ESTOCOLMO invernal ✏️ Diarios de Viajes de Suecia

Aprovechando los festivos de inicio de diciembre hacemos una escapada a la capital sueca en un bajo coste que nos deja en 4 horas en el aeropuerto de Skavsta (a unos 100 kms de Estocolmo).

Tomamos el autobús que sale cada vez que llega un vuelo y que hace el ida y vuelta (pagable en el propio bus con tarjeta) por 29 € y en unos 80 minutos estamos en la estación central de Estocolmo. Hacemos el almuerzo en un vecino y repleto Pizza Hut, antes de andar un poco hasta un hotel que hemos encontrado bien de precio (para lo que aquí se estila) en la isla de Kulsholmen.
Por un error para la primera noche no tienen habitaciones dobles y nos dan dos individuales, bien pero pequeñas y sin ventanas y nos rebajan el precio.

A las 3 y media ya es de noche y llueve. Salimos a dar un paseo pero hace también bastante viento y no se pueden usar los paraguas. Así que llegamos hasta el Ayuntamiento y nos damos la vuelta bastante mojados. Hacemos una cena temprana en un pub vecino del hotel.


Amanece un día frío pero sin lluvia, desayunamos en el bufé del hotel y salimos a pasear. Pasamos por la iglesia de Kungsholms con su pequeño cementerio en los jardines hasta llegar al Ayuntamiento ubicado a orillas de uno de los muchos canales de la ciudad en la unión del lago Malaren y el Báltico, realizado íntegramente en ladrillo.
Su torre de 106 mts con la aguja dorada de Tre Kronor es una de imágenes más conocidas de Estocolmo.

Paseamos por los jardines y patios y cruzamos hacia la isla de Riddarholms, donde se encuentra, entre otros edificios, la iglesia panteón de los Reyes de Suecia, uno de los edificios más antiguos de Estocolmo.

Seguimos hasta la ciudad vieja, en la vecina isla de Gamla Stam, formada por calles empedradas y callejuelas de estilo medieval.
Tras pasar por la Casa de la Nobleza (Riddarhuset) vamos hasta la Catedral (Storkyrka), llegamos a la Plaza Mayor (Stortorget) donde están el viejo edificio de la Bolsa (Börshuset), la sede de la Academia Sueca y el Museo Nobel.

Andamos por la calles principales Västerlånggatan y Österlånggatan para marchar hasta el Palacio Real, donde vemos las evoluciones de una guardia y entramos a la capilla real donde están preparando el acto religioso dominical.


Cruzamos a la isla de Blasie Holmen para entrar en el Museo nacional , donde tomamos un agradable café, recuperando un poco de calor.
Cruzamos el puente que nos lleva a la isla de Skeppsholmen. Andamos por sus muelles con barcos de época, antes de subir al Museo de Arte Moderno.

Regresamos hacia Gamla Stam para cruzar por Riksgatan y la isla de Helgeandsholmen, donde se ubica el Parlamento . Siguiendo por Drontningatan hasta llegar a Segeltorg, el centro de la ciudad nueva, con su fuente y obelisco y la Casa de la Cultura.
Desde allí vamos hasta el Konsethuset, para hacer en unas galerías vecinas dedicadas a restaurante un almuerzo a base de noodles.

Tras el reponedor almuerzo seguimos hacia el norte hasta el parquecito de Tegnerlunden, para desde allí cruzar las vías del tren y el canal Bamhusviken y regresar ya con el sol casi puesto, a nuestro hotel, donde nos dan la nueva habitación.

Tras un buen rato de descanso salimos a pasear, pasando por el palacio de Justicia y llegando hasta la animada Estación Central de trenes. Al regreso, cerca del hotel hacemos la cena en un restaurante Tandoori.

Una vez desayunados y con el sol aun saliendo, vamos a la boca de metro cercana para adquirir una tarjeta de 24 h. que por 100 coronas (11 €) permite moverse en todo el transporte publico de la ciudad desde el primer fichaje durante 24 h.
Como no funciona el tarjetero (aquí como en el resto de los países de la zona la tarjeta bancaria se utiliza para todo y no es necesario cambiar moneda) vamos a un par de tiendas cercanas hasta que conseguimos el pase diario.

Tomamos el bus hasta la zona de Hotorget, donde estan montando su mercado callejero. Entramos en Hotorgshallen en un mercado bajo techo que hay a un costado, especializado en gastronomía del mundo. Marchamos a Sergeltorg para tomar un tranvía que pasando por Ostermaln nos lleva a la isla de Djurgarden, una de las zonas mas visitadas por su cantidad de museos.

Nos bajamos en la puerta de un circo vecino del parque de atracciones Gruna Lund y cerca de la Embajada española.
El suelo esta congelado y cuesta andar sin resbalar. Vamos hacia el Museo Vasa (barco del XVII conservado en estado original) pasando por un cementerio de marineros. Allí hay un memorial dedicado a las 852 victimas del naufragio del Estonia, similar al que recientemente habíamos visto en Tallin .


Pasando por el Museo Nórdico volvemos a la parada del tranvía para regresar a Norrmalmstorg. En Kungstradgarden tomamos el metro hacia el sur, a la isla de Soldermalm, donde en la plaza de Medborgar tomamos una cerveza en una galeria .
Algunas de las estaciones del metro están realizadas con hormigón proyectado y decoradas con diversos colores con unas apariencias dignas de ver.

Volvemos al centro para hacer el almuerzo en un grill de la calle Sergelgatan.
Regresamos a Soldermalm para hacer un paseo a pie por su parte norte y ver la vista de la ciudad desde allí. Pero cuando llegamos esta anocheciendo, así que seguimos el paseo en un metro al aire libre un par de paradas y volvemos desde allí al hotel.

A la noche tomamos un bus hasta la zona de Sureplan para dar un paseo en sus alrededores, seguir en otro bus hasta la ciudad vieja y pasear por sus callejas y desde alli cruzar hasta la entrada del puerto de Estocolmo, para nuevamente en bus completar la ruta volviendo a “nuestra isla” y cenar en un agradable restaurante de la zona.

A la mañana tempranito tras desayunar vamos en bus hasta la estacion de buses para regresar al aeropuerto de Skavsta ( todo el camino hasta alli esta nevado) a esperar nuestro regreso a Malaga.