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Un nuevo día, abro los ojos… buf… no puede ser posible! Estoy mucho más cansado ahora que anoche al acostarme
. Me duele todo. New York comienza a pasarnos factura.Hoy es domingo y nos toca la casi obligada cita con la misa Gospel. Desayunamos y tomamos metro. Nos bajamos en una parada en la 125 street a escasos 5 minutos caminando de la Antioch Baptist Church, una de las iglesias más recomendadas en el foro para acudir a una misa gospel.
Harlem
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Llegamos sobre las 9:40 a la puerta de la iglesia aunque, supuestamente, el oficio no empieza hasta las 11:00 pero hemos leido que suele haber cola para acceder. Nos recibe un individuo que nos da una serie de normas como la prohibición de sacar fotos, introducir comida o bebida o mascar chicle. También nos da un sobre para entregar un donativo a la iglesia a la salida y nos permite pasar. A eso de las 9:45 y con bastante poca afluencia aún (algo así como la mitad del aforo) empieza el oficio.
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El templo es muy sencillo y no muy grande. Apenas 12 filas para los feligreses, otras 3 para visitantes y otras 4 más, también para visitantes tras una especie de mampara de cristal.
Empiezan las canciones por un coro integrado por un vocalista principal y cuatro cantantes, teclados y batería. No lo hacen mal, aunque esperábamos algo más animado.
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Veo que algunos datos leidos en el foro no se cumplen a rajatabla. No es obligatorio ir en pantalón largo. Veo junto a mi y en otras filas a varios chicos en pantalón corto mientras yo hago el primo con un pantalón largo
(afortunadamente, es de esos que gracias a unas cremalleras se convierten en cortos, que es lo que haré a la salida). *** Imagen borrada de Tinypic ***
Se van alternando canciones con rezos y salmos. En eso, uno de los acomodadores que organizan a la gente en los bancos comienza a ratificar en voz alta cada afirmación del púlpito, también interviene a gritos durante las canciones exclamando “aleluya”, “thank you, Jesus” o cosas por el estilo. Un chaval que está en la fila de delante nuestro le mira con una tremenda cara de aparvado, alucinado y con la boca abierta. Pasamos un mal rato porque nos entra la risa ante el careto del chaval
y ya se sabe, en situaciones tan formales es cuando más cuesta aguantarse la risa.*** Imagen borrada de Tinypic ***
Interviene entonces la pastora, quien comienza a lanzar un sermón con un ímpetu y una vehemencia tremendos. Impresionante su ánimo y su potencia. El sermón va a más y la pastora se crece. 10 minutos, 20 minutos, 30 minutos de sermón…. Aquello empieza a ser sumamente pesado. Mi mujer me da un codazo ¡el aparvado de la fila de delante se ha quedado dormido!
. Algunos de los que ocupan los últimos bancos como nosotros comienzan a salir. Cuando el sermón va por el minuto 45 y sin ninguna pinta de acabar inminentemente, decidimos marcharnos. Dejamos el sobre donativo a la salida con unos dólares y salimos a la calle a eso de las 11:30.*** Imagen borrada de Tinypic ***
Supongo que tuvimos mala suerte ya que la iglesia en cuestión es bastante recomendada en el foro, pero a nosotros nos pareció bastante decepcionante la experiencia. Ya sabíamos que íbamos a una misa y no a un espectáculo pero 45 minutos de “chapa” nos parecieron francamente excesivos (y cuando nos fuimos el sermón continuaba)
Mientras caminamos vemos otra iglesia la Lagree Baptist Church, en la calle 125. Entramos y un coro de una 15 personas acompañadas por varios instrumentos están interpretando con mucho ritmo el clásico “Oh happy day”.
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Hay poquita gente en la iglesia y pronto reparamos en que exceptuando las 2 o 3 primeras filas donde se ve que la gente es local, el resto de filas albergan a turistas y visitantes. Algo así como el 95% del aforo es de visitantes. Aquello tiene muy poco sabor a auténtico y nos piramos sin demasiada dilación.
Damos una vueltilla por Harlem y a pesar de ser domingo encontramos practicamente todas las tiendas abiertas. Pasamos frente al casi mítico teatro Apollo donde dieron sus primeros pasos artistas de la talla de Ella Fitzgerald, Billie Holliday, Stevie Wonder (debutó a la tierna edad de 13 años) Michael Jackson, James Brown Sammy Davis, etc, etc
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Seguimos caminando y pasamos frente a otra de las iglesias más recomendadas para oir misa gospel, la Greater Refuge Temple, pero tras las 2 frustrantes experiencias del día, ni intentamos acercarnos.
Seguimos vagando por Harlem cuando de repente, desde una lonja suena como un cañón música soul frenética y atronadora. ¡es una diminuta iglesia ubicada dentro de una lonja! La música que se escucha tiene un potencia y un ritmo tremendo. Daba la impresión que el mismísimo James Brown o los Blues Brothes podían estar allí dentro oficiando de monaguillos. Curioseamos a través de la puerta de cristal y vemos que la lonja/iglesia está llena y muy animada.
Greater Refuge Temple
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Dos gigantones cuidan la puerta por la parte de dentro y se giran al vernos fisgando. Pedimos perdón y, sin embargo, nos invitan con gestos a entrar. La iglesia está tan llena y parece algo tan familiar que nos da apuro y declinamos la amable invitación. Por si alguien quiere investigar en alguna próxima visita se trata de la Emmanuel Church of God in Christ, en la 118 con Frederick Douglas Boulevard.
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Y muy próximo a esta iglesia nos dimos de frente con la Harlem Tavern. Un bar bien bonito con una agradable y amplia terraza donde un cuarteto ejecutaba piezas de jazz. Nos sentamos a reponer fuerzas y mientras ella tomaba una mimosa (champagne con zumo de naranja) yo me incliné por una cerveza Blue Harlem (no me pude resistir a ese nombre!). La verdad que se estaba bien en aquella terracita! Tan bien estábamos que sacamos una segunda ronda.
Reanimados por los “reconstituyentes” continuamos con nuestro planning. El próximos objetivo marcado en él era St John The Divine, una inmensa catedral, el mayor lugar de culto de Estados Unidos.
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Aún permanece en obras, y gran parte de los jardines colindantes estaban levantados. Según dicen, el día que se complete finalmente será la 3ª iglesia más grande del mundo después de San Pedro del Vaticano y la Basílica de Ntra Sra de la Paz de Costa de Marfil.
Tras un buen paseo desde la jazzistica terraza llegamos a la catedral. Un cartel indicaba que la entrada costaba 10 dólares. Entramos por una de las puertas laterales y nadie nos reclamó la entrada, así que pasamos al templo (a lo mejor era donativo voluntario, como en el MET, no lo sé seguro).
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Lo primero que nos llamó la atención fueron unas enormes esculturas que pendían del techo y que bien poco tenían que ver con las representaciones artísticas que uno espera encontrar dentro de una catedral. Tenían un aire a dragones orientales y, efectivamente, tal y como pudimos leer eran obra del artista chino Xu Bing, aunque no eran dragones, pretendían representar al ave Fénix, macho y hembra, y al parecer están elaborados con materiales de deshecho. Se trata de una exposición temporal, hasta finales de 2014 si no se prorroga.
Dimos una vuelta por el interior del templo que, salvo por su tamaño, no impacta demasiado en el visitante (no al menos en nosotros).
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Salimos de allí para ir directos hasta el pulmón de New York. Si más atrás he comentado que Times Square podría pasar por el corazón de la ciudad, el pulmón, sin ningún género de dudas, está en Central Park, el parque más bonito que he visto nunca.
Las dimensiones del parque son considerables (unos 4 kilómetros de largo y 800 metros de ancho) así que tomamos el metro en Harlem para apearnos en el Upper West Side a la altura de la calle 86, más o menos a la mitad del parque y desde allí recorrer las partes del parque que más nos interesaban.
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Entramos al parque directos hacia el Jacqueline Kennedy Onassis Reservoir, un lago que ocupa una octava parte de todo el parque, que es su origen se concibió como un embalse para surtir de agua a parte de la ciudad y que resulta mucho más grande aún de lo que imaginábamos. Francamente, nos impresionaron sus dimensiones. La pista que lo circunda es uno de los lugares favoritos de New York para practicar running..
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Del enorme lago nos vamos hacia la gran llanura o the Great Lawn, donde un par de equipos aficionados de baseball disputan un encarnizado partido. En la explanada juegan crios, la gente toma el sol, algunos practican con el balón o el frisbee….. La única pega es el maldito calor que hace (insufrible este día, afortunadamente el resto de los días fué perfectamente llevadero).
Pasamos junto al coqueto Belvedere Castle y subimos a su parte superior desde donde se obtienen muy buenas vistas del Great Lawn o la zona de the Rumble.
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Nuestra siguiente meta era el estanque llamado Conservatory Water, donde la gente disfruta “tripulando” sus veleros teledirigidos y cerca se ubica la estatua de Alicia de Lewis Carrol.
Y aquí es cuando viene otra de las peticiones que tengo pensado hacerle al señor alcalde de NY la próxima vez que coincidamos: haga usted el favor de señalizar mejor el parque y de poner planos más claros
. Hay zonas del parque con multitud de senderos que se bifurcan una y otra vez que pueden estar muy bien para pasear sin rumbo, pero si uno tiene un destino claro, hay un elevadísimo porcentaje de probabilidades de perderse. *** Imagen borrada de Tinypic ***
Así que, perdidos una y otra vez en el parque sin señalizar y con aquel calorazo, sudando la gota gorda y pasando una y otra vez por los mismos sitios, me acordé varias veces del señor alcalde y toda su parentela, hasta que subitamente dimos con el estanque.
La gente se lo basa bomba con los barquitos veleros teledirigidos que se alquilan en una caseta cercana (aunque había algún destructor y un submarino infiltrados).
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Al lado del estanque esta la famosa estatua de Alicia, o creemos que está allí, ya que un ciento de niños encaramados a una mole gris oscura nos hizo suponer que allí abajo estaba la estatua de la soñadora niña con el sombrerero loco y el conejo blanco. De hecho, la estatua está diseñada para que los crios se puedan encaramar a ella.
Pasamos junto a otro estanque donde los visitantes del parque paseaban en botecitos o incluso góndolas. Y un poco más allá, encontramos la espectacular Bethesda Fountain, una enorme fuente neoclásica.
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Tocaba ahora acercarse hasta la zona denominada Strawerry Fields, donde destaca el mosaico Imagine que honra la memoria de John Lennon, asesinado a las puertas del vecino edificio Dakota. Había mucha gente en torno al mosaico. Un viejo hippie adornaba con pétalos el mosaico y pedía la voluntad a la gente. Juraría yo que es el mismo que estaba allí hace 10 años en nuestra anterior visita. Tengo que contrastar las fotos de ahora con el video de entonces. También había un tipo interpretando a la guitarra temas de Lennon. Cuando llegamos el maldito estaba destrozando sin piedad “Hey Jude” y me dieron ganas de ponerle la guitarra de sombrero
. Qué manera de desafinar! *** Imagen borrada de Tinypic ***
No sé cuantas botellas de agua llegué a beber durante nuestra estancia en el parque. Qué calor! Qué barbaridad!
Salimos del parque a través de The Mall y el paseo literario, un paseo flanqueado por olmos y jalonado por estatuas de escritores. Imposible aburrirse en el parque.
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En el paseo vimos músicos, deportistas, patinadores, unos tipos disfrazados jugando a una especie de lucha medieval, skaters, coches de caballos, una boda con todo su cortejo, un mago, ciclistas, pintores……
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Salimos del parque por el Columbus Circle y un poco más allá, frente al hotel Plaza, pudimos contemplar el espectáculo callejero de unos jóvenes breakers.
Tras contemplar las acrobacias de los chavales, tomamos un metro para ir hasta el muelle 83, ya que merced a un hada buena
(si ella lo está leyendo lo entenderá) teníamos billetes para un crucero nocturno con la compañía Circle Line Sightseeing (www.circleline42.es/ ...fault.aspx ). *** Imagen borrada de Tinypic ***
Camino al muelle nos dimos cuenta de que aún no habíamos comido
. Yo no sé cómo hemos podido sobrevivir en esta ciudad sin morir de inanición!!! Entramos a un deli y nos compramos unos paninis de pollo para no perder demasiado tiempo.Presentamos en taquilla los tickets impresos en casa y nos los canjearon por los tickets oficiales. Nos sentamos en cubierta, donde el sol daba de plano. Había una parte cerrada y con aire acondicionado, pero nos pareció mejor disfrutar del paseo al aire libre.
Vista desde el barco
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Mientras llegaba la hora de zarpar divisé al fondo una barra de bar donde sacamos unas birritas para refrescarnos. Blue Moon eran y me encantó esa cerveza.
Empezo el barco a navegar y pronto notamos satisfechos cómo comenzaba a correr el airecito. Después del calorazo que habíamos pasado en el parque estar allí sentaditos, disfrutando de la brisa, de las vistas de Manhattan y de la cerveza fue todo un premio.
Entre los diferentes cruceros que ofrece esta empresa el nuestro era Harbor Lights Cruise. Aunque la hora de salida eran las 19:00 horas, zarpamos a las 19:15 desde el muelle 83, a la altura de la calle 42, en el lado oeste de Manhattan.
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El comienzo del paseo coincide casi con el comienzo del atardecer y durante la singladura se ve cómo anochece sobre Manhattan y como comienzan a iluminarse los edificios.
El barco, una nave de considerables dimensiones, bordea la isla hasta el sur de la misma y sube por el lado este, pasando bajo los puentes de Brooklyn, de Manhattan y de Williamsburg, hasta llegar practicamente a la altura del punto de partida pero al otro lado de la isla.
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Al emprender el camino de vuelta el barco se desvía y toma rumbo hacia la estatua de la libertad. Aunque la habíamos visitado días antes, nos encantó verla de nuevo, de noche y desde tan cerca. Una speaker va amenizando el paseo y comenta en inglés lo que se ve en cada momento.
El paseo acabó en torno a las 20:45. Felices con el paseito y felices al comprobar que, a veces, la vida te da agradables sorpresas, como fue este regalo que supuso el crucero. Gracias a “ella” una vez más
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Ya habíamos hecho el cupo de visita turísticas del día y optamos por dar uno poco de gusto al cuerpo. En la 8ª con la 44, más o menos, encontramos un bar muy grande con una pinta estupenda, muy animado y con un nombre no precisamente rebuscado: Smith´s Bar (www.smithsbar.com/ ). Lo cierto es que el bar, además de animado, era un pelín más barato que los que habíamos visitado hasta el momento. Nos gustó la tasca, francamente.
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Bueno, era hora de cenar, y otra vez el cine se cruzó en nuestro camino (y van ya no sé cuantas veces). Nos apeteció ir a cenar al Bubba Gump de Times Square. Ya sabeis que es una cadena de restaurantes cuyo producto estrella es la gamba y otros mariscos y que surgió al rebufo de la peli Forrest Gump y del negocio que montaba el protagonista del film con un compañero. Dimos nuestro nombre en la entrada y tuvimos que esperar unos 10 minutillos hasta que nos llamaron. El local es bonito, ambientado con fotos y motivos de la película de Zemeckis y además, a través de las ventanas se ve el espectáculo nocturno que supone Times Square. Comimos un par de ricos platos que tenían las gambas como ingrediente principal.
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Acabamos la jornada con unas cervezas en el cercano irlandés O´Donoghues´s (odonoghuestimessquare.com/ ), a tiro de piedra de Times Square. Pedí unas Blue Moon (la cerveza que habíamos tomado en el crucero nocturno y que tanto nos gustó) y como no la tenían el amable camarero nos recomendó por su similitud unas Shock Top (aunque no eran lo mismo….).
Entre las cervezas, el calor que pasamos durante el día y los kilómetros recorridos, creo sinceramente que me dormí antes de posar la cabeza en la almohada.
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