Un nuevo día en México, y una nueva mañana con los ojos abiertos antes de tiempo. La furgoneta de la excursión contratada con Juan Carlos Hedding nos recogía en el hotel a las 07:20 dirección Tulum. La coincidencia y el haberlo planificado así a sabiendas hizo que coincidiéramos los mismos que ya hicimos un año antes de excursión del safari en Punta Cana. 4 de ellos estaba alojados en el Xcaret, y los otros dos ya venían con nosotros a posta desde Madrid con la misma reserva.
Llegamos a las 08:00 al aparcamiento de las ruinas, y allí nos tocó recorrernos la carretera que la separa hasta la entrada de las ruinas. Pagamos los 57 pesos por persona, y adentro. Creo que fuimos de los primeros en entrar, no había absolutamente nadie!!.
No tengo palabras para describir aquello. Puede que aquello solo sean "piedras" ahí puestas, pero para alguien como yo, que le fascinaba de pequeño "Érase una vez las Américas" o "Las Mil y una Américas" era todo un lugar lleno de historía, es más....nuestra história, ya que en algún momento aquello se llamó "Nueva España".

ENTRADA A TULUM

FOTO TÍPICA



Por supuesto, ahora los habitantes de las ruinas son las iguanas. Puedes encontrarlas a patadas, viviendo allí placidamente disfrutando del calor de las piedras y al sol


Una vez recorrido gran parte, y en vistas que entraba mucha gente, quitamos la cuerda que impedía bajar a la playa pequeña (la grande estaba cerrada al ser época de desove de tortugas
) y nos dimos un chapuzón (solos por supuesto). Quitamos la cuerda porque nos lo dijo uno jardinero de allí, que al parecer el socorrista llegaba tarde.

Una vez refrescados por el baño, dimos una vuelta por una zona que no habíamos visto, y salimos hacia donde nos esperaba el taxi. La caminata de vuelta nos deshidrató por completo, así que paramos en los puestos de la entrada donde estaba el parking, y compramos aguas y refrescos, y montamos en la furgoneta dirección Cobá, próximo destino.
Desde Tulum sale la carretera que va hacia Valladolid, y por donde vamos para ir hacia Cobá. El camino se haría aburrido sino fuera por el espectáculo de ver como se adelantan mientras están adelantando a otro, en fin, algo que aquí asusta, alli es normal ver 3 coches en paralelo.
Una vez llegado al desvío, cogemos la carretera hacia Cobá, donde se llega al poco rato. La carretera bordea una laguna (donde dicen que hay cocodrilos), y lleva hasta una zona de tirolinas donde está la entrada a las ruinas.
Del sol asfixiante de Tulum, pasamos a la selva y sombras de Cobá tras pagar los 57 pesos de la entrada. A los 100m de entrar, está la primera zona aqueológica, donde ya puede verse la primera cancha de juego de pelota.

ARO EN CANCHA DE JUEGO DE PELOTA DE GRUPO COBÁ
Lamentablemente la pasamos por alto al estar ahí la zona de alquiler de bicicletas, y solo la vimos a la salida, pero como íbamos rezagados, el resto ya había salido y no pudimos verla bien. Con las bicicletas, hay dos opciones, o te llevan en unas bicis adaptadas por 100 pesos una hora, o te alquilas la bici por 35 pesos el tiempo que quieras. Bueno, bicis o trozos de hierro, porque vaya tela....Como curiosidad, los frenos están al revés que aquí, es decir, el freno derecho frena delante. Así que en plan verano azul, fuimos a través de la selva buscando ruinas.

Vamos directos a la pirámide de Nohoch Mul dejando otras ruinas para ver después. Son más de 2 km en bicicleta, motivo por el que merece la pena alquilarlas, y quizá unos 10 km recorriendo todo el circuito recomendado.
Nuevamente emocionado al sentir esa parte de historia viendo la pirámide. Está algo deteriorada y los laterales es todo selva. Solo queda la parte frontal, pero apta para subirla, y con una cuerda por el centro que ayuda a los indecisos. No había mucha gente, lo que pasa es que cuando llegamos había una excursión en ese momento subiendo, que se fueron solo 5 min antes que nosotros, quedando solo 3 personas allí. Una pena no haber tomado esa foto, pero el calor asfixiante no deja pensar a veces

Habiendo estado entrenando para hacer triatlones, me flipé un poco y la subí corriendo. Una vez llegado arriba (sudando como nadie) dí la vuelta y la visión de la jungla fue impresionante!!.

Unas fotos, y a bajar a por Mª Ángeles, que se había quedado haciendo unas fotos desde abajo. La bajada es más espluznante, ya que parece que los escalones están pulidos y que te puedes resbalar y pegarte una buena culada. De ahí la cuerda...

Nueva subida, esta vez sin prisas con Mª Ángeles, más fotos y abajo a por las bicis y a seguir la ruta.
Paramos en el observatorio, la cancha (pequeña) de juego de pelota, conjuntos de viviendas y llegamos de nuevo a la entrada, donde devolvemos las bicis, y a buscar un cenote ya para quitarnos el calor que llevábamos encima.

EL OBSERVATORIO


Dejamos elegir al conductor el cenote, ya que algunos estaban cercanos (los 3 de la zona Cobá) y otro estaban más lejos y tambien eran más caros (Gran Cenote, dos ojos...). Finalmente nos lleva a Tankach Ha, un cenote circular completamente cerrado (salvo por la pequeña entrada), con una escalera de caracol de 10 metros de bajada y dos salientes para los atrevidos que quisieran saltar. La humedad de allí es altísima, pese a la baja temperatura. El agua fresquita, y la profundidad del agua espectacular, hasta 37 metros en algunas zonas. Intenté hacer snorkel, pero las gafas se empañaban enseguida, así que cambiamos a los saltos desde la escalera a 5 metros, y 10 metros


ENTRADA


Antes de entrar al cenote, hay una zona para cambiarse y duchas para quitarse cualquier indicio de crema solar, cosa que me parece muy bien, ya que la gente es muy guarra con las cremas, y al final lo que hacen es ensuciar el agua.
Como curiosidad,cabe destacar que nos cobraron 90 pesos por persona, cuando eran otros precios los que habíamos visto en el foro. Esa noche, le expuse a Juan Carlos la queja del grupo, y bueno, nos dijo que el precio eran 70 pesos, y como había un malentendido con el cenote al que en un principio nos dijo que iríamos el cual valía 45, pues lo solucionó devolviéndonos esos 45 pesos pagando los carritos del golf en la excursión de Isla Mujeres. Bonito detalle por su parte.
Llegó la hora de comer, y nos llevaron a un restaurante junto a la laguna de Cobá. La Pirámide se llama, donde por 120 pesos + bebida comes menu buffet. La bebida salió (agua o coca-cola indistintamente) por 12 pesos. El menú imaginad, casi todo mexicano, más algo de macarrones con tomate. La verdad es que nos gustó, sobretodo la experiencia de comer salsa de chile habanero



Ya tocaba irnos de la zona y con más de una hora de carretera, nos dirijimos hacia Akumal. Cogimos las gafas y aletas, y a la playa!!. Al ser sábado, estaba hasta arriba de gente, con lo que encontrar sombra para dejar las cosas se hizo difícil. Decir que la playa es muy bonita (vacía claro), con muchas palmeras apenas a 10m del agua. Entramos en busca de tortugas, y aunque no es como dicen (hay que meterse y cubre más de 2m), encontramos enseguida tortugas campando a sus anchas.

Otra bonita experiencia. Tuve la oportunidad de tocar una, y nadar en paralelo durante un rato. También de ver una raya jaspeada, animales que no había visto en la vida salvo en la tele. Decir que no entré con chaleco ni nada. La gente llevaba, pero imagino que sería porque alquilaron el equipo y ahí si les obligan. La verdad, no se como aguantan ahí las tortugas, con el agobia mediático de verse rodeadas siempre...


Una vez terminada la excursión, nos llevaron al hotel, descansamos un rato en una de las piscinas comiendo unos nachos, nos cambiamos y fuimos a cenar al otro de los buffets del BP Cobá (no recuerdo el nombre) del que nos fuimos un poco decepcionados, ya que tenía muy poca variedad de comida. Luego fuimos a la Hacienda Doña Isabel a ver aquello, y más tarde nos fuimos a la cama a descansar. Otro día agotador llegaba a su fin en Riviera Maya