Día 2 - Después de un buen desayuno salimos en dirección a la península de Snaefellsnes, al empezar el recorrido nos sorprendieron los paisajes que íbamos viendo, que parecían sacados de la película el Señor de los Anillos, con prados de hierba inmensos con caballos salvajes corriendo de un lado a otro, con grandes rebaños de ovejas pastando por todos los lados y montañas volcánicas que les bajaban constantemente torrentes de agua .
Una vez llegamos a la falda de volcán Snaefellsjökull, tal como estaba indicado, cogimos la pista de tierra para subir, a ver si encontrábamos por donde salieron los aventureros de viaje al centro de la tierra de Julio Verme, es un recorrido fantasmagórico, sin nada de vegetación, todo lava, había nubes bajas con trozos de niebla y con el pico del volcán nevado.
Allí está el glaciar del mismo nombre que el volcán Snaefellsjökull, tela con los nombrecitos Islandeses, cuando bajamos, a mitad de camino encontramos las cuevas Sönghellir y un poco más abajo había un pequeño pueblo con sus casas de chapa de colores y unas rocas de cobalto haciendo de playa.
Paramos en Drituik Djupalonssadur, donde hay playas de lava, siguiendo el perímetro de la península no hay perdida, ya que solo hay una carretera, pasamos por los acantilados de basalto Svörtuloft, e íbamos viendo acantilados, colonias de aves, campos inmensos de lava y playas de arena negra o de guijarros negros, son unos paisajes increíbles.
Paramos a comer en Beruvik y después visitamos, Stykkishólmur, en la zona central de la región de Vesturland y en el condado de Snæfellsnes- og Hnappadalssýslay, continuamos hacia la aldea de Hellissandur para visitarla.
El ultimo trozo de carretera que cierra el círculo de la península es de gravilla, por lo que hay que ir con un poco de precaución pues resbala bastante.
Donde acaba la península se puede ir a visitar la granja vikinga reconstruida de Eric el Rojo y en el camino de regreso al hotel visitamos unos cráteres de volcán que se llaman Gönguleid á Gràbok, luego volvimos al Hotel cenar y dormir,en Reykholt..
Una vez llegamos a la falda de volcán Snaefellsjökull, tal como estaba indicado, cogimos la pista de tierra para subir, a ver si encontrábamos por donde salieron los aventureros de viaje al centro de la tierra de Julio Verme, es un recorrido fantasmagórico, sin nada de vegetación, todo lava, había nubes bajas con trozos de niebla y con el pico del volcán nevado.
Allí está el glaciar del mismo nombre que el volcán Snaefellsjökull, tela con los nombrecitos Islandeses, cuando bajamos, a mitad de camino encontramos las cuevas Sönghellir y un poco más abajo había un pequeño pueblo con sus casas de chapa de colores y unas rocas de cobalto haciendo de playa.
Paramos en Drituik Djupalonssadur, donde hay playas de lava, siguiendo el perímetro de la península no hay perdida, ya que solo hay una carretera, pasamos por los acantilados de basalto Svörtuloft, e íbamos viendo acantilados, colonias de aves, campos inmensos de lava y playas de arena negra o de guijarros negros, son unos paisajes increíbles.
Paramos a comer en Beruvik y después visitamos, Stykkishólmur, en la zona central de la región de Vesturland y en el condado de Snæfellsnes- og Hnappadalssýslay, continuamos hacia la aldea de Hellissandur para visitarla.
El ultimo trozo de carretera que cierra el círculo de la península es de gravilla, por lo que hay que ir con un poco de precaución pues resbala bastante.
Donde acaba la península se puede ir a visitar la granja vikinga reconstruida de Eric el Rojo y en el camino de regreso al hotel visitamos unos cráteres de volcán que se llaman Gönguleid á Gràbok, luego volvimos al Hotel cenar y dormir,en Reykholt..