Empezamos el día con el primer destino hacia Icod de los Vinos, donde nos encontramos primero en lo alto del pueblo con el Drago Centenario (que no milenario) el cual estaba en peores condiciones que su antecesor, el milenario.

Fuimos bajando a pie y mientras tanto, nos iban ofreciendo degustación de vino y quesos por todos sitios muy amablemente, sin embargo, apenas habíamos desayunado y empezar con el vino de tan buena mañana no nos pareció buena idea, así que tuvimos que declinar las ofertas, que eran muchas!.
La última chica que nos vio pinta de turistas y la cual también nos invitó a probar el vino que hacían, nos indicó muy maja que no hacía falta pagar para ver el Drago Milenario, ya que se podía ver perfectamente desde la plaza de enfrente, y en efecto así fue, parecía que estuviera hasta hecho aposta. De hecho, se ve mejor desde la plaza, que desde el jardín botánico donde lo tienen.


Más tarde seguimos a un grupo de turistas hacia "La casa del Drago" donde nos invitaron también a degustar los mojos, quesos y vinos, ahí aceptamos la oferta de degustar sólo los quesos y el famoso almogrote que estaba riquísimo!
La siguiente parada en nuestra etapa fue Garachico, precioso pueblo en el cual hay que destacar sobretodo las piscinas naturales, nos quedamos con ganas de bañarnos, pero no nos llevamos los bañadores


Después nos dirigimos hacia la Punta de Teno. Al entrar, hay un cartel donde indica que la carretera está cortada, pero ni caso, la carretera estaba en perfectas condiciones y pienso que es una ruta obligada para el viaje. La carretera ofrece unas vistas espectaculares para culminar en el faro y con vistas a los acantilados de Los Gigantes, precioso. A la vuelta, parada obligatoria en todos los miradores. Cuidado con el viento!


Llegó la hora de comer y nos dirigimos a Masca, primera parada, el restaurante "La Pimentera", un italiano sabrosísimo, la verdad que comimos de lujo, hasta la pasta y los patés los hacen ellos. Un sitio precioso, pero difícil de encontrar. Aquí nos salió la comida un poco más cara, pedimos un carpaccio de ternera con salsa de atún y mayonesa, paté de la casa, mix de pasta (rico rico) y tiramisú, nos ofrecieron también un limoncelo casero, suavecito, todo por 48€. Recomendado.

Más tarde fuimos al pueblo, a dar una vueltecilla para bajar la comida, pero el calor pudo con nosotros y estuvimos poco tiempo.

La siguiente parada en la ruta fue Los Gigantes, donde pudimos ver los acantilados esta vez desde la otra parte. Dimos un paseo por el puerto y nos pusieron los dientes largos con el viaje en barco para ver delfines y ballenas, así que nos dejamos atrapar por el Flipper Uno para salir el domingo a las 11, con comida incluida, bebida toda la que quisiéramos y el avistamiento de ballenas y delfines para culminar con un baño en el oceáno, nos gustó lo que ofrecían y lo reservamos por 28€ por persona.
Vuelta al hotel para cenar y descansar. Mañana, a embarcar!!