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Lunes, 2 de Junio: Khndzoresk y Vorotanavank
Vista desde la veranda de la casa de Khachik, en Goris
El día amaneció despejado, soleado y magnífico y había varias opciones de excursiones para hacer. Khachik (se pronuncia "Jachik") me comentó que los lunes el teleférico "Wings of Tatev" cerraba, así que era mejor dejar la opción de visitar Tatev para el día siguiente. Yo le pregunté sobre la posibilidad de ir a Nagorno Karabagh y me dijo que la marshurtka a Stepanakert salía cada mañana a las 10.30. Me pareció bastante tarde, teniendo en cuenta que sólo quería ir un sólo día. El viaje a Stepanakert dura dos horas ya que hay que pasar un puesto fronterizo y viajar por las malas carreteras armenias y las aún peores carreteras del Karabagh (que en armenio se dice "Artsakh". "Nagorno Karabagh" es un nombre ruso, que significa "Alto Karabagh"). Una vez en la capital, lo primero que hay que hacer es ir al Ministerio de Asuntos Exteriores para hacer el papeleo de la visa y pagar (4000 drams = 8€). En fin: que entre viaje y papeleos se me iba medio día. No merecía la pena.
Además tenía la duda de ir o no ir a una República no reconocida por ningún país (ni siquiera está reconocida por Armenia, que la considera territorio armenio): Si tienes un accidente o pierdes el pasaporte ¿te cubre el seguro de viaje en Nagorno Karabagh? Pues no lo sé, pero como al final decidí no ir, pues no importaba. Aún así llegue a la conclusión de que si uno quiere ir al Karabah lo mejor es hacerlo desde Yerevan con Hyur Service, que organiza tours de 3 días a esta zona, te gestionan la visa, las reservas de hoteles y te incluyen seguro.
Sopesando las distintas posibilidades decidí ir primero a Khndzoresk y luego a visitar el Monasterio de Vorotan, o como llaman aquí, Vorotanavank. Le pedí que a Khachik que llamase a Iovan, que apareció en el B&B al cabo de 3 microcentésimas de segundo. Alucinante.
La idea era: Primero salimos y me paso por un super para comprar pan, embutido, queso, fruta y alguna que otra cosilla. Luego nos vamos a Khndzoresk para explorar la zona y de ahí nos vamos a Vorotanavank, que está en otra dirección distinta. "¿Cuanto?" Le pregunto "16000 drams: 6000 por Khndzoresk y otros 10000 por Vorotanavank". OK. Me despido de Khachik y nos disponemos a ir en coche al super.
El supermercado era un equivalente a un "Spar" de pueblo, no demasiado grande. Aparcamos delante, entramos. Yo no sé lo que Iovan le contó al tío que estaba junto a la puerta, pero se armó un follón y cuando yo di dos pasos dentro del supermercado tenía a cinco o seis empleados revoloteando a mi alrededor. La sensación que tuve era como si yo fuese Michael Jackson entrando a un super de pueblo a comprar chopped. Uno de ellos -un individuo que llevaba una ochentera camisa de color fucsia- hablaba algo de inglés. Los demás nada y el taxista tampoco. Pero todos estaban muy pendientes de mí, que, bueno, se aprecia, pero era un poco excesivo porque yo sólo quería comprar cuatro cosas con tranquilidad y lo podía hacer por mi mismo...
Una vez comprado todo, salimos y nos dirigimos a Khndzoresk.
Old Khndzoresk - Խնձորեսկ.- Se pronuncia "Jendsoresk". Se encuentra a unos 10 kms al Este de Goris, en dirección a Nagorno Karabagh. Iovan me dijo, como pudo, que la carretera se acababa en un punto determinado y desde ahí había que bajar hasta un puente por el que cruzar el cañón. Khndzoresk se encuentra al otro lado. Posteriormente me he dado cuenta de que al ir yo con una persona que conoce la zona no fui consciente de que es dificil encontrar el lugar, así que copio la explicación sobre cómo llegar ahí que da la guía Bradt:
Para llegar a la aldea de cuevas de Khndzoresk hay que tomar la carretera de Goris a Stepanakert durante unos 6 kms aproximadamente hasta que la carretera a la aldea sale hacia la derecha bajo una puerta metálica que tiene escrito "Bienvenidos a Khndzoresk" en Armenio y en ruso. En el extremo de la aldea tuerza hacia abajo descendiendo por la colina a Old Khndzoresk
Y así fue. Cuando llegas y dejas el coche, hay una tienda donde dan bebidas y una plataforma metálica que sobresale desde donde admirar las magníficas vistas del cañón con esas rocas "punteadas" con lo que son cuevas. Es espectacular
Khndzoresk
La vieja aldea de Khndzoresk está compuesta de cuevas y antiguas viviendas excavadas en la blanda roca en medio de espectaculares formaciones kársticas de roca caliza. En el siglo XIX la población abandonó su estilo de vida troglodita dejando las cuevas. Hoy algunas de ellas se utilizan como almacén o para el ganado. Algunas de ellas son muy sencillas, otras más elaboradas.
Me hice una ruta de senderismo caminando por entre las cuevas y las rocas. Hay un par de fuentes aprovechando los manantiales que de ahí salen. Pasé por un par de iglesias, ambas del siglo XVII. Comí algo. No me encontré con nadie. Tenía todo Khndzoresk para mí, pero el silencio no era absoluto: Los pájaros con sus trinos eran los encargados de poner música a tan maravilloso lugar.
Emprendí mi camino de vuelta al puente en suspensión que atraviesa el cañón, donde había quedado con Iovan, que se había quedado con un colega que está al cuidado del puente. Cuando llegué ellos ví que lo habían atravesado. Les hice entender que el lugar era magnífico. Fue entonces cuando el amigo de Iovan me hizo una seña como diciendo "crucemos el puente". Al otro lado había una cueva donde tenía su almacén con comida. En realidad era una pequeña tasca. Tenía una máquina de venta de bebidas en la entrada, donde había un par de bancos corridos. Primero, al enseñarme su almacén me dió un poco de vino tinto que el hace. Muy bueno. Pero no quería comprar bebida para llevar en el avión (ni vino, ni coñac. El coñac armenio está considerado tan bueno como el francés o mejor). Luego fuera, con el calor que hacía nos tomamos una cerveza.
Iovan cruzando el puente en suspensión de Khndzoresk
Antigua vivienda excavada en la roca. Hoy es un almacén. El agujero en el suelo es donde se hace pan de lavash y el del techo es para hacer efecto chimenea y para que entre luz
Nos dispusimos a dejar ya aquél lugar para volver al coche. Las vistas desde el punto de partida son asombrosas. No puedes dejar de mirar hacia atrás para seguir disfrutando de aquél lugar:
Emprendimos el regreso a Goris para dirigirnos hacia el Oeste, donde se encuentra Vorotanavank, pero Iovan me dijo: ¿"Te apetece tomar un café?"... Bueno... en realidad dijo: "Cafe???????", mientras hacia el gesto de tener en la mano una taza... Le dije que sí. Así que cogió el Lada, entramos en Goris, se pasó por una tienda-garito de unos colegas suyos, que estaban ahí viendo la vida pasar... Lo único que entendí de la conversación que él tuvo con ellos fueron dos palabras: "España" y "turista", haciendo referencia a mí, obviamente. Compró unas cervezas, volvimos a montar en el coche y me llevó a su casa, donde estaban su mujer y su padre esperándonos. Su mujer nos preparó el café y nos sacó una especie de pastas buenísimas además de cerezas. Yo miré un poco cómo era la casa. Son una familia humilde pero tampoco están que se mueren de hambre. Además tienen huerta y un corral con pollos. Es decir que no les sobra pero tampoco les falta. Gente amable. El padre tiene una cara de chiste. Está siempre con una sonrisilla socarrona...
Bueno, después de darles las gracias, nos pusimos en marcha hacia Vorotanavank (Որոտնավանք). Para ello hay que ir en dirección a Sisian y desviarse hacia la izquierda para ir bajando por el Valle del río Vorotan, que queda todo el rato a tu derecha. Empezaba a oscurecer pues amenazaba tormenta de nuevo. El paisaje es fantástico, con un gran contraste entre el verde de la vegetación y el rojo de las rocas.
Camino de Vorotanavank
Y llegamos por fin a Vorotanavank, o Monasaterio del Vorotan. La iglesia más antigua del complejo monástico es la de San Esteban, construída en el año 1000 por la reina Shahandukht. El hijo de esta reina construyó una segunda iglesia siete años más tarde: La de San Juan Bautista. Ambas iglesias tienen claustros con arcos, cosa poco común en Armenia. Además hay otra iglesia, edificios de servicio y un muro construído a modo de protección o fortificación. Pero lo que más destaca es la gran cantidad de tumbas que hay, muchas de ellas con profusa decoración de relieves con figuras humanas, escenas domésticas y animales domésticos como caballos y ganado
Vista de Vorotanavank y el entorno que lo rodea
Se puso a llover de nuevo: Vuelta al coche, que ya es hora de ir a Goris (Գորիս). El viaje de regreso se hace corto. Es que uno no se aburre de ir admirando por la ventana el increíble paisaje que nos presenta el Cáucaso. Cada curva, cada cambio de rasante trae una sorpresa detrás de sí
Pero cada vez llueve más intensamente y a falta de unos 5 kms para llegar a Goris la tromba de agua es tremenda. Parece el diluvio universal. No se ve nada. Aún así Iovan consigue dejarme en casa de Kachik. Del coche a la casa sólo hay dos pasos: Los suficientes para que la intensa lluvia me cale de cabeza a los pies. Para cuando termino de ducharme y de cambiarme compruebo que ha parado de llover y, viendo que aún es de día, decido darme una vuelta por Goris (Գորիս) para ver cómo es.
Y ¿cómo es? Pues un pueblo de provincias. Tiene 25.000 habitantes. Sus calles están dispuesta como una retícula. En el centro del pueblo hay un par de plazas y un parquecito con una gran fuente de aire medieval. Es alrededor de esta fuente donde hay algunas tiendas y un par de cafés y restaurantes. Pero hoy es lunes y no hay nada de vida, a pesar de que ya son las 7 de la tarde. Aquí la gente vive de sol a sol. Cuando cierran las tiendas a las 6 se van a casa. Los cafés están vacíos y hay poca gente por la calle. Eso sí: Me siento observado. Aquí no están acostumbrados a ver gente de fuera. Incluso algun chaval de unos 15 años se me pone a hablar en armenio... Hubo uno que me preguntaba "Hotel? Hotel?" -"Sorry. Ya tengo hotel", pero no decía más y después de un ratito me dejó en paz.
Desde cualquier punto de la ciudad se ven las rocas que rodean Goris, muy del estilo de las de Khdzonresk. Lo bueno de Goris es que no tiene bloques soviéticos de cemento si no que las casa son de piedra y tan sólo una o dos plantas, así que tiene cierta estética urbanística. Lo que pasa es que necesita urgentemente algo de urbanismo: Arreglar aceras y carreteras y poner más alumbrado por las calles. Pero sin ser una maravilla, tampoco es un horror en cuanto a estética.
Una calle del centro de Goris
Una plaza del centro de Goris
Empezaba a anochecer y no quería que la oscuridad me pillase en medio del pueblo así que comencé a pasear a lo largo de la calle Syunik, que es bastante larga, pues sabía que al final se encontraba Khachik B&B. El pueblo estaba muy tranquilo y la verdad es que tiene muy poco ambiente. El hecho de que fuese lunes tampoco ayudaba.
Cuando llegué me fui al comedor y cené de lo que había comprado ese día en el super. El día y medio que llevaba en Goris habia estado comiendo con muy poco fundamento. Ese dia no habia más huéspedes en la casa. Khachik bajó para saludar. El con su mujer, su madre y sus hijas viven en la segunda planta. Las habitaciones de los huéspedes están en la primera.
Me preguntó qué tal me fue ese día. Le conté que estuve Khndzoresk y en Vorotanavank. Cuando estaba hablando de Khndzoresk le comenté que el que vive junto al puente me dejó ver su cueva y cómo la tenía habilitada. La verdad es que me pareció bastante asombroso. Y entonces me dijo que aquí eso era muy normal. Y fue entonces cuando, llevándome a una habitación situada al fondo del comedor a la que se accede por una pequeña puerta que te lleva a... una cueva, me habló de la historia de su casa, que estos días estaba siendo también mi casa:
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La historia de la casa de Khachik.-
En el siglo XIX, en Khndzoresk y en Goris, la gente vivía en las cuevas que se encuentran en las montañas de esta zona. Algunas de las viviendas habían sido excavadas en la roca. Otras eran cuevas naturales. Los tatarabuelos de Khachik vivían en la cueva que en ese momento me estaba enseñando, situada detrás del comedor.
A finales del siglo XIX la gente comenzó a cambiar sus hábitos de vida abandonando esas cuevas y yendo a vivir a casas convencionales que se estaban construyendo en la ciudad de Goris, que en realidad es como un "bocho" un valle rodeado de esas montañas con roca caliza y cuevas por todas partes menos por la que da hacia el SurEste, hacia Karabagh y Azerbaiyan. Y así prosiguió la forma de vida, potenciado además por el régimen soviético que no quería gente viviendo a la manera troglodita.
Pero llegó el colapso de la Unión Soviética. Las distintas repúblicas proclamaron su independencia y tras ésta llegaron los conflictos entre las distintas repúblicas vecinas, como consecuencia de la política que llevó a cabo Stalin basada en el "divide y vencerás" pues quería tensiones entre las distintas repúblicas miembros de la Unión para que se debilitaran entre ellas y así la Unión Soviética saliese fortalecida. Por eso Stalin creó "exclaves" como Naxicevan o Nagorno Karabagh, pertenecientes a países con los que están separados geográficamente.
Nagorno Karabagh, que está muy cerca de Goris, fue objeto y motivo de conflicto entre Armenia y Azerbaiyan. Conflicto que dio lugar a una cruel guerra que duró 3 años entre ambos países finalizando en 1994. Nagorno Karabagh es hoy una autodeclarada república independiente no reconocida por ningún otro país. Es un territorio poblado por armenios, pero oficialmente perteneciente a Azerbaiyan. La guerra terminó, aunque no hubo declaración oficial de fin de guerra, asi que oficialmente Karabagh no está ni en paz ni en guerra.
Durante el conflicto armado, Goris era un blanco perfecto de los azeríes que bombardearon la ciudad con intensidad. Ante tal situación, los habitantes de Goris tuvieron que abandonar sus casas y regresar a las cuevas que sus antepasados habitaron en las montañas de alrededor. Y eso es lo que hizo la familia de Khachik: El y sus padres vivieron en la cueva de detrás del comedor durante tres años. "Estas cuevas han salvado vidas" me cuenta Khachik.
Una vez terminada la guerra pasó unos años en Lituania. Regresó a Goris con el cambio del siglo. Fue entonces cuando comenzó a trabajar en la casa empezando por alisar el suelo de la cueva y fortalecer el techo para evitar que cayesen piedras o hubiese desprendimientos. Amplió el habitáculo y vio que habia un espacio en la roca que había sido habitado con anterioridad pues tenía un agujero en el suelo para hacer lavash. Comenzó a construir en el exterior, sobre el acantilado o pared de la roca sobre la cual se apoya la actual casa de dos plantas que tiene. Construyó además las terrazas o verandas. Hizo varias habitaciones y el gran salón comedor, delante de la cueva inicial. Y lo convirtió en Bed & Breakfast, aunque parece más una casa rural. Fue la primera que hubo en la zona tras la guerra de Karabagh.
Ha seguido construyendo y construyendo, ampliando la casa, hasta el año pasado en que por causas de salud -tuvo un infarto- los médicos le dijeron que tenía que parar
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Khachik lleva hoy su negocio meticulosamente. Analiza cómo le va. Me dice: "Este año está siendo un poco peor que el pasado. Incluso hago comparativas y gráficos". Le pregunté "¿No serás ingeniero?" y me dice "Pues sí. Ingeniero electrónico ¿cómo lo has adivinado?" Es lo que tiene tener ingenieros en la familia: Son todos iguales: Metódicos hasta el extremo. Khachik enseñó ingeniería en la universidad, pero dice que la enseñanza en Armenia está muy mal pagada. Le pregunté cuál es el sueldo medio en Armenia y me respondió que los márgenes oscilan entre los 100 y los 300 dólares al mes.
Ya era de irse a dormir. Por la noche cayó una tremenda tormenta. Nunca pensé que podía haber tantos rayos y tan seguidos en tan poco tiempo. Por no hablar de los truenos... Estuve pensando en salir con la cámara a la veranda y sacar algunas fotos, pero me daba pereza salir de la cama... Bueno: Lo admito: Y también me daba un poco de miedo la tormenta... (pero solo un poquito ¿eh?)
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y Glorito por leerlo. Espero que si vais a Armenia lo disfrutéis. Un saludo 
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