Después de desayunar en el hotel y de que la delegación de Benicarló nos confundiera con unos estudiantes hispanos de los EE.UU. (tuvimos que aclararles que nosotros éramos de Castellón, de la capital) pusimos rumbo a Roma no si antes parar en el check point para pagar el “impuesto revolucionario” que cobran a todos los buses turísticos.
Ese día, por la mañana teníamos una guía paronámica por Roma, así que las fotos están hechas desde dentro del autocar.
Al guía lo recogimos al final de la Via Aurelia y a la izquierda ya se veía la cúpula de la Basílica de San Pedro.

El guía, Marco, nos llevó por un recorrido por el que pasamos por las siete colinas de Roma y nos iba explicando todo bastante bien. Además, al igual que en Florencia, se vio sorprendido por las preguntas que le hacían los alumnos y por los conocimientos que tenían generales de la ciudad.
Como vimos tantas cosas, simplemente las nombraré, que luego el resto de días, ya las vimos más tranquilamente y pude hacer mejores fotos.
El Castillo de Sant’Angelo

La Plaza de San Pedro, con mucha gente. Uummm, ¿por qué sería? El guía nos dijo que al final de la panorámica nos lo diría, ya que acabaríamos ahí.

Il Palazzo de Giustizia

Ese día era domingo y no había nada de tráfico. Lo podéis comprobar en esta foto en la que nos estábamos acercando al Coliseo


El Circo Massimo, que es dónde Ben-Hur compitió con Mesala


El Templo de Hércules

El Monumento Nacional a Víctor Manuel (o la “máquina de escribir” según nuestro chófer).

Como íbamos muy bien de tiempo (gracias a la ausencia de tráfico) pudimos salirnos de la ruta prevista y acercarnos a la Basílica de San Pablo Extramuros, que es la iglesia más grande de Roma después de San Pedro.


Dentro hay unos frisos con los retratos de los Papas, estando iluminado el del que está en “activo” en la actualidad.

Esta es la Pirámide Cestia, un mauselo que se mandó erigir Caio Cestio, un ricachón de la época.

Y ya entrando en la Via della Conciliazione, para dejarnos en la misma plaza de San Pedro, el guía nos desveló el misterio de por qué había tanta gente…

era el cumpleaños del Papa!!

Y después de que cayera alguna bendición, dejamos marchar a los alumnos por su cuenta y nosotros por la nuestra...
Aquí tenéis unas vistas del río Tíber desde el Castillo Sant’Angelo.

Y esto es una vista general del Monumento Nazionale a Vittorio Emmanuelle II, el primer rey de la Italia unificada.

Y un detalle de la tumba al soldado desconocido que también se encuentra allí (siempre custodiada por miembros del ejército, carabinieris, etc etc)

Roma sólo tiene dos líneas de metro (claro, cada vez que excavan encuentran algún que otro resto arqueológico


Dentro del monumento hay un museo militar. No lo pude observar con detenimiento porque lo crucé de lado a lado buscando un servicio, así que os dejo una foto de la estatua que está sobre el Altar de la Patria

Dejando atrás el monumento y bajando hacía el Coliseo por la Via del Foro Imperial, pues eso, que nos encontramos con las ruinas del Foro Romano.


La Columna de Trajano

Y los restos del Foro de Trajano

Estos son los restos del Templo de Saturno

Y el Arco de Septimio Severo

Y después de recorrer el foro vimos otro monumento de Roma. Ah! sí... al fondo está el Coliseo



El Coliseo por fuera…

…y por dentro

¿Está hecho polvo, verdad?. En la siguiente foto se puede ver lo que era el “terreno de juego”. Bueno, en verdad sólo se puede ver una décima parte. El óvalo que era el campo estaba hecho de madera y cubierto de arena y se ha restaurado la décima parte que os comentaba. El resto es el hipogeo, el subsuelo dónde estaban las mazmorras, los gladiadores, las fieras, etc etc.

Más fotos del interior




Y ya fuera, justo al lado del Coliseo, tenemos el Arco de Constantino. Para construir este arco del triunfo se cogieron elementos de otros arcos y monumentos, así que se puede ver varias épocas del arte romano en un solo monumento


Y fuera del Coliseo los alumnos se encontraron con un artista. En menos de dos minutos (hay un vídeo que lo demuestra) era capaz de hacer con unas tijeras y una cartulina el perfil de cada uno de ellos.

Y ya nos recogió el autobús para volver a Ladispoli (que todavía estaban en fiestas)