Dia 6: 2.2.08
Despues de desayunar nos dirigimos a visitar una comunidad semi-indígena, digo semi, porqué sus orígenes son indígenas, pero quieren ser europeos (que es tal y como llaman a los que viven en la ciudad, aunque sea en brasil). Ya no viven como sus antepasados todos en comunidad, sino que cada familia tiene su casa propia, aunque comparten zonas comunes como es la casita dónde fabrican la harina de mandioca, la cual está disponible para aquel que la necesite del pueblo. Muchos tienen televisor que hacen funcionar con un generador a gasolina y una parabólica, e incluso están preparando una zona que será destinada a tener acceso a internet. (esto ultimo el gobierno se lo proporciona).
Tiempo atrás el jefe de la comunidad le comentó al guia que le interesaria cobrar por las visitas que tuviera de turistas, no es que tengan muchas porque ya queda bastante apartado de cualquier ruta un poco turistica de las que se realizan cerca de Manaus pero vió dinero fácil. El guia le dijo que si cobraba él dejaría de ir, ya que seguramente perdería la autenticidad convirtiéndose en una turistada y le comentó que si queria ganarse algun dinerito aumentaran la variedad de artesanía que tenian en la tienda y así seguramente nos motivariamos a comprar. La verdad es que tenian cosas chulas, asi que compramos algunos brazaletes para regalar a la familia y asi poder contribuir de algun modo con la comunidad.
En este pueblo pudimos ver los unicos monos de todo el viaje, eran monitos que habian adoptado desde chicos pero que al crecer se habian vuelto malos y les robaban la comida, así que los tenian atados, como perros, me sabe mal decirlo, pero estoy casi convencida que acabaran siendo la suculenta comida en alguna fiesta.

Tambien tuve la oportunidad de tener en mis manos un loro el cual era salvaje pero se habia acostumbrado a que cada dia a la misma hora les daban papaya y vivian en un estado de libertad pero acostumbrados a la presencia humana.
Al salir de la visita al poblado navegamos durante tres horas con el barco, momento en que aprovechabamos para cargar las baterias de las camaras, ya que cuadno el barco estaba parado, funcionábamos con energia solar, por lo cual teniamos que procurar no malgastar energia, asi podiamos disfrutar del agradable "silencio" de la jungla.
Durante la navegacion yo normalmente subia a la terraza a tumbarme a la hamaca y leer... de repente noté que el barco paraba motores, me asomé a la barandilla para ver que pasaba y vi al guia que me estaba llamando... habia visto un tucán (por si todavia no lo he dicho, tengo especial predileccion por los tucanes, los encuentro fascinantes y le habia dicho al guia que sobretodo me avisaria si veíamos). Empezó a silbar para llamarle y el tucán contestaba!!!! Estuveiron un rato intercambiandose palabras, jeje... Fue un momento indescriptible... tengo el sonido de los silbidos del tucan en mi memoria para siempre, seguro!
Paramos en otro pueblo en dónde nos habian dicho que vivia un pescador de discos, el cual podia ser un buen guia para acompañarnos a la dificil tarea de ver estos peces en libertad. Nos dijeron que le encontraríamos en el pueblo vecino que estaban haciendo un torneo de futbol, asi que con la lancha rapida nos dirijimos alli. (ir al pueblo vecino, significa hacer unos 20 minutos de lancha). preguntamos a unos vecinos dónde se celebraba el torneo y nos indicaron el camino.
¿esto es el torneo de futbol?????? jaaaaaaaaajajjajaa. Al lado de una botella de cachaça (licor de caña de azucar con el que se hace la caipirinha), pues eso, que al lado de una botella de cachaça caliente por el sol, estaban sentados unos cuantos pueblerinos (todos hombres) charlando y riendo, en el campo, donde se suponia que se estaba realizando un torneo, habia dos chavalines chutando una pelota.

Disfruté mucho viendo la escena, como el guia hablaba con el pescador y le intentaba explicar que nosotros estariamos interesados en acompañarle una noche para poder ver discos, la idea era hacerlo esa noche, pero visto lo visto, decidimos posponerlo para mañana ya que ese dia el pescador tenia plan, que era beber!! Quedamos para el dia siguiente a las 7 de la tarde, saber si se presentaria o no, no lo sabriamos hasta el dia siguiente, es habitual quedar con alguien y que no se presente si en ese momento tiene algun plan mejor que el tuyo.
Regresamos al barco para comer, siestecita y salimos a navegar con la canoa a un igapó (bosque inundado), si tuviera que elegir un momento especialmente bonito de todo el viaje , seria este! nunca hubiera imaginado que pudiera haber una imagen tan bella en medio de la amazonia.
Nos adentramos en una zona donde la vegetacion era cada vez más frondosa sin embargo podiamos navegar entre ella con la canoa, durante la epoca seca los arboles quedan totalmente fuera del agua y a medida que va subiendo el nivel, los árboles cada vez están mas submergidos, teniendo que navegar por en medio de las copas (espero que se entienda lo que describo), pero por si fuera poco el agua es taaaaaaaaan tranquila y taaaaaaaaan negra, que hace espejo con lo que llega un punto en que mirando a lo lejos, no sabes distinguir si lo que ves está fuera del agua o es el reflejo ...
Durante este mágico paseo pudimos ver parejas de loros en pleno festejo, serpientes venenosas una de ellas de esas verdes que se confunden con lianas, y de repente... ratatatatatatatatataata el ruido de una metralleta!!! ah no! jeje era un pajaro carpintero, con su cresta roja dándole con el pico al árbol para hacer salir las hormigas de su nido y darse un festín, precioso!!

Regresamos al barco para cenar y luego salimos por nuestra cuenta sin el pescador para ver si estábamos de suerte y conseguiamos ver algun disco, fuimos al mismo bosque inundado que por la tarde, lo cual en plena noche, era tenebroso pero mágico a la vez, no tuvimos suerte y no vimos ningun disco.
A dormir!