Por la mañana, temprano, el despertar es otra sensación maravillosa. No hay despertador, ni ruido de coches, ni TV, ni alarmas, ni ambulancias, …. Nada de nada, simplemente el crujir de las hojas y árboles, el gemir de los monos de cola larga y algún que otro pajarraco. Y rodeados de infinidad de Monos que venían a ver si cogían algo de comida.

Algo curioso que hacían era. Coger agua del río, hervirla y ponerla a enfriar en sacos plásticos dentro del río. Esa agua era el que nos daban para pasar el día en la selva. Lo hacía para sanear el agua para que no nos hiciese daño. Tenía un sabor un tanto a ahumado, pero lo cierto es que a ninguno nos sentó mal.
Hoy es otro día de caminata. Sera un poco más duro. Caminatas de subida y bajadas empinadas.
Fue un día completito, luego de la bajada “a fire” para llegar al campamento, nos toca remontar. Uff!!! Aquí sudamos la gota gorda, tal cual serpientes rectando por la tierra, jajaja!!!! Nos merecemos una buena ducha.
Caminamos por senderos que nos estaban abiertos, llenos de lianas y arbustos. Como siempre nos pregunta el guía por donde queremos ir, ¿sencillo o difícil? Esta vez decidimos difícil, jajaja!!! Somos gallegos, que narices!!! No nos rendimos.
Estuvo genial, divertido, y vertiginoso,… Paramos a coger fuerzas. Tomamos una mandarinas y continuamos. Se escuchaban los monos y orangutanes, el guía nos decía a ver si teníamos suerte, porque el mono que se escuchaba tenía que ser muy grande. Caminamos un buen rato pero nada, no se divisaba ningún primate, pero, eso sí, la flora y paseo que nos estábamos dando era espectacular.
Paramos a comer, luego de una bajada empinada, llegamos a un remanso de un pequeño río. Ahí Mowgli nos tenía preparada la comida de hoy. Noodles con pollo y vegetales. Esta vez con plato y tenedor, todo un lujo en medio de la Jungla.
Como siempre, la comida, estaba exquisita. Y de postre, Piña, mandarinas, y maracuyás, …. Deliciosa.
Fue una gran vitamina para continuar la caminata.
Por fin luego de comer, empezamos a ver algún otro orangután y sus crías. Mowgli le da plátanos y se acercan, pero en un descuido vemos como el Primate le arranca la mochila, Mowgli se pone nervioso y lo abofetea hasta que suelta la mochila. Wuauu!!!! Casi se nos salen los ojos del sitio.!!!
Observando como este Orangután comía lo que había saqueado escuchamos a lo lejos movimientos de hojas, fuertes movimientos de hojas. Uno de los guía se pone alerta y nos manda caminar. Nos reunimos todo en un montículo de tierra esperando. Y... ahí está, un enorme orangután. Madre mía!!! Menudo bicho!!!!
Nos dicen que se llama Samu, y que es el Orangután femia más grande del Parque, y con razón!!!! Se acerca hacia nosotros y el guía nos dice que caminemos, que él se queda desviándolo. Sólo Juan, detrás de un árbol, fue el valiente en quedarse para poder hacerle la foto lo más cerca posible. Aquí la tenéis, un poco trepidada pero, se entiende, la emoción y tensión del momento se lo perdona.
Emocionados de haber visto este precioso animal, continuamos nuestra caminata hasta llegar al río. Ahí nos esperan mas guía para ayudarnos a cruzar.
Tenemos que pasar a la otra orilla, es donde está nuestro campamento y Alek esperándonos.
La corriente del río es fuertísima, los guías vienen con sacos plásticos para meter nuestras cámaras, mochilas, y demás, son ellos los encargados de cruzar nuestras cosas.
Seguimos a Mowgli hasta un lado del río donde después de una cascada hay un remanso, ahí cruzaremos mas cómodos.
Justo delante del campamento.
Ese baño en río fue estupendo, el baño que todos estábamos esperando. Como patos en el agua nos remojamos durante largo tiempo. Pusimos la ropa a secar como pudimos y disfrutamos del lugar.
Un lugar inmenso, un grupo de Gallegos con sus guías perdidos en medio de la Jungla. La sensación del lugar era grandiosa. El lugar inmenso, grandes árboles, Monos rodeándonos, el olor de la cena, una hoguera, los cuentos de Alek, la simpatía de Mowgli, el calor de la amistad, todos reunidos en una roca recordando lo que hemos vivido, esto, no tiene precio.
Esta noche, el campamento era similar al de la noche anterior. Y la cena, también. Nos ofrecen el Arroz blanco con diferentes acompañamientos. Pollo, verduras, tofu,…..
Alek, come una tortilla que tiene una pintaza. Yo, Silvia, le pregunto si es la misma que nos dieron del desayuno, me la ofrece y cojo un trozo. Nada mas meterlo en la boca y tragar pensé que me moría. Mis poros empezaron a supurar, la garganta me arde, la lengua no me cabe en la boca, pero,…. Por Dios!!! Que es esto!!!! Picante no es la palabra, madre del amor hermoso!!!!
Alek se partía de risa junto con los otros guías y sherpas. Esa tortilla es una tortilla especial que toma Alek extra picante. Con dos tipos de chili. No todos son capaces de soportar ese sabor.
Total que para calmar esa angustia, me dieron una cucharada de azúcar, y,.. remedio de Santo!! Ya tenemos la solución al Picante de los pimientos de padrón!!!
Eso sí!!! Yo con mis problemas intestinales típicos cada vez que salgo de casa, un trozo de tortilla y todo resuelto, jajajajaj!!!!
Disfrutamos juntos de una noche de juegos y tertulia bajo la luz de cuatro velas.
