Hotel Moderno, 4 estrellas, Pontassieve. Mal trato y comparado con los otros hoteles en los que estuvimos (de tres estrellas) muy mala calidad. No lo recomiendo. Aquí una foto de los chavales en la recepción del hotel antes de irnos para Florencia.

En Florencia teníamos una visita guiada de unas dos horas y luego la tarde libre. Nuestra guía, Flora, había estado de Erasmus en España así que nos entendimos muy bien, lo explicó todo muy bien también y nos dijo que estaba sorprendida de que nuestros alumnos le preguntaran cosas y mostraran interés (se ve que no era lo normal con otros grupos que había tenido).

Esta es la Basílica de la Santa Cruz. La guía nos dijo que en esta plaza, cuando son fiestas en Florencia, montan un partido de “fútbol medieval” que ríete tú del rugby.

También me llamó la atención la historia que nos contó de la inundación de Florencia de 1966 cuando se desbordó el río Arno y hasta dónde llegó el agua:

La verdad es que Florencia está plagada de estatuas, casi todas gracias al mecenazgo de los Medici.

Y aquí a un carabinieri echando una bronca y pidiendo la documentación a unos mimos que andaban por ahí.

Del Ponte Vecchio que decir, tan bonito que hasta Hitler ordenó que no se destruyera cuando estaban de retirada sus tropas (aunque lo que le creí entender a la guía era que Hitler ordenó que lo desmontaran para llevárselo a Alemania).

Esta está hecha desde “dentro” del puente, muchas joyerías y talleres de oro.

Y esta junto al jabalí que hay en el Mercado de la Paja

Y aquí el Duomo de Santa Maria del Fiore y el campanario… al que tuve que subir!!! . Veréis, la compañera era la profesora de Educación Física y subía los escalones (todos los escalones) de dos en dos y claro…


La verdad es que no subí hasta arriba del todo, pero hice fotos desde hasta donde puede llegar.


Después de la visita ya dejamos sueltos a los chavales y nos fuimos a comer. Luego estuvimos en el mercado central, callejeando un poco y quedamos con los alumnos en la Piazza della Signoria mientras nos tomábamos unos capuccinos.


Y a eso de las seis de la tarde, a coger el autobús que nos íbamos a Venecia.
Después de salir de Florencia, llegamos a la zona de Venecia, concretamente a Lido di Jesolo, un pueblo típico para veraneantes (como los Benicassim o Benidorm de aquí, para que os hagáis una idea). Aquí ya dejamos salir a los chavales por la noche, pero se ve que era temporada baja y no había mucha cosa. Yo calculé que habría abiertos uno de cada tres bares/sitios de ocio. El Hotel Frank, de tres estrellas, muy bien, buena comida (por cierto, de cena siempre había pasta en los tres hoteles ¿por qué será?) buen servicio y muy atentos.