El segundo día fue algo sorprendente....
Los niños se levantaron a las 7 de la mañana y se metieron en la piscina de la habitación, estaban nerviosos y estusiasmados con tener una piscina para ellos solos.
Claro que decir que nosotros tambien lo estabamos.

Despues de darnos unos chapuzones decidimos irnos a desayunar aunque era pronto, no habia mucha gente en el buffet, ya que es el único hotel de la isla y tiene solo 120 villas.

Marcos incluso se atrevio a beberse un coco, que cogio el mismo...

Despues de desayunar decidimos disfrutar del hotel y de su magnifica playa.

Las fotos hablan por si solas....



Despues de pasar la mañana en la playa decidimos ir a comer, al restaurante del hotel, el único que hay en toda la isla

Aunque con las vistas que tenia merecia bastante la pena.

El resto del día lo pasamos descansando con lo cual no hay nada mas que reseñar.