Teníamos el viaje de vuelta a Sevilla a través de Barcelona con Vueling y la hora del vuelo Viena – Barcelona era las 14h30.
Nos recogieron en el hotel a las 11h30 como estaba previsto y en poco menos de media hora ya estábamos en el mostrador de facturación de Vueling en el aeropuerto de Viena.
Una vez con la tarjeta de embarque en nuestro poder, pues lo típico, vueltas, te sientas, vueltas, tomamos algo cerca de nuestra puerta de embarque y a las 14h, allí estábamos.
Vimos que llegaba el avión, un poco tarde, pero allí estaba, y sin embargo, no empezábamos a embarcar. Al cabo de un rato, vemos que en cartel luminoso de la puerta de embarque, van aumentando la hora prevista de salida, 14h30, 15h30, 16h00, y todo esto sin decirnos nada.
A las 16h30 conseguimos que nos dijeran que había un problema técnico en el avión y que ya nos avisarían (por supuesto, ya habíamos perdido el enlace Barcelona – Sevilla, pero lo importante era salir de Viena)
Las 17h, 18h, 19h, 20h pasaron recorriéndonos el Aeropuerto desde el pequeño mostrador de Vueling hasta la puerta de embarque y desde la puerta de embarque hasta el almacén donde teníamos las maletas (allí aparcadas en un rincón), pero de información, nada (seguíamos con los problemas técnicos y a la espera de noticias del Taller del Aeropuerto)
A las 20h30m conseguimos que nos atendiera la supervisora de Vueling (menos mal que estaba esta chica, que si no, estamos todavía allí). Nos comentó que si a las 21h30 no habían reparado el avión, esto conllevaría la cancelación del vuelo. (Es importante lo de vuelo cancelado, porque es ahí cuando te ofrecen cena, hotel, otro vuelo y todo esto).
A las 21h30 (10 horas ya en el Aeropuerto), se cancela el vuelo.*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos ofrecen cena en el Aeropuerto, hotel (el NH que está en el mismo recinto del Aeropuerto) y vuelo de vuelta a Barcelona a las 7h00 con la compañía AirBerlin.
Llegamos al hotel a las 23h40 hechos totalmente polvo. Nos consiguieron dos habitaciones contiguas y a las 4h20 puse el despertador para poder estar en la terminal de AirBerlin del Aeropuerto un poco antes de las 5h00.
A las 5h15m ya teníamos las tarjetas de embarque con destino a Barcelona y nos dirigimos a la puerta de embarque para desayunar lo más cerca posible de ésta (no se nos fuera a escapar)
El vuelo a Barcelona bien, (ya he comentado que en este viaje toda la relación que hemos tenido con AirBerlin ha sido muy buena)
El vuelo a Barcelona bien, (ya he comentado que en este viaje toda la relación que hemos tenido con AirBerlin ha sido muy buena)
A las 9h30 ya estábamos en Barcelona y a las 9h50 en el mostrador de Vueling (llegamos a la T2 y hubo que trasladarnos a la T1).
Todavía no había acabado nuestra mala suerte ya que no teníamos posibilidad de volar a Sevilla hasta las 14h50m, ¡vamos, un rato!, y total, que a las 17h00 ya estábamos en Sevilla, casi 24 horas después de lo previsto.
Traté de reclamar a la compañía Vueling por todo esto, día de trabajo perdido, un día más de parking de nuestro coche en el Aeropuerto de Sevilla, etc., etc. Pero me contestaron que su obligación era buscarnos comida, hotel y otro vuelo alternativo. Así que nada, gracias y hasta otra.
Siempre me gusta terminar el resumen de un viaje con la imagen que más me ha sorprendido o que se me ha quedado grabada. Reconociendo la belleza de tantos edificios, palacios, etc., etc., en esta ocasión me quedo con la del valle del Danubio (Wachau) a última hora de la tarde, volviendo en el barco y viendo el sol desaparecer por el horizonte reflejado en el agua...