Prego, 3 semanas recorriendo parte de Italia (en construccion) ✏️ Blogs de Italia

Después de la lluvia y tanto caminar el día anterior los zapatos de mi hermana habían quedado destrozados por lo que nos tuvimos que dar a la tarea de buscar unos nuevos que comprar (y con lo caro que está todo allá). Este consejo en particular va para las persona que viven en México y planean viajar a Italia: NO COMPREN ROPA O ZAPATOS, a menos claro que vayas a comprar en Dior o MaxMara ¿verdad?, de ahí en fuera todas las marcas o tiendas que vimos son las mismas que puedes ver en México y a un mucho mejor precio, mira que venderme unos Levi´s 501 en 89 euros cuando en México están en menos de la mitad de eso ni hablar.

Después de buscar un rato muy a pesar de mi hermana se tuvo que comprar sus zapatos, no quedó de otra, era eso o andar el resto del viaje descalza ja ja. Lo que sigue creo que si es un buen consejo, en Roma no hay mucho baños públicos y aun menos gratis. Pues miren que después de la cena condimentada africana y que en la mañana se me ocurre pedir un capuccino a Mario (y yo que soy intolerante a la lactosa) a mitad de via del Corso mis ganas de ir al baño eran muchas. Afortunadamente dentro del mall que está a mitad de esa vía, en Galleria Alberto Sordo, hay sanitarios públicos. Me han salvado ese día.

El recorrido de ese día incluyó Plaza del Popolo, Plaza España, Museos Capitolinos, Monumento a Vittorio Emanuele y Castillo Sant'Angelo.

Cenamos cerca de Barberini, ahí encuentras muchos locales donde se puede cenar bien y para todos los precios y gustos. Nos decidimos por un lugar que está justo en la esquina de la plaza donde venden unos gelatos muy ricos (aunque los mejores fueron de un lugar a la vuelta de plaza novona), poco después mi hermana descubrió que comprandome gelatos me mantenia de buen humor.

Hablando de cenar una mención especial merece un pequeño lugar sobre via Quinto Sella numero 8, a unos pasos del edificio de nuestro b&b. Se llama Prelibatazze, atendido por su dueño por las tardes, te preparan al instante paninos con los ingredientes que desees. Les recomiendo pedir porchetta y probar los dulces que preparan con almendras, ricos y buen precio. Además te divertiras mucho con todos los que te atienden ahí.

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Este dia nos decidimos por salir de Roma y conocer algo mas de la región. Por internet habíamos visto las fotos de un lago que no parecía estar lejos, ademas de tener como plus que ahi se encontraba el castillo donde se casó Tom Cruise y Katie Holmes.

El lago se llama Bracciano, está a unos 70 kms de Roma y 3 poblados al rededor de él. Bracciano justamente se llamo uno de ellos y es a donde llegamos. Los trenes para esa región salen de la terminal Ostiense, a la cual llegas tomando el metro y bajándote en la estación Pirámide. Los trenes a Bracciano salen casi cada media hora y el trayecto no es muy largo.

Los paisajes llegando al lago son hermosos, y sobre la parte mas alta puedes ver al llegar en tren el castillo, dominando el pueblo, como de cuento. El camino para llegar al lago desde la estación es un poco largo pero no imposible. Primero hay que dirigirse al castillo y tomar a mano izquierda sobre la carretera hasta llegar al primer mirador, junto verán un sendero empinado entre el bosque, tomen ese atajo y en 10 minutos estarán ya en la orilla del lago caminando por la arena y viendo el cielo reflejado en el agua limpia. Por toda la orilla del lago hay restaurantes con terrazas que dan al lago donde comer. Pidan frituras de mariscos.

Ahi en Bracciano, de camino de regreso a la estación de tren, nos topamos con un minisuper donde aprovechamos a surtirnos de agua (el bote de 2 litros a solo .25 euros es una ganga) y otros productos de higiene personal que sabíamos ocuparíamos por el resto del viaje.

Para cuando regresamos a Roma aun era temprano, así que aprovechamos para seguir recorriendo a pie la ciudad. Ya para ese día nos habíamos acostumbrado a andar a pie por todos lados.

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El último dia en Roma lo aprovechamos para visitar la zona de plaza Novona, regresar a la Fontana de Trevi pero ahora de día, pasar por la Isola Tiberina, la via Veneto, caminar y caminar.

El viaje a Venecia en tren fue de poco mas de 3 horas, a pesar de que había repasado las instrucciones de como movernos en el vaporeto al llegar para ir al hotel en el que nos quedaríamos resulta que nos equivocamos, hemos tomado el el vaporeto que no era y al final tuvimos que bajarnos en San Marcos y caminar entre puentes, callejones y tiendas hasta nuestro hotel. El albergo San Samuel. La verdad que hubiera querido una llegada a Venecia mas espectacular, como la de Angelina Jolie en "El turista" pero el presupuesto no dio para lancha privada ja ja.

Por fin estábamos ya en el chek in del hotel, uno muy económico pero muy bien ubicado, limpio y con buen baño. Cuando entramos al hotel serían las 5 de la tarde, aun había luz. Les recomiendo que si se quedan en ese lugar lleven su reservación impresa, afortunadamente nosotros asi lo hicimos, porque no encontraban la nuestra ellos por ni un lado. Después de unos minutos y arreglado el problema aventamos las maletas a la habitacion y salimos a recorrer la ciudad. 5:30 pm y ya era de noche ¬¬.

Entre que el dia no dura mucho por esa época y entre que Venecia son puros callejones era poca la luz del sol que tenías durante el día. Por eso durante nuestra estancia ahí desde las 8 de la mañana ya andábamos caminando, el chiste era aprovechar lo mas que pudiéramos.

En general, no se si por las elecciones que hicimos o por la mala suerte que tuvimos pero en Venecia la comida no nos resultó tan rica como en Roma. Nos gustó cenar por la zona de la universidad, hay mucho bares y pequeños restaurantes con mucho ambiente y menus variados. Entre mas te alejes de San Marcos mejor sabor encuentras.

Estando en Venecia decidimos comprar el primer souvenir del viaje, obviamente sería una mascara, pero no queriamos cualquiera, queríamos una hecha en el taller de quien hizo las mascaras para la última película de Stanley Kubrick "eyes wide shut", La Bottega dei Mascareri . Nos perdimos como 3 veces pero al final dimos con la tienda ubicada en S. Polo num. 80.

Encuentras mascaras desde 20 euros hasta de cientos. Ahí mismo puedes ver como es que las moldean y las pintan, un gran trabajo. Hay para todos los gustos y bolsillos. Para el final del día decidimos relajarnos tomando helados y vinos dulces para postre en Gelateria Paolin, ubicada en Campo Santo Stefano. La atención de Denys nos hizo la noche.

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