![]() ![]() Cuatro días de Abril en París (31 de marzo-3 de abril de 2013) ✏️ Blogs de Francia
Descripción personal de las vacaciones en una ciudad encantadora con numerosos atractivos combinando paseos, visitas a monumentos y museos.Autor: RuperCDP Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (7 Votos) Índice del Diario: Cuatro días de Abril en París (31 de marzo-3 de abril de 2013)
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Etapas 4 a 6, total 6
El último día entero que estábamos en París comenzaba y teníamos un programa de lo más comprimido, ya que también era el último día que teníamos la "Pass Museum" válida. Teníamos pendiente del día anterior comenzar en las torres de Notre Dame, pero también ir al Museo de Orsay si podíamos por la mañana y luego por la tarde ir a Campos Elíseos y Arco del Triunfo y terminar en Los Inválidos, que cerraba a las 21:00 horas.
En definitiva, una considerable pateada ![]() ![]() Así volvió a tocar levantarse sobre las ocho y media, cargar las guías, etc. Queríamos estar sobre las diez en Notre Dame y para ello estaba la aventura de encontrar sitio para desayunar. Afortunadamente, cuando bajamos a la calle ya vimos que era "otro rollo". En comparación con los otros días, ya se veía tráfico y había ruído en la calle, con numerosos peatones yendo a todo ritmo (vamos, el ritmo estresante de una gran ciudad, que está bien para visitar, pero que tampoco querría vivir en ella). Y efectivamente, fue andar unos metros, y encontrarnos con que el "Brioche Dorée" que está enfrente de Galerías La Fayette ahora sí estaba abierto. Local pequeño y con unas pocas mesas aunque tampoco había mucha gente. Y de precio estaba bien para París, ya que pedimos cada uno un café con leche y un croissant bien hecho (o eso nos pareció cuando lo comparamos con lo que hay en España ![]() ![]() Eso sí, las camareras antipáticas, aunque de lo malo entendían el inglés. Nos sirvieron el desayuno en bandejas y tomamos sitio y pudimos tomarlo tranquilamente. Al terminar, fui con mi buena intención a devolverles la bandeja y me contestaron bordes que tenía que dejarlas en un armario que había a tal fin. Vamos que si lo llego a saber, ni me molesto en recogerlas ![]() ![]() Así, ya fuimos sobre la hora, con la intención de comenzar nuestra jornada en Notre Dame. Y la ruta habitual, coger el metro en Chausée d'Antin, la línea 7 (rosa clara) y cinco paradas hasta Chatelet. El largo trasbordo y coger la línea 4 (fucsia), donde solo había una parada hasta la Cité (la estación de Notre Dame). Un poco agobiante, porque al ser ya día laboral, el metro estaba hasta las narices (ahí si que hay que tener mucho cuidado con las carteras) y en el corto trayecto de Chatelet a Notre Dame, tuvimos un episodio desagradable cuando entró un tío muy raro metiendo voces y luego se dirigió a mí en un tono alto. Como ni lo entendía, ni tenía ganas de líos, y el resto del vagón tampoco hizo caso, optamos por lo más sencillo, ni mirarle, mirar para otro lado y ni caso, así se cansó. Luego cuando bajamos, el también se bajó y seguía hablando solo. En fin, personajes hay en todas partes. ![]() ![]() UNA COLA INTERMINABLE PERO QUE MERECIÓ LA PENA Llegamos justo a las diez de la mañana, cuando se abrían las visitas a las torres de Notre Dame. Y jarro de agua fría, ya que había una cola considerable en el lateral norte de la catedral, que era desde donde se accedía. Así que a armarse de paciencia y esperar que te tocase el turno en medio de turistas de todas las nacionalidades. Tengo que decir que la espera se hizo más tediosa que en la Torre Eiffel ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** Llegado un momento en que nos lamentábamos entre nosotros, una turista italiana que estaba delante y nos entendió, nos explicó que solo está permitido el acceso de 20 personas cada diez minutos. Cierto, estaba explicado en las guías, si no hay nada como leer. ![]() ![]() Aún así era desesperante el hecho de que llegasen excursiones y grupos organizados que no tenían que hacer cola. Y claro, pasaban por delante tuya, demorando más la cola. ![]() Por fin, después de una hora y cuarto accedimos al interior de la torre. Más o menos como en la torre Eiffel pero aquí me llegó a ser más tedioso. Pero ya estábamos dentro. Como dije, accedemos por la torre norte (en el lado opuesto al Sena) y tras una subida en escaleras, te meten en una sala donde se venden las entradas y los souvenirs. Hay que comprarlos ya si los quieres, porque a la bajada no hay (en nuestro caso, pasamos). Desde ahí toca esperar hasta que la persona de seguridad recibe la autorización para que pasemos (unos cinco minutos más o menos) y va cortando las entradas o viendo los Museum Pass en nuestro caso. A partir de ahí, comienza una angosta subida por una escalera estrecha y empinada de caracol, para lo que hay que tener un poco de físico, ya que si no estás acostumbrado acabas cansado de tanto subir. Antes de comenzar la subida, te avisan de que la visita tendrá una duración aproximada de 50 minutos. Llegamos a la primera parada, la cornisa de Notre Dame, situada entre las dos torres. Lo cierto es que para gente con vértigo y claustrofobia esta visita no es recomendable, ya el recorrido es muy estrecho y las alturas considerables aunque las vayas son elevadas. *** Imagen borrada de Tinypic *** Vistas desde la cornisa: El Pantheon, Sainte Chapelle, torres y patio interior de Notre Dame y panorámica general de París con el Sena y la Torre Eiffe y los Inválidos al fondo. Pero en nuestro caso disfrutamos de la visita y nos convencimos de que la espera mereció la pena, ya que las vistas de París desde allí ya son espectaculares, y tienes un recorrido para sacar todas las fotos que quieras. Y sobre todo, el punto fuerte son las gárgolas, pajarracos diabólicos que custodian la catedral y que da miedo de mirarlos. Una pasada que a alguien en la edad media se le ocurriese ese elemento decorativo. En mi caso no me cansé de tirar fotos. *** Imagen borrada de Tinypic *** Las gárgolas de Notre Dame Así que tras recorrer la cornisa detenidamente, nuestro grupo se dirigió hacia la otra torre, la Sur, más cercana al Sena, por donde subiríamos al punto más alto de dicha torre. Tuvimos que esperar, ya que esa torre también es por donde se baja luego y había que esperar a que saliese el anterior grupo para subir nosotros. En cuanto nos dieron autorización, nueva escalera de caracol estrecha, hasta llegar arriba del todo. En total más de 400 escalones desde que comenzamos a subir. Y así en lo alto de la torre hay un pequeño recorrido que a mi entender no aporta nada nuevo a lo visto anteriormente, más que tener unas vistas panorámicas espectaculares desde más altura. *** Imagen borrada de Tinypic *** Torre trasera de Notre Dame, desde el punto más alto de la visita Las fotos de rigor y comenzamos a bajar de nuevo, por la torre sur, en esta ocasión deshaciendo los 400 escalones y con cuidado de no caerte porque como dije la escalera es empinada. Desde que comenzó la visita hasta que salimos habrían pasado unos 40 minutos, ya que no era aún las doce del mediodía. Las torres de Notre Dame merecen mucho la pena, por las vistas y las gárgolas, a pesar de la espera, pero si queréis ir os aconsejo que vayáis con bastante antelación y no a las diez como nosotros, si no queréis tener ya una cola considerable. CAMINO DEL MUSEO DE ORSAY Finalizada la visita, ya descartamos por completo la bajada a la cripta, ya que también los diversos comentarios la desaconsejaban, y además queríamos aprovechar el tiempo en otras cosas. Así pues, el siguiente destino era el Museo de Orsay, para lo cual teníamos que cruzar el Sena e ir a su vera, ya que dicha instalación estaba enfrente del río y del otro lado del Louvre. Estábamos aún frescos y comenzamos a caminar en un paseo bastante agradable al lado del río, donde además había puestos fijos que se empezaban a abrir de venta de pinturas, caricaturas, etc. Antes de llegar a nuestro destino y casi ya a la altura del Louvre nos encontramos con un puente plagado de candados. La tradición de que las parejas ponen un candado en el puente para sellar su amor para siempre, no es típica ni tiene su origen en París, pero no podía faltar tampoco en la ciudad del amor. Así como había que aprovechar el negocio, había gente en el mismo puente vendiendo candados. *** Imagen borrada de Tinypic *** El "Sena" y puente con candados enfrente del Louvre Después de caminar, sobre las doce y veinte llegamos al museo de Orsay, que estaba ya bastante plagado de turistas y colas. Afortunadamente aquí hay una entrada y cola específica para los del "París Pass Museum", pero ni por esas nos libramos, ya que tuvimos que hacerla durante 10-15 minutos, pero los que no tenían entrada, debían esperar mucho más. La razón, que había pocos arcos de seguridad a la entrada y los controles eran minuciosos, registrando bolsos hasta el último detalle. De nuevo la estampa típica fue la de japoneses con sus tablets sacando fotos. ![]() ![]() ![]() Desgraciadamente, en este caso ya desde el principio te avisaban que estaban prohibidas todas las fotos, incluso las que no tenían flash. Y a pesar del valor de algunas de las obras que allí estaban, nosotros fuimos muy respetuosos y solo sacamos una panorámica general del interior desde un punto que sí se podía. Y es que la mayoría de la gente tenía un comportamiento cívico, salvo el típico que se hace el tonto y saca la foto, y cuando le viene el responsable de seguridad le dice "lo siento, no lo sabía" ![]() ![]() No nos engañemos, el "Orsay" no es el "Louvre" pero su colección es muy importante, y nosotros nos decidimos porque los cuadros son principalmente impresionistas. No somos expertos en arte y lo que más nos gusta son los paisajes y no nos apetecía los movimientos de Vanguardia y arte moderno que nos encontraríamos en el Pompidou, que también descartamos porque para tres días y medio no queríamos meter muchos museos. El "Orsay" es una antigua estación de trenes y se nota en la estructura del edificio. Encontramos tres niveles y curiosamente de la planta 0, se pasa a la 2 y de la 2 ya directamente a la 5. Supongo que irá en función de las alturas. *** Imagen borrada de Tinypic *** Vista exterior e interior del Museo de Orsay Sin detenernos mucho en explicaciones. En la planta 0, que es donde se supone que estaban las vías, andenes, etc. nos encontramos con diversas esculturas en el pasillo central y a los lados las primeras salas con cuadros de pintores impresionistas como Gauguin o Van Gogh, aunque los realmente importantes están en el piso de más arriba. En el fondo de la estación nos encontramos con una maqueta grande de la Ópera. Si subimos escaleras llegamos al nivel 2, el siguiente, que principalmente está dedicado a la escultura. Hay infinidad de ellas a lo largo de los laterales, tanto que te puedes echar mucho tiempo presenciándolas a poco que te pares, los artistas principalmente franceses de finales de siglo XIX y principios del XX, entre los que destaca Rodin, de quien hay numerosas obras, siendo la más importante, "Las puertas del infierno". Sabemos que por la zona de los "Inválidos" Rodin tiene su propio museo y me quedé con ganas de verlo, pero el tiempo es limitado. En ese piso también hay un espacio de decoración de edificios y de tendencias precisamente de principios del siglo pasado, aunque lo pasamos muy rápido. Lo más interesante está sin duda en la planta 5, en la parte más alta de la estación. Allí están los cuadros más emblemáticos como el "Campo de Amapolas" o la "Danza en el país" de Renoir, los "Nenúfares" de Monet o el "Autorretrato" de Van Gogh. Os voy a poner algunas imágenes encontradas por internet para que los identifiquéis, porque creo que ya solo por eso merece la pena la visita al museo. No obstante, nosotros hicimos la visita muy deprisa y deteniéndonos muy poco, tanto que en hora y media teníamos la visita ya resuelta, lo que se conoce como una visita exprés. Eran las dos de la tarde y había que buscar un sitio para comer antes de lo que nos esperaba a la tarde, que queríamos ir andando por los Campos Elíseos y luego a Los Inválidos. *** Imagen borrada de Tinypic *** "Autorretrato" (Van Gogh), "Campo de amapolas" (Renoir) y "Los nenúfares" (Monet), tres de los atractivos más importantes del "Museo de Orsay" UN CREPE EN LAS TULLERÍAS Y LA MADELEINE La verdad es que teníamos ganas de comernos un crepe propiamente hecho (no de los de menú del día, que tampoco estaban mal) y como "Las Tullerías" estaban del otro lado del río, fuimos para allí. Cruzamos el puente peatonal sobre el Sena, que hay enfrente del Orsay y aprovechamos para lanzar fotos. Allí, aunque menos, también había candados. Total, que entramos en los jardines de las Tullerías, volviendo al punto donde estuvimos el primer día, y recordamos que allí había diversos puestos de venta de Crepes. Justo antes de llegar a la plaza "Concorde", paramos en uno donde hacían crepes salados (la mayoría era solo de dulces). Yo pedí uno de pollo y queso y vimos que en vez de hacerlos delante tuya, la masa ya esta hecha y lo que hacen es calentarla, lo cual fue una pequeña decepción aunque tampoco nos importó demasiado ya que los crepes estaban ricos. Crepe por cuatro euros y medio y botellín de agua por dos euros y medio. Total, por siete euros solventamos la comida. Nos fuimos tranquilamente a sentarnos en las sillas que hay al lado del estanque central de las Tullerías. Después de comerlo tranquilamente, nos fuimos ya con la intención de empezar a acercarnos a los Campos Elíseos. Llegamos otra vez a Concorde y su obelisco de Luxor, y con cuidado bordeamos la plaza porque ese martes sí que había tráfico, y mucho.Giramos a la derecha y pudimos contemplar que la plaza no es solo el obelisco, sinó una sucesión de columnas y esculturas. Y es que a mano derecha también había un edificio que nos gustó y luego nos enteramos que era uno de los hoteles más lujosos de París. *** Imagen borrada de Tinypic *** En "Las Tullerías" y columnas y estatua en la plaza de la "Concordia" Fuimos en esa dirección porque como íbamos bien de tiempo, quería acercarme hasta la iglesia de la "Madeleine", otro de los puntos que vienen recomendados en la guía. La verdad es que es bonita, porque es de estilo neoclásico, la fachada tiene forma de templo griego, y después de aclararnos en la plaza para cruzarla y llegar al recinto y subir las escaleras accedimos al interior. No es una visita prolongada, entrar es gratis y a los diez minutos ya estás fuera. Lo más llamativo es el altar con la Magdalena y su enorme cúpula (es increíble la de edificios cortados por el mismo patrón neoclásico en París) decorada con frescos. A título anecdótico, llamó la atención que dentro de la iglesia no había bancadas como en otras iglesias, sinó sillas de mimbre ![]() ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** Panorámica exterior de la iglesia de La Madeleine. Altar y cúpula. En conclusión, es algo que merece la pena ver rápidamente, pero si vais justos de tiempo en mi opinión podéis prescindir de ello, porque hay cosas mucho más interesantes. Regresamos a la plaza de la Concordia y nos dimos cuenta de que no estábamos en una zona proletaria precisamente ![]() ![]() ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** EL PROLONGADO PASEO DE LOS CAMPOS ELÍSEOS Eran sobre las tres y cuarto más o menos, y desde la Plaza de la Concordia y el Obelisco de Luxor ya se contemplaba la inmensa avenida de los Campos Elíseos y al fondo el Arco del Triunfo, circuito final del Tour de Francia (lo que para mí, que me gusta el ciclismo era un aliciente) y según dicen la calle más bonita de todo el mundo. No sé si decir tanto, pero sí que es preciosa. Se trata de una concurrida calle de tres carriles por sentido y saturada de vehículos, y tiene dos partes muy diferenciadas; Una con amplios jardines a su alrededor y otra donde abundan las aceras amplias, edificios y tiendas de compras lujosas. La primera de ellas era la ajardinada y llegaba hasta la mitad más o menos, donde está la plaza de Franklin Roosevelt, que supone la diferencia entre una y otra zona. Aquí es una zona buena para el paseo entre sus jardines y perderse en lo que hay en los alrededores. Tanto que al poco de caminar, nos encontramos a mano izquierda con el Petit y el Grand Palais, ambos edificios inaugurados para la Exposición Universal de París de 1900. El Grand Palais es un edificio espectacular, al que merece la pena sacar fotos, pero no está abierto al público, pero sí el Petit Palais, que está justo enfrente. *** Imagen borrada de Tinypic *** Grand Palais y entrada del Petit Palais También está adecuado como museo y ya que pasábamos por allí y teníamos el Pass Museum... Sin embargo yo no lo recomiendo y más cuando has estado en el Orsay y el Louvre. Es un pequeño museo con obras pictóricas menores y un patio interior con numerosas variedades botánicas, pero allí estuvimos poco tiempo, ya que había bastante por hacer. Salimos, sesión de fotos y continuamos hasta el cercano puente de "Alejandro III" que pasa por ser uno de los más bonitos de París y que conecta los Campos Elíseos con los Inválidos. Lo más llamativo sin duda son las columas con las estatuas doradas que se sitúan en los extremos del puente. *** Imagen borrada de Tinypic *** Columna en el puente "Alejandro III" Después de ésto deshicimos nuestros pasos, y atravesamos perpendicularmente la avenida de los Campos Elíseos, ya que queríamos ir en dirección a la calle Saint Honore ¿por qué? Allí estaba el "Palacio del Elíseo", que es la residencia del presidente de la República Francesa, algo así lo que viene a ser "La Moncloa" en España. Sin embargo no puedes más que sacar fotos exteriores, ya que no es un edificio abierto al público. Y en esa misma calle, y al lado estaba el "Hotel Bristol", conocido porque es uno de los hoteles más lujosos en París y porque durante la ocupación alemana en la II Guerra Mundial fue un lugar donde se ocultaban judíos perseguidos por el régimen nazi. Además era el sitio donde se había alojado la selección española cuando jugó en Saint Denis una semana antes contra Francia (y ganó 0-1 ![]() ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** A la izquierda, el edificio de la banderita es el "Palacio del Elíseo", con mucha seguridad y que solo puede verse desde fuera. A la derecha y muy cerca del anterior el Hotel "Bristol". Poco más que hacer en esa zona, sinó regresar a la avenida de los Campos Elíseos, y según atravesamos la mencionada plaza Roosevelt comenzaba la segunda parte del paseo más glamourosa. El Arco del Triunfo se avistaba al fondo, desaparecían los jardines, pero en cambio estábamos ante una avenida con amplias aceras para el paseo, sus inconfundibles edificios de piedra blanca, las tiendas lujosas, las cafeterías con sus terrazas... Y nosotros preocupándonos de buscar la mejor foto posible con el arco del Triunfo al fondo. La verdad es que esta calle es preciosa y merece la pena el paseo aunque se puede hacer bastante cansado. Numerosos MacDonalds a lo largo de la misma, algún Zara, un Virgin Megastore y diversos cines que proyectaban "Los amantes pasajeros" de Almodovar (increíble el prestigio que tiene en Francia). Así, paso a paso llegamos a la Plaza "Charles de Gaulle", uno de los centros neurálgicos de la ciudad por la importancia de las calles que allí llegan de forma radial y porque justo en el medio está el majestuoso "Arco del Triunfo". *** Imagen borrada de Tinypic *** En la glamourosa avenida de los Campos Elíseos. EL ARCO DEL TRIUNFO Después de observarlo en el horizonte durante un par de horas, llegábamos al Arco del Triunfo,espectacular monumento, al que accedimos por un pasadizo subterráneo desde los Campos Elíseos para evitar atravesar la rotonda que lo rodea. Justo en este pasadizo nos encontramos con la taquilla y nuevas colas. En nuestro caso, gracias a la Pass Museum no tuvimos que esperar nada. *** Imagen borrada de Tinypic *** Después de una larga pateada, por fin llegamos al Arco del Triunfo Una vez situados en el monumento, lo más importante es fijarse en todos los detalles con mucha calma y luego subir (que es por lo que se paga) y contemplar las vistas que decían que eran espectaculares de París desde ese punto. Según nos situamos debajo nos encontramos con una sucesión de nombres de poblaciones, varias de ellas españolas y nos sorprendió encontrarnos a una tan pequeña como Alba de Tormes. Luego nos enteramos que se trataba de batallas ganadas por Napoleón y había varias de la guerra de la Independencia, aunque lógicamente no se cuenta que acabaron perdiendo esa guerra. ![]() ![]() Hay que recordar que se comenzó la construcción por orden de Napoleón tras la victoria en la batalla de Austerlitz, pero tras su derrota en Waterloo el proyecto se paralizó y tardaría aún algunos años en completarse después de su muerte. El caso es que antes de contemplar los detalles del arco, decidimos subir. Rápidamente accedimos y empezamos a subir escaleras, que esta vez "solo" eran unas 200 y la subida era más ancha y no tan angosta como en Notre Dame. Con calma fuimos subiendo, hasta una planta situada ya casi en la parte más alta del monumento, que es donde está la tienda de Souvenirs. También hay algún banco para que la gente se siente si está cansada de subir escaleras y así había algunos ![]() ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** Estatua al "soldado desconocido" en el interior del Arco del Triunfo Subimos unas últimas escaleras y ya llegamos a lo alto del Arco del Triunfo y, efectivamente, las vistas son espectaculares y merece la pena subir. Es lo que tiene un monumento no muy alto en comparación con otros de la ciudad (50 metros), pero que está en el mismo centro. Por un lado te encontrabas justo de frente alineados los Campos Elíseos, Concordia, el Louvre y más lejos Notre Dame (joder lo que habíamos andado a lo largo del día ![]() ![]() En la dirección opuesta nos encontrábamos la inconfundible figura de los rascacielos de La Defense (donde no fuimos porque no valoramos que mereciese la pena para tres días y medio, pero sí que es bonito sacar fotos panorámicas del complejo) y en los laterales del Arco del Triunfo se veía muy cerquita (aunque no estaba tanto) la Torre Eiffel y en el el otro a lo lejos la zona de Montmartre y la basílica del Sagrado Corazón. *** Imagen borrada de Tinypic *** Panorámicas desde lo alto del Arco del Triunfo: Los Campos Elíseos, la calle Kleber (con la Torre Eiffel al fondo) y La Defense. Había mucha gente, pero las dimensiones del monumento te permiten estar sin agobios y no tardas en hacerte sitio para sacar fotos. Después de contemplar las vistas y sacar las fotos, regresamos, bajando en primer momento a la tienda de souvenirs a comprar algún lapicero y goma (el resto nos parecía más rentable comprarlo en alguna tienda del barrio latino o Montmartre ![]() Ahora ya estábamos abajo y quería fijarme en los detalles del Arco del Triunfo. Lo más impresionante, la tumba al soldado desconocido situada justo debajo del arco y presidida con una llama, lo cual es un precioso homenaje a todos los soldados caídos en la I Guerra Mundial. De los detalles ornamentales, me llamó la atención la figura de las tropas partiendo a la batalla y la de la victoria de Napoleón rodeado de ángeles. Es increíble como era considerado el emperador como una divinidad. *** Imagen borrada de Tinypic *** La tumba del soldado desconocido (debajo del arco). La victoria de Napoleón. Tropas partidos a la batalla. Ya habíamos visto todo y tocaba coger el pasadizo inferior. Aprovechamos para atravesar los Campos Elíseos y como el semáforo para peatones se divide en dos partes, nos paramos en la pequeña "isleta" del medio, y como hicieron otros, tomamos fotos desde la mejor perspectiva. Lo piensas en frío y no es nada recomendable lo que hicimos, porque puede llegar a ser hasta peligroso en una avenida tan concurrida. *** Imagen borrada de Tinypic *** Retratándome en el "Arco del Triunfo" desde el medio de la avenida de los Campos Elíseos ![]() ![]() AFICIONADOS DEL BARSA EN EL ENTORNO DE LA TORRE EIFFEL Cinco y media de la tarde y con todavía buena parte del día por delante, ¿qué hacer? En realidad solo nos quedaba por acercarnos a Los Inválidos, que lo más lógico sería acercarnos en metro después de la caminata que llevábamos acumulada, pero la frase lapidaria fue: "Vamos andando hasta la Torre Eiffel, que tenemos tiempo y sacamos unas fotos. Y está ahí mismo". Realmente no está tan cerca... Así pues cogimos la avenida Kléber, que es la que comunica el Arco del Triunfo directamente con el Trocadero, el monumento desde donde se tiran las fotos panorámicas más célebres de la Torre Eiffel. No se hizo pesado el paseo porque sin tener el glamour de los Campos Elíseos, también es una calle bonita llena de establecimientos nada asequibles. Así tras casi media hora llegamos al Trocadero y nos encontramos de frente con la legión de aficionados del Barsa que había ido a París a ver el partido de Champions League contra el París Saint Germain *** Imagen borrada de Tinypic *** Aficionados del Barsa en el Trocadero Serían las seis de la tarde y como el partido no era hasta las 20:45, estaban haciendo tiempo justo por el Trocadero, con dos perfiles de aficionados: Los que iban tranquilos en un rollo familiar, y los que iban de juerga, con sus litronas y latas y con unas birras de más. No eran muchos pero sí bulliciosos. Mientras comenzamos a bajar por las fuentes del Trocadero aprovechamos para hacernos fotos de día con la panorámica de la Torre Eiffel de fondo (dos días antes las hicimos de noche de ese lado). *** Imagen borrada de Tinypic *** Vimos los puestos de crepes y lo cierto es que se nos antojó otro, aunque en esta ocasión dulce y fue de nocilla. Aquí si que prestó, porque te hacían el crepe delante tuya en la sartén. Así que tocó sentarse en un banco al lado de las fuentes y comerlo tranquilamente. Después del descanso seguimos caminando en dirección a la torre, de nuevo con una legión de vendedores del top manta de los Souvenirs ![]() ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** La prueba del delito (o del crepe en la Torre Eiffel) CASI QUEDAMOS INVÁLIDOS EN LOS INVÁLIDOS En este punto el cansancio ya comenzaba a hacer mella. Pero nos quedaba aún por visitar la tumba de Napoleón en Los Inválidos, y claro... ¡A seguir caminando! No se nos ocurriría coger el metro, no. Así que pasamos por debajo de la Torre Eiffel y continuamos por el Campo de Marte hasta el final, donde está el edificio de la Escuela Militar. Aquí nos encontramos con que la plaza estaba en obras y tuvimos que meter un rodeo para dirigirnos hacia los Inválidos, que no estaba ya muy lejos pero que ya pesaban las piernas. *** Imagen borrada de Tinypic *** En la "escuela militar" De pronto nos encontramos con el mausoleo donde está enterrado Napoleón, aunque otro cosa era buscar la entrada, ya que la principal estaba cerrada y tuvimos que acceder por un lateral. En éstas, ya eran las ocho de la tarde y estaba cayendo el sol, no viéndose movimiento en la zona. *** Imagen borrada de Tinypic *** Por fin llegamos a los Inválidos, pero quedaba por encontrar el dichoso acceso... Y tardamos en encontrarlo. Los Inválidos ese día cerraba a las nueve, pero a la hora que fuimos no había casi nadie y estaba prácticamente vacío, con lo que la sensación era extraña. En un monumento circular, con dos plantas, en primer lugar y al nivel de la entrada nos encontramos diversas tumbas, entre las que podemos mencionar las de los dos hermanos de Napoleón. El conocido "Pepe Botella", José Bonaparte, que fue rey de España durante la guerra de la Independencia, y otro al que Napoleón puso de rey de Austria y Prusia tras conquistar estos países. Contemplamos un poco estos sepulcros, la cúpula y el altar, antes de bajar a la cripta, donde en el centro del monumento preside el sepulcro de Napoleón. En definitiva, todo un homenaje solemne que los franceses hacen a su gran emperador, del que no se guarda precisamente un grato recuerdo en el resto de Europa ![]() ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** Tumba de José Bonaparte (Pepe Botella), cúpula de Los Inválidos y tumba de Napoleón Bonaparte Como anécdota, señalar que en la entrada nos sellaron el "Pass Museum", algo que no habían hecho en el resto de monumentos. No sé si es que solo te permiten un acceso a los Inválidos. Finalizado todo el recorrido, del día, el deseo era el de bajar a buscar la estación de los Inválidos y dejar ya de caminar. Lo hicimos bordeando el templo de los Inválidos y bajando por los edificios que forman el "museo del ejército", que me quedé con ganas de visitar, porque ese ya lo habían cerrado a las siete de la tarde. Simplemente paramos en el patio interior para tirarnos unas fotos delante de los cañones y tanques que allí están. *** Imagen borrada de Tinypic *** En el patio interior del "Museo del ejército" buscando ya desesperadamente la entrada de la estación de cercanías. CENA EN EL BARRIO LATINO Y EMPATE DEL BARSA Al salirnos del complejo de "Los Inválidos" buscamos la estación del RER (que no es la misma que la del metro) y aún tuvimos que bajar un cacho hasta llegar casi otras vez al río Sena, a la altura del puente de Alejandro III. Ya estaba anocheciendo, y el cansancio nos invitaba a ir a cenar y regresar al hotel inmediatamente. Así que bajamos a la estación, teniendo el incidente de que a mi novia le tragó la máquina el billete, teniendo que ir a hablar con la persona de la estación para que le dejase pasar, algo para lo que no puso problemas. Cogimos la línea "C" del RER, con un tren de dos pisos con asientos cómodos, que se agradecía en ese momento... Pero lo bueno iba a durar bien poco, porque la siguiente parada era la de Saint Michel, que era donde bajamos para cenar en el barrio Latino. *** Imagen borrada de Tinypic *** En la salida de los Inválidos ya camino del Sena (donde estaba la estación) Vuelta tranquila por las callejuelas para buscar un sitio para cenar, y al final nos convenció y restaurante griego, bastante coqueto por dentro y en el que cenamos por 14 euros. Cuando llegamos estaba medio vacío, pero poco a poco se fue llenando de gente. Actualización: El restaurante lo he localizado, pero no encuentro cartel con el nombre ni fotos ![]() Tenía ganas de probar la sopa de cebolla típica de estos sitios y que vi comer a mucha gente. Realmente el plato es una bomba, ya que es una gran cantidad de queso gratinado en un cuenco, con cebolla y todo en una sopa caliente... Pero me lo merecía después de la larga jornada. Muy tranquilamente la cena, y la sorpresa es que estaba puesto en la tele el partido entre el Paris Saint Germain y el Barcelona, que aunque yendo en pareja quieres no estar pendiente de él, allí era imposible, ya que había mucho ambiente de aficionados en la calle metiendo voces, y fuera del restaurante, había un grupo de chavales con camisetas y bufandas del Barsa intentando mirar para el televisor que teníamos dentro. De hecho, cuando marcó Messi el 0-1, se notó claramente en la calle. Más o menos, al inicio del segundo tiempo acabamos de cenar y nos fuimos ya hacia el hotel, con el protocolo habitual: Coger el metro en la estación de Saint Michel, la línea 4 (fucsia), tras dos paradas hacer trasbordo en Chatelet y coger la línea 7 (rosa clara), donde teníamos cinco paradas hasta Chausé d'Antin. Tiempo de sobra para que subiese el típico artista de metro tocando el acordeón, aderezando el viaje dos o tres paradas. En definitiva, eran casi las diez y media, y nos habíamos tirado más de doce horas de arriba a abajo. Aún así, me acordé de poner la tele y ver los dos últimos goles del partido, y enterarme de que habían quedado 2-2. Joder con los de Canal + Francia. El empate del París Saint Germain llegó en el descuento, y vaya voces de los comentaristas y de la persona del micrófono inalámbrico que se comió a abrazos y besos al jugador ![]() Lo último que quedaba por hacer era hacer el Check In del vuelo de vuelta a Madrid. La página de Air France (la compañía con la que Air Europa tiene consorcio) permitía hacerlo 30 horas antes y por ello cogí la tablet y lo hicimos on line, con el objetivo de coger asientos juntos y no quedarnos apartados en el vuelo. Al hacerlo, permitía la opción de imprimir la tarjeta de embarque en las máquinas auto checking de Air France en Orly, que es lo que escogimos, ya que no teníamos impresora y tampoco queríamos molestar a los recepcionistas del hotel para que nos lo imprimiesen. Así pues, el trámite en principio quedó solventado Con todo tocaba descansar. Nos quedaba una última jornada en París que iba a ser mucho más relajada, ya que solo nos quedaba por ver Montmartre y hasta las 20:10 no nos salía el vuelo para Madrid. Es decir, teníamos tiempo de sobra. Así que a descansar bien y levantarse sin agobios el día siguiente. Etapas 4 a 6, total 6
Lo bueno se nos acaba, estamos cansados de las caminatas de los días anteriores, pero contentos y además ya nos lo esperábamos. Se nos ha hecho muy corto, pero como traca final toca una visita de la que tenía muchas ganas por todas las recomendaciones que no solo me habían hecho a mí, sinó también a mi pareja: Montmartre. No obstante, no lo íbamos a tomar muy tranquilamente, sin agobios, yendo a desayunar y haciendo la maleta con relajación, porque solo es un sitio al que queremos ir, y que hemos dejado para el final, ya que queríamos aprovechar los días anteriores para ir a los monumentos y museos que entran con el "París Museum Pass" y Montmartre es únicamente ver la basílica (cuya entrada es gratis), ir por los boulevares del Moulin Rouge y los cabarets y sex shops del entorno, y perderse por las estrechas calles de los pintores. Y eso en tres horas te da de sobra. La cosa era calmada, ya que teníamos casi todo el día para hacer cosas. El vuelo no salía hasta las 20:10 del aeropuerto de Orly, así que habría que salir hacia allí sobre las cinco de la tarde, y hasta entonces tiempo de sobra. SIN PRISAS A DESAYUNAR Y HACER LA MALETA Tampoco es que nos despertásemos más tarde de lo que lo hicimos los días anteriores. Después de echar un vistazo a los planos y recomendaciones sobre el barrio de Montmartre, fuimos a desayunar. La opción por precio y por estar más cerca era la del día anterior, el establecimiento de "Brioche Dorée" que está enfrente de Galerías Lafayette. No es que estuviésemos encantados del sitio pero era lo que había y en París es bastante rentable desayunar un café con leche y un croissant por 3,55 euros. En esta ocasión nos encontramos con una transpaleta cargada de bultos ocupando buena parte del ya poco espacio del sitio y tuvimos que hacer algún quiebro, y luego de 4 personas que estaban en la barra, no os creais que nadie se ofreció a atendernos, hasta que no dijimos el habitual "Sigouple" ![]() ![]() ![]() ![]() Así que desayuno tranquilo y vuelta al hotel, del que ya tocaba despedirse. Había que hacer las maletas y abandonar la habitación porque, como en todos los hoteles, había que dejarla libre a las doce del mediodía y nos queríamos ir ya a Montmartre a pasar toda la mañana. El proceso habitual en estos casos, hacerla con tranquilidad, coger todo, recoger el montón de papeles y folletos que acumulas en esos días... ![]() ![]() Antes de irnos, quise hacer la encuesta de satisfacción que teníamos en el hotel y lo cierto es que sobre una escala de 0-4, creo que a la mayoría le pusimos un 3. No dimos el 4 porque se entiende que eso es la perfección y hasta ese punto no se llegaba, pero lo cierto es que el "Helios Ópera" nos hizo la estancia muy agradable y lo recomiendo a quien vaya a París. No estuvimos estrechos, el baño está bien, y la cama era muy cómoda y amplia, por lo que lo fundamental cumplia con creces. Maletas hechas y último vistazo. Bajamos a la recepción y les preguntamos si las podíamos dejar en consigna, que teníamos previsto irnos a las cinco de la tarde, y muy amablemente la chica que estaba en ese momento y que también hablaba español, nos las cogió y acomodó en la sala. Podía decirnos que las metiésemos nosotros pero ya se ofreció ella, otro punto a favor de la atención del personal del hotel. Pero... Sorpresa ![]() ![]() Así que se me iluminó la bombilla y recordé que tal vez la había dejado apoyada en la silla de la cafetería donde desayunamos. Así que allí fuimos y le pregunté a la camarera que estaba en ese momento, respondiéndonos que no había visto nada... Por lo menos tuvo el detalle de decir "I'm sorry" ![]() Climatológicamente tuvimos mucha suerte en París, ya que hacía bastante frío (por las mañanas te levantabas con 0 grados) pero no hubo ni una sola nube. Para este día daban lluvias débiles, pero ya por la tarde. Y en ese momento lucía bastante el sol; todo un lujo para poder pasear y visitar París y mucho mejor que en Londres el año anterior, donde nos llovió casi todos los días. SUBE QUE SUBE AL TEMPLO BLANCO (SACRE COUR) Montmartre nos esperaba y ya era sobre las diez y media de la mañana. Lo cierto es que nos lo habíamos tomado con bastante calma, pero íbamos bien de tiempo. ![]() ![]() Así que cogimos esta ocasión el metro donde la iglesia de "Trinité", es decir según sales del hotel, a la derecha y a apenas 2-3 minutos. Cogimos la línea 12 (la verde) y en cuatro paradas nos bajasmos en Abbesses, que es la más cercana a la basílica del Sagrado Corazón, que era lo que queríamos ver en primer lugar antes de patear el resto del barrio. *** Imagen borrada de Tinypic *** Iglesia de Trinité, muy cerca de nuestro hotel y Galerías LaFayette No había grandes aglomeraciones en el metro, tal vez porque ya no era hora punta, o tal vez porque esta zona es menos concurrida, no lo sé. Pero en Abbeses la salida sí que requiere una cierta preparación física ![]() Después de la "escalada", salimos a la calle y ya vimos la señal que nos indicaba dónde está el funicular de Montmartre que sube a la basílica del "Sacre Cour". Caminamos entre calles que ya tienen alguna tiendecita de souvenirs y que estaban al "pie de la colina", hasta que cogimos la rue Tardieu y ya se nos presentó de frente la colina de acceso al templo. De izquierda a derecha, primero había unas escaleras bastante feas y rectas que subían directo, luego estaba el funicular, y un poco más a la derecha estaba la escalinata que iba subiendo haciendo giros pero era entre jardines y más bonita la subida. Pensamos que el mismo billete del metro nos valía para coger el funicular, pero no nos lo aceptó ![]() ![]() ![]() ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** Funicular de Montmartre... Tampoco le vemos que ahorre demasiados escalones. Comenzamos a subir hacia la iglesia, preciosa blanca y de estilo neobizantino, que apenas tiene 100 años de existencia, pero que supone una maravilla, presidiendo la zona norte de París desde su colina (se puede ver desde muchos puntos de la ciudad). En la escalinata había "manteros" de los souvenirs y gente que hacía sus bailes e incluso jugaban al fútbol. Al llegar arriba, presenciamos una vista panorámica de París, aunque en esta ocasión no es la mejor ni mucho menos. Y es que los principales atractivos de París están lejos, y encima era un día soleado con polución hacía que se apreciase una ligera nieblina por encima. Y además, monumentos como la Torre Eiffel estaban fuera de la vista. *** Imagen borrada de Tinypic *** En la escalinata de la basílica del "Sagrado Corazón" Tras sacar diversas fotos a la basílica, decidimos entrar. Antes, saqué una foto a una escultura a caballo de Juana de Arco, y ya dentro dimos una vuelta por la basílica (leimos que fue consagrada por el papa Juan Pablo II) sacando algunas fotos pero viendo que el interior no aporta nada especialmente significativo: Templo grande, con sus cúpulas, pero Notre Dame y algunas iglesias tienen más que ver. Es decir, el atractivo del Sagrado Corazón es su exterior. Dentro de la visita, también te ofrecen subir a la cúpula, que es uno de los puntos más altos de París, pero las vistas no son las mejores, o ir a la cripta, que tampoco aparece como visita recomendada. Así que lo descartamos. *** Imagen borrada de Tinypic *** Estatua de Juana de Arco, cúpula y vidrieras del "Sagrado Corazón" CALLEJEANDO ENTRE PINTORES El entorno de esta iglesia, en lo alto de la colina, estaba con callejuelas estrechas y mucha vida callejera. Tiendas de souvenirs, pintores en la calle y restaurantes. Pero mucho cuidado, que las calles están abiertas al tráfico, y hay que apartarse cuando viene un coche, no os penséis que podéis libremente por el medio de la calle. ![]() ![]() Son calles de mucha historia, recreadas por famosos pintores como nuestro Pablo Picasso. E incluso hay espacios para los amantes del arte en este barrio como es el museo Montmartre o el de Salvador Dalí. Si vemos la basílica del Sagrado Corazón de frente, estas callejuelas están a mano izquierda. Veréis trasiego en las calles, no tienen pérdida. Y como he dicho, lo más significativo es lo de los pintores, ya que es un espectáculo verlos en la calle y pintando el vivo sus lienzos. Algunos de hecho se te ofrecen a caricaturizarte, ya que también es una forma de negocio. Pero solo verlos como trabajan merece la pena. El primer punto que te encuentras, es el de la "Place du Tertre", según llegas de la basílica. Es la plaza central de esta zona bohemia, plagado de pintores y con gran colorido. A partir de ahí hay una serie de callejuelas que están todas muy juntas. *** Imagen borrada de Tinypic *** Panorámica de la Place du Tertre (commons.wikimedia) Los restaurantes que vimos eran por un estilo a lo del Barrio Latino, pero quizás a menor escala. Los había más y menos caros, pero por lo que íbamos viendo en las cartas, por un precio similar al del Barrio Latino, podías comer. Y luego, mención aparte estaban las tiendas de pinturas específicamente y las de souvenirs. Por una parte estaba la de los típicos souvenirs con las figuritas, tazas, etc. aunque aquí más baratas que en el resto de la ciudad, regentadas en su mayoría por magrebís. Pero el punto de originalidad lo ponían las láminas pinturas paisajísticas de sitios emblemáticos de París, nos encantó y nos pareció algo muy original por solo 1,20 euros cada lámina. Había de hecho tiendas de pintura que solo vendían lienzos y como mucho estas láminas. Y también láminas de carteles y publicidad de comienzos del siglo XX. Muy emblemático es el cartel de una sala de variedades de comienzos de siglo XX, "El gato negro". Estaba en Montmartre y era muy conocida. Y cuya lámina se comercializaba mucho. En este ambiente no hay nada como caminar tranquilamente por sus calles. Fuimos observando todo un poco y tiendas de souvenirs, para hacernos una idea de qué comprar. A mí ya me habían avisado y tenía ganas de comprar los regalos allí y fuimos viendo. Especialmente simpático fue descubrir que en París existe una emisora latina solo de música en español, porque entramos en una de estas tiendas y nos sorprendió estar escuchando a Sergio Dalma, Alejandro Sanz, Malú ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** Pinturas en el exterior de las calles de Montmartre, con sus tiendas entremezcladas con los restaurantes UY UY UY, ¡CUANTO NIGHT CLUB HAY AQUÍ! (MOULIN ROUGE) Después de hacernos una idea de lo que podíamos encontrarnos por las callejuelas de Montmartre, nos quedaba un sitio por visitar para completar el viaje a París, aunque no fuese la mejor hora: Moulin Rouge. Así pues comenzamos una prolongada bajada por las calles que nos recomendaba la guía del "País Aguilar" ![]() ![]() Había que torcer a la derecha porque hacia allí estaba nuestro destino. Llegamos hasta la plaza Pigalle, donde también hay una parada de metro (la anterior a Abbesses) y desde allí ya se intuía que estábamos cerca. En esa misma plaza encontrábamos la primera sala de variedades, el Follies Pigalle, y continuando por Clichy unos pocos metros más adelante estaba el Sexodrome, un enorme establecimiento sex shop, en el que se pueden perder los amantes de los diversos "juguetitos". ![]() *** Imagen borrada de Tinypic *** Tres imágenes muy características de la zona: El "Follies Pigalle", el "Sexodrome" (un enorme sex shop que debe tener hasta visitas guiadas) y tiendas alineadas en el Boulevard de Clichy A partir de ahí, una sucesión de establecimientos similares y night clubs, hasta que llegamos al célebre "Moulin Rouge", que ha marcado una época, siendo la más prestigiosa sala de variedades de París y de todo el mundo desde principios de siglo XX. Y que fue retratado en la más reciente película de Ewan McGregor y Nicole Kidman. Bien es cierto que no es lo mismo verlo a mediodía que hacerlo en su explendor a la noche y con el edificio y el molino iluminado, pero lo cierto es que a nosotros nos llamaba más otras cosas que el Moulin Rouge, pero no podíamos evitar verlo. Creo que por la noche puedes entrar a ver el espectáculo y te dan media botellita de Champagne (de calidad no muy buena por lo que me dicen ![]() Nada más nos quedaba que sacar las típicas fotos y regresar ya a la zona alta de Montmartre. Era un poco más de las doce y media, pero queríamos ir mirando ya por donde comer, para tener luego algo de tiempo por la tarde antes de dirigirnos al aeropuerto. *** Imagen borrada de Tinypic *** No podía faltar la foto con el "Moulin Rouge", aunque los coches y furgonetas estropeasen la foto BUENA COMIDA Y SOUVENIRS EN MONTMARTRE... Y ATENCIÓN PENOSA EN UNA LIBRERÍA ANTES DE REGRESAR A LA ZONA DEL HOTEL Tocaba volver a subir, aunque por suerte tampoco teníamos mucha pateada acumulada por lo que no estábamos cansados. Desde el "Molino Rojo" cogimos la llamada Rue Lepic que es una calle bastante costumbrista y que es empinada desde el principio con zonas de adoquín. Vimos que había hoteles en esta misma calle, pero a quien le tocase estar allí, las iba a pasar un poco canutas subiendo con las maletas ![]() ![]() Nota: Me acabo de enterar que en esa misma calle está el "Cafe de los dos molinos" de la película de "Amelie". Vamos, que pasé por allí delante y ni cuenta que me dí. Así, en apenas 15 minutos estábamos de nuevo en la zona tradicional de los pintores de Montmartre. Ya íbamos buscando un sitio para comer, y al mismo tiempo fijándonos en las láminas de paisajes de París, para ir seleccionando lo que coger, aparte de hacer una composición de souvenirs que llevaría para España. Las terrazas de los restaurantes ya estaban a pleno rendimiento y los pintores buscaban a potenciales clientes en una zona bastante viva de gente. Tengo que decir que me encantó el ambiente. En cuanto a sitios para comer, quizás no hay tanta oferta como en los restaurantes del Barrio Latino, pero me pareció igualmente atractivo. Llegamos incluso a entrar a uno de estos locales pero en cuanto vimos cómo estaba por dentro y que no nos gustaba, nos salimos. Al final nos decantamos por uno que vimos, no sé si por 12-13 euros el menú del día. Eran las 13:30 h. y teníamos ganas de comenzar a comer para que no se nos echase el tiempo encima. El sitio con decoración negra y fotos de músicos franceses. El ambiente bueno, aunque lo único malo era que las mesas estaban pegadas unas a otras y para entrar, tenías que moverlas, aunque no nos importó. La atención muy agradable y muy amable, entendiéndonos nuevamente en inglés. Acabé por decantarme por una ensalada de bacon para luego irme a saco a por el filete, que me preguntó el camarero cómo lo quería y le dije que hecho: Y cumplieron con mi petición. ¿qué más se quiere en esa zona? Para completarlo una tarta de coco. Y la anécdota es que buena parte de la comida nos la amenizaron un con disco de boleros en español, y entre medias se colaba el "Gran ganga" de Pedro Almodovar y Fabio McNamara (¿hasta ahí llega la admiración de los franceses por el director? ![]() ![]() Hay que insistir en que la atención fue muy buena y estuvimos un buen rato comiendo tranquilamente, con lo que le dejamos algo de propina y salimos de allí. *** Imagen borrada de Tinypic *** Terrazas de restaurante y cuadros en una plaza paralela a la del Tertre Poco más quedaba que hacer, simplemente comprar los souvenirs y regresar ya a la zona del hotel, antes de ir hacia el aeropuerto. Fuimos a la plaza que está más cerca de la basílica del Sagrado Corazón, que está dentro del entramado de callejuelas, y allí entramos en una tienda que solo vendía pinturas y las láminas con copias de lienzos de localizaciones parisinas a 1,20 euros cada una, y yo cogí una de la torre Eiffel, otra del arco del Triunfo, otra de Montmartre y otra de Notre Dame. Muy amable la señora que nos atendió, ya que mi novia cogió también por su cuenta y le pagamos cada uno aparte con billetes grandes y no nos puso pegas ni malas caras. A veces somos un poco peñazo los turistas. Unos metros más adelante llegué a una de las tiendas de souvenirs regentada en este caso por una persona magrebí y que tenía precios más asequibles que en otras zonas de París. Ahí ya compré lo típico y recurrente en estos casos (las figuras de la torre Eiffel, la bola dentro de la cual hay monumentos...). Así que siendo casi las tres de la tarde comenzamos a bajar y abandonar definitivamente el barrio de Montmartre por donde habíamos llegado a la mañana. Es decir, por la escalinata de la basílica, donde había gente jugando al fútbol (a uno de ellos le solté un "Allez Messi" ![]() En esas pasamos delante de una inmobiliaria y vimos los "asequibles precios que tienen los pisos en París" ![]() ![]() Y el momento desagradable llegó cuando unos metros antes de llegar a la estación de Abbesses pasamos por delante de una librería y vi un libro con dibujos para pintar de localizaciones de París que quería regalar a unos primos pequeños míos. Lo cogí un fui a pagarle a la dependienta, que en el momento que le pregunté si hablaba inglés, me contestó enfadada que solo francés, como viniendo a decir que estábamos en Francia y que hablásemos en su idioma. Bueno, pues mediante señas le hice entender que quería el libro y le di un billete de 5 euros (costaba 4,90 €). La tipa se quedó con el billete y se sentó empezando a silbar o tararear algo mirando para unos libros. Estuve esperando y mirando para ella unos instantes a que me devolviese los diez céntimos, pero cuando ya nos dimos cuenta que pasaba de nosotros y que encima se estaba cachondeando, nos fuimos de allí, ya que no teníamos ganas de montar cristos por diez céntimos. Tengo que en los últimos instantes de nuestra estancia en París, fue nuestra única experiencia desagradable con una persona de allí (aparte de las malas caras del Brioche Dorée, aunque eso va en el carácter de las personas y tampoco es que tuviésemos una nefasta atención), pero garbanzos negros hay en todas partes y eso no empaña para nada las buenas sensaciones de la ciudad y la amabilidad general de la gente con la que topamos. Al llegar a España me dio por investigar cuál era esa amable librería, y efectivamente, se llama "Libraire des Abbesses", está en al rue Yvonne Le Tac, a escasa distancia de la estación de metro des Abbesses y encontré en sitios como tripadvisor comentarios avisando del carácter de esa señora. Cuidado para el que vaya por Montmartre si le da por ver algo interesante en esa librería. Nota: Acabo de leer que la película de "Amelíe" está rodada íntegramente en Montmartre y que la casa de Amelie Poulain está precisamente en las inmediaciones de la parada de "Abbesses". No lo sabía, hace tiempo además que la vi. También he leído que hay una ruta de la película de Amelie por el barrio de Montmartre, pero tampoco nadie nos habló de ella. VISITA A GALERÍAS LAFAYETTE Y A COGER LAS MALETAS... ¡AU REVOIRE PARÍS! Rapido nos olvidamos de esa "amable" señora y nos metimos en el metro. Tocaba hacer el mismo recorrido que a la mañana pero a la inversa (en la línea 12 de color verde), así que bajamos la larga escalera de caracol para llegar a los andenes en "Abbesses", aunque aquí no se hizo tan largo como subiendo. ![]() No tardó en llegar el tren y allí nos subimos, teniendo otra visita de un acordeonista tocando canciones que no eran precisamente francesas (alguna italiana, algún corrido mejicano...), pero nos bajamos antes de que terminase su repertorio, ya que solo teníamos cuatro paradas hasta "Trinité", que era donde bajábamos. El llegar a la zona del hotel ya te daba pena, porque sabías que lo bueno iba llegando a su fin, pero íbamos aún sobrados de tiempo antes de dirigirnos al aeropuerto, ya que no serían aún las tres y media de la tarde. Aprovechamos para coger en esa misma estación el billete combinado para ir al aeropuerto de Orly por 11,30 euros cada uno de metro+RER+Orlyval, ya que lo puedes comprar en cualquier estación. Y echando cuentas, al final nos había sobrado a cada uno un billete de metro de los 2 pack de diez que habíamos comprado el primer día, pero también hay que decir que pateamos mucho y nos ahorramos varios traslados que seguro que otros harían en metro. Creo que para cuatro días, la mejor opción para desplazarse es ir cogiendo packs de diez billetes según los necesites. Así que como tampoco teníamos nada previsto en qué ocupar el tiempo y tampoco era plan de irse demasiado rápido al aeropuerto, decidimos ir a ver un poco cómo era Galerías LaFayette, sólo por el hecho de que estábamos al mismo lado todos estos días y no nos llamaba entrar, pero ya que estábamos y no teníamos nada que hacer... ![]() ![]() No os creáis que la visita fue exhaustiva, 5 minutos. Seguramente sea caro, pero a mí me recordó especialmente a nuestro "Corte Inglés", que tampoco es barato, pero está concurrido de gente. Y es que si el año anterior, en Londres nos asustamos al entrar en Harrods, porque había mucho lujo, poca gente dentro y precios prohibitivos, aquí sinceramente era como entrar a un Corte Inglés. *** Imagen borrada de Tinypic *** Galerías La Fayette (foto de París.es) Pero nosotros entramos con la curiosidad de ver el precioso patio interior del centro comercial y su cúpula de hace cien años aproximadamente. La verdad es que merece la pena verla, pero tampoco es para que tengáis Galerías LaFayette como un sitio imprescindible para visitar estando en París, ni mucho menos. Como digo, tardamos 5 minutos en salir aproximadamente. Lo siguiente era ir a un supermercado que teníamos visto en esa misma calle (Chausée d'Antin) para comprar unos chicles para el avión. Así entramos en ese super que me acuerdo que tenía puesta música de France Gall (concretamente el "Ella elle l'a" que años más tarde se cargó Kate Ryan). Un supermercado en el que muchas cosas estaban a un precio parecido al de España, pero otras estaban muy caras, estando entre ellas las bebidas (como nos esperábamos), pero los chicles, que costaban unos cinco euros. Así que nada, a descartar a idea, y si se taponan los oídos, a recurrir a la apnea o los bostezos para destaponarlos. ![]() ![]() Aún nos permitimos ir al "Brioche Dorée" a tomar un último café. En mi caso quería tomar un póleo menta, ingenuo de mí y la situación que provoqué con los camareros al pedirlo. Primero le dije a una chica "Pepperment tea, please", que llamó a otra compañera a ver si me entendía y no sabía que era eso, así que acabó por señalarme donde estaban los sobres de la marca "Lipton" para que cogiese el que qusiera. Y efectivamente, allí no había menta. ![]() ![]() Al menos tuvimos un momento café relajado y tranquilo antes del trasiego que nos esperaba del traslado y estancia en los aeropuertos. Algo así como el descanso del guerrero antes de la batalla. ![]() ![]() Terminamos, y aunque aún no eran las cuatro y media nos parecía que no tenía tampoco lugar estirar más la estancia y que si nos sobraba tiempo en "Orly" mejor que mejor, así que ya nos dirigimos al hotel "Helios Ópera" a por las maletas. Allí estaba Laure, la chica que había trabajado en Salamanca, que hablaba muy bien español y que nos atendió el primer día. Sacamos las maletas de la consigna y ya nos despedimos. Tocaba ahora dirigirnos a la estación de metro de "Chausée d'Antín" para coger la mejor combinación para ir al aeropuerto, y que era la misma que a la ida. Así que cinco minutos más o menos de camino, con nuestras maletas rodándolas, y esquivando gente que en algunos casos estaba plantada ocupando toda la acera y que no se molestaba en apartarse aunque te veía con las maletas. ![]() Última vista a galerías LaFayette, al fondo la parte trasera de la ópera y transversal el Boulevard Straussmann... Y última vista a las calles de París, cuatro días inolvidables. EL TRASLADO HASTA EL AEROPUERTO, ESTRESANTE EN CHATELET LES HALLES La jungla... Lo de ir con tiempo fue un acierto y al final nos sobró pero no tanto. El primer trayecto era el habitual en la mayoría de desplazamientos en metro que hicimos en esos días, es decir, coger la línea 7 (rosa clara) hasta la estación de Chatelet después de cinco paradas. Era media tarde y esa línea de metro que es bastante céntrica ya estaba bastante poblada, aunque aún así no tuvimos grandes problemas para entrar con las maletas y no molestar excesivamente. Lo más agobiante vino después. Llegamos al complejo de "Chatelet-Les Halles", donde confluyen varias líneas de metro y cercanías y donde habíamos estado varias veces en estos días. Pero ahora tocaba ir de punta a punta de la estación (donde unos carteles muy optimistas ponían que se tardaba 8 minutos). Y si para ir a París el domingo casi no había gente, ahora la estación estaba repleta de gente. Mucho trasiego y teniendo que adelantar y ser adelantado por otra gente. Por favor, mucho cuidado y tened controlado todo en esta situación, que es propicia para carteristas y tampoco vamos a fastidiar las vacaciones en el último minuto. Así que si estáis en esta situación, no perdáis de vista el equipaje pero tampoco lo que llevéis encima (o intentad meterlo todo en la maleta para no dispersar los puntos de atención. Nosotros tuvimos precauciones en este sentido y en un trasbordo estresante con las escaleras en primer lugar, y luego los largos pasillos con dos cintas mecánicas incluídas que estaban saturadas de gente parada y otros que intentaban pasar a toda prisa (nosotros intentamos molestar lo menos posible con la maleta). Pero el momento más agobiante fue cuando llegamos a los tornos para acceder ya al tren de cercanías de la línea RER B. Y es que yo llevaba la maleta rodando detrás mía y cuando metí el billete y pasé, las puertas se cerraron atrapando mi maleta. Fue un pequeño mal rato, ya que no había forma de sacarla, ni tirando fuerte de ella. Por suerte había una mujer detrás mía que se ofreció a pasar su tícket ya que le daba tiempo a pasar a ella también, y las puertas liberaron la maleta. La prueba de que en París hay gente también muy amable y dispuesta a echarte una mano si lo necesitas. Después de este incidente y el largo traslado, llegamos a la línea de cercanías RER "B", (la azul) que nos iba a llevar a la estación de "Antony" y desde allí a coger el Orlyval para el aeropuerto. ¡¡¡Pero mucho cuidado!!! Para volver la cosa no es tan sencilla como para llegar a París, ya que esta línea de cercanías se bifurca en dos. Para ir a Orly (estación de Antony), hay que coger los trenes que tienen destino a Saint Remy les Chevreuse, nunca los que van hacia Robinson. Es decir, no cojáis el primer tren que veais y fijaros bien en el destino para evitar disgustos, o en el panel que iluminan las estaciones donde se para. Si veis iluminado Antony, es que para en esa estación, sinó no. *** Imagen borrada de Tinypic *** Panel típico con las estaciones del RER. Cada vez que llega un tren se iluminan las luces amarillas de las estaciones de donde para. Cuidado con este detalle, no vayáis a confundiros Así lo hicimos nosotros, y pasó primero un tren con destino a Robinson, pero inmediatamente llegó el de Saint Remy, que paraba en Antony y que fue el que cogimos. El tren de nuevo bastante viejo, aunque de lo mano no había mucha gente en el. Bastantes asientos vacíos y nosotros que pudimos estar tranquilos con nuestras maletas a mano. Pasamos por estaciones que nos resultaban ya conocidas en cuanto a zonas, como la de la plaza de Saint Michel (barrio latino) o la de los jardines de Luxemburgo todo por un trayecto bajo tierra, hasta que el tren salió a la superficie. No es bonito precisamente este trayecto, porque ya emerge en los suburbios parisinos y sin grandes vistas. No obstante, apreciamos que el cielo se estaba oscureciendo y empezaba a amenazar lluvia. La suerte es que todos estos días no habíamos visto casi una nube por París. Tras varios minutos de trayecto, por fin llegamos a la estación de Antony, donde nos bajamos. No es una estación grande y es muy fácil tomar el acceso del Orlyval, el monorraíl que nos llevaría directamente al aeropuerto. Cuando accedimos, casi no había nadie, pero el Orlyval aún estuvo parado varios minutos, supongo que esperando a que llegasen más viajeros de otros trenes, así que paciencia, que tampoco íbamos mal de tiempo. Curioso el hecho de que hay carteles dentro que si tienes dudas, te indican en qué terminal (de las dos que hay) tienes que bajarte, en función de la compañía con la que viajes. Nosotros ya sabíamos que nos tocaba la "Oeste", es decir, la primera a la que se llega. Por fin arrancamos, en un momento en el que el Orlyval se había llenado bastante, pero el viaje fue bastante relajado hasta que por fin llegamos a nuestro destino, abriéndose la puerta. Las 17:50. Una hora y 15 minutos aproximadamente era lo que tardamos y nos quedaba en teoría casi dos horas y media para salir hacia Madrid. Así que teníamos tiempo de sobra para resolver los cuatro trámites, y más con el check in ya hecho... O eso pensaba. CHEEE ¿PERO ALGUIEN TRABAJA EN ORLY? CAOS EN EL CHECK IN Orly no es el aeropuerto más grande de París (ese honor es para el Charles de Gaulle-Roissy), por lo tanto tampoco es más grande ni mucho menos que Barajas, pero no me esperaba que funcionase mal en algunos aspectos. Y eso me hace valorar lo que tenemos en España. Para comenzar, al ser el vuelo en cooperación con "Air France", en teoría podías hacer el Check-In e imprimir las tarjetas de embarque en las máquinas auto check-in que había en el aeropuerto. En teoría, digo. Y es que con el Check-In hecho, ya teníamos los asientos asignados, pero quedaba por imprimir la tarjeta y cuando nos pusimos a hacerlo, nos salió un mensaje en el que ponía que esa operación no se podía hacer allí y nos daba un justificante para presentar en el mostrador. ![]() Así que fuimos al mostrador que según los monitores estaban en el sector "D", y cuando llegamos ¡¡madre mía lo que encontramos!! ![]() ![]() ![]() ![]() Vimos una cola tremenda con solo dos personas en los mostradores para el vuelo, y la mayoría de la gente con unos tremendos maletones y cargadísimos de equipaje, de hecho pensábamos que más de uno se pasaba del límite de 20 kilos y que tendría que pagar sobre cargo. De hecho hubo momentos en los que algunos se angustiaban porque no sabían si tendrían que hacer ese sobre pago. Resultó que la mayoría de gente que iba en el vuelo eran argentinos con destino a Buenos Aires, y que hacían escala en Madrid, (parece que el anuncio de Messi y el Kun Agüero con Air Europa dio sus frutos ![]() ![]() ![]() ![]() La cuestión es que la cola tampoco avanzaba mucho. Había dos personas en los mostradores, de las cuales digamos que una era más lenta de reflejos ![]() ![]() Parece que se dieron cuenta del atasco en Air Europa (o Air France, no sé a quien pertenecían esas personas), que mandaron a otra chica a los mostradores, con lo que eran tres, de las cuales la que andaba más lenta, la pusieron en el mostrador prioritario con los que venían con la tarjeta ya impresa. Al final hasta nos íbamos a sentir afortunados de no llevarla impresa, ya que había gente esperando con la tarjeta y que solo tenía que depositar la maleta, que tuvieron que hacer una cola considerable, porque estaba acumulándola otra persona con sobrepeso en su maleta, con la que no sabía como resolver el asunto. Poco a poco fue moviéndose la cola y al final hasta apareció un los mostradores una chico con un chaleco amarillo fosforito como de los que llevan las maletas en el carrito al avión. Precisamente nos tocó ese chico y le dí el localizador para que se diese cuenta que teníamos el check in hecho y que solo se tenía que preocupar de imprimirnos las tarjetas de embarque. Pero la sorpresa es cuando me la hace a mí y me suelta un "thank you, good bye", sin imprimírsela a mi novia. ![]() ![]() ![]() Le pregunto "and for her?" y se me queda sorprendido, hasta que comprueba con su DNI que también figuraba en el pasaje y la hace. Bueno, de lo malo asunto resuelto después de una larga espera: Eran las siete de la tarde y nos habíamos tirado una hora en la cola ![]() QUE ALGUIEN VENGA A REGISTRAR ESTE BOLSO, QUE YO ME QUIERO IR Aún nos quedaría alguna anécdora en el aeropuerto de Orly. Por el momento ya no andábamos tan sobrados de tiempo, ya que el vuelo salía a las 20:10 y nos quedaba una hora, aunque sorprendentemente la hora de embarque eran las 19:45 (solo 25 minutos antes). En Orly las tiendas no están en la zona de embarque, están en justo cerca de los motradores de "Check In", por lo que me apetecía un café con leche y fuimos a uno de esos salones del té tan habituales en Francia, que ponían café para llevar entre otras cosas. Por cierto, los mismos precios que en cualquier otro sitio de París, ni más ni menos caro; de eso sí que podían tomar ejemplo en Barajas. Me lo fui a tomar tranquilamente mientras iba viendo por la cristalera cómo aterrizaban los aviones mientras el sol ya se iba poniendo. Muy relajadamente hasta que a eso de las siete y cuarto nos fuimos ya a pasar el arco de seguridad, y allí nos encontramos con otra sorpresa. Lo cierto es que no nos acumulábamos mucha gente y fuimos con todo el protocolo de vaciar bolsillos, poner el maletín en mi caso, etc. Aún así, a mí me pitó el arco y me hicieron el habitual protocolo de pasarme el escaner por todo el cuerpo. Pero lo que fue de traca es que a mi novia le retuvieron el bolso porque habían detectado algo y estaba ahí apartado, sin que nadie lo mirase ![]() ![]() Al final se incorporó, abrió el bolso y vio que no había nada raro, por lo visto había entrado por el escáner que otro bolso de otra pasajera que llevaba agua y se la hicieron tirar. Pero eso de que estuviese apartado y nadie se preocupase en revisarlo para devolverlo a su dueñ@ resultó un poco surrealista. Cada uno a su ritmo... ![]() También del matrimonio argentino al que le hicieron tirar diversos artículos de aseo, a lo que el señor dijo: "Chee, ya no me afeito" ![]() ![]() RETRASO POR MOTIVOS MECÁNICOS... PERO LLEGAMOS A MADRID Con todo, ya no quedaba mucho para el embarque, y no había mucho que hacer, ya que en esa zona no había tiendas, así que acabamos por esperar sentados en la zona de la puerta de embarque, donde había ya mucha gente (el avión iba a regresar lleno). Aproveché para conectarme con el móvil a la wifi abierta del aeropuerto, que te da 15 minutos gratuítos si te registras, y que yo aproveché para enviar algún whatsapp. El tiempo fue pasando, y a las 19:45 no nos llamaron y fueron pasando los minutos y siguieron sin llamarnos y era ya las 20:10, hora en el que el vuelo debía salir, y seguíamos allí mientras el monitor ponía "en hora". No se entendía eso. Al poco, se avisó por un megáfono de que había contratiempos mecánicos en el avión y que por ello se estaba retrasando. Nadie dijo nada, tampoco tenía sentido protestar y sí esperar a que se solventasen esos contratiempos, que las prisas no son buenas consejeras. Debo decir que estas cosas me ponen un poco nervioso. ![]() Sin embargo a los diez minutos ya anunciaron por el megáfono que el problema se había solventado y que iban a comenzar con el embarque. Eso lo hicieron rápido ya que no pusieron límites de que primero los del número 16 en adelante y luego el resto y similares, así que todos fuimos entrando rápido. La frase "contratiempos mecánicos" no es muy alentadora para mí, pero quizás otras cosa que me ponía algo nervioso era saber que íbamos a salir al menos con 30 minutos de retraso de un vuelo que tenía que llegar a Madrid a las 22:15, sobre todo para saber dónde poder cenar o, más importante, tener en cuenta que a las 23:30 pasaba el último autobús para el hotel "Ibis" donde nos volvíamos a alojar. El avión era el mismo que a la ida y de hecho no sé si el piloto sería el mismo. Nos sentamos todos bastante rápido pero estuvimos aún parados otro rato. De hecho ví como había una persona con el chaleco de trabajador del aeropuerto dentro del avión, aunque al final acabó por irse bromeando con los asistentes del avión. Así que la pertinente charla de las medidas de seguridad y el despegue fue sobre las 20:55, según mi reloj, es decir, 45 minutos más tarde de la hora prevista. Ya era de noche; último vistazo por la ventanilla del avión a las luces de los suburbios de París; abandonábamos Francia. Pronto atravesamos las nubes, lo que indicaba que el tiempo que nos íbamos a encontrar en España iba a cambiar, y si mirábamos a las ventanillas de la derecha, todavía veíamos el sol poniéndose a lo lejos. El piloto nos dijo que desde el despegue tendríamos un vuelo de 1 hora y 40'. Aprovechamos para ir viendo las fotos de esos 4 inolvidables días en París que teníamos en las cámaras y el viaje se fue pasando rápido. Tuvimos también una zona de turbulencias, aunque porque nos avisaron de que no nos quitásemos el cinturón, porque no se notaron apenas movimientos en el avión. Así todo, comenzamos a bajar, y sobre las diez y media de la noche estábamos aterrizando en Barajas, llegamos hasta más pronto de lo inicialmente previsto de duración al final sin tanto retraso en la llegada. Lo que pasa es lo de costumbre, que estos aviones aterrizan en las pistas próximas a la T4 y todavía tardan unos minutos en llegar al resto de terminales. En nuestro caso a la T2. ...Y SE ACABÓ LO QUE SE DABA Sobre las 22:40 estábamos bajando del avión. Estábamos de vuelta en España y con todo la preocupación ahora era coger las maletas cuanto antes e ir a la zona de autobuses de los hoteles, ya que el del nuestro (el Ibis Barajas) pasaba en teoría a las horas en punto y a las medias. Lo cierto es que el avión debió estacionar en el sitio más alejado de la T2, porque la pateada y la llegada a las cintas de recogida de maletas fue bastante larga y parecía que no llegábamos. El aeropuerto lo cierto es que ya estaba a medio funcionamiento y con mucho cerrado. De hecho creo que los de mi vuelo éramos los únicos en llegar a esa hora. Y de los del vuelo muy pocos esperando a por el equipaje, ya que la mayoría estaban haciendo escala y continuaban luego para Buenos Aires. Quizás ese fue el motivo de que tardasen más de la cuenta en llevarnos las maletas (supongo que había que separarlas de las que continuaban hacia Argentina), y siempre es mejor que mi maleta tarde que cruce el charco. ![]() ![]() Aproveché la espera para volver a habilitar el 3G en el móvil (ya estábamos en España) y empezar a mandar mensajes nuevamente. Por fin sobre las 22:55 salieron las maletas y las nuestras aparecieron muy rápido (ya que como digo tampoco éramos muchos). Parecía que no íbamos a llegar a coger el bus del hotel de las 23:00, pero lo intentamos. Primero buscamos la salida, que estaba allí mismo y nos encontramos con algunos Guardias Civiles que paraban aleatoriamente pasajeros del vuelo para registrar la maleta (por suerte nosotros no fuimos unos de ellos ya que nos demoraría más la salida del aeropuerto), y ya estábamos en la puerta principal de la T2, y desde allí ya la zona de taxis y cruzando la calle a toda prisa, la parada de autobuses de los hoteles. Y por si había alguna duda, había un directorio de hoteles con servicio a tal efecto y estaba el nuestro. Con suerte lo cogeríamos pronto, ya que pasaban 5 minutos de las once, pero estaban llegando escalonadamente buses de los diversos hoteles. Y efectivamente, sobre las 23:10 llegó el del "Hotel Ibis Barajas", que el conductor era el mismo que a la ida y nos atendió con la misma amabilidad. Ahora ya estaba medio lleno el bus, y después de pasar por la T1, ya nos fuimos hacia Barajas y el hotel de forma rápida. Aún así al llegar, tuvimos que esperar, ya que un inteligente aparcó justo detrás y el bus no podía abrir el maletero, aunque no tardó en apartarse. Tuvimos mucha suerte, ya que nuestras maletas eran las primeras ![]() Nos encontramos con que un par de restaurantes y bares del pueblo ya estaban cerrando cuando pasamos por delante, y al final llegamos a un Kebab que aún estaba abierto. No nos complicamos y compramos dos menús para llevar por 11 euros en total. Suficiente para pasar el trámite. Pasaban de las once y media. Si hubiésemos continuado, igual en la plaza del pueblo habríamos encontrado algo más, pero no nos apetecía seguir buscando. Vuelta al hotel, a cenar y a dormir. Se acababa lo bueno y cuatro días inolvidables por París. Al día siguiente ya sería turno de desayunar, coger el coche y regresar a nuestras casas. Etapas 4 a 6, total 6
Para terminar, me gustaría daros algunos consejos que me apliqué en estos cuatro días en París. Simplemente es según lo veo y ello no implica que tenga razón, porque en gustos hay colores. Espero, no obstante que le sirva a algo. * La amabilidad funciona en el 95 % de las veces: Deshaciéndonos sobre los esteorotipos de los franceses y parisinos en particular (no generalicemos, seguro que no nos gusta los que tenemos los españoles en el exterior, o nos parecen irreales) en su mayoría me encontré una gente amable y maja. Vale que vamos por zonas turísticas y deben cuidar al turista, pero si preguntas algo te van a ayudar y en su mayoría se van a molestar por entenderte aunque no hables francés (si os cruzáis con un borde de principio, no los crucifiquéis). Y además muchas veces la buena educación funciona y quedáis muy bien empleando sencillas frases muy conocidas, Pardon, bon jour, bon soir, merci, au revoire... * Mejor con francés, pero se van a esforzar por entenderte y hay sitios en los que hablan en español: Yo no hablaba nada de francés salvo las cuatro cosas básicas. Pero con la gente que vais a tratar en zonas turísticas, por lo general hacen por entenderos. El inglés os vale casi para cualquier sitio, y en otros muchos lugares también hay gente que hablan castellano. Yo iba con la idea de hablarles en inglés y cuando me veían hablar con mi novia, ya que cambiaban al español. No es lo general pero sí que hay más gente que por ejemplo en Londres. Y luego ya en museos, oficinas de turismo, etc. siempre hay alguien que habla español y muchos de los carteles están escritos también en nuestro idioma. * Ropa de abrigo: Más luego chuvasquero y paraguas si va a llover. No obstante siempre hay que echar un vistazo a las predicciones meteorológicas antes de salir para París para hacerse una idea. En cualquier caso, el tiempo es más frío que en España y nosotros siendo ya abril las mañanas tenían temperaturas alrededor de los cero grados, por lo que a no ser que sea verano, la bufanda y los guantes son imprescindibles. * Comprar la entrada anticipada a la Torre Eiffel: Lo aconsejo y sobre todo que lo hagáis con mucho tiempo. Preferiblemente cuando ya hayáis cerrado el viaje a París y conozcáis las fechas, ya que yo lo intenté un mes antes y ya no pude comprarlas. Ésto os evitará al menos una hora de espera en la cola; a nosotros no se nos hizo pesado, pero si lo puedes evitar... * Recurrir a la "París Pass Museum": Prácticamente te deja entrar en todos los museos y monumentos salvo la Torre Eiffel y lo más importante, que te evitas colas salvo en las torres de Notre Dame. Tiene un coste en función de los días que la actives (pueden ser dos, cuatro o seis). Si estais tres noches, con un pase de dos días es suficiente por 39 euros, y solo con que vayas a tres sitios ya la amortizas. Para comprarla es mejor acudir a una oficina de Turismo de París y otros puntos de venta, y perder cinco minutos que te claven gastos de envío a tu domicilio haciéndolo anticipado. Sé que hay otras tarjetas como la "París Visite" (creo que se llama) que te incluyen más cosas como la subida a la torre Montparnasse o un paseo en barco por el Sena, pero en mi opinión es bastante más caro y no merece tanto la pena. * Priorizar las visitas: Si estás una semana aún tienes tiempo de ver todo, pero en tres noches es imposible, por lo que tienes que organizarte en función de tus intereses. Piensa que si pretendes ir a muchos museos, creo que vas a acabar agobiándote ya que la mayor parte del tiempo lo vas a pasar ahí y te van a acabar saliendo cuadros por la cabeza. Si tienes el pass de dos días, igual meter uno o dos museos por día está bien, y el resto monumentos que te apetezcan. Esa es mi opinión. También aconsejo que vayáis a Versalles y La Defense solo si tenéis muchas ganas, ya que están alejados del centro de París y vais a echar tiempo en esas visitas. No hagas una programación muy comprimida o ambiciosa, porque al final vas a acabar estresado y no vas a disfrutarlo. * Haz un pequeño plan establecido: Por lo menos saber lo que quieres hacer a priori y la ruta a hacer. No es necesario tenerlo minutado al máximo, pero sí ir repartiendo lo que me interesa ver y saber el tiempo que dispongo, sobre todo cuando son dos o tres noches las que voy a estar. En mi caso dedicamos los dos días de la Pass Museum a visitar lo que nos entraba dentro de la tarjeta y el último día fuimos tranquilamente a Montmartre, que en mi opinión es un barrio que bien merece una mañana o una tarde. * Conócete a tí mismo y tu estado físico: Sobre todo que sepáis cuánto estáis acostumbrados a andar, ya que puedes acabar muy machacado de caminar por París. Si lo haces habitualmente, yo creo que merece la pena disfrutar lo más posible de las calles de París, sinó es así, tal vez tengas que recurrir más al metro para los traslados, porque sinó vas a acabar deseando volver al hotel cuanto antes y dejar de ver cosas en París. No olvides también que hay monumentos que son de subir muchos escalones y eso también requiere su esfuerzo (por ejemplo, los 400 escalones de las torres de Notre Dame). * Coge sólo los billetes que necesites: Partiendo de la base de que la mejor forma para moverse es el metro y el cercanías RER, el billete sencillo vale para las dos cosas y puedes hacer trasbordo entre ambos y no es muy caro (1,70 euros, el de Madrid ya cuesta casi tanto). Creo que tarjetas como la Navigo no son rentables para el tiempo que vas a estar en París y más si no vas a usar el metro mucho. Mi consejo es que vayas comprándolos de diez en diez en función de tus necesidades, ya que cada pack de diez billetes cuesta unos 12 euros, te salen sueltos y te los puedes repartir con tu pareja (no te venden un bono intransferible como en España). * La seguridad: Me fui con la sensación de estar en una ciudad segura, aunque no salí tampoco de barrios turísticos, pero bueno, un sitio en el que puedes pasear de forma tranquila y muy relajadamente. Es cierto que por la noche tampoco salí, porque llegábamos a eso de las diez y media al hotel, pero incluso sobre esas horas el metro estaba bien. Otra cosa son los carteristas, como en cualquier otra ciudad y en sitios concurridos de gente. Cuando se acumule mucha gente ya sabéis que hay carteristas pululando por todas partes y son gente que visten bien por lo general. En estos días el Louvre está cerrado porque está de huelga la seguridad en protesta por las pocas medidas para combatir los carteristas, pero no hay que alarmarse, y además se te avisa de sobra mediante carteles en los puntos estratégicos de que tomes ciertas precauciones. Es decir, el bolso bien a la vista, las carteras en bolsillos delanteros y en sitios de acumulación de gente incluso con la mano protegiendo un poco. Había incluso turistas que tenían una riñonera metida por debajo del jersey. * Si podéis contratad hotel en régimen de Alojamiento y Desayuno: Así ya os tenéis que despreocupar, ya que París para desayunar no es barato. Y así también podéis desayunar fuerte en el hotel para lanzaros a patear y como hacen muchos otros turistas, comer algo de "trámite" y luego ya cenar un poco más fuerte. Si no te lo incluyen, yo creo que lo mejor es ir a alguna cadena tipo "Brioche Dorée" donde fuimos nosotros, que la atención no es muy buena, pero sí es barato para ser parís (Café con leche+Croissant, 3,55 euros). Cuidado porque en cualquier cafetería tipo, que no sea de una cadena, os pueden sangrar por las "hot boissons" (bebidas calientes). De los cafés, si lo pedís "au laite" es el típico con leche que tomáis también en España, y en la carta en inglés os viene como "Coffee with milk o coffee with cream". En cualquier sitio en el que entréis acostumbraros a pagar mínimo 3 euros. Eso sí, cuidado con otros tipos de cafés más baratos como el "expreso" que es un café solo minúsculo. Lo que sí es recomendable para desayunar es la bollería, y en especial los croissants (¿pero que vais a desayunar sinó en Francia?) que ya veréis como notáis la diferencia de los que podéis comer aquí en España. Aunque si queréis la típica tostada con mantequilla y mermelada también podéis tomarla. * Las bebidas son caras: En cualquier sitio que vayáis os encontraréis que no bajan de los tres euros, que es lo que viene costando el botellín de 33 cl. de agua, cuando no es 3,50, y a partir de ahí para arriba. En París es un artículo de lujo, así que muchos los que hacían cuando tenían sed era llevarse el botellín vacío y llenarlo en cualquier fuente. Podéis puntualmente ir a tomar una cerveza, o beber algo, sobre todo para estar un poco tranquilo y sentado, pero hay que saber lo que hay. * No os dé corte pedir agua del grifo para las comidas y cenas: Vamos, si queréis beber otra cosa hacerlo, pero si os queréis ahorrar la "clavada" por la bebida solo tenéis que pedirla, ya que es obligatorio por ley que la sirvan gratuítamente, y si os fijáis un poco la mayoría de los que están cenando tienen sus jarras de agua y además el agua de París está bien. A mi me produjo una sensación extraña pedir "agua del grifo" la primera vez, pero no os preocupéis que os la ponen con suma amabilidad y sin malas caras ni mucho menos (o al menos a mi no me ocurrió). * Las comidas y cenas: Eso ya va en función de lo que queráis hacer. En mi caso escuchamos hablar de los sitios de menú en el barrio Latino y podemos ratificar las opiniones a favor. Tanto para comer como para cenar tienes un primer plato, un segundo, pan y un postre entre 10 y 15 euros, que es un precio más que razonable y que te invita a comer bien y sentado relajadamente. Cierto es que en muchos sitios aprovechan bien el espacio y las mesas están muy juntas, pero para mí no es un problema. La decoración es agradable al menos en los sitios que estuvimos, y la atención es buena. Quizás no hay mucho donde elegir pero comes bien. (Ver en el diario los sitios a los que fuimos) Luego la bebida no es tan barata pero puedes pedir agua del grifo. Vale que no son sitios de mucho lujo, pero se agradece estas opciones, que por ejemplo en Londres no tienes ni de lejos. Por supuesto, también tienes la opción del crepe, que no es muy cara, en puestos en sitios estratégicos como Las Tullerías o la Torre Eiffel. El precio entre 3,50 y 4 euros y de los salados el más típico es el de jamón y queso, y de los dulces tienes más variedad. Lo que es algo más caro es la bebida (pero como en el resto de establecimientos de París). * Tened en cuenta la diferencia de precio consumir en la barra y en la mesa: Sobre todo en cafeterías y si vaís a tomar alguna bebida. Ya son caras de por sí, que si llegas de nuevo y te sientas en una mesa, te va a costar en algunos casos el doble. En España en general esto no ocurre (cuesta lo mismo), pero en Francia no merece la pena coger una mesa y para eso es mejor tomarlo en la barra. Cuidado, que en muchos sitios los desayunos también diferencian entre barra y mesa. De momento, no se me ocurre nada más, de recordar algo, lo iré actualizando en el diario. Pero cualquier pregunta no dudéis en hacerla. Etapas 4 a 6, total 6
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