Llega el 31 de julio, nos despertamos pronto, y tras la revisión de documentación, pasaportes, equipaje y el "reparto de dólares" salimos desde Valencia rumbo al aeropuerto de Barajas en dos coches, con el tiempo suficiente para hacer un par de paradas por el camino para almorzar y tomar café. Sobre las 13 horas llegamos al parking de Aparga y Despega. Dejamos aparcados los coches y nos hacen el transfer a la T4. Como el vuelo es a las 17 horas, nos dirigimos directamente a facturar para ir luego a comer algo.
Es ahí donde surge el primer contratiempo: la chica del mostrador nos dice que mi mujer no tiene reserva ????? Le digo que es imposible, que lo vuelva a mirar, y ella empeñada en que no, que sólo vamos a viajar cinco. Tras alguna llamada a Juan Carlos de la agencia y discutir con la chica, se arregla el todo. El problema vino porque mi mujer como es francesa tiene un solo apellido, pero dos nombres y la inepta de la chica de Air Europa se empeñaba en mirar su reserva por el segundo nombre.
Solventado esto, nos dirigimos a comer algo. La comida, mala y cara, pero es lo que hay....
Bueno, por fin salimos a las 19'30 horas pasadas. Mi preocupación era que llegaríamos muy tarde al hotel, más que nada por mi peque, que no se cómo lo llevaría.
El vuelo yo lo pase sin dormir prácticamente nada, por nervios y la emoción, el resto si que durmió algo. Vimos un par de pelis y comimos y cenamos, la comida floja como es habitual.
Nos dejan en el lobby y enseguida nos recogen para llevarnos a las habitaciones: primera impresión: fenomenal todo.
Había reservado en la villa 33, en la parte de la piscina central, al lado del restaurante italiano.
Mis otros tres hijos, los mayores, dejaron las maletas y se fueron a comer algo al restaurante de la playa, y luego a dar una vuelta, a ver lo que había por ahí......