Nos desplazamos a Barcelona en un vuelo de Iberia a la 8 de la mañana. Una vez a bordo, mientras embarcamos en el avión otro pasajero se dirige a mí y me reconoce por el foro, son Joseluis y su familia, los primeros delfines que conoceré en persona (para los no informados indicaré que así nos hemos llamado un grupo de foreros del 30 de junio 2012 por el distintivo que hemos decidido ponernos para reconocernos entre nosotros) . Una vez en Barcelona nos vamos al hotel que vamos a compartir en la ciudad. Se trata del hotel Travelodge, en Hospitalet, a 15 minutos en metro del centro de la ciudad, aunque hay que caminar otros 10 minutos hasta la boca del metro. Es un hotel digno, limpio y cómodo a precio inmejorable ( la cuádruple desde 35 euros, aunque Nasaro, otro delfín que eligió el distintivo, la consiguió en oferta a 10 euros).
Cuando llego al hotel ya me está esperando un encargo de un amigo forero que me ha pedido que entregue un precioso ramo de 24 rosas rojas a una chica que trabaja en el barco a la que ha conocido en un crucero anterior

Una vez que dejamos las maletas en el hotel (pagando un suplemento de 10 euros por guardarnos el equipaje antes de las 12 de la mañana) nos vamos al centro para recorrer la ciudad: llegamos al Paseo de Gràcia en metro y decidimos junto a la familia de Joséluis dirigirnos hacia las Ramblas. Y ahí nos estrenamos, nos pegaron una clavada tremenda en una cafetería con una barra de pinchos de pinta espectacular, pero de servicio pésimo y a precios prohibitivos. NADA RECOMENDABLE.



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Seguimos Rambla abajo hasta el mercado de la Boquería donde tomamos una copa de cava en una bodega estupenda del pórtico que rodea al mercado. Imprescindible visitarlo, su colorido y la calidad y variedad de sus productos impresiona



Desde ahí, decidimos volver hacia el paseo de Gràcia para ver la casa Batlló y la Pedrera de Gaudí. Son impactantes y no puedo evitar imaginar la reacción de los barceloneses de la época cuando se construyeron

Por fin conoceré a Nasaro y su familia , con quien tanto he hablado y compartido en el foro. Ortzi y su familia llegarán más tarde y no nos encontraremos con ellos hasta después de la cena que haremos en una sidrería vasca de un centro comercial cercano al hotel.
Tras las primeras risas y con los nervios previos al crucero, decidimos retirarnos
