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A las 10.30 partimos hacia Varsovia, la estación de autobuses esta detrás de la de trenes, se llega por los túneles que pasan por debajo de la estación. Teníamos los billetes ya comprados por internet con Polskibus, 4 euros y poco.
El autobús muy nuevo, asientos de piel muy cómodos y teníamos wifi durante todo el trayecto.
Hizo una pequeña parada en un área de servicio, después siguió el camino por las carreteras polacas... Nos sorprendió durante el trayecto que una azafata iba repartiendo cosas, primero nos trajo un bollo dulce muy rico, después zumo, galletitas, helado... incluido en el precio del billete!!!
Después de 5 horas aproximadamente llegamos a Varsovia, la estación está retirada del centro, pero tiene parada de metro. La sorpresa fue que el metro paró dos estaciones antes de donde íbamos nosotros, a Centrum. Luego descubrimos el porque, resulta que están de obras.
La primera impresión de Varsovia fue mucho calor, veniamos de no más de 16ºC de Gdansk y al bajarnos del bus marcaban los termómetros 31ºC.
Teniamos reservado un apartamento, Hosapartments Bagno, muy cerca de Centrum, al lado del famoso Palacio de Cultura y Ciencia. Esperamos en la puerta, habíamos quedado con la chica a las 17h pero se retrasó un poco. Para entrar al edificio se utilizaba una llave magnética. La verdad es que los pasillos daban un poco de miedo, dignos de película de terror, con todos los cables, tuberías y demás descubiertos y colgando por ahí.
Una vez en el apartamento cambió la cosa. Estaba todo muy nuevo, teníamos cocina completa, con nevera, grill microondas, calentador de agua, tostador, utensilios, café, té... En el baño estaba la lavadora y en el resto del apartamento habían dos camas de matrimonio, un sofá, armario y televisor.
El pequeño ventilador no conseguía mover todo aquel aire caliente, la verdad es que estas tres noches en Varsovia sudamos lo que no está escrito.
Esa misma noche, después de establecernos en nuestro pequeño horno y darnos una ducha fuimos dirección al casco antiguo. Pasamos por Ogrod Saski, un bonito parque que al final tiene el monumento al soldado desconocido, con la típica llama que no se apaga y la pareja de militares todo el día allí puesta.
Seguimos un poco y ya estábamos en la calle principal, Krakowskie Prziedmiescie, que creo que se llama así porque era la antigua ruta comercial que llevaba hacia Cracovia.
Lo primero que te encuentras es el Castillo Real, siguiendo por una callejuela apareces en la plaza principal, con la sirena en medio. La plaza no tiene desperdicio la verdad, lo mejor de Varsovia sin duda. Un poco más allá está la barbacana y el museo de marie curie.
Cenamos en una terraza, nosotros y los mosquitos, paseo por el centro y vuelta al horno.
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