18 días por la Costa Oeste de Estados Unidos: un sueño hecho realidad ✏️ Blogs de USA

Hoy nos levantarnos un poco más tarde para poder descansar de lo que llevábamos de viaje. Desayunamos en la habitación unos bollos que teníamos por ahí guardados y recogimos todo, ya que esa noche cambiábamos de hotel. Si, quisimos probar diferentes hoteles. Hoy tocaba el Stratosphere, el hotel de la torre panorámica.

Cogimos la mochilas, hicimos el checkout después de una pequeña cola (en los mostradores de recepción a todas horas hay gente que llega o se va). Cogimos el coche y pusimos rumbo a la Presa Hoover. Llegamos y en la entrada pasamos un pequeño control de seguridad de la policía.

Buscamos aparcamiento pero la cosa estaba complicada. Al final lo dejamos en el parking de pago que hay de varias plantas. Por lo menos estaba a la sombra. Desde aquí arriba ya se veía la presa.


Salimos a la calle y sentimos la brisa de aire caliente del desierto. Es un día caluroso, así que crema solar protectora y sombrero que te crió. Había mucha gente, lo que demuestra la importancia del lugar.

El monumento a la Fe es uno de los puntos donde nos parábamos todos. Se construyó en honor a los noventa y seis hombres que murieron durante la construcción de la presa.


Atravesamos la presa viendo las dos grandes torres que tantas veces había visto en películas y documentales.

Algo curioso es que la presa está entre dos estados, por lo que media está dentro del estado de Arizona y la otra media en el de Nevada.


Seguimos andando una vez pasada la presa y subimos a lo alto para tener mejores vistas. Pasamos al lago de una gran cueva-garganta artificial para evacuar agua del lago. Una impresionante abertura en la roca que se perdía en la oscuridad.


Seguimos un poco más hasta subir unas empinadas escaleras donde había un mirador.


Volvimos a la presa.



Sería medio día y decidimos irnos porque hacía mucho calor. Había visitas al interior de la presa para ver sus instalaciones pero decidimos no hacerlas porque había mucha cola.

Volvimos Las Vegas con destino al Outleet Premium North. Es un centro comercial al aire libre y no cerrado como es el Outlet de la zona sur.

Antes de asaltar las tiendas fuimos a comer a la zona donde están los restaurantes (de comida rápida), que es un gran local donde están todos juntos con mesas en común para sentarte a comer lo que has pedido y bajo cubierto. Comimos y empezamos a ir de tienda en tienda. Los grandes descuentos se notan más en los artículos de marca. Durante unas horas compramos algunas cosillas y nos fuimos al Stratosphere Hotel, nuestro siguiente alojamiento.

El tráfico en Las Vegas es muy intenso pero se conduce bien. Llegamos al parking del hotel y nos dirigimos a la recepción para hacer el checkin. Nos dieron una habitación un poco sencilla, pero bueno, para lo que nos costó y para dormir fue suficiente.

Bajamos a recorrer a pie el strip de norte a sur. Es una buena caminata pero como vas viendo cosas y entrando en los casinos no te enteras y de repente estás en la otra punta del strip.


La zona del Stratosphere está un poco más dejada y no hay mucho ambiente. Te cruzas con gente un tanto extraña, pero como era de día no vimos ningún peligro. Otra cosa es ya transitar por esta zona de noche, cosa que no hicimos, volvimos en taxi.

Primero entramos al Circus Circus (Lo vimos un poco rápido).




Luego al Encore At Wynn, mucho más bonito.




El Venetian , una maravilla.




Luego fuimos a cenar al restaurante Denny’s en frente de la atracción del volcán en el Mirage.

Después de cenar entramos al Caesar Palace (impresionante, sin duda el mejor)





Luego pasamos al Bellagio




Y para finalizar al MGM, el de la Metro Gold in Mayer.




En el MGM cogimos un taxi en la entrada del hotel que nos llevó al Stratosphere.

Llegamos al hotel y nos fuimos a dormir muy cansados. Cada vez se va notando más el cansancio acumulado de todo el viaje. Mañana nos esperaba un emocionante día. Cambio de aires.

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Nos levantamos pronto porque teníamos que dejar el coche en la oficina de Dollar del aeropuerto McCarran de Las Vegas. Hoy cogíamos un vuelo con destino a Salt Lake City. De esta manera nos ahorraríamos bastantes horas de viaje si lo hicieramos en coche. Desayunamos algunas provisiones que teníamos de reserva, recogimos e hicimos el checkout. Cogimos el coche y bajamos todo el Strip hacia el sur con destino al aeropuerto y despidiéndonos de la ciudad. Pasamos por delante del cartel “Wellcome to fabulous Las Vegas” pero no paramos porque íbamos mal de tiempo.

La devolución del coche es sencilla. Llegas a los aparcamientos de las oficinas de alquiler (están todos juntos y te vas guiando por los carteles de tu empresa). Dejas el coche cuando llegas a la zona de tu empresa de alquiler, sacas tus cosas, dejas las llaves y vas a las oficinas donde entregas los papales que te dieron en la oficina donde cogiste el coche. Fue todo muy rápido.

Después cogimos el bus de la empresa de alquiler que nos llevó a las terminales del aeropuerto. Buscamos los mostradores de Delta e hicimos el checkin en las máquinas automáticas. Pasamos el control de seguridad y buscamos nuestra puerta de embarque hasta la hora de salida del avión.

Este vuelo duró poco más de una hora. Desde las ventanillas vimos las grandes montañas situadas junto a Salt Lake City donde en 2002 se celebraron los Juegos Olímpicos de Invierno.


Bajamos del avión y fuimos en busca de las empresas de alquiler de coches. Teníamos reservado el alquiler de un coche con la empresa Hertz, el cual nos serviría para movernos en esta parte del viaje.

Encontramos la oficina y cuando llegó nuestro turno entregamos los papeles de la reserva. Nos atendió una simpática chica que aunque no sabía español nos atendió muy bien.

Teníamos reservado un coche de la gama más baja, pero al final nos dieron uno de una gama mejor al mismo precio. Nos ofrecieron el seguro en carretera pero digimos que no y no insitieron ni fueron pesados. Nos dieron los papales y salimos a la zona del garaje que nos indicó. Vimos un Nissan Versa gris prácticamente nuevo y no lo dudamos. Lo revisamos y nos lo quedamos. Se lo dijimos al muchacho encargado y un plis ya estábamos arrancando el coche. Pusimos el gps dirección al alojamiento en Yellowstone, más bien a las afueras ya que estaba fuera del parque, al oeste, en el estado de Idaho. Un lugar de ensueño junto a Henrys Lake.

Nos esperaban más de cuatro horas de viaje pero se pasaron rápido admirando los paisajes por los que vas pasando.




Fuimos por la carretera interestatal 15 pasando por Pocatelo e Idaho Falls. Aquí nos desviamos por la caretera US-20 hasta llegar a Island Park. Por esta zona se ven muchos ranchos y granjas con sus vallados y animales, como los de las películas. También todo está más verde y no tan seco como los paisajes de los días anteriores.



Llegamos a nuestro alojamiento Jared’s Wild Rose Ranch. El entorno era de cuento. Un lago con montañas al fondo y colinas alrededor y el alojamiento de madera a la orilla del río. Hicimos el checkin en la oficina-tienda-supermercado y nos dirigimos a dejar las cosas en nuestra habitación. Había más gente, sobre todo familias con sus hijos. Un ambiente muy agradable.




Se estaba poniendo el sol, por lo que las luces y colores del lugar eran fabulosos. Por aquí hacía fresco (por fin dejamos atrás los calores del desierto), así que nos pusimos unas chaquetas y a explorar la zona. Cogimos el coche (si, aún teníamos ganas de coche) y fuimos unos pocos kilómetros por la carretera para ver la zona.






Aquí está nuestro bonito Nissan Versa posando por tierras de Idaho.


Se empezó hacer tarde y estábamos cansados, así que compramos algo de cenar en la tienda-supermercado y nos lo llevamos a la habitación. El cielo estaba revuelto y la predicción del tiempo ponía agua para los próximos días. Y así fue.

Nos acostamos pensando en lo que nos esperaba al día siguiente… Yellowstone.

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Nos levantamos, desayunamos en la habitación algunas provisiones que teníamos e hicimos el checkout. Nos despedimos de aquel bonito lugar y pusimos rumbo a Yellowstone. El día amaneció fresco, nublado y con pinta de llover.

Yellowstone es inmenso, por lo que se necesitan varios días solo para ver lo principal. Tiene la peculiaridad de que la carretera que lo recorre tiene forma de ocho, y eso hace que se recorra más fácilmente para ir de un lugar a otro. Nosotros lo que hicimos fue dividir la visita en tres tramos y hacer noche cada vez en un sitio fuera del parque, ya que en los alojamientos de dentro es muy difícil conseguir algo si no reservas con muchos meses de antelación.

Entramos al parque por el oeste, y como en todos los parques a la entrada nos dieron mapas e información en español.


Nos dirigimos hacia el sur, a la zona llamada Lower Geyser Basin. No paramos aquí si no que seguirnos hasta Midway Geyser Basin. Mientras tanto vas admirando el paisaje como grandes praderas con manadas de bisontes, y como no, paramos.


Llegamos a la zona de Midway Geyser Basin donde está una de las piscinas termales más famosas del parque, Grand Prismatic Spring, esa que tiene tantos e intensos colores. Dejamos el coche en el parking y seguimos el sendero de madera que recorre la zona. Fue nuestro primer contacto con los vapores provenientes del centro de la Tierra del que ya veníamos avisados de su desagradable olor. Huele como a huevos podridos.


Aquí vimos las piscinas termales Grand Prismatic Spring, Opal Pool, Turquoeis Pool y Excelsior Geyser.





Los chorros de agua y riachuelos de estas piscinas desembocaban en el río que pasa por allí.


Una vez visto fuimos al parking y cruzamos la carretera para subir a lo alto de una empinada colina desde donde se ve la toda esta área desde lo alto.



Seguimos con el coche una corta distacia por que había un sendero que subía a otra colina donde se veía mejor Grand Prismatic Spring pero no lo encontramos así que seguimos para delante a la zona de Upper Geyser Basin donde se encuentra Biscuit Basin, otro grupo de piscinas termales y géiseres. Vimos Saphire Pool, Wall Pool, Jewel Geyser, Shell Spring, Avoca Spring, entre otros.





Seguimos para delante hasta Black Sand Basin donde vimos el Cliff Geyser, Sunset Lake, Emeral Pool, etc.



Continuamos hasta Old Faithful Visitor Center, donde está el géiser más conocido del parque y uno de los más grandes, el Old Faithful (el viejo fiel) ya que se sabe con exactitud cuándo va a producirse una erupción (cada hora y media aprox.). La erupción dura unos cinco minutos y el chorro sube a unos 50 metros de altura.


Dejamos el coche en el parking y fuimos a ver la hora de la siguiente erupción. Como faltaba una media hora, fuimos a recorrer parte de los senderos de la zona, que hay unos cuantos.



El cielo estaba muy encapotado y amenazaba lluvia, tanto que empezó a caer en medio del sendero así que nos volvimos. Cuando llegamos al Old Faithful dejó un poco y nos esperamos en la gradas que hay alrededor del géiser para que la gente espere a la erupción, estaba lleno de gente.


Todos estábamos impacientes hasta que de repente empezó aquello a echar agua y vapor para arriba. Que impresión, y el ruido que hacía.



De repente, en medio de la erupción empezó a llover de forma torrencial y todo el mundo salimos corriendo a resguardarnos al Visitor Center y el área de servicio que había al lado. Fue un momento de locura, pero muy divertido.

Una vez dejó de llover cogimos el coche y seguimos la ruta (ya veríamos esta parte más detenidamente el próximo día y sin lluvia). Cada dos por tres vas parando en sitios, hay muchos apartaderos y pequeños parking para dejar el coche y ver por ejemplo las Kepler Cascades.


Y más adelante en las Lewis Falls.


Este lugar y sus alrededores es realmente bonito con unas verdes praderas con riachuelos rodeadas de pinos y montañas nevadas al fondo.



El río Snake acompaña a la carrereta durante un buen rato, donde en algún tramo crea un gran barranco.


Seguimos con nuestra ruta hacia Jackson, localidad situada a unos 130 km. de Yellowstone y donde teníamos reservado el alojamiento para esa noche además de un espectáculo de rodeo americano muy típicos en esa localidad.

Salimos de Yellowstone y a la vez entramos en el parque de Grand Teton.


Una maravillosa cordillera con grandes picos aún nevados y que a sus pies tiene río Snake y praderas con riachuelos. Uno de los parajes que más me gustó en todo el viaje.

Fuimos parando en algunos lugares ya que en esta carretera también hay apartaderos para ver las magníficas vistas de este parque. Una de esas paradas fue al lado del lago Jackson Lake con las montañas de fondo.


Seguimos para delante y paramos un rato en el Visitor Center para verlo. Estos lugares son muy interesantes ya que además de ofrecerte información sobre el parque en cuestión, suele haber alguna pequeña exposición.

Después de dar una vuelta seguimos la ruta y paramos de nuevo, esta vez en Cunningham Cabin, una antigua cabaña del año 1885 con un fondo precioso, los picos del Grand Teton nevados rodeados de imponentes nubes tormentosas. La zona estaba llena de perritos de las praderas que se nos acercaban sin ningún temor.




Aquí también vimos una gran tormenta sobre los picos (fue impresionante).



Ya casi llegando a Jackson salió el sol y vimos un bonito arco iris.


Buscamos el alojamiento El Rancho Motel Jackson, hicimos el checkin y nos fuimos al rodeo que teníamos reservado con Jackson Hole Rodeo. Llegamos, dejamos el coche, enseñamos la reserva y pasamos. El lugar era auténtico. Un campo de tierra rodeado de gradas llenas de gente, la mayoría turistas, pero también gente del lugar vestida al estilo del oeste con botas y sombrero. Había música ambiente y chicos vendiendo perritos y dulces entre la gente. Muy americano.


El espectáculo empezó con el canto del himno americano por una chica en medio de la pista mientras un jinete a caballo llevaba la bandera americana.

Hubo muestras de destreza sobre toros y caballos desbocados, donde la mayoría de los jinetes acabaron por los suelos. También hubo competición de caza de terneros con lazo y algunas actividades más.



Después de un buen rato decidimos irnos sin terminar el espectáculo ya que hacía frío y teníamos hambre.

Fuimos a buscar algo para cenar y no encontrábamos ningún sitio abierto. Pasamos a un sitio donde vendía solo realizaban pedidos por la ventanilla con coche. Pedimos y nos fuimos al alojamiento para cenar en la habitación.

Cuando esteis por esta zona tener en cuenta que cierran los locales muy temprano y os podeis quedar sin cenar.

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