22 de Noviembre de 2009 - Domingo
07:00 h. Toque de corneta, jejeje. Vaya cara de sobados teníamos los cuatro, pero con los nervios y emoción del viaje no había cansancio. Un desayuno fuerte y para el aeropuerto. Hicimos el check-in sin problemas y nos subimos a las tiendas a hacer tiempo, y ya por fin a las 08:30 embarcamos para nuestro primer viaje fuera de España.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El vuelo genial, dos horitas y media, y ya estábamos en tierras italianas.
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Que ganas teníamos de llegar al piso y ya empezar a patear, pero los mozos de equipaje creo que no estaban por la labor de subir nuestro equipaje con lo que tuvimos que esperar cerca de una hora a que salieran las maletas. Bueno empezó regular la cosa pero nada, subimos hacia el tren que nos llevaría hasta el centro de Roma, el Leonardo Express, 11€ por persona.
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Tras una horita de tren llegamos a la estación central de Termini, de ahí cogimos la Línea A de metro y dos paradas mas tarde, Republica y Barberini (3 min.), estábamos en la zona del apartamento que habíamos alquilado. Cuando vimos el portal del edificio la verdad que nos asustamos. El ancho del edificio era poco más del ancho de la puerta por lo que no sabíamos si nos habían dado gato por liebre o la casa de los pitufos. Tocamos al timbre y resultó que nuestro contacto allí, Mr. Filippo resultó ser Sra. Filippo (una anécdota más), pero bueno entramos en la casa y era idéntica a las fotos, respiramos tranquilos, formalizamos el pago y elegimos habitación. Dejamos los bártulos y a las calles romanas. El piso estaba en Vía del Tritone a tiro de piedra de todo. Creo que fue un gran acierto coger el piso en vez del hotel por la comodidad, la libertad e independencia y la proximidad con las cosas de interés.
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Bajamos y nos dirigimos hacia la Plaza de España para comer por ahí, al ser casi las 4 de la tarde no le dimos muchas vueltas al precio y nos metimos directamente en la primera pizzería que vimos, Pizzería Leonardo (46€ para 4 personas). Ya con la barriga llena nos hicimos unas fotillos por la zona y nos volvimos al piso a descansar un poco y ya salir toda la tarde con más fuerza. Lo más cercano era Fontana de Trevi que al ser las 18:00 h. más o menos la vista nocturna fue magnífica (en Noviembre a las 16:30 ya es de noche). Es algo majestuoso y más por la noche toda iluminada y muchas personas simplemente observando su belleza.
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De ahí bajamos por la Vía del Corso y nos encontramos con el Alltare de la Patria, también muy bonito, las fotillos y a seguir. Bueno seguimos nuestro paseo y avanzamos por la Vía del Foro Romano, y al fondo el Coliseo. A la par que caminas el Coliseo se va haciendo más y más grande y es una sensación de poderío y en dos palabras im-presionante. Para mi lo que más me gustó de Roma sin dudas. De noche como todo merece la pena verlo. Le dimos la vuelta entera, vimos el Arco de Constantino, la salida del Foro y Palatino nos tomamos un heladito en Gelateria BlueIce (para mi las mejores heladerias) y vuelta a casa.
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