Al día siguiente nos vinieron a recoger a las 9,30h al apartamento los de Safartica, super puntuales. La excursión duraría unas tres horas, por lo que tuvimos que avisar a los del FlatsinRoi para que nos permitiera dejar las maletas y el coche aparcado ( que por cierto hay que enchufarlo a la red electrica porque te arriesgas a que con el frío no arranque...) hasta nuestro regreso. No pusieron pegas.
Nos equiparon perfectamente y fuimos rumbo a recoger nuestras motonieves con las cuales conduciríamos hasta HuskyPark. Fué una experiencia inolvidable, cruzamos un bosque completamente nevado, hicimos aproximadamente unos 30 km.

LLegamos a Husky Park donde nos esperaban muchísimos Huskys preciosos y deseando tirar del trineo, yo al principio no quería hacerlo ya que pensaba que probablemente estarían explotados, como sucede habitualmente en muchos paises y en España cuando vas a montar a caballo por ejemplo que están de pena los pobres sin comer ni beber haciendo rutas y mas rutas... en fin, para mi sorpresa no era así. Son animales nobles y les encanta que les acaricies y juegues con ellos, les hice mil fotos, eran preciosos. Y el trineo fué alucinante, normalmente van dos personas por trineo, pero a mi me tocó sola. Qué adrenalina! hicimos unos 2 km. Y después nos ofrecieron té y pastas en una cabaña con una hoguera en el centro mientras nos explicaban todo lo relacionado con los Huskys. Apasionante!




Después de todo nos volvieron a llevar a nuestro apartamento, donde hicimos una pausa para comer y tomarnos un té, pues teníamos que coger fuerzas y hacer 360 km rumbo a Kaamanen.