Ya estamos en el penúltimo día, ¡¡ como pasa el tiempo ¡! Tanto tiempo programando un viaje y cuando te quieres dar cuenta se acaba. Como siempre desayunamos pronto, pero antes Ana (mi mujer) y dos amigas de mi hermana, bajamos al Santo Sepulcro, con la intención de poder ver el sitio donde se supone fue enterrado Jesucristo, bajamos al hall del hotel a las 5 y cuarto de la mañana, y está cerrado, pero esta esperando un sacerdote español que también iba a bajar con un grupillo de argentinos. Sale el recepcionista y nos abre la puerta, el hecho de bajar a esa hora es que al no poderlo ver el día anterior, nos informan que abren la iglesia a las 5 de la mañana, pero en el sitio del sepulcro dicen misa cada media hora y entre misa y misa se puede visitar. Cuando llegamos hay una misa celebrada por unos italianos y nos quedamos a la puerta esperando que termine, entre tanto de pronto, nos asustamos, pues en una lámpara que está a nuestras espaldas hay un cortocircuito, y se prende fuego el cable y chisporroteando se corta la luz de una fase, pero rápidamente se apaga el fuego. Termina la misa y estamos detrás de unos extranjeros para entrar, pasan ellos y cuando lo vamos ha hacer nosotros, nos dice un franciscano que ya no podemos que se va a iniciar una nueva misa. Suerte la nuestra que es la misa del sacerdote con el que hemos coincidido en el hall de hotel y le pedimos que si podemos pasar solo un momento y muy amablemente nos deja, estamos un par de minutos y salimos, por lo menos a merecido la pena, pues veíamos que nos quedábamos sin verlo otra vez. Nos subimos para el hotel y desayunamos con el resto del grupo y nos dirigimos al Cenáculo, que es el lugar donde se conmemora la última cena de Jesús con sus discípulos. A continuación nos dirigimos a la Iglesia de la Dormición, ambos lugares se encuentran en el monte Sión.
EL CENACULO
IGLESIA DE LA DORMICION
Desde allí y entrando por la Puerta de San Esteban, bajamos andando por los barrios armenio y judío, para llegar al muro de las lamentaciones, no sin antes pasar por donde está el candelabro judío o Menora de siete brazos que es uno de los símbolos más viejos del judaísmo y esta considerado el símbolo oficial del estado de Israel.IGLESIA DE LA DORMICION
MENORA O CANDELABRO JUDIO
La noche anterior me impresionó mucho el muro, con lo cual al verlo de día no me impresionó tanto, había mucha gente y si entré y dejé mi papelito correspondiente en las grietas de muro que están llenas de ellos y pude hacer unas fotos, cogimos un libro que nos llevamos de recuerdo en hebreo, son libros de oración que los judíos los llevan allí y los dejan para que quién no los tenga pueda hacer sus oraciones y gente como nosotros los cojamos. Por supuesto la zona del muro está separada para hombres y mujeres. Impresiona verlos como se balancean adelante y hacia detrás orando, tengo entendido que es una técnica de concentración. Pasamos a continuación a la sinagoga que está dentro del muro, y a la que solo tienen acceso los hombres, allí, me coge por banda un muchacho de no más de 22 años, totalmente vestido de negro, con su gorro del mismo color y sus tirabuzones que nacen de las patillas y me pregunta el nombre, yo no sabía para qué y me lleva a un rincón y me pregunto en un mal español de donde venía, y le conteste, a continuación me puso las manos sobre la cabeza, como si estuviese confesándome y cuando termina me dice que le de algo, me quedo sorprendido y le doy unas monedas que llevaba sueltas un ero y pico, y me dice que no, que quiere billetes, ¡¡ que morro ¡! Y le dije que iba listo, que si quería las monedas bien y que si no nada, claro al final acepto.MURO DE LAS LAMENTACIONES
JUDIO ORTODOXO
Antes de comer nos fuimos a ver la iglesia de la negaciones de Pedro, donde en la cúpula de la misma hay un gallo, en signo de lo que dijo Jesús “antes de que el gallo cante tres veces tu me habrás negado tres veces”, de allí a comer y tarde libre para realizar las últimas compras.JUDIO ORTODOXO
Lo hicimos por el barrio árabe, paseando y viendo y cuando nos interesaba algo regateando ¡no faltaría más!, les compramos a mis dos hijos mayores unas palestinas que nos pedían 30 Euros por cada una, aunque eso sí eran de algodón de muy buena calidad, al final compramos 3, pero por 30 euros las tres, y así otras cosillas, siempre, eso si, regateando, que para eso mi mujer es muy experta y la gusta y yo aprendí el pasado año en Turquía. Esa tarde pasamos de la cena del hotel y nos fuimos a comer unos bocatas que estaban buenísimos en una terracita, con una cerveza, marca MACABEA, muy aceptable, el mío, fue de salmón ahumado con pepinillos y mayonesa, buenísimo.