Pekin Imperial (17/09/11) ✏️ Travel Journeys of China

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Desayunamos en la panadería Wedomé (los zumos son naturales hechos en el momento, el café es aceptable y los dulces están muy buenos, también lo salado).
Preguntamos a dos chicas cómo llegar al Palacio de Verano, teniamos cierta idea pero queriamos confirmarlo con alguien de allí. Dicen hablar inglés y creemos que entienden “Summer Palace”, sin embargo según sus indicaciones nos bajamos dos paradas antes de lo que realmente era. Parece que para dar con un sitio tienes que preguntar 1000 veces y perderte al menos una, pero quien me manda no haber estudiado chino????
Palacio de Verano (30CYN/pax)es espectacular y grandísimo, como el Retiro pero a lo bestia (¿y todo esto era para el emperador y los más cercanos? Vamos, no se encontrarían!!). Es un poco sobrecogedor tanta inmensidad, el enorme lago, los templos, pabellones, corredores… el barco de marmól, la calle Suzhou. Aquí sí que había muchísima gente, suponemos que tendría que ver que era domingo y que ellos entran gratis.
*** Imagen borrada de Tinypic ***

Cogimos otra vez el metro y nos fuimos al Templo de los Lamas (25CYN/pax), la sensación nada más entrar es que hay algo diferente a todo lo visto hasta ahora. Los turistas no mezclamos con los devotos que rezan y queman incienso, cuyo olor se esparce por todo el templo. Lástima de fotos, que no tengo , porque media hora antes nuestra cámara de fotos decidió que ya había visto demasiado y no se encendió nunca más; afortunadamente, era el penúltimo día. Si tengo que decir la sensación que sentimos aquí, a pesar de que había bastante gente, fue paz.
Evidentemente no podía faltar un chico que quiso sacarse un par de fotos con mi marido (yo no le encuentro parecido con nadie medianamente conocido, pero para los chinos tenía un magnetismo inexplicable, y dije chinos y no chinas ¿¿??). Creo que influiría el hecho de que ellos son bastante imberbes y mi marido siempre llevaba barba de 3 o 4 días (o 5 según las ganas que tuviese de afeitarse).
Paseamos por el hutong que hay justo enfrente de este templo y donde se encuentra el Templo de Confucio.
Bajamos caminando hasta Wangfujing Street y esa noche optamos por cenar en la calle de los pinchos pero sin probar las “delicias” para las que no estabamos preparados.
*** Imagen borrada de Tinypic ***

Fuimos más clásicos: pita de cordero, una especie de “burrito” de pollo y verduras, unos dumplings fritos y dos pinchos de calamares (60CYN).
Y de vuelta al hotel a descansar.

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