Salimos desde el aeropuerto de Sevilla el miércoles 6 de agosto sobre las 13:30 con clickair y llegamos a las 15:20 a la terminal norte del aeropuerto de Gatwick, vuelo tranquilo y sin incidencias (nos comimos en el avión unos bocatas hechos en casa ya que a la hora de comer íbamos a estar volando y la comida que te ofrecen en el avión es cara y chunga). Una vez recogidas las maletas en el aeropuerto nos dirigimos a la oficina de hoteles británicos donde te venden la London Pass (aunque económicamente no nos salía igual de rentable que la opción del 2x1, preferimos comprarla para un día y así no esperar cola en las principales atracciones turísticas). Cada una nos costó 31 libras y viene acompañada de un librito con información de atracciones y descuentos.
Después, nos dirigimos a la estación de tren (para ello, hay que cambiar de terminal y coger un tranvía del aeropuerto hasta la sur, que tarda un minuto y medio y es gratis). Tranquilos, está bien señalizado.
Cuando por fin llegamos a la terminal sur, buscamos desde dónde salían los trenes hacia Londres y cómo teníamos que adquirir los billetes. Había una cola tremenda en las taquillas!!! Suerte para nosotros las estaciones de trenes londinenses tienen unas maquinitas maravillosas para sacar los billetes y eso hicimos (Nota: cogen tarjetas de crédito y billetes de 5,10 y 20). El billete a la estación de Victoria cuesta, en trenes Southern, 11 libras. Si prefieres coger el Gatwick express creo que son 17 ó 18 libras, pero vamos tarda cinco minutos menos que el primero.
Cogimos el tren de las 15:56 y ya estábamos camino de Londres. El tren tardó algo más de media hora y cuando llegamos a la estación de Victoria, salimos a la calle buscando las oficinas de billetes de metro para comprar una Travelcard de 7 días ya que las máquinas expendedoras sólo te ofrecen de uno y tres días (ahí tuvimos que esperar un poquito de cola). Si vas a estar una semana, creemos que es la mejor opción porque tienes viajes ilimitados en metro y bus (ojo:

Desde la estación hasta el hotel NH Kensington hay cinco minutos andando. aunque hay un autobús maravilloso que para en la puerta y del que hablaremos más tarde. Llegamos al hotel, check in sin problemas, el personal es amable y algunos son españoles. Estamos muy contentos con esta elección: la habitación buena, limpia y encima la nuestra daba al jardín (sin ruidos por la noche), supercontentos con el hotel. Nos colgamos la mochila y emprendimos caminos hacia la National Gallery que era el primer destino de nuestra ruta ya que los miércoles abre hasta las 21:00 horas.
Cogimos el metro hasta Leicester Square (Linea azul oscura o Picadilly Line) y allí nos bajamos. Cuando salimos del tube, allí estaba toda la concentración de turistas, mogollón de españoles y japoneses y una plaza muy grande llena de restaurantes, bares y cines. Hay que destacar que los grandes estrenos de películas se hacen aquí, en el cine Odeon. Como hay muchas oficinas que venden entradas para los musicales, decidimos entrar en una para preguntar los precios aunque al final no compramos ninguna (el quiosco oficial está en el centro de la plaza pero el resto son de fiar y esos sí te venden entradas uno o dos días antes y con precios rebajados).
Una vez visto Leicester Square emprendimos caminos hacia Trafalqar Square gracias a la señalización turística que existe en toda la zona centro de Londres que te marca todos los puntos de interés y el camino que debes seguir para llegar.
Finalmente llegamos a la National Gallery (que es gratis pero tiene urnas grandes para donativos con el fin de que siga siendo gratis) y entramos con la idea de ver las obras más importantes que ya habíamos seleccionado en casa a través de la página web. Vimos la Venus del Espejo de Velázquez, el matrimonio Arnolfini de Van Eyck, la Virgen de las Rocas de Leonardo Da Vinci o los Girasoles de Van Gogh, entre otros. Después de recorrernos toda la galería nos sentamos a descansar frente al cuadro de Gainsborough: 'Mr and Mrs Andrews'. Cual fue nuestra sorpresa cuando de repente nos vimos rodeados por una marabunta de personas que iban en grupo visitando el museo con un guía y nos vimos encerrados entre gente y sillitas tragándonos un sermón de 15 minutos sobre el cuadro
