Empezamos el día con un buen desayunos escocés, para tener fuerzas suficientes (ya en la vuelta a España nos preocuparíamos por los michelines). Nuestra segunda etapa en coche consistió en ir desde Inverness hasta Crianlarich pasando por el Lago Ness y Glen Coe.
Para recorrer el Lago Ness, teníamos dudas de si hacerlo por la orilla este o la oeste. Según habíamos leído, la carretera del lado este era más frondosa en cuanto a vegetación, con posibilidad de ver Foyers, donde hay una pequeña cascada. Y en la orilla oeste vas más pegado al lago y está Urqhuart Castle, un castillo en ruinas justo a la orilla del Lago Ness. Finalmente, tras muchas dudas, nos decantamos por la oeste, ya que nos hacía ilusión ver el castillo. La carretera que bordea el lago tiene muchos árboles y en ocasiones se cerraban arriba, pareciendo que conducías en un túnel.
La entrada al Castillo de Urqhuart estaba incluida en el Explorer Pass. Según entras, hay una tienda y una pequeña exposición, donde hay una maqueta del castillo y te explican la organización del lugar en la Edad Media. Hay también un pequeño vídeo, bastante visual, donde te cuentan la historia del castillo. El vídeo es en inglés, pero le pedimos que nos pusiera subtítulos en castellano. Luego pasamos a visitar el castillo. Fue unos de los castillos más importantes de Escocia, pero lo volaron y desde entonces está en ruinas. Lo primero que te encuentras es un trebuchet, una especie de catapulta que se utilizaba en la Edad Media como técnica de asedio. Hay una guía muy simpática que te cuenta historias específicas del castillo, y nos estuvo contando sobre el trebuchet y le preguntamos sobre algunas dudas que nos habían quedado del vídeo. A lo largo de todo el castillo hay paneles donde te van explicando las etapas de construcción de la fortaleza, viviendas, etc... Está situado en un entorno muy bonito, justo a orillas del Lago Ness, y las vistas son preciosas.
Pasamos allí unas dos horas y seguimos nuestro camino hasta Fort Augustus, un pueblo que está justo al final del Lago Ness. Allí vimos las exclusas del Canal de Caledonia, y un centro de interpretación sobre este canal, una vía navegable que conecta la orilla Oeste y la orilla este de Escocia a través de varios lagos, con una parte artificial.
Como nos pareció que el pueblo tampoco tenía mucho más, seguimos nuestro camino. A los pocos kilómetros paramos al borde de la carretera porque vimos un bosque con una lago muy bonito. Decir que en Escocia, en la mayoría de las carreteras hay frecuentes lugares para pararse, con lo que cuando veíamos un paisaje que nos gustaba, parábamos a verlo. Este sitio nos gustó, el lago en concreto era el Loch Oich, y en el bosquecillo había restos de hogueras, de gente que había ido a comer allí. Nos pareció un buen sitio para comernos nuestras provisiones.
Nuestra siguiente parada era Glen Coe. Lo primero que nos encontramos fue un pequeño puerto deportivo muy bonito.
Pensábamos entrar en un centro de interpretación sobre la matanza de Glencoe, pero no estaba indicado desde la carretera y pasamos de largo. Donde sí que entramos fue en el centro para visitantes del Glen Coe, donde te cuentan la importancia geológica de las montañas, y se accede a un impresionante mirador donde contemplar las montañas. De allí parten algunos senderos para pasear por la zona. Nosotros hicimos el más corto, que nos llevó unos 20 minutos, porque el tiempo estaba muy malo, lloviznando, y se nos hacía tarde.
De allí partimos hacia Crianlarich, atravesando la cañada de Glen Coe, impresionante. Lástima que el tiempo estuviese tan malo. A mitad de camino nos empezó a llover y ya no paró hasta bien entrada la noche.
Llegamos a Crianlarich a las 5, justo a tiempo para ver el primer partido de España en la Eurocopa, frente a Italia. La primera parte la vimos en el B&B, Glenardran House. Este alojamiento nos costó 60 libras la noche, y fue el que menos nos gustó de los 3 B&B en los que nos alojamos. No estaba mal, pero la casa era un poco vieja. Crianlarich es un pueblo muy pequeño, de paso, pero hacia el que aparecen indicaciones desde toda Escocia por ser un lugar estratégico para senderistas, ya que se encuentra en la mitad de la West Highland Way, la mayor ruta a pie del país, que va desde Glasgow hasta Fort William. Nosotros decidimos quedarnos ahí porque está cerca de Loch Lomond, nuestro destino para el día siguiente.
La segunda parte del partido la vimos en unos de los 2 pubs que tiene el pueblo, concretamente en el que teníamos justo al lado de la casa, Rod & Reel Pub, para el que nos dieron un vale del 10% de descuento en la comida en el B&B. Nos tomamos una pinta viendo el fútbol, y luego pedimos algo de comer. En total fueron 4 pintas, una hamburguesa de venado y un plato de mince and tatties (un guiso de carne picada con guisantes y puré de patatas), por 27 libras.