Día 3: Colonia y Coblenza
Lo bueno del hotel eran los fabulosos desayunos y como teníamos un día bastante complicado pues hoy teníamos cerca de 300 km de recorrido, hay que cargar pilas.
Nos aventuramos de nuevo a esas carreteras que al final íbamos a salir hechos unos expertos, eso si con nuestra velocidad de crucero 130 km por hora.
Nuestra primera intención era ir directo a Coblenza, hacer los 132 km de un tirón y luego volver por Colonia y vuelta al hotel. Pero debido a los horarios de los monumentos decidimos primero ir a Colonia. Había que buscar la A3 o la A57. Cogimos al final la A57 que es la primera que apareció y fuimos dirección KÖLN – FRANKFURT. 43 km después estábamos en el centro de Colonia. Ese día era domingo y como aquí en España la zona de la hora es gratis, así que no hizo falta poner ticket. El coche quedo a 2 calles de la catedral.
Una vez te encuentras la impresionante silueta ves lo grandiosa que debe de ser.
La catedral de Colonia es el edificio gótico más famoso de Alemania. La primera piedra se colocó en agosto de 1248, pero no fue acabada hasta el siglo XIX.
La fachada es impresionante y muy trabajada como corresponde al estilo gótico al que pertenece
El altar mayor es impresionante y mas con las vidrieras que tiene que deja pasar la luz hacia el interior.
Por uno de los laterales se encuentra este mosaico. Una lastima que tan bonito no tengan separadores para no pisarlo.
En el ábside se encuentra el sarcófago en el que se encuentra las reliquias de los Reyes Magos.
Y en uno de los absidiolos se encuentra la Capilla de los Reyes Magos.
Aquí os dejo otra de las capillas lujosamente decorada.
Por uno de los laterales se encuentra la Sala del Tesoro. Nosotros no entramos.
En la plaza frente a la catedral hay un plano en metal sobre el suelo de la distribución de los monumentos.
Alrededor de la catedral se encuentran varios museos y la estación de Central de ferrocarriles.
Desde aquí fuimos a ver el Ayuntamiento de Colonia. Las obras afean bastante el edificio.
Desde este lado se aprecia mejor.
Cogimos la ribera del Rhin con sus puentes y su anchura hace que se puedan realizar cruceros fluviales que recorren gran parte de Alemania.
Andando, andando llegamos al Museo del chocolate. Entramos en la tienda y realmente si te gusta el chocolate se te hace la boca agua.
Al lado se encuentra la Iglesia de San Martín una de tantas del románico tardío.
Ya era hora de comer y callejeando hacia la catedral nos encontramos con un mercadillo en el cual comimos, como no salchichas. Deciros que la comida no es cara. Aquí tenéis una foto.
Y ya era hora de coger el coche y volver a la carretera para llegar hasta Coblenza, teníamos por delante 110 km.
Pero tuvimos un gran problema en Colonia había un maratón unido a ciclistas y el problema fue que no había manera de salir de allí pues estaban las salidas de la ciudad cortadas y no sabíamos como irnos. Después de 1 hora y media dando vueltas conseguimos salir, pero claro habíamos perdido mucho tiempo.
No sabría deciros que carretera cogimos pero al final llegamos a Coblenza.
Después de aparcar en un parking al aire libre y al ser domingo era gratis, nos dedicamos a recorrer lo que nos diera tiempo de Coblenza.
Lo primero que vemos son los contrastes entre las casas de madera y las de hormigón.
Al lado estaba la Liebfrauenkirche o iglesia de Nuestra Señora, tiene una gran mezcla de estilos. Su origen es románico, su coro gótico y sus cúpulas barrocas.
Y del otro lado estaba la Florinskirche (iglesia de San Florín), esta iglesia fue construida sobre los restos de una capilla que se encontraba en este mismo lugar. Destruida parcialmente durante diversas guerras civiles, fue reconstruida en el Siglo XVIII. Es de confesión protestante.
Por las calles de Coblenza nos encontramos curiosamente un bar de tapas y un restaurante español.
Y os dejo una de nuestras manías una foto de tapa de alcantarillado con lo típico de la ciudad.
Desde aquí llegamos hasta el ayuntamiento.
Y la plaza que esta al lado de dicho ayuntamiento.
Callejeando llegamos hasta la Historiensäule (columna de la historia), es una fuente con una escultura que representa 2.000 años de la historia de Coblenza en diez escenas, situadas unas sobre otras.
Nuestro destino era llegar al Deutsches Eck (esquina alemana) mirador donde se juntan los ríos Mosela y Rhin, pero antes de llegar pasamos por la Basílica de San Castor.
La Basílica St Kastor (basílica de San Castor), es una iglesia que data del siglo XII, aunque sus orígenes más antiguos se remontan a los tiempos de los romanos. En la antigüedad, la basílica fue el principal centro cultural y religioso de la ciudad; actualmente atrae a muchos visitantes por los tesoros que alberga en su interior, especialmente lápidas y pinturas que datan desde la Edad Media hasta el siglo XVIII. La entrada es gratuita.
Y ya llegamos al Deutsches Eck (esquina alemana), es un mirador construido sobre un banco de arena, justo donde confluyen los ríos Mosela y Rin. Su nombre proviene de Deutscher Ritterorden, orden de los caballeros teutones, que tuvo aquí el espacio donde construyó su casa.
Justo a las espaldas del Deutsches Eck se encuentra la Estatua del káiser Guillermo I dominando el lugar. Es una estatua enorme, como era habitual en el estilo de finales del siglo XIX, y la original fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial. El pedestal estuvo vacío un tiempo, durante el cual sirvió de monumento a la unidad alemana hasta que se produjo la unificación real en 1990.
En la margen izquierda del Mosela se encuentra un camping.
Y en la margen derecha del Rin está situada, La Festung Ehrenbreitstein (fortaleza Ehrenbreitstein), es una de las fortalezas más grandes del siglo XIX, a la cual se sube con un teleférico.
Ya era hora de volver hacia Düsseldorf teníamos 152 km por delante y no era cuestión de que se hiciera de noche en la carretera.
De camino a recoger nuestro coche vimos una fachada curiosa.
La primera impresión fue se va a tirar, no, no se va a tirar es una estatua.
Ya cogimos el coche y fuimos buscando la A3 autopista rápida que nos llevaba hasta nuestro hotel, pero nos equivocamos de carretera y cogimos la A61 que también es autopista pero esta tiene limite de velocidad.
Llegamos a nuestro hotel cansados pero satisfechos de lo que habíamos visto.
Ahora tocaba preparar la maleta pues al día siguiente volvíamos a casa.