SAN PETERSBURGO
Amanecía a mitad del mar Báltico y desayunamos entrando al puerto de San Petersburgo donde estaríamos dos días. A través de el foro "Los viajeros" contacté con gente de Jaén y montaron una excursión de dos días con todo organizado a un precio irrisorio frente al del barco. Nuestra guía Natasha, nos puso al día de la historia de Rusia, la antigua URRS y sobretodo de los zares.
Sin duda, ciudad para visitar antes de morir. Del barco, tras los papeleos en la aduana (con los "simpáticos" policías Rusos), directos al Hermitage. Espectacular pinacoteca. Detrás del Hermitage se encuentra la Casita de Pedro I, primera casa del zar Pedro el Grande en San Petersburgo. Junto al Hermitage, cabe destacar la Plaza del palacio.
De aquí fuímos en barco a Petergoff, impresionante complejo de palacios y parques de los zares, también llamado "El Versalles Ruso".
La ciudad tiene muchas catedrales realmente monumentales. A mi la que más me impresionó fue la de Sangre Derramada. Seguramente la más "turística" iglesia en San Petersburgo, construida en el lugar del asesinato del zar ruso Alejandro II. Fantástica decoración de mosaica exterior e interior, hecha por los mejores artistas rusos de la época.
De aquí hicimos una visita un poco rara pero no menos espectacular. Fuimos al metro de San Peterburgo. No se si todas las estaciones eran así, aunque Natasha nos llevó a un par que realmente valía la pena ver. Es algo que no os podéis perder, y las excursiones del barco no lo ofrecen.
Con todo ello, al barco, cena, descanso y pronto arriba que quedaba mucho por ver.
A las 8 de la mañana nos esperaba Natasha junto al autobús. De aquí directos a Fortaleza de Pedro y Pablo - el núcleo de San Petersburgo, aquí se empezó la ciudad. Dentro de la Fortaleza se encuentra la Catedral de San Pedro y San Pablo, con las tumbas de los zares rusos, incluyendo el último zar Nicolás II con su familia.
Vista la fortaleza, nos dirigíamos al Palacio de Catalina en Pushkin. La residencia veraniega de los zares rusos con la famosa Cámara de Ámbar (o el Salón de Ámbar). El palacio no tiene desperdicio. Aunque hay que coger transporte para verlo, es imprescindible su visita.
Ya después de comer, vimos un par de catedrales que nos faltaban entre ellas, la Catedral de San Isaac - la más grandiosa de las iglesias de la ciudad. Su altura es de 101,5 metros. Aparte de ver la catedral con una espectacular decoración interior, se puede subir a la columnata para disfrutar de una preciosa vista panorámica de San Petersburgo. A destacar Catedral de Nuestra Señora de Kazán y la Catedral de San Nicolás
Seguidamente, una compras no vienen mal en la Avenida Nevsky la mayor calle de San Petersburgo, centro comercial, financiero y neurológico de la ciudad. Cabe destacar la Avenida de Moscú (Moskovsky Prospect) - una larga y ancha avenida, construida en la época de Stalin, llena de los edificios de época. Podemos encontrar la gran estatua de un no demasiado bien valorado por los rusos que conocimos, Lenin.
Con todo ello, sólo quedaba tiempo para hacer un paseo en barco por el Río Neva, y disfrutar de magníficas postales desde el barco.
Llevábamos tres días de crucero y no habíamos visto el barco!!!! jaja
Hasta el momento muy intenso el viaje. A partir de ahora las visitas serán más suaves y se compaginarán con el disfrute del barco.