Desayunamos en el Hotel, en la terraza de la piscina, un desayuno abundante, a base de fiambre, tostadas, zumo, revuelto de huevo y vegetales, y café con leche o te. Un buen desayuno para coger fuerzas.
Hoy es día de visitas por la ciudad a los distintos lugares mas emblemáticos. Y por supuesto, nuestra experiencia en moto, por una ciudad de miles de motocicletas que no hacen caso a las señales de tráfico ¡¡¡sálvese quien pueda!!!
La primera visita fue al Kraton, el Palacio del sultán. Donde hay una zona que visitas y ves todas las salas y otra prohibida al turismo por ser residencia actual del sultán. Aquí contratamos una guía de habla hispana, muy simpática por cierto.


La visita duraría 1 hora, aproximadamente. Curioso lugar y lleno de fortuna, donde trabajan al menos unos 2000 guardas. Algo curioso que nos cuentan, es que todos lo que sirven al sultán de jóvenes, quedan a resguardo de éste hasta su, como diríamos en España, su Jubilación.
Seguimos recorriendo en nuestra moto los alrededores del palacio.
Cada vez que nos movemos, existen aparcamientos, ( incontables aparcamientos ) para las motos. Son parkings improvisados en las orillas de la carretera. Vigilados y pagando un importe pequeño.
La siguiente entrada es en el Palacio del Agua, donde las concubinas se bañan par ser observadas por el Sultán y este elegir con quien pasar la noche. Un lugar curioso y lleno de ternura. Fresco, por sus aguas.

Ganga, nos invita a visitar una Mezquita que ella misma conoció hace poco. La mezquita de Mataran. Un lugar donde el ambiente Musulmán se huele en sus paredes.

Un lugar para fotografiar en cada esquina. Curioso por el entorno en el que está. Fue bonito visitar sus calles.
Decidimos visitar el Zoo en Yogyakarta, para ver los animales típicos de indonesia, dígase el Dragón de Comodo, tigre de Sumatra, Pitón, Lagartos, etc,..
El Zoo estaba a rebosar de gente. Los Javaneses, van al zoo como nosotros a la playa o montaña en un día de fiesta. El Zoo en Jogya, está preparado con lugares para el descanso y disfrute. Tiene atracciones varias, al mismo tiempo que infinidad de animales.
Decidimos acercarnos a un lugar en el Zoo a comer algo, la verdad no fue muy agradable. La comida era prefabricada, y no muy buena. Fueron escasos 15 minutos sentados a beber más que a comer.
Ya habíamos visto los animales que queríamos así que abandonamos muy pronto el zoo, dirección Malioboro, centro de compras neurálgico en Yogyakarta y donde decidimos hacernos con el famoso Batik. Prenda imprescindible en Java.
Los Batik se compran igual por familia. Nosotros considerándonos familia, decidimos comprarnos un Batik todos iguales. La gente se partía de risas al vernos.
Visitamos el centro Comercial de Mirota Batik, donde pudimos hacernos con suovenirs muy bien de precio.
Fuimos a cenar, al estilo tradicional al restaurante que había en la última planta de este Centro Comercial. Y digo tradicional porque eran mesas largas muy bajitas donde para comer debías arrodillarte. No había sillas.
La cena, como todas las comidas que llevamos hasta el día de hoy, exceptuando la del zoo, estaba muy buena.
Conocimos a una Italiana, amiga de Ganga que llevaba una par añitos en Indonesia, estaba encantada.
Salimos del restaurante dirección al Hotel. Era la italiana la que nos dirigía en las motos. Que locura!!! Esta mujer era Pedrosa en Femenino. Se pensaba que todos conducíamos igual de rápido que ella ( adaptadísima al lugar ) Perdimos a Gus y Rocio, y tuvimos que darle el alto para que fuese más despacio.
Ya en Hotel, bañito de rigor en la piscina, y a dormir que mañana toca un buen madrugón.
Ganga nos trae para el desayuno unos donuts que había hecho su vecina. Tenían una pintaza, tan buena pinta que ni los probé, alguien se los jalo todos sin decir ni pio. Jejejej!!!