El domingo nos levantamos prontito para ponernos rumbo a Bordeaux. Haríamos una paradita en Bergerac para comer y dar una vueltina por la villa.
Llegamos a Bergerac sobre las 11:30, con un calor insoportable, aparcamos en un parking (gratuito) que hay en el embarcadero y comenzamos el paseo. Entre que era domingo y que el sol pegaba de lo lindo no había mucha gente por la calle. Llegamos finalmente a la plaza donde se encuentra una de las 2 estatuas de Cyrano (si, hay 2, y eso que realmente Cyrano no tenía nada que ver con este pueblo). En esta plaza había un par de restaurantes y decidimos sentarno en una de sus terrazas (por fin habíamos encontrado a toda la gente, estaban todos allí resguardados del calor, bajo las sombrillas y al fresco de los ventiladores). Elrestaurante se llamaba Cromagnon, era una especie de pizzeria con toques de cocina regional. Os lo recomiendo, sobre todo si os gustan las ensaladas, para cada una de ellas usaban una lechuga entera, y supuestamente era "unipersonales". La relación calidad-cantidad-precio fue muy buena.
Aquí os dejo un par de vistas desde el embarcadero y una imagen de la plaza donde también podeis ver el restaurante del que os he hablado:
Después de una buena comida y unos refrescantes cafés con hielo nos despedimos de Bergerac, quenos pareció bonito y diferente a lo que habíamos visto días atrás, y pusimos destino a Bordeaux.
Cuando llegamos a Bordeaux era la hora de la merienda, así que dejamos las maletas en el hotel y nos fuimos a buscar una cafetería. Según entramos en Bordeaux nos dimos cuenta de que aquella ciudad nos iba a enamorar, mi marido y yo coincidimos en sacarle un gran parecido con París, mezclado con un aire español, no se, tenía muchisimo encanto, todo tan peatonal, tan preparado para disfrutar de las tiendas, los cafés. Apenas se veían coches, y es lógico dada la excelente red de tranvías existente y lo bien preparadas que estaban las calles para andar en bici (estaba llenito de bicicletas).
Tras la merienda nos acercamos hasta el espejo de agua, una de las mayores atracciones de Bordeaux, es como un campo de futol de asfalto del que cada 15 minutos salen chorros de agua formando un pequeño estanque de unos 5 cm. de altura y que dura hasta la siguiente "chorreada". Así pues el agua se está renovando constantemente, menos mal, porque aquello es como la piscina municipal. Como ya sabiamos de que iba el tema fuimos preparados con una mochila con un bikini y ropa de recambio para la niña, se lo pasó pipa! por allí estuvo corriendo (con resbalón y herida incluida) durante más de media hora. Así pues, este lugar es visita obligada para los que viajeis con niños (en verano claro =P)
Después del "chapuzón", dimos una vuelta por la Rue St-Catherine, la calle peatonal comercial más larga de europa (1 km) pero como era domingo estaba todo cerrado, no pasaba nada, al día siguiente la "explorariamos" a fondo jajajaja. Cenamos en la terraza de un mcdonalds en esa misma calle y volvimos al hotel.
Paso ahora a daros mi opinión del hotel: fantastico! situado al lado del Gran Teatro (en pleno centro), muy limpio, con garaje propio (pequeñito, hay que reservar la plaza cuando haces la reserva) y muy bien de precio para lo que se estila por Francia. Hotel Majestic
Aquí os dejo una foto del espejo de agua y otra del hotel:
Resumen de gastos:
- Pago del hotel Villa des Consuls (Sarlat): 417€ (ya había pagado 135€ en el momento de reservar)
- Comida Bergerac: 45€
- Cafés: 6€
- Cena Mcdonalds: 12€
Llegamos a Bergerac sobre las 11:30, con un calor insoportable, aparcamos en un parking (gratuito) que hay en el embarcadero y comenzamos el paseo. Entre que era domingo y que el sol pegaba de lo lindo no había mucha gente por la calle. Llegamos finalmente a la plaza donde se encuentra una de las 2 estatuas de Cyrano (si, hay 2, y eso que realmente Cyrano no tenía nada que ver con este pueblo). En esta plaza había un par de restaurantes y decidimos sentarno en una de sus terrazas (por fin habíamos encontrado a toda la gente, estaban todos allí resguardados del calor, bajo las sombrillas y al fresco de los ventiladores). Elrestaurante se llamaba Cromagnon, era una especie de pizzeria con toques de cocina regional. Os lo recomiendo, sobre todo si os gustan las ensaladas, para cada una de ellas usaban una lechuga entera, y supuestamente era "unipersonales". La relación calidad-cantidad-precio fue muy buena.
Aquí os dejo un par de vistas desde el embarcadero y una imagen de la plaza donde también podeis ver el restaurante del que os he hablado:
Después de una buena comida y unos refrescantes cafés con hielo nos despedimos de Bergerac, quenos pareció bonito y diferente a lo que habíamos visto días atrás, y pusimos destino a Bordeaux.
Cuando llegamos a Bordeaux era la hora de la merienda, así que dejamos las maletas en el hotel y nos fuimos a buscar una cafetería. Según entramos en Bordeaux nos dimos cuenta de que aquella ciudad nos iba a enamorar, mi marido y yo coincidimos en sacarle un gran parecido con París, mezclado con un aire español, no se, tenía muchisimo encanto, todo tan peatonal, tan preparado para disfrutar de las tiendas, los cafés. Apenas se veían coches, y es lógico dada la excelente red de tranvías existente y lo bien preparadas que estaban las calles para andar en bici (estaba llenito de bicicletas).
Tras la merienda nos acercamos hasta el espejo de agua, una de las mayores atracciones de Bordeaux, es como un campo de futol de asfalto del que cada 15 minutos salen chorros de agua formando un pequeño estanque de unos 5 cm. de altura y que dura hasta la siguiente "chorreada". Así pues el agua se está renovando constantemente, menos mal, porque aquello es como la piscina municipal. Como ya sabiamos de que iba el tema fuimos preparados con una mochila con un bikini y ropa de recambio para la niña, se lo pasó pipa! por allí estuvo corriendo (con resbalón y herida incluida) durante más de media hora. Así pues, este lugar es visita obligada para los que viajeis con niños (en verano claro =P)
Después del "chapuzón", dimos una vuelta por la Rue St-Catherine, la calle peatonal comercial más larga de europa (1 km) pero como era domingo estaba todo cerrado, no pasaba nada, al día siguiente la "explorariamos" a fondo jajajaja. Cenamos en la terraza de un mcdonalds en esa misma calle y volvimos al hotel.
Paso ahora a daros mi opinión del hotel: fantastico! situado al lado del Gran Teatro (en pleno centro), muy limpio, con garaje propio (pequeñito, hay que reservar la plaza cuando haces la reserva) y muy bien de precio para lo que se estila por Francia. Hotel Majestic
Aquí os dejo una foto del espejo de agua y otra del hotel:
Resumen de gastos:
- Pago del hotel Villa des Consuls (Sarlat): 417€ (ya había pagado 135€ en el momento de reservar)
- Comida Bergerac: 45€
- Cafés: 6€
- Cena Mcdonalds: 12€