Nos levantamos bien temprano, desayunamos en el buffet del hotel y nos ponemos en marcha hacia Angulema, porque ya que estamos tan cerca queremos aprovechar y dar una vuelta de reconocimiento por la ciudad.
Aparcamos al pie de la muralla y empezamos a recorrer el centro. Angulema es una pequeña ciudad construida sobre un promontorio rocoso a orillas del río Charente dónde éste forma un meandro. Tiene unos 42.000 habitantes y fue un enclave estratégico durante la época feudal, por lo que es poseedora de un rico patrimonio histórico y cultural. Destacan la catedral románica de San Pedro, el Ayuntamiento, que fue el antiguo castillo de los Condes de Angulema, la iglesia de San Andrés y el mercado de les Halles construido en 1888. También es desde 1974 sede del salón del cómic más importante de Europa (Festival de la Bande Dessinée d´Angoulême). Paseamos un buen rato por el centro, poco a poco la ciudad empieza a despertar y se llena de gente que va a realizar sus compras de fin de semana.
Sobre las 11 cogemos el coche y continuamos el viaje en dirección a Poitiers. Sólo 110km separan ambas ciudades, pero como queremos a toda costa evitarnos los peajes no tomamos la autopista, que habría sido la opción más rápida, sino que vamos por la nacional, atravesando pueblos con sus miles de rotondas y sus tramos limitados a 30 y 50km/h.
Tardamos una hora y media en llegar, aparcamos sin dificultad en una de las calles del centro y observamos que todo el casco antiguo está levantado por obras.
Ciudad de origen celta, conserva monumentos de todas las épocas, destacando sin duda entre todos ellos la iglesia de Nôtre-Dame la Grande con su impresionante fachada románica del S.XI ricamente labrada, el Palacio de Justicia, anteriormente palacio de los condes de Poitiers, con la célebre Torre Maubergeon, antiguo torreón rehabilitado a finales de la Edad Media, los restos de la muralla de Leonor de Aquitania y la imponente Catedral Saint-Pierre, joya del gótico de Angers.
Como arquitectura civil destacan el edificio del Ayuntamiento de finales del S. XIX y el palacio de los condes de Poitou-duques de Aquitania.
Encontramos una Réplica de la Estatua de la Libertad, erigida en la antigua plaza de Pilori, en memoria del general Berton que fue guillotinado en 1822.
Pedimos un plano en la oficina de turismo. Nos explican que en el suelo hay trazadas unas líneas de colores que se corresponden con las distintas rutas turísticas, basta con seguirlas y ellas te van guiando hacia todos los monumentos de interés. Descendemos por la Grand Rue admirando las fachadas medievales a un lado y al otro de la misma.
Es tarde cuando finalizamos la visita a Poitiers y tenemos hambre, así que antes de continuar la ruta hacemos un alto para comer y recuperar fuerzas.
Salimos de Poitiers sobre las 15.30h, nuevamente por carretera nacional hacia Tours. De camino pasamos junto a Futuroscope, parque de atracciones futurista que ocupa el segundo lugar como parque temático más visitado de Francia.
Hasta Tours hay unos 100km, pero tardamos 2 h y media en llegar que se nos hacen eternas. Lo primero es buscar alojamiento. Queremos sentar el campamento base en Tours y movernos a los castillos desde allí, llevamos apuntados varios hoteles a las afueras, ubicados en una zona comercial. El Mr. Bed es nuestra primera opción y tenemos suerte porque hay sitio para dos noches, (39€/ noche A+D), pagamos en recepción y dejamos las maletas en la habitación para dirigirnos a conocer Tours.
Tours es un poco mayor que las ciudades que visitamos hasta ahora, y las afueras son horrorosas. Llegamos al centro sin dificultad y aparcamos donde podemos. Son las 6 y pico y ya empieza a oscurecer así que no podemos perder tiempo si queremos aprovechar la poca luz que queda.
Ya está todo cerrado así que tenemos que conformarnos con recorrer las calles y ver los numerosos monumentos por afuera. La temperatura fue buenísima durante el día, unos 26ºC y todavía se mantiene el calor por lo que las terrazas están abarrotadas de gente disfrutando de la temperatura veraniega.
Durante nuestro paseo nos acercamos a la estación de tren, que además del impresionante exterior también merece una visita por dentro.
En la plaza del Ayuntamiento están rodando un anuncio, que nos impide acercarnos a la fachada.
La plaza Plumereau, centro neurálgico de la vida medieval, está atestada de gente, no encontramos ni un solo sitio libre para sentarnos a tomar algo. También nos acercamos hasta el Palacio Real, en la orilla del Río Loira, pero lo que sobre todo nos encanta en Tours y nos deja sin palabras es la catedral de San Gaciano, con su interminable fachada cuyas agujas parecen tocar el cielo.
Sin darnos cuenta el tiempo pasó volando, volvemos para el hotel contentos de cómo transcurrió el día.
Aparcamos al pie de la muralla y empezamos a recorrer el centro. Angulema es una pequeña ciudad construida sobre un promontorio rocoso a orillas del río Charente dónde éste forma un meandro. Tiene unos 42.000 habitantes y fue un enclave estratégico durante la época feudal, por lo que es poseedora de un rico patrimonio histórico y cultural. Destacan la catedral románica de San Pedro, el Ayuntamiento, que fue el antiguo castillo de los Condes de Angulema, la iglesia de San Andrés y el mercado de les Halles construido en 1888. También es desde 1974 sede del salón del cómic más importante de Europa (Festival de la Bande Dessinée d´Angoulême). Paseamos un buen rato por el centro, poco a poco la ciudad empieza a despertar y se llena de gente que va a realizar sus compras de fin de semana.
Sobre las 11 cogemos el coche y continuamos el viaje en dirección a Poitiers. Sólo 110km separan ambas ciudades, pero como queremos a toda costa evitarnos los peajes no tomamos la autopista, que habría sido la opción más rápida, sino que vamos por la nacional, atravesando pueblos con sus miles de rotondas y sus tramos limitados a 30 y 50km/h.
Tardamos una hora y media en llegar, aparcamos sin dificultad en una de las calles del centro y observamos que todo el casco antiguo está levantado por obras.
Ciudad de origen celta, conserva monumentos de todas las épocas, destacando sin duda entre todos ellos la iglesia de Nôtre-Dame la Grande con su impresionante fachada románica del S.XI ricamente labrada, el Palacio de Justicia, anteriormente palacio de los condes de Poitiers, con la célebre Torre Maubergeon, antiguo torreón rehabilitado a finales de la Edad Media, los restos de la muralla de Leonor de Aquitania y la imponente Catedral Saint-Pierre, joya del gótico de Angers.
Como arquitectura civil destacan el edificio del Ayuntamiento de finales del S. XIX y el palacio de los condes de Poitou-duques de Aquitania.
Encontramos una Réplica de la Estatua de la Libertad, erigida en la antigua plaza de Pilori, en memoria del general Berton que fue guillotinado en 1822.
Pedimos un plano en la oficina de turismo. Nos explican que en el suelo hay trazadas unas líneas de colores que se corresponden con las distintas rutas turísticas, basta con seguirlas y ellas te van guiando hacia todos los monumentos de interés. Descendemos por la Grand Rue admirando las fachadas medievales a un lado y al otro de la misma.
Es tarde cuando finalizamos la visita a Poitiers y tenemos hambre, así que antes de continuar la ruta hacemos un alto para comer y recuperar fuerzas.
Salimos de Poitiers sobre las 15.30h, nuevamente por carretera nacional hacia Tours. De camino pasamos junto a Futuroscope, parque de atracciones futurista que ocupa el segundo lugar como parque temático más visitado de Francia.
Hasta Tours hay unos 100km, pero tardamos 2 h y media en llegar que se nos hacen eternas. Lo primero es buscar alojamiento. Queremos sentar el campamento base en Tours y movernos a los castillos desde allí, llevamos apuntados varios hoteles a las afueras, ubicados en una zona comercial. El Mr. Bed es nuestra primera opción y tenemos suerte porque hay sitio para dos noches, (39€/ noche A+D), pagamos en recepción y dejamos las maletas en la habitación para dirigirnos a conocer Tours.
Tours es un poco mayor que las ciudades que visitamos hasta ahora, y las afueras son horrorosas. Llegamos al centro sin dificultad y aparcamos donde podemos. Son las 6 y pico y ya empieza a oscurecer así que no podemos perder tiempo si queremos aprovechar la poca luz que queda.
Ya está todo cerrado así que tenemos que conformarnos con recorrer las calles y ver los numerosos monumentos por afuera. La temperatura fue buenísima durante el día, unos 26ºC y todavía se mantiene el calor por lo que las terrazas están abarrotadas de gente disfrutando de la temperatura veraniega.
Durante nuestro paseo nos acercamos a la estación de tren, que además del impresionante exterior también merece una visita por dentro.
En la plaza del Ayuntamiento están rodando un anuncio, que nos impide acercarnos a la fachada.
La plaza Plumereau, centro neurálgico de la vida medieval, está atestada de gente, no encontramos ni un solo sitio libre para sentarnos a tomar algo. También nos acercamos hasta el Palacio Real, en la orilla del Río Loira, pero lo que sobre todo nos encanta en Tours y nos deja sin palabras es la catedral de San Gaciano, con su interminable fachada cuyas agujas parecen tocar el cielo.
Sin darnos cuenta el tiempo pasó volando, volvemos para el hotel contentos de cómo transcurrió el día.