horas, pudiendo bajar en cualquiera de las paradas. Recomiendo hacer el recorrido completo para apreciar Berlín en su totalidad y luego decidir qué lugar conocer en mayor detalle.
Dentro de las zonas y monumentos interesantes por los que pasamos están:
• Schloss Charlottenburg, un precioso palacio del siglo XVII que fue regalado por el futuro Federico I a su esposa Sofía Carlota.
• La Avda. Kurfürstendamm y la iglesia Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche, que conocimos la noche anterior.
• La Avda. Tauentzienstrasse, también bastante comercial e importante.
• La escultura Berlín, cuyas cadenas rotas simbolizan la liberación de Berlín luego de la caída del muro. Está situada en la Avda. Unter den Linden (significa bajo los tilos) que desemboca en la Brandenburger Tor por un lado y en la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche por el otro.
• Kadewe (significa grandes almacenes del oeste).
• Antiguo Metro de Berlín, red de comunicaciones más amplia de la ciudad, construida en 1.902.
• Parte sur del parque Tiergarten, el pulmón verde más grande de Berlín.
• Zona de las embajadas, regaladas por Hitler en los años 40.
• Filarmónica de Berlín.
• Postdammer Platz, la plaza más famosa y céntrica de Berlín, construida después de la caída del muro.
• Rascacielos de la Sony.
• Parlamento prusiano.
• Restos del muro de Berlín en la calle Wilhelmstrasse, donde se puede visitar la exposición Topografía del terror.
• Museo judío, cuyo jardín tiene un eje del exilio, eje del holocausto y finalmente una torre vacía del holocausto con una exposición que muestra los 2000 años de historia alemano – judía.
• Calle de la prensa, donde se ubican importantes y famosas editoriales alemanas.
• Check Point Charlie, frontera americano – rusa reservada para aliados y diplomáticos. Tiene el museo Haus Am Checkpoint Charlie que muestra la historia de la división de Alemania en 4 estados.
• Las famosas Galerías Lafayette, construidas por Jack Novell.
• Plaza Gendarmen Platz, una de las más bonitas de Berlín y donde se celebran conciertos.
• Alexanderplatz.
• Iglesia de San Nicolás, la más antigua de Berlín, data del 1200.
• Berliner dom o catedral de Berlín.
• Plaza Lutzgarten, donde se emplaza la Museuminsel o isla de los museos, que cuenta con 5 museos construidos en 1930, que son patrimonio de la humanidad por la Unesco.
• Calle Unter den Linden, la más famosa de Berlín, que atraviesa el centro y donde se encuentran importantes monumentos como el Museo de la historia de Alemania (DHM) y la Universidad de Humbolt.

En la Brandenburgen Tor o Puerta de Bradenburgo nos bajamos del bus y caminamos unos 200 metros hasta el Monumento a los judíos de Europa asesinados (en alemán, Denkmal für die ermordeten juden Europas), un campo inclinado con más de 2000 de símiles de lápidas de hormigón dispuestas a distintas alturas. Sin duda que aquel escenario amargo genera cierta tristeza. Sólo dimos una vuelta rápida y luego nos devolvimos hacia la Brandenburgen Tor, ícono berlinés construido entre 1789 y 1791. Es famosa por el desfile que Napoleón hizo en 1806 bajo ella, y por la celebración de los nazis en 1933 cuando Hitler fue nombrado canciller. Tras esta puerta se encuentra la plaza Pariser Platz cuyo nombre se debe a la firma del tratado de París, el mismo que desterró a Napoleón a la isla Elba en 1814.

Hicimos algunas compras en la concurrida calle Friedrichstrasse y luego nos dirigimos hacia la calle Unter den Linden para visitar la famosa Universidad de Humbolt, donde estudió Einstein, Marx, Schopenhauer y otros famosos. Se puede conocer la fachada y el interior, y destaca la biblioteca subterránea donde se quemaron unos 30.000 libros por parte del régimen nazi. Muy cerca y en la misma calle se ubica una desoladora escultura llamada Neue wache (madre con su hijo muerto); monumento conmemorativo de la república Alemana a las víctimas de la guerra y de la tiranía.

Solo a unos pasos se encuentra el Museo de la historia de Alemania (DHM), visita obligada para conocer en profundidad los más de 1000 años de historia que tiene Alemania. La entrada cuesta 8 euros y sugiero ir temprano y disponer de unas 2 horas y media, que es lo que tarda el recorrido completo. Además se debe considerar que el museo se cierra a las 18 horas. Está dividido en varias secciones, dentro de las que destaca el pabellón de la segunda guerra y de la RDA, donde se pueden ver las terribles huellas del nazismo e incluso escuchar discursos originales de Hitler y de Stalin, en alemán, claro.

Al salir del museo seguimos por la Unter den Linden en dirección a la imponente y maravillosa Berliner dom o catedral de Berlín, que data de 1905 y es de religión protestante. Es la catedral más grande de Alemania. Lamentablemente no pudimos visitarla por dentro ya que el acceso estaba cerrado.

En la misma zona se encuentra el Museuminsel o isla de los museos, una zona a la orilla del río Spree donde se sitúan 5 museos, entre los que destaca el Pergamon museum. Vale la pena dar una vuelta por ahí en la noche, se ven los barquitos pasar y la ciudad está iluminada, mejor aún si se viaja en Octubre, donde se celebra el Festival of Lights y los principales edificios y monumentos de la ciudad están iluminados con diversos colores y atractivas proyecciones en sus fachadas.

Para cenar escogimos la zona del Domaquareè, ubicado en la calle Karl Liebknecht Strasse (continuación de Unter den Linden), un complejo de varios restaurantes y tiendas, que debe su nombre al acuario que lleva dentro, un cilindro de 25 metros de alto con casi 3000 peces, el que se puede observar subiendo por el ascensor que lleva al centro del cilindro, es impresionante!

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