Decidimos llevarnos el coche desde España, para ya que hacíamos el viaje, disfrutar también del paso del estrecho. Y además porque no teníamos para programar nada, teníamos que hacerlo así.
PASO DEL ESTRECHO
Cogimos el ferry desde Algeciras a las 5 de la tarde; pensábamos haber cogido el fast-ferry de las 8, pero como llegamos pronto, preferimos coger el lento, que tarda 2 horas y media, y así llegar un poco más pronto a Tánger.
Fue toda una experiencia, encontrarnos entre los dos continentes y entre los dos mares. Y no sólo eso, también vimos delfines!!!!
También fue el primer contacto con el Ramadán, ya que estaba todo cerrado (cafetería, bares...) y la gente aprovechaba el viaje para dormir, ya que no habían dormido esa noche.
TÁNGER
Bajamos del ferry sin ningún problema, pero en la aduana empezó ya el cachondeo de las propinas: justo después de sellarnos los papeles del coche, los mismos empleados de la aduana nos pidieron dinero, pero eso sí porque lo habían hecho rápido por nosotros, son tan majos...
Para los interesados, es imprescindible:
- Seguro internacional del vehículo actualizado (la famosa "Carta Verde")
- Papeles en regla del coche (como en España), pero si el coche no es vuestro (está a nombre de vuestro padre como en nuestro caso) deberíais llevar una autorización del propietario o puede que os dejen pasar, aumentando la cantidad de la propina.
Cuando salimos del puerto, empezamos a buscar hotel. Era el primer día y no teníamos referencias de hoteles, solamente la Guía Trotamundos. Para complicar más las cosas, cuando llegamos al centro, eran las 6 y media, y quedaban 15 minutos para anochecer. Teníamos poco tiempo para buscar hotel y encima estaban ya bastante nerviosos...
Entonces oímos al Imán cantar algo por los altavoces y de golpe desaparecer la gente de la calle y el silencio: ¡¡Se habían ido todos a romper el ayuno!! la mayor parte a su casa, pero también las terrazas de delante del puerto se llenaron de gente que tomaba vorazmente un menu que consistía en:
- Harira (sopa marroquí especial del Ramadán)
- Zumo de naranja
- Leche agria
- Dátiles
Así pues, allí donde fueres, haz lo que vieres, y nos pusimos a cenar. Yo cené un tajín de cous-cous y Clara (mi novia) un sandwich de carne (como un bocata, pero enrollado). Justo a nuestro lado, estaban comiendo los dueños del restaurante, que nos ofrecieron también una especie de torta con especias (la llaman pizza bereber, pero no se su nombre en árabe) y los dulces típicos de Ramadan, que son hojaldre frito con miel, llamados "shebaikka".
Después de cenar nos fuimos al hotel que habíamos visto ya antes por encima: Hotel Royal. Simple y limpio por 200 dirhams. Pagamos y nos fuimos a dar un paseo.
Cuando llegamos a la medina, nos dimos cuenta de cómo había cambiado el ambiente. Las tiendas abiertas, las calles llenas de gente, vamos, como si fuera media tarde, pero a las 11 de la noche!!! las mujeres haciendo la compra, los niños jugando en la calle y nosotros probando un té marroquí, te rojo con menta, antes de volvernos al hotel para intentar dormir (algo complicado porque por la noche no se cortan haciendo ruido!!!) para despertarnos pronto y ver Tánger por la mañana
PASO DEL ESTRECHO
Cogimos el ferry desde Algeciras a las 5 de la tarde; pensábamos haber cogido el fast-ferry de las 8, pero como llegamos pronto, preferimos coger el lento, que tarda 2 horas y media, y así llegar un poco más pronto a Tánger.
Fue toda una experiencia, encontrarnos entre los dos continentes y entre los dos mares. Y no sólo eso, también vimos delfines!!!!

También fue el primer contacto con el Ramadán, ya que estaba todo cerrado (cafetería, bares...) y la gente aprovechaba el viaje para dormir, ya que no habían dormido esa noche.
TÁNGER
Bajamos del ferry sin ningún problema, pero en la aduana empezó ya el cachondeo de las propinas: justo después de sellarnos los papeles del coche, los mismos empleados de la aduana nos pidieron dinero, pero eso sí porque lo habían hecho rápido por nosotros, son tan majos...
Para los interesados, es imprescindible:
- Seguro internacional del vehículo actualizado (la famosa "Carta Verde")
- Papeles en regla del coche (como en España), pero si el coche no es vuestro (está a nombre de vuestro padre como en nuestro caso) deberíais llevar una autorización del propietario o puede que os dejen pasar, aumentando la cantidad de la propina.
Cuando salimos del puerto, empezamos a buscar hotel. Era el primer día y no teníamos referencias de hoteles, solamente la Guía Trotamundos. Para complicar más las cosas, cuando llegamos al centro, eran las 6 y media, y quedaban 15 minutos para anochecer. Teníamos poco tiempo para buscar hotel y encima estaban ya bastante nerviosos...
Entonces oímos al Imán cantar algo por los altavoces y de golpe desaparecer la gente de la calle y el silencio: ¡¡Se habían ido todos a romper el ayuno!! la mayor parte a su casa, pero también las terrazas de delante del puerto se llenaron de gente que tomaba vorazmente un menu que consistía en:
- Harira (sopa marroquí especial del Ramadán)
- Zumo de naranja
- Leche agria
- Dátiles
Así pues, allí donde fueres, haz lo que vieres, y nos pusimos a cenar. Yo cené un tajín de cous-cous y Clara (mi novia) un sandwich de carne (como un bocata, pero enrollado). Justo a nuestro lado, estaban comiendo los dueños del restaurante, que nos ofrecieron también una especie de torta con especias (la llaman pizza bereber, pero no se su nombre en árabe) y los dulces típicos de Ramadan, que son hojaldre frito con miel, llamados "shebaikka".
Después de cenar nos fuimos al hotel que habíamos visto ya antes por encima: Hotel Royal. Simple y limpio por 200 dirhams. Pagamos y nos fuimos a dar un paseo.
Cuando llegamos a la medina, nos dimos cuenta de cómo había cambiado el ambiente. Las tiendas abiertas, las calles llenas de gente, vamos, como si fuera media tarde, pero a las 11 de la noche!!! las mujeres haciendo la compra, los niños jugando en la calle y nosotros probando un té marroquí, te rojo con menta, antes de volvernos al hotel para intentar dormir (algo complicado porque por la noche no se cortan haciendo ruido!!!) para despertarnos pronto y ver Tánger por la mañana
