Primer día en la Selva Negra en primer lugar vamos a la oficina de turismo de Breitnau y nos ofrecen un folleto en inglés de lo que podemos ver en la zona. Decidimos recorrer el norte.
Nuestra primera parada es Triberg. Por el camino no podíamos dejar de mirar a todos los lados, prados verdes y espesos bosques. Al llegar a Triberg nos dirigimos a ver las cataratas más altas de Alemania de mas de 160 metros de altura. Para entrar en el parque en el que se encuentran las cataratas hay que pagar 3,20€ si tienes la Gästekarte o 3,50€ si no la tienes. Puedes hacer tres recorridos distintos que te llevan a ver las cataratas. En primer lugar puedes hacer uno un poco más largo que se adentra dentro del bosque o escoger el que te lleva directamente a ver las cataratas. Estas cataratas tienen su encanto, las he visto más altas y más caudalosas pero al estar rodeadas de bosque tienen su aquel. Para salir del parque puedes hacer el recorrido un poco más largo y llegar a ver un pequeño lago Bergsee y de paso ver la iglesia y un pequeño mueso. A estas alturas del recorrido ya nos llovia asi que decidimos coger el coche y seguir nuestro camino.


Pensabamos parar a ver un museo al aire libre sobre las costumbres de la Selva negra (www.vogtsbauernhof.org) pero como seguía lloviendo, decidimos seguir un poco más arriba a ver si así dejaba de llover.
Así llegamos hasta Schiltach la ciudad de los armanzones de madera, de las balsas y de los curtidores. Al llegar allí dejó de llover asi que comimos rapidamente al lado de la confluencia de dos rios.
Fuimos en busca de la oficina de información que encontramos en la plaza del mercado, dentro del ayuntamiento, que tenía una preciosa fachada pintada. La plaza del mercado esta inclinada y la rodean preciosas casas blancas, con ventanas de colores y vigas cruzadas. El barrio de los curtidores al lado del rio es precioso y tienen un museo en el antiguo aserradero en el que se puede echar un vistazo interesante a las técnicas tradicionales del transporte de la madera y la vida de los balseros.


De vuelta a casa pasamos por St Peter, un pequeño pueblo con una gran iglesia y poco más.


Paramos a cenar en Waldkirch no puedo contar mucho ya que llegamos sobre las 8 ya era de noche y teníamos que ir a cenar y de vuelta a dormir a Breitnau