Este día no madrugamos nada, sin despertador que ya tocaba. El planning de hoy se limitaba a una visita para la que íbamos a emplear casi el día entero. A eso de las 11 salimos a dar una vuelta por el mercado de la fruta y la carne que los teníamos al lado.
La visita al mercado de la carne es una experiencia intensa, tanto por la cantidad de gente que hay como por las imágenes que se observan. Es un lugar con mucha vida y es una locura pasear por allí porque esta a tope de gente. En cierto modo me recordó un poco a países árabes, a zocos y mercados, quizás por el griterío de los carniceros en un idioma desconocido pero no recuerdo haber estado en un lugar similar. Aquí si que es imposible pedir permiso para echar fotos a las personas a retratar así que dí rienda suelta a mi dedo índice derecho.
De lo que nos gustó dimos 3 vueltas.
Nos quedaba visitar el templo de otro de los grandes del Olimpo: Poseidón, Dios de los océanos. Su ubicación es el cabo Sunion y en cuanto a los datos dejo un Tip del foro con una excelente explicación:
www.losviajeros.com/Tips.php?p=466
Nosotros fuimos en transporte público. Para ir hasta Sunion en bus hay que desplazarse hasta la Plaza Egiptou ubicada pasado el museo arqueológico, por la calle 20 de Octubre. En esta plaza están todas las paradas de las rutas de los autobuses KTEL (ktea en griego). En una de las esquinas de la plaza están las oficinas de la empresa donde se sacan los billetes y dan información. Allí pedimos nosotros los horarios y nos dijeron que en el caso de esta línea se paga directamente al conductor.
Esta la parada del bus que lleva a Cabo Sunion, de lejos y de cerca.
El horario que mejor nos venía era ir hasta allí en el bus de las 14:30 y volver en el de las 18.00h. Una de las atracciones del lugar son los bonitos atardeceres que se pueden ver desde allí, pero con las nubes que había pocas ilusiones nos hicimos sobre esto.
El trayecto cuesta 6 euros y se tardan 2 h en llegar. Aconsejo sentarse en el lado derecho del bus. Resulta ameno ir viendo los pueblos de la costa y el mar casi todo el rato pero al final se hace largo. Fuimos los únicos turistas de ese día junto a dos chicos asiáticos.
A pesar de la somnolencia hay que ir atento pues cuando llegas el Templo se ve a lo lejos- desde el lado derecho - y permite hacerse una idea de cómo debía ser ese lugar. El lugar en si no tiene mucho que enseñar, salvo el templo, al que no puedes acercarte. La entrada son 4 euros y de nuevo otra vez visita en solitario, junto con los compis del bus.
Nosotros lo vimos y bajamos hacia el mar para ver los otros dos lugares que están reseñados en el mapita que te dan en la entrada. Sin haber llegado al final del camino una trabajadora del lugar nos empezó a pitar desde el mirador del templo con gestos para que volviéramos. Sin ninguna prisa deshicimos el camino y nos dijo que iban a cerrar, que fuéramos ya hacia la puerta. No había pasado ni media hora y nos cabreamos un poco, bastante. Pese a que en el horario pone que cierra al atardecer en invierno se cierra a las 5 y si no se ve el atardecer como era el día pues incluso antes.
Con un poco de diplomacia, comentándole que era el viajero Zacáridas del lejano reino de Hispania (mas allá de la magna Grecia) y que debíamos hacer una ofrenda a Poseidón para que nos propiciase un buen regreso a casa al día siguiente nos dejó a regañadientes “ten minuts more”. Para hacer unas pocas fotos más, básicamente.
Que no fueron ni 5. Fuera del recinto solo hay una cafetería que cerró también así que allí esperamos junto a los dos turistas y una trabajadora del templo, viendo anochecer y poco más hasta que el bus llegó. Durante ese rato vimos que en la parte de atrás de la cafetería hay una escalera para subir al techo, intuyo que puede ser para subir a hacer fotos porque debe haber unas vistas y panorámicas muy buenas al estar elevado.
El bus llegó un cuarto de hora antes de las 6 y tal y como subimos arrancó. Ojo con esto no lo perdáis porque veo difícil la vuelta andando. Otros 6 euros y 2 horas hasta el centro para reflexionar si esta visita nos ha merecido la pena o no. Puede que en verano el atardecer sea muy bonito y “perder” una tarde en ir a verlo merezca la pena, pero es el único atractivo que le encuentro.
En los dos días siguientes que disfrutamos de Atenas hicimos las visitas que relaté en mi diario de Atenas hace un par de años. Lo he actualizado con información y fotos de esta escapada. Os invito a seguir leyendo si aun no estáis lo suficientemente cansad@s de mis historias mitológicas…
www.losviajeros.com/ ...php?b=3868
Muchas gracias por leer mi relato hasta el final