Hoy es nuestro último día en Viena, vamos a intentar tomárnoslo con más calma que los anteriores.
Todavía nos queda pendiente una de las visitas incluidas en el Sisi ticket, el museo del mueble. No parece que este museo tenga mucho tirón, pues hacemos la visita prácticamente solos, en él se hace un repaso a la evolución de los muebles a través de los diferentes estilos y materiales empleados. También hay una parte en la que se pueden ver los muebles utilizados en los rodajes de las películas de Sisi, muchos de ellos formaban parte del auténtico mobiliario de los diferentes palacios en los que ella habitó.
Me resulta interesante el museo y especialmente la exposición temporal que alberga en ese momento sobre el emperador Maximiliano de México, que abarca desde su niñez, vivida a la sombra de su hermano Francisco José, hasta su trágica muerte en Querétaro.
Una vez terminada la visita al museo, que nos lleva su tiempo, tomamos el metro y nos acercamos hasta el Prater, uno de los parques de atracciones más antiguo y famoso del mundo. La monumental noria tiene más de 100 años de existencia, data de 1896 y fue construida con motivo de la exposición universal. También aquí se encuentran las montañas rusas de madera más antiguas del mundo. La entrada al recinto es gratis y el precio de las atracciones ronda los 4€.
Aprovechamos para comer en el parque que hay justo detrás, que casi parece un bosque de lo frondoso y extenso que es. Los termómetros marcan en este momento 38ºC, no paramos de beber.
Regresamos al centro de Viena para realizar unas últimas compras y aprovechamos para cambiar dinero, pues necesitamos florines para el día siguiente que cruzaremos a Hungría.
Nos da pena dejar Viena, es una ciudad con muchísimo patrimonio y una riquísima historia detrás, nos quedan cosas por ver, las dejamos pendientes para una próxima visita que esperamos poder realizar algún día.
Todavía nos queda pendiente una de las visitas incluidas en el Sisi ticket, el museo del mueble. No parece que este museo tenga mucho tirón, pues hacemos la visita prácticamente solos, en él se hace un repaso a la evolución de los muebles a través de los diferentes estilos y materiales empleados. También hay una parte en la que se pueden ver los muebles utilizados en los rodajes de las películas de Sisi, muchos de ellos formaban parte del auténtico mobiliario de los diferentes palacios en los que ella habitó.
Me resulta interesante el museo y especialmente la exposición temporal que alberga en ese momento sobre el emperador Maximiliano de México, que abarca desde su niñez, vivida a la sombra de su hermano Francisco José, hasta su trágica muerte en Querétaro.
Una vez terminada la visita al museo, que nos lleva su tiempo, tomamos el metro y nos acercamos hasta el Prater, uno de los parques de atracciones más antiguo y famoso del mundo. La monumental noria tiene más de 100 años de existencia, data de 1896 y fue construida con motivo de la exposición universal. También aquí se encuentran las montañas rusas de madera más antiguas del mundo. La entrada al recinto es gratis y el precio de las atracciones ronda los 4€.
Aprovechamos para comer en el parque que hay justo detrás, que casi parece un bosque de lo frondoso y extenso que es. Los termómetros marcan en este momento 38ºC, no paramos de beber.
Regresamos al centro de Viena para realizar unas últimas compras y aprovechamos para cambiar dinero, pues necesitamos florines para el día siguiente que cruzaremos a Hungría.
Nos da pena dejar Viena, es una ciudad con muchísimo patrimonio y una riquísima historia detrás, nos quedan cosas por ver, las dejamos pendientes para una próxima visita que esperamos poder realizar algún día.