Llegó el día de visitar Gozo. En nuestro afán por evitar el tráfico de La Valletta contratamos el coche desde el aeropuerto. No era problema, un pequeño recorrido de 25 minutos en la línea X4 hasta el aeropuerto y a por el coche. Lo contratamos con la compañía Green Motion. Sin duda, la peor compañía que me encontré en casi 20 años de viajes. Contar todo lo que nos pasó con los trámites y el coche que nos dieron sobrepasa este diario, escribiré una crítica en otro lado ya que de algún modo tengo que sacar la rabia que todavía tengo dentro.
Así que me lo salto. Si alguien quiere detalles, que me escriba un privado y se lo cuento encantado.
Total que nos pusimos en marcha hacia Gozo. La carretera hacia el norte está bien, y además me pareció que las carreteras de Malta, en general, están bien señalizadas. Hicimos una pequeña pausa para fotografiar el pueblo de Popeye que se encuentra en Anchor Bay, ya muy cerca del ferry, y otra para sacar unas fotos del "Red Tower", también al norte de la isla. El pueblo de Popeye no nos interesaba mucho visitarlo. Se ve perfectamente desde enfrente y nosotros nos conformamos con eso.
Los trámites (=espera) del ferry nos llevaron como media hora, así que genial. En la ida no hay que pagar nada. Se hace a la vuelta y es algo más de 20€ para un coche y 2 viajeros.
El trayecto dura unos 25 minutos y desde la cubierta se disfruta mucho. Se pasa delante de Comino y el acercamiento al puerto de Mgarr en Gozo también es bonito.
Desembarcamos y hacia Xlendi, nuestra base en Gozo durante tres días. No nos costó mucho encontrarlo. Hacia casi cualquier lado que se vaya, siempre se pasa por Victoria/Rabat, la capital de la isla, de la que parten en forma radial las carreteras. Las distancias en Gozo son muy reducidas, normalmente no más de 5 o 6 km entre las distintas ciudades.
Nuestro hotel, el Xlendi Resort & Spa, lo encontramos sin problemas y tras dejar el coche en el parking subimos las maletas a la habitación. Habíamos reservado otra habitación con vistas al mar, y no nos decepcionó. Ésta incluso tenía un pequeño balcón. El hotel lo recomendaría, aunque el bufet de desayuno es más bien flojo y la limpieza también es bastante mejorable.
Decidimos pasar el resto del día en Xlendi y disfrutar de nuestra primera sesión de "playa". El pueblo no tiene playa de arena, la gente se baña en la bahia/puerto desde donde hay escaleras al mar y zonas de piedra en las que tomar el sol. Muy maltés

Tras comer algo en el restaurante Churchill ("pizza gozitana" espectacular) decidimos dar un paseo hasta la torre de vigilancia al final de la bahía. Está muy bonito y desde allí hay unas vistas que merecen la pena sobre los acantilados cercanos.
Tras el paseo tocó por fin bañarnos y tomar algo el sol. El día lo terminamos en uno de los restaurantes de la propia bahía. Son todos muy parecidos y la verdad es que se come bien a un precio bastante razonable. Al final estuvimos en el Moby Dick, en el Stone Crab y otro cuyo nombre no recuedo, pero lo dicho, son similares, y no comimos mal.