Amanecimos en la guesthouse "Ban Maesri", cerca de la estación de tren, a las afueras de Surat Thani. El dueño encantador, el sitio muy limpio y agradable, lástima que sólo hubiésemos estado apenas 7 horas. El dueño nos acercó a la estación de autobuses y allí compramos un billete combinado de autobús y catamarán hasta Koh Samui(450 Bahts).
A la llegada a Koh Samui, aunque el hotel "Jinta City" estaba a apenas 800 metros del puerto, cogimos un Taxi(200 Bahts), el hotel era muy barato(650 bahts/noche), tenía piscina junto al mar, y varias tiendas y restaurantes en las inmediaciones. Sin lujos pero perfecto para nuestra estancia en la isla.
Salimos a comer algo, cambiamos dinero y alquilamos una moto(200 bahts) para dar la vuelta a la isla. Queríamos visitar unas rocas que llaman "del abuelo y el niño". Tras unos 30 minutos en moto, y pasar un par de veces por delante del camino que conduce allí, ya que no está apenas señalizado, lo encontramos. Lo cierto es que al llegar allí sólo vimos una gran roca con forma de pene...(que al parecer era la del abuelo, ni rastro del niño).
Luego proseguimos la carretera hasta la ciudad más turística de la isla: Chaweng. Yo esperaba encontrar algo parecido a Patong, la playa de Phuket. Sin embargo parecía una zona tranquila, turística pero no masificada. Muy agradable. Allí nos dimos un masaje en la misma playa, y en la "walking street" nos comimos una brocheta de cocodrilo... Podría decir que sabe parecido al pollo, aunque creo que el sabor se lo daba el especiadísimo marinado, el caso es que estaba buenísimo. Ya lo habíamos probado en Camboya, pero en trozos más pequeños y empanado(tipo puntillitas de calamares) y no tan sabroso.
Tras la cena seguimos recorriendo la ciudad en moto, buscando un mar interior que tiene la población, acabamos en una pequeña isla donde se encuentra la zona de marcha. Muchos bares con señoritas de dudosa moral sentadas en la puerta y todos ellos con nombres exóticos. Al fondo de la carretera un dantesco templo reggae, que aunque no sea música muy de nuestro agrado nos dio ganas de entrar dado su colorido y pomposidad.
Encontramos un mercadillo donde Raquel finiquitó el presupuesto diario, y nos volvimos a nuestro pueblo.
Al día siguiente habíamos reservado la excursión al parque natural marino de Ang Thong(1300 bahts/pax) en el mismo sitio donde alquilamos la moto, justo frente al muelle, así que devolvimos la moto, y anduvimos hasta el barco. Esta vez cogimos el barco grande, escarmentados del Speed Boat de Phuket, y vaya acierto. Cruasanes, café y fruta para desayunar(la empresa era "Samui Island Tours" y por una vez, acabamos encantados con ellos, incluso nos llevamos el terrorífico plato con foto, que dan de recuerdo por 150 Bahts). Arriba tienen una cubierta para tomar el sol con colchonetas(hay que apoderarse de un sitio en cuanto llegues). En hora y media estábamos allí en el parque nos sueltan en piraguas y esta vez si que nos dejaban tripularlas a nosotros.

Tras 40 minutos de remo, llegamos a una isla con un precioso mar interior, lástima que la marea estaba muy alta(al día siguiente era luna llena, y por ello íbamos a la Full Moon Party de Koh Phanghan), ya que el acceso por cueva al mar interior estaba bloqueado por el agua. Así que desembarcamos de las piraguas y lo visitamos a pie.
Tras una inesperadamente rica comida. Nuestra siguiente parada era una isla con un mirador en lo alto de una montaña. Yo ya sabía que había que subir una montaña para llegar, lo que nos esperaba es que este camino fuese más digno de una ruta de espeleología que de otra cosa. Tuvo su gracia subir durante 30 minutos agarrándote a las lianas, y raíces de árboles, y su aventura el descenso de 40 minutos, aunque con ciertos riesgos, especialmente si el calzado no es el adecuado.

Raquel y yo llevábamos chanclas cerradas(y aun así hubiéramos agradecido un zapato cerrado completo), un chico español iba en chanclas Havaianas, tuvo un resbalón y le tuvieron que dar puntos en la rodilla al regresar a Koh Samui. Sorprendente la habilidad de una chica Thai y de la guía rumana que subieron y bajaron descalzas. El caso es que la vista merece la pena... La totalidad del parque se divisa desde lo más alto... 48 islas de aguas turquesa y frondosa vegetación. IM-PRESIONANTE, que diría el torero.

De ahí vuelta al barco, daban la opción de ir en kayak o en long tail boat tal y como fueron todos los pasajeros del barco, pero nosotros al igual que la guía rumana quisimos ir en Piragua(tardamos casi lo mismo y de hecho la ida la hicimos más rápida que el long tail boat). Otra horita y media de viaje y regreso a Koh Samui tras un día fantástico... Barco, sol, ejercicio y naturaleza. A cenar algo rico y descansar que mañana vamos a Koh Phanghan a la Full Moon Party!