TAILANDIA: MITOS, REALIDADES Y NUESTRA VISIÓN PERSONAL ✏️ Blogs de Tailandia

Ese dia nos levantamos mas o menos tarde, sobre las 9, bajamos a desayunar, subimos a terminar de recoger y nos vamos en taxi al aeropuerto. 400 bath con taxi del hotel precio cerrado, nos lleva una taxista muy simpatica que intenta cobrarnos 500 una vez allí, alegando que no tiene cambio... pero rebusqué y encontré el precio justo!!!

En el aeropuerto nos sobra tiempo (mi marido es un agonías con llegar pronto a los aeropuertos), nos vamos al food center y nos comemos un menú desayuno en el macdonalds, que consiste en una minihamburguesa y una especie de pastel de patata, de repente nos supo a gloria!! Comentamos Bangkok, nuestra conclusión es que hemos visto un monton de cosas pero que necesitariamos al menos otros tres dias allí, no hemos ido a kao san, ni a la casa Jim Thomson, ni a más templos que los de la excursion y wat traimit... y un largo etc. Nos arrepentimos muchisimo de haber cogido la excursión con Asian Spirit, pero nuestro balance es muy bueno, es una ciudad que agota y engancha a partes iguales, mientras una parte de ti te pide irte al hotel a darte una ducha y tumbarte, otra quiere investigar todo, probar la comida callejera, agobiarte en sus calle y vivirla a tope. Ese es el sentimiento que me genera a mi Bangkok, muy parecido al que me generó Tokio el año pasado.

Nuestro avión sale a las 13.30, volamos con Bangkok Airways, una compañia muy divertida que te pone un video musical de su personal bailando y te da de comer más que Air Europa en un vuelo transoceanico, y eso que el vuelo fueron 55 minutos, llegamos a ko samui y el aeropuerto muy pequeño, parece un bungalow.
El viaje a nuestro hotel en taxi, hotel kandaburi (no pongo su web porque no quiero hacerles ningun tipo de publicidad), 400 bath precio cerrado, y eso que esta al lado del aeropuerto.
Lo primero decir que yo ya sabía que iba a la zona de playa "mala" de chaweng, nadie me engañó, también diré que teniamos una reserva en el Samui Resotel y la anulé un mes antes porque salía muy cara y ya nos ibamos a dar el homenaje en ko phangan, asi que me decidí por un hotel "normal", de 4 estrellas y precio asequible (80 euros la noche), o eso creia yo...

Cuando llegamos al hotel nadie nos hizo caso en un buen rato, nos sentaron en una especie de hall al aire libre con un calorazo horrible mientras las chicas de la recepción se morian de la risa en la pecera con el aire acondicionado tan agusto.
Después de un buen rato les recordamos que estamos ahí, nos pide los pasaportes y se los vuelve a llevar a la pecera, vamos que el check inn como tal ni lo hicimos, al rato sale una y nos dice que nos acompaña, que nuestra habitación está en el otro lado. Hay que cruzar la carretera y subir una cuesta considerable en dirección contraria a la playa. No nos explica nada del hotel, ni desayuno, ni wifi, ni nada. La habitación es super oscura, y a pesar de ser enorme no luce nada, necesita una reforma urgente, de regalo de bienvenida una cesta de fruta, el rambután con un gusano asomado.

Después de la decepción , decidimos echar una siesta, que al final se nos va de las manos, estabamos bastante jorobados la verdad, sobre todo porque nos habría apetecido más estar en bangkok. Por la noche y después de intentar que nos conectaran a la wifi por telefono con recepción (de pago), nos duchamos y nos vamos a dar un paseo hacia el pueblo. Vamos por la playa, y asi, de noche, se ve muy lindo todo, con restaurantes super coquetos, y hoteles muy bonitos con terraza. Decidimos cenar en un restaurante enclavado en la playa, que pertenece a un hotel cuyo nombre no recuerdo, pero que daba acceso por dentro a una galería comercial.
Todo idilico hasta que se pone a llover... diluviar.... jajaja, nos resguardamos y cenamos. Correcto todo, sin mas, un tormenton, cuando escampa nos metemos por dentro y caminamos hacia el pueblo por la carretera principal, hay un ambientazo, nos damos un buen paseo, sopesamos la idea de ir al parque marino de ang thong mañana, pero al final decidimos que no, que iremos desde ko phangan, pasamos por la calle de las discotecas y nos tomamos un cocktail en una terraza viendo pasar gente de lo más variopinta.
Desde luego hay que reconocer que ambiente no falta. Pasamos un rato divertido y decidimos volver a pie, uf, que calor y que caminata, a la ida no parecia tanto... a dormir y a ver que nos depara el dia de mañana.

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Nos levantamos sobre las 9 y a desayunar, dispuestos a cambiar el chip y pasar un agradable dia de playa. El desayuno no estaba mal, nos cambiamos y a la playa. Casi se me cae el alma a los pies. La playa de nuestro hotel no es que sea mala, es que es la peor playa que he visto en mi vida, ahora de día se ven los detalles... aparte de sucia y llena de fango, el hotel tiene una bajante por la que sale toda la guarreria del hotel directa al mar, que intentan desviar por medio de unos sacos de tierra, que hay que atravesar saltando para continuar a la playa de los hoteles de al lado (por la noche ayer, nos parecio una rambla y que los sacos estaban para facilitar el paso por una salida natural de agua).
Aparte a la altura de nuestro hotel la anchura de la playa es de unos 5 metros, me dan ganas de llorar, pero hay que ser positivos, nos bañamos un rato en la piscina, que está bastante bien la verdad, y finalmente cogemos el petate y nos vamos a explorar otras zonas de la playa. A medida que nos acercamos al pueblo la playa mejora mucho, comemos muy bien en la terraza de la piscina del hotel Amari (que buena pinta tiene este hotel) Un ratito más de playa que está mejor por esta zona y directos a dormir la siesta, ya de mejor humor y riendonos, y también prometiendonos que no volvemos a racanear dinero en ningun hotel en nuestra vida.
Cuando nos levantamos, nos ponemos un poco guapos y otra vez a la playa, hay un montón de gente con lucky balloon, que da un aire muy romántico a todo (son las lamparitas de queroseno que se lanzan al aire pidiendo deseos). Caminamos bastante y decidimos cenar en un sitio de pescado, una rica parrillada de pescado y marisco en un restaurante en la arena precioso por unos 45 euros en total. Como estamos llenos, seguimos paseando y nos encontramos un bar chill out con puffs super cómodos en plena arena, musica genial y muy buen ambiente que llevan unos chicos de lo más simpatico, nos tomamos un cocktail alli, viendo las estrellas a la luz de las antorchas, que rato mas chulo, solo por eso mereció la pena ko samui.
Me dio pena no quedarme mas dias y explorar otras zonas de la isla, la verdad, pero tampoco mi balance es negativo, solo que no volveria a esa zona.
Volvemos caminando por la playa, unos dos km, y cuando llegamos a nuestro hotel, horror, la marea ha subido y no podemos atravesar nuestros queridos sacos. Así que hay que colarse por otro hotel, salir a la carretera y por fin llegar. Todo facilidades, como veis...
A pesar de todo, me voy a la cama con una sensación muy agradable, mañana nos vamos a ko phangan y estamos expectantes.

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En esta etapa en realidad no hay mucho que contar. Contratamos el servicio de transfer desde nuestro hotel en Samui, hasta el muelle del Anantara Rasananda, allí hay una sala de espera en la que te ofrecen té helado, toallitas... y a la hora convenida sale la lancha rápida hacia el hotel.
La ubicación del hotel es Thong Nai Pan Noi Beach, una playa preciosa y tranquila, en la que destacan tres resorts, aparte hay hotelitos pequeños, un diving center, algun restaurante...
A la llegada, bienvenida a la tailandesa, nos explican un poco todo, y resulta que tienen todas las habitaciones preparadas menos la nuestra, por lo que nos invitan a un masaje de cuello, cabeza y hombros en el spa. Empezamos muy bien, si señor.
Nuestra habitación está en alto, tiene piscina privada, una Ocean Pool Suite, nos encanta, todo cuidado hasta el máximo detalle. Problema: la piscina de la habitación está muy fria, al menos para mi gusto, pero eso no nos impidio disfrutarla.
Baño en el mar, en la piscina, comemos en el restaurante del hotel a mediodía, precios medios, comida tipo sandwiches, hamburguesas, ensaladas... muy rico todo.
A partir de ahí comienzan 4 días de playa, descansar, kayak, comer, beber y desconectar. El hotel es carísimo pero a mi me mereció la pena. Algunos días saliamos a comer a algun restaurante de la playa, y la última noche cenamos en uno del pueblo que se llamaba Laluna y nos gusto muchisimo. Paseabamos por el pueblo, ibamos a recargar el movil, otra vez al hotel... vamos que disfrutamos el hotel a tope, la verdad.
No voy a engañar a nadie, buen tiempo no hizo, la primera noche cayó un chaparrón que se convirtió en tormenta, el segundo dia estuvo nublado (aún así me quemé) y los dos últimos ya si que hizo sol pero con tormentas vespertinas.
La playa idilica, la sensación de tengo toda la playa para mi nunca la había tenido, ni siquiera en maldivas. Había una especie de larvitas en el agua que irritaban un poco la piel, pero no picaban ni nada. A veces molestaba un poco el ruido de los taxi boat, pero eso ya es rizar el rizo. El desayuno del hotel increible, te preparaban huevos benedictine de 5 formas diferentes, por poner un ejemplo, comidas y cenas deliciosas, todas las noches cena temática y alguna animación...Los masajes... uf, el mejor de mi vida me lo di allí. Mi chico estaba encantado también, la verdad es que fueron unos días muy bonitos.
Alli estuvimos cuatro dias con sus cuatro noches, la mañana del quinto, desayunamos y partimos a ko samui a las 9.30. Allí el hotel tuvo el unico detalle que no me gustó (el trato había sido perfecto durante todos los dias).
Había un poco de oleaje, nada exagerado, y la lancha paró a más de 50 metros de la orilla, al principio pensabamos que era una broma, pero no, cuando vimos a los mozos cargando nuestras maletas en lo alto y empapados, empezamos a temernos lo peor, bien, pues nos hicieron ir andando hasta allí, vamos, bañarnos vestidos, mojandonos enteros, bolsos incluidos, cuando llegué al barco el agua me llegaba por las axilas, y no exagero. No entiendo que no tengan una pasarela o similiar para casos asi, estabamos todos alucinando, mi marido con mi bolso encima de la cabeza... y de verdad que no habia tantas olas.
Pero lo peor no fue esto, llegamos al muelle de ko samui, calados hasta los huesos, gente que iba de claro con la ropa totalmente transparente y pegada al cuerpo, pensabamos que allí nos dejarían cambiarnos de ropa, habían sido tan amables a la ida... pues ni muchisimo menos, metiendo prisa, corriendo a las van que nos llevaban al aeropuerto, allí en los baños nos tuvimos que cambiar...
La verdad es que no me gustó nada la situación, pienso en una persona mayor, de movilidad reducida, o que le de miedo el agua... y como llega a la lancha? creo que deberían mirar eso...
Aún así este final raro no empaña los maravillosos días que pasamos allí...

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