
Este mini diario es el relato de un corta visita a Dubai de 4 días.
Y creo, que para hacerse una idea de lo que es la ciudad, es más que suficiente.
Aunque ya había hecho alguna escala en el aeropuerto, nunca había parado para visitar la ciudad. Y ahora, surgió la oportunidad y no me lo pensé dos veces. En el mes de febrero la temperatura es óptima, detalle muy a tener en cuenta, en una visita a este tipo de destinos enclavados en el desierto.
Salí de Barcelona el 19 de febrero en el impresionante Airbus A380 de Emirates y después de un vuelo de 6 horas y media llegaba a Dubai. Es un vuelo muy cómodo. La tecnología mejora, día a día, cada cosa que toca. Y ahora, le ha tocado a la aviación comercial experimentar un salto cualitativo apreciable con este aparato. Aparte de ser un pepino con más de 500 plazas, distribuidas en tres categorías: Economy, Bussines y First Class, tiene detalles que mejoran la oferta de otros aviones.
Hay un punto que yo llevo muy mal en otros aviones, para hacer viajes largos. Es la distancia entre asientos, que hace que vayas con las rodillas pegando al asiento delantero y que al final del vuelo llegues hecho un guiñapo. En este avión, así a ojo, Emirates ha aumentado esa distancia en casi un palmo y eso se traduce en un plus de comodidad importante. Y estoy hablando, por supuesto, de la clase Economy, la barata. Si a eso le añadimos que está mucho más insonorizado, aunque se oye el zumbido de los motores, no te taladra.
También es cierto que al tener una cotas muchísimo mas grandes es mucho mas estable. Sufre mucho menos las vibraciones. También influirá el que son nuevos, supongo. Pero la realidad es que es muy cómodo.
El catering embarcado en España, muy bueno. El mejor de los que he probado en Economy, hasta ahora. Un salmoncito muy jugoso, con un rissotto y entrante y postre, etc. Y con un vinito australiano muy decente. A la vuelta, el que embarcaron en Dubai, sin ser malo, ya no era lo mismo.
Además del catering, tienes las bebidas gratis, que aunque yo no sea un gran bebedor, es un detalle que se agradece. Pero esto creo que común a otras compañías en vuelos largos.
Por otra parte dispones en el asiento, de alimentación a 220v. y de USB. Y por si fuera poco, también hay wifi, de pago, pero lo hay. Sirve para hacer una llamada para mandar un correo o cualquier otra gestión rápida. Si te distraes más de la cuenta con él, ya se encargará el jeque de pasarte la factura.
Me sorprendió, también, la oferta de películas disponibles. De forma que películas que aquí están en cartelera, recién estrenadas, ya las tenía en el avión, como por ejemplo: "Cuando todo está perdido" de Robert Redford. Con esta peli me pasó algo gracioso. A la ida no la vi, porque solo estaba en inglés. Pero a la vuelta me animé y la puse a ver qué entendía. Lo entendí todo. Jeje Es una película muda. O sea, sin diálogo, ya que tiene un solo personaje y… con quien va a hablar!
El vuelo da para todo. Siestecita, aperitivo, peli, cena, otra cabezada, otra peli… y ya estamos en Dubai.
Debido a las tres horas de diferencia horaria, cuando se llega allí, son las doce de la noche. O sea, directamente a la cama.
Dado que mi hija vive allí, esta vez he pasado de hoteles. Además, he disfrutado de la mejor guía y anfitriona.