![]() ![]() Ruta SUDESTE ASIATICO 2014(en construccion) ✏️ Blogs de Asia
Nuestra SUPER luna de miel. 7 semanas recorriendo el sudeste asiatico, desde Malta, hasta Camboya, pasando por Cairo, Jordania, Thailandia, Singapur, Malasia, y Dubai. Todo por libre... Pedazo viaje!!!Autor: TxeTxeTxe Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (6 Votos) Índice del Diario: Ruta SUDESTE ASIATICO 2014(en construccion)
01: Preparacion
02: El Cairo - Tierra de faraones
03: Petra - El tesoro de los Nabateos
04: Ayotthaya - En busca del reino de Siam
05: Lop Buri - Evocando a Tarzán
06: Sukhothai - Los origenes del reino de Siam
07: Chiang Mai - La ciudad de la aventura.
08: Krabi - Sol, Playa y Jungla
09: Islas Phi Phi - El paraiso perdido
10: Phuket - De la bohemia Phuket town al infierno de Patong
11: Singapur - La ciudad Estado
12: Phnom Penh - La terrible historia de los Khmer Rouge
13: Angkor Wat - El templo más grande del mundo
14: Kuala Lumpur - La ciudad cosmopolita
15: Penang, Had Yai, Surat Thani y un poquito de Revolución.
16: Koh Samui - Paz y sobre todo... Ang Thong
17: Koh Phangan - Full Moon Party
18: Koh Tao - La isla Tortuga
19: Bangkok - Desorden, compras y el timo de la estampita.
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Etapas 10 a 12, total 19
A las 17 llegamos al muelle de Phuket y vaya desastre organizativo, no hay tuk tuks esperando en la terminal. Una pequeña división de taxis, pero insuficiente para la armada de viajeros que veníamos en el ferry, que además en lugar de poder coger los taxis libremente, deben amontonarse en un pequeño mostrador atendido por 2 personas, para contratar el vehículo y posteriormente coger el taxi... Nosotros no estuvimos hábiles, y para cuando íbamos a sacar nuestro ticket ya se habían acabado los taxis y teníamos 50 números delante... Así que a la vista de una espera de más de dos horas, decidimos cargar mochilas a la espalda y echar a andar. Pudimos haber sido más perspicaces, ya que algunos avezados taxistas "piratas" se sitúan frente al ferry con un cartel como si fueran a recoger a alguien, y te ofrecen sus servicios (Claro está que no van a recoger a nadie porque si no no te los ofrecerían, pero así eluden la necesidad de licencia y la comisión de ese maldito mostrador), sin embargo nosotros pensamos que nos cobraría de más, y para cuando volvimos a buscarlo ya había partido... Tuvimos bastante fortuna porque otro taxista cargado de turistas pero con espacio libre en su minibus nos pregunto donde íbamos ya salidos de la terminal de ferrys y así el se evitó la comisión del mostrador, y nosotros la cola.
Nuestra primera noche, nos alojamos en Phuket town, capital de la isla y a escasos minutos de la terminal, sin embargo, un destino muy poco turístico. Llegamos al hotel tras una pequeña caminata de 10 min. con 20 kilos de peso sobre el lomo, ya que el taxista nos dejo en un cruce diciendo que estaba al doblar la esquina, y ole sus gónadas, estaba a mas de cuatro manzanas. El hotel Romanee Guesthouse, pequeñito pero muy chic, nos encantó, estaba en el inicio del phuket downtown y todos los edificios rebosaban diseños elaborados dignos de cualquier barrio bohemio de una capital europea. Muy cerca el barrio chino con su mercadillo por el que paseamos por la noche y donde aprovechamos para otro masajito de pies(para compensar la caminata con los macutos). Contratamos la excursión para ver el archipiélago del parque natural Pha Nga y la isla James Bond, donde se rodó la mítica "el hombre de la pistola de oro"(1600 bahts/pax). ![]() Por la mañana nos recogieron a las 9. Habíamos convenido que nos recogiesen en Phuket Town con las maletas, y nos devolviesen en nuestro siguiente destino en la isla,: la hiper turística playa de Patong... Lo cierto es que echamos en falta algo más de tiempo para visitar más a fondo phuket town, pero no esperábamos que fuera tan interesante. La excursión fue agradable, salvando las inevitables aglomeraciones, y que te venden paseo en kayak, pero no te dicen que tu no lo manejas sino que un "sherpa de agua" te va llevando por una ruta establecida, con otros kayak delante y detrás. Luego el poblado flotante, interesante, pero tan turístico, que te hace preguntarte a que se dedicaba ese poblado antes de vender baratijas procedentes de china a los turistas. Y la isla James Bond, abarrotada, pero punto mítico para cinéfilos como yo, y luego una playita preciosa donde tomar el sol, un cocktail o montar en moto acuática, parada de más de una hora...(esto creo que era un poco de relleno, pero muy práctica para la siesta que nos echamos). Desde mi punto de vista lo más interesante es el parque en general, el conjunto de pequeñas islas es de una belleza increible, así que recomiendo no hacerlo dando tumbos en speed boat como hicimos nosotros, si no en barco normal tipo crucero, ya que así se apreciará más el paisaje. ![]() Llegamos a la abarrotada playa de Patong donde esa noche celebraríamos la noche vieja, y el conductor nos la volvió a jugar... Tras 25 eternos minutos arrastrando los macutos, y golpeándonos con embriagados turistas y vendedores llegamos a nuestro hotel, y para culminar nuestra reserva hecha hacía más de 6 meses de una habitación con vistas al mar, se había convertido en una habitación en el primer piso, con vistas a callejón con edificio en obras en frente... No había mucho que hacer pues el hotel estaba lleno y lo mismo sucedería por todos los hoteles de Patong(trabajo en un hotel y se de buena tinta que gritar al recepcionista no sirve de nada, a parte de para desahogarte y obtener un amplio repertorio de vanas excusas), al mal tiempo, buena cara, me devolvieron el suplemento que pagué por las vistas al mar y nos echamos a la calle que ya a las 19 estaba preparándose para celebrar el año nuevo. Patong es el infierno... En el buen y mal sentido de la palabra(puesto que el infierno además de cosas malas también debe tener cosas buenas, de ahí que haya aduladores de Satán)... Por compararlo podría ser como Benidorm, pero servido de la salvaje servicialidad de la sociedad Thai. Rios de turistas inundan las aceras y calles, mientras que un amplísimo repertorio de restaurantes con pizzas, hamburguesas y comida occidental, por supuesto que se puede comer también Thai, pero pierde toda la esencia de otros sitios que habíamos visitado previamente. Todo muy hortera y aunque exótico, muy occidentalizado, que es exactamente como queríamos,gozar de esa noche vieja. Así pues aprovechamos para tomarnos un carpaccio y un solomillo(ya teníamos mono de carnaza) acompañado de cocteles exóticos, luego paseo por la poblada playa donde desde que desapareció el sol la gente no cesó de lanzar fuegos artificiales y farolillos volantes, y donde disfrutamos de nuestro primer "bucket", un cubo de playa como los de los niños pero repleto de bebidas espirituosas. A las 23 la gente ya estaba desatada... Música a tope procedente de infinidad de sitios, el cielo abarrotado de farolillos y fuegos de artificio, risas bailes, etc... Aprovechamos para lanzar unos farolillos nosotros también, y nos situamos frente a un señor que hacía malabares con fuego frente a un cartel de happy new year 2014 que encendería llegada la hora clave. No hubo cuenta atrás, ni uvas, ni nada así... Llegado cierto momento el malabarista se puso a encender las letras del cartel y cuando este estuvo en llamas la gente empezó a gritar... ![]() Cabe destacar que la sociedad Tailandesa no mide sus años como nosotros(ellos van ahora por el 2556, es decir 542 más que nosotros), y que al igual que los chinos celebran su fin de año en otra fecha allá por noviembre(los chinos sin embargo lo hacen en febrero). Sus años vienen dados desde la muerte de Siddartha, primer Buda iluminado. Sin embargo aunque no sea su fin de año lo celebran también a lo grande, al menos los más jóvenes, los mas mayores, aprovechan para hacer caja. Concluido el 2013 y con nuestro segundo bucket de vodka red bull en mano, decidimos dar una vuelta por la walking street, un larguísimo paseo dedicado a la perdición y digno de la crítica de cualquier madre. Cientos de bares, vendedores de estupideces luminiscentes, que por supuesto compramos, bares de señoritas que fuman, y la atracción estrella: el Ping Pong show.... Que fue nuestra próxima parada... Allí tras pagar desorbitados precios por la bebida (500 bahts/cerveza o 1000 bahts/combinado...recordemos 1000bahts=25€) presenciamos algunas maravillas del ser humano como ver a una señorita sacar de sus nobles zonas hasta 19 cuchillas de afeitar y luego serrar una pajita con cada una de ellas para demostrar su filo, o ver como fuma, o coge una botella de cerveza pero todo eso sin utilizar ni boca, ni manos, ni pies... Todo un desafío a las leyes de la física... A las 2 de la mañana cerraron el show, y aunque vimos varios de los 28 diferentes espectáculos nos quedamos con las ganas de ver el del famoso ping pong... Ya habrá tiempo en Bangkok... Pusimos de nuevo rumbo a la playa, donde se había montado una macro rave, en la que nos inmiscuimos durante una hora, hasta llegar a la conclusión de que o bien la gente era demasiado joven y disfrutaba de los pisotones, empujones y pisar botellas de cerveza, o bien lo contrario, que no voy a mentar, porque me sigo considerando un chaval. Un paseíto final por la zona menos poblada de la playa hasta el hotel y a dormir. A la mañana siguiente despertamos en torno a las 9 ya que el personal delhotel había decidido congregarse junto a nuestra habitación para marujear a carcajada limpia... Cosas de la vida o como dicen en el reino unido "shit happens". Con un nivel inesperadamente bajo de resaca cruzamos la calle que separaba el hotel de la playa y decidimos que era día de no hacer absolutamente nada... Maravillosa idea, así que de la tumbona(200 bahts por 2 tumbonas y sombrilla todo el día) al agua y del agua a la tumbona, y así yo tuve tiempo de actualizar este diario... No quedaba más que cenar, quizá otro masajito frente al mar, y esperar a que llegase la mañana siguiente para poner rumbo a nuestro próximo destino: Singapur. Etapas 10 a 12, total 19
A las 13:20 cogimos el avión de Air Asia y en 2 horas aterrizamos en Singapur. El cambio horario(GMT +7) hacía ser las 14:30 y tras coger el MRT(metro de allí) hasta el hotel para dejar equipajes, lo volvimos a coger destino Gardens of the Bay.
La primera mala noticia es que había que irse olvidando de los bajos precios de Tailandia... Los 7 eleven volvían a ser lo que en el resto del mundo... Un supermercado que dobla los precios de la calle(en Tailandia es incluso más barato que supermercados normales). Pero bueno, el metro era más barato que el de Madrid y eso sí impoluto... De hecho está prohibido beber y comer en toda la red de metro, cosa que no me parece mal, porque en Londres por ejemplo, a parte de poder encontrarte un sr. zampando se un chorreante kebab a tu lado, lo normal es encontrar miles de papelotes, botellas y envoltorios. La llegada a la estación frente a los Gardens by the Bay impacta bastante... Nada más salir te encuentras de frente con el impresionante Marina Bay Sands(ese hotelazo con tres torres y una piscina con forma de barco en la cima que las une). Al otro lado ya se divisaban las copas de los espectaculares arboles artificiales. Expliquemos, "Gardens by the Bay" es un gigantesco parque frente al mar, en él una docena(mas o menos) de árboles artificiales y metálicos, pero en cuyos laterales se han plantado diversas flores, que lo convierten en un auténtico ecosistema en si mismo. Entre todos estos árboles, miles de plantas y flores exóticas forman pequeños ecosistemas que imitan diversas floras de todo el planeta. Hay tres de ellos con ascensor, uno es un restaurante bar con muy buenas vistas, especialmente al atardecer, momento en que todo se ilumina. Los otros dos están conectados por un pasarela volante que te da la sensación de estar flotando en medio de todo ese paisaje. Bueno, pues todo esto es gratis, a excepción de los ascensores, por los que hay que pagar(5 SGD/3€). Además, en un extremo del parque hay dos inmensas cúpulas o pabellones, uno dedicado a las flores, y otro a la selva tropical... El de las flores bastante interesante, flores y árboles de todo el mundo y explicaciones de curiosidades sobre las mismas... Pero sobre todo el de la selva tropical... Desde una inmensa cascada a la recreación del clima húmedo y la vaporosa niebla de vapor de agua... La entrada a ambos cuesta 28 SGD y en caso de tener que elegir sólo 1 ya sabéis mi preferencia. El caso es que con las visita a esto perdimos toda la tarde(yo encima me había hecho daño en un tobillo haciendo alguna estupidez de las que me caracterizan así que tuve que ir despacito y cojeando todo el día. Y ya de noche, nos acercamos al inmenso centro comercial del hotel Marina Bay Sands, dónde al anochecer hacen varios espectáculos de agua y luz en una fuente frente a la bahía de Singapur. De paso también vimos el museo de arte contemporáneo(ese que tiene forma de flor de loto) ya que estaba de camino. Y nos paramos a admirar el Skyline de Singapur iluminado, un paisaje sobrecogedor. Cogimos el MRT de vuelta a nuestro hotel, el Santa Grand en la zona de "Bugis" zona donde comienza el barrio musulmán, así que decidimos cenar en las inmediaciones en un rico restaurante turco(mención especial al Te de manzana frío y la limonada que valían cada uno de los 4 SGD que pagamos por ellos(de hecho repetimos) y a la cama, que al día siguiente tocaba patear todo Singapur. Al día siguiente empezamos por el vecino barrio musulmán, para dar luz a las mezquitas que vimos por la noche. Cogimos un bus(0'75 SGD) hasta Chinatown y deambulamos viendo tiendas y todo tipo de baratijas para turistas que ofrecían en el barrio chino. Por destacar algo encontramos una de las 4 tiendas oficiales de Tintín(o eso asegura un cartel en la misma, aunque yo juraría haber visto varias ya...). Cuando se acercaba la hora de comer, cogimos un MRT hasta el barrio hindú, para comer algo. Allí muchos restaurantes de comida hindú de verdad(lejos de los elegantes restaurantes hindúes de Occidente, y claro, la gente come con la mano(puede resultar un poco chocante a la vista)... Desde el pollo curry hasta el arroz, y en lugar de plato usan una hoja de banano a modo de mantel... Luego la hoja se frota un poco con un paño húmedo y a comer el siguiente. Fuimos a un restaurante un tanto occidentalizado, Banana Leaf Apollo(da la sensación de tener franquicias). Aunque la gente comía también con la mano todo tenía bastante mejor aspecto que en los bares y restaurantes más "auténticos". La comida, picante, pero muy rica. ![]() Sorprendente es la mezcla de culturas, como junto al barrio chino encuentras una iglesia católica, así como una mezquita junto al barrio hindú, niñas que salen del colegio con su burka y van al MRT junto a otras en minifalda...A veces me pregunto como puede haber tantos odios en ciertos lugares, y tanta tolerancia en otros cuando se trata de las mismas crencias y cultura... Probablemente la diferencia venga de la educación. Tras una vasta comida, Raquel, que trabaja en el mundo de la hípica, tenía mucha curiosidad por conocer el hipódromo de Singapur: Kranji. Fuimos en MRT en casi una hora de trayecto en hora punta, y como se llena el metro! Allí disfrutamos de algunas carreras, apostamos un poco... Ganamos(poco), perdimos(un poquito más) y nos volvimos al centro. ![]() Queríamos ver la popular fuente del león que echa agua por la boca, así que nos apeamos frente al Hotel Fulerton(vaya hotelazo, tiene hasta un túnel subterráneo de uso público para cruzar la carretera, pero está decorado como si de una suite de lujo se tratase. Tras unas fotos haciendo el chorra con el chorro, anduvimos toda la bahía para llegar de nuevo al centro comercial del Marina Bay Sands, donde aprovechamos para meternos en el casino... Madre del amor hermoso! Habíamos estado en varios casinos en Madrid, Marbella, Malta, Mónaco, Cairo... Pero este era dantesco... A falta de conocer el Belagio de Las Vegas estoy seguro de que es de los más grandes del mundo... Multitud de juegos que desconocía por completo, además de los habituales(uno me recordaba al juego chino al que juega "Barney" en "Como conocí a vuestra madre"), y ojo apuesta mínima bastante alta(25SGD), así que echamos unas manos, y esta vez a mi se me dio mal el Black Jack y perdí 50 SGD, pero recuperamos a la ruleta... Tercera noche en casino y otros 25 SGD de beneficio, además de la habitual fichita de recuerdo... Con dichos beneficios decidimos coger un taxi, pues estábamos molidos, nos fuimos a dormir para, a la mañana siguiente tras probar la piscina de la azotea, coger de nuevo otro taxi al aeropuerto rumbo a Phnom Penh(Camboya). Etapas 10 a 12, total 19
A la llegada a Phnom Penh un servicio de taxi con precio cerrado(9 USD) nos trasladó a nuestro hotel The Blue Lime, un pequeño hotel precioso, cercano al palacio real, que resultaba un oasis en la jungla de asfalto, suciedad, polvo y ruido de la capital camboyana.
La primera sorpresa fue ver que nadie utilizaba la moneda local, el KHR o Khmer Riel, de ínfimo valor ya que 1€ equivale a 5000 KHR, así que todos los precios(al menos en las zonas turísticas) están en Dólares Estadounidenses. Sin embargo es una moneda muy "grande" ya que no tienen monedas y por tanto sistema centesimal, así que todo cuesta 1 dolar mínimo. Nosotros cambiamos a Riels, porque sino con el redondeo acabas perdiendo céntimos, y considerando que la gente de la calle, hace el cambio facil 1 $=4000 KMR, y en la oficina de cambio a día de hoy te ofrecen más de dichos 4000, salíamos ganando con el cambio. Además y lo más importante, mediante este cambio, con apenas 300€ conseguimos ser millonarios por un día. Salimos a dar un paseo y nuestra primera sorpresa, es que en el palacio real(25000 KHR/pax) no admiten a gente con hombros o rodillas descubiertas(esto es común en templos o mezquitas en todo el mundo), pero tampoco el remedio del chal sobre los hombros, que habitualmente practican las mujeres al entrar en lugares sacros. Así que tuvimos que dejar la visita para el día siguiente. Phnom Penh es caótica, las motos y motocarros(tuk tuk) circulan a toda velocidad e inexplicablemente sin colisionar (otro de esos misterios de la física por resolver, ya que en Malta sin pasar del límite de 60kmh ves mas accidentes que autobuses). Las aceras repletas de carros con baratijas, fruta, comida, y peluqueros que te cortan el pelo allí mismo(me quedé con ganas de jugarme la oreja a la ruleta rusa y cortarme el pelo en plena calle). Cerca del palacio se alternan las calles anteriormente descritas con bastante basura por todas partes; con limpias calles repletas de bares y restaurantes con carteles y nombres occidentales, y en casos regentados por algún maduro y bohemio europeo que ha emigrado en busca de una vida más tranquila, y ahora ha montado su negocio, atendido por personal local y de económica mano de obra... Sin embargo yo no veo la paz en esta ciudad donde todo el mundo grita, suplica llevarte en tuk tuk, o rebusca en la basura en pos de algo que llevarse al buche. Pásamos por el hotel para gozar de la preciosa piscina ajardinada y volvimos a salir para cenar en uno de estos restaurantes. Muy bueno todo, por cierto. Por el camino convenimos con un tuk tuk que nos hiciese de guía al día siguiente por 23$. El conductor nos explico la ruta que el haría y que horas son mejores para cada sitio. Vuelta al hotel y a dormir que al día siguiente nos esperaba un durísimo día, no tanto en lo físico como en lo mental. ![]() A la mañana siguiente decidimos madrugar para ver el Palacio Real a primera hora, y así ya quitárnoslo de encima, ya que está sujeto a horarios, bonito, sin más, pero no me entusiasmo en demasía, y a las 9:30 según lo convenido ya estaba esperando el tuk tuk a la puerta del hotel. Así que pusimos rumbo al museo del genocidio. Hay que informar brevemente que Camboya fue colonia francesa hasta 1950, luego se reinstauro la monarquía, pero en 1970 se proclamo la república(creo que mediante un golpe de estado) ,que al parecer no fue más que un desastre, y en todo este caos, en 1975, emergieron los Khmer Rouge o Jemeres Rojos, de ideología de ultraizquierdas y socialista, su lider, Pol Pot, empezó por imponer un sistema socialista y encarcelar y matar a los enemigos del estado(todos sus posibles enemigos). Pero en su locura, empezó a ver fantasmas por todas partes, y a encarcelar y matar a gente sin juicios, así en apenas 4 años de gobierno, muerieron 3.000.000 de camboyanos, de todas las edades y clases sociales. El museo del genocidio es una de estas cárceles, adornada con una amplia exhibición de cuadros, fotos, celdas e instrumentos de tortura, y un documental de 60 min. que proyectan a las 10 de la mañana, con terrible calidad acústica y de imagen (tele de 28 pulgadas con pantalla de tubo)pero sin embargo interesante aunque no imprescindible. La visita en general es bastante fantasmagórica, sin embargo un necesario preámbulo para lo que vendría después. Tras 2 horas en la cárcel, volvemos al tuk tuk y sorpresa, nuestro conductor ha cambiado, nos cuenta el nuevo conductor que el otro no podía, y que ahora él, sería nuestro guía durante todo el día(no hablaba mucho inglés que digamos pero eso es lo que entendimos). Ponemos rumbo a los campos de exterminio, y a mitad de camino nuestro nuevo piloto se detiene y nos da unas mascaras anti polvo, de esas que llevan los chinos desde la gripe aviar, y menos mal, 20 minutos de trayecto por un polvoriento y empedrado camino se hubieran hecho eternos sin esas máscaras. Llegamos a los campos, (Entrada 25000/pax) y entre las historias de la audioguía junto los restos óseos y de ropa que se encuentran medio enterrados a los lados del camino, se le pone a uno la carne de gallina. Este era el lugar donde trasladaban a los presos para ejecutarlos, eso si, para ahorrar munición empleaban palos o cuchillos. Para concluir la visita una pagoda conmemorativa, donde por rigor científico se han separado los cientos de cráneos encontrados, en relación a la edad con la que murieron... Espeluznante, pero imprescindible para darnos cuenta de la barbarie, hace apenas 35 años! Salimos con el alma por los suelos, y nuestro conductor puso rumbo al mercado ruso, por el polvoriento camino recuperamos el hambre y al llegar al russian market comimos algo rápido y a olvidar penas con una terapia infalible: comprar! El mercado ruso lleva ese nombre porque antiguamente comerciaban los rusos ahí, sin embargo no esperéis encontrar nada diferente de un chino o un camboyano vendiendo ahí. Para comprar hay de todo tipo de productos: ropa, comida, artesanías, dvd's(mi perdición, tienen hasta series en castellano) e incluso recambios de automoción... Todo a muy buen precio y encima regateable. Después no queríamos perdernos el Central Market, cuyo edificio es ya representativo de la ciudad, no encontramos nada especial, ya que para hacer compras resulta mejor el ruso, pero dimos una vuelta y aprovechamos para hacernos un par de fotos. Después le pedimos a nuestro "chofer" que nos acercara a la terminal de barcos que suben río arriba hasta Siem Reap, para comprar los billetes, esperando que fueran más económicos que en las agencias que hay por la calle, sin embargo, el precio es el mismo: 35U$D. Tras un relajante baño en el hotel, salimos a explorar el mercado nocturno situado frente a la terminal de barcos, más compras, ya que todo era muy barato(además era noche de reyes, y celebrábamos el ecuador de nuestro viaje, así que preparamos una pequeña sorpresita en el hotel), y a las 22 cuando cerraron cenamos algo, abrimos los regalos en el hotel, y a dormir, que a la mañana siguiente partíamos a las 7 rumbo a una de las nuevas maravillas del mundo: El Angkor Wat. Etapas 10 a 12, total 19
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