A las 4:30 de la mañana ya estábamos en pie, a las 5:00 venía Theun, un amigo de Sam a recogernos con su tuk-tuk. La noche anterior le pedimos al hotel si nos podían preparar un desayuno para llevar y así fue, antes de irnos pasamos por recepción y nos dieron en una cajita un par de cositas a modo desayuno.
Nos ponemos rumbo hacia Angkor y primero paramos a comprar los tickets. Las entradas son de 1 día, 3 días y 1 semana. Como íbamos a pasar 2 días, compramos el ticket para 3 días porque pagas dos y te regalan uno. Al fin y al cabo, pagamos lo que nos correspondía; 40$ por persona.
Nos ponemos rumbo hacia Angkor y primero paramos a comprar los tickets. Las entradas son de 1 día, 3 días y 1 semana. Como íbamos a pasar 2 días, compramos el ticket para 3 días porque pagas dos y te regalan uno. Al fin y al cabo, pagamos lo que nos correspondía; 40$ por persona.

El recorrido que está en rojo es el que hicimos en esta etapa (recorrido corto).
Llegamos al gran Angkor Wat, cruzamos el camino hasta llegar a una explanada donde todo el mundo tomaba asiento para observar el amanecer. Nosotros nos sentamos donde pudimos y allí nos quedamos hasta que salió el sol. Merece mucho la pena, es una pasada
Llegamos al gran Angkor Wat, cruzamos el camino hasta llegar a una explanada donde todo el mundo tomaba asiento para observar el amanecer. Nosotros nos sentamos donde pudimos y allí nos quedamos hasta que salió el sol. Merece mucho la pena, es una pasada



Una vez salió el sol, nos pusimos a desayunar, dentro de lo que nos habían preparado venía un poco de fruta, un panecillo y dos piezas de bollería.
Empezamos a caminar por el templo, y no dejábamos de asombrarnos. Es impresionante que esté construido desde hace tantos años y que llegase a vivir tanta gente en ese recinto durante aquella época.
Empezamos a caminar por el templo, y no dejábamos de asombrarnos. Es impresionante que esté construido desde hace tantos años y que llegase a vivir tanta gente en ese recinto durante aquella época.



Nos encontramos con un par de monos traviesos corriendo por el templo y comiendo de lo que la gente les tiraba.

Seguimos en dirección Angkor Thom, pasando por South Gate.

Dentro del recinto de Angkor Thom hay bastantes templos por ver. Nosotros nos guiábamos por los mapas que hay facilitados para la gente. Como este:
Empezamos el recorrido por Bayon, el famoso templo de las caras sonrientes.

Empezamos el recorrido por Bayon, el famoso templo de las caras sonrientes.


Continuamos por Baphuon. Éste me gustó mucho, las vistas desde arriba son impresionantes.



Y así lo hicimos, poco a poco íbamos visitando templo a templo. La distancia que hay entre uno y otro es pequeña, todo el recorrido de Angkor Thom se puede hacer caminando. Incluso creo que la etapa del recorrido corto, puede hacerse perfectamente en bicicleta.
Finalizamos la etapa con los templos de Banteay kdei y Ta Prhom. Antes de visitar Ta Prhom, le dijimos a nuestro tuk-tuk que nos llevase a algún sitio a comer. Comimos justo al lado de este último templo, en Jungle Restaurant. Sitio muy recomendable, la comida estaba buenísima. Lo único que nos dejó con mal sabor de boca es que tuvimos encima a un niño de 5 años que nos quería vender una flauta por 1$. Con nosotros estuvo más de 10 min, mientras estábamos en la mesa esperando para comer. Por todo lo que leímos sobre la explotación infantil, aguantamos y no le compramos nada, a pesar de darnos pena... pero sino nunca irá al colegio porque los padres ven que el niño se saca cada día un dinerito.
Finalizamos la etapa con los templos de Banteay kdei y Ta Prhom. Antes de visitar Ta Prhom, le dijimos a nuestro tuk-tuk que nos llevase a algún sitio a comer. Comimos justo al lado de este último templo, en Jungle Restaurant. Sitio muy recomendable, la comida estaba buenísima. Lo único que nos dejó con mal sabor de boca es que tuvimos encima a un niño de 5 años que nos quería vender una flauta por 1$. Con nosotros estuvo más de 10 min, mientras estábamos en la mesa esperando para comer. Por todo lo que leímos sobre la explotación infantil, aguantamos y no le compramos nada, a pesar de darnos pena... pero sino nunca irá al colegio porque los padres ven que el niño se saca cada día un dinerito.



En estos dos últimos templos, es donde vimos más niños que vendían postales, llaveros, etc. Aunque cueste, intentad no comprar nada, estos niños no merecen estar en la calle vendiendo regalitos.
Nos relajamos en el hotel y me di un masaje thai por todo el cuerpo, me quedé nueva. Cuando anocheció, nos fuimos a cenar en The sun, una hamburguesa que estaba buenísima. Sí, necesitábamos comida con grasa
