Tarde día 2 - Cannaregio , Murano y Burano ✏️ Diarios de Viajes de Italia

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Etapa 3 – Tarde del Día 21 - 27km

Mapa de la Etapa



Aunque los 27 km pueden asustar un poco hay que decir que 23 fueron realizados en barco como podemos ver en el mapa, así que tranquilos, la tarde fue relajada y muy refrescante.

Salimos del hotel para subir al Vaporetto en Ferrovía, bajando poco después en Ca' D'Oro, situado en el barrio de Cannaregio.

Barrio de Cannaregio

El barrio de Cannaregio es el más extenso y más populoso de la ciudad después de Castello. Cannaregio ocupa casi por completo toda la parte de la ciudad al norte del Gran Canal. Su nombre se cree derivado de los vastos cañaverales que había en la zona antes de ser habitada.


La vía de agua principal es el canal de Cannaregio, que une el Gran Canal con la laguna de Venecia. Es el único canal interior del centro histórico, además del Gran Canal, que es atravesado por vaporetos.

Cannaregio cuenta con cinco iglesias destacadas: Sant'Alvise, la Madonna dell'Orto, Sant'Ipi Duni, Santa Maria Assunta (les Gesuiti) y la espléndida de Santa María de los Milagros, primer ejemplo de iglesia renacentista de Venecia.

La arteria principal del interior del barrio es el amplio camino que lleva de la estación de Santa Lucía a Rialto. Este trayecto de cerca de 25 minutos comienza al pie del puente Degli Scalzi y de la iglesia de Santa María de Nazareth, y termina en el campo de los Santos Apóstoles. Tradicionalmente ha sido conocido con muchos nombres, el más común ha sido el de Strada Nova, pero también es conocido como Via di Vittorio Emanuele II.

El norte del barrio se comunica por vaporeto con la isla de San Michelle, donde se encuentra el cementerio, Murano, Burano y Torcello.

El canal de Cannaregio es atravesado por dos puentes:

El puente de las Agujas, llamado así por los cuatro pinánulos presentes sobre cuatro ángulos.
El puente de los tres arcos o puente de San Giobbe, el único de tres arcadas que queda en Venecia.

La Strada Nuova es una calle con mucha vida , esta llena de tiendas por todos lados y hay también una especie de mercado de fruta, legumbres, flores y demás. Hay demasiados turistas como nosotros, pero aun asi puedes ver parte de la vida y rutinas venecianas. Como ibamos con la idea de visitar las islas no nos paramos mucho en callejear por esta zona, volveríamos en otro momento para perdernos un rato.


Iglesia de los Jesuitas

Al llegar al final de la calle fuimos hacia la izquierda callejeando hacia la Iglesia de los Jesuitas, ya pegada a la laguna. Nos hicimos una foto el uno al otro y seguimos andando.

La foto del interior, sacada de internet, es para tener una referencia para próximas visitas.

Despues de pasar la iglesia y girando a la derecha llegamos tras pasar un pequeño puente a la parada de Fondamente Nuove, de donde salen la mayoría de los vaporettos de larga distancia. No tuvimos que esperar ni un minuto para subir al barco de la línea LN (Laguna Nord) y salir hacia Murano. También van el vaporetto 12 y el vaporetto 14.

Al salir nos llamo la atención que los barcos siguen una especie de carretera marcada con postes de madera, solo los más pequeños se salen de esa línea. Con la cantidad de barcos que hay no es de extrañar que tengan que tener una regulación y señales de tráfico especiales para poder navegar sin incidentes.




La primera isla que vemos es la de San Michelle , el famoso cementario de Venecia.
El entorno de la isla es propicio a leyendas de encuentros con los muertos. En las aguas de esta isla, la niña Giuseppina Carmelo murió ahogada en 1904 en un accidente entre un vaporetto y la góndola donde viajaba. Durante las noches de niebla se puede entrever un pequeño ataúd flotante con cuatro velas encendidas en su tapa. Es Giuseppina que se hace ver, para evitar que los navegantes le vayan encima otra vez.




Murano

En 5 minutos llegamos a Murano, que se situa a tan solo 1 kilómetro de la Isla de Venecia.

Está compuesta por siete islas más pequeñas divididas por canales y ríos, pero comunicadas entre sí mediante puentes. Esta isla es conocida por sus talleres de artesanos de cristal soplado, lideres en la producción en la Europa de los siglos XV y XVI. Esta industria prosperó y se ha convertido en un gran negocio de articulos de gran calidad.

Las atracciones de la isla son la Iglesia de Santa María y San Donato, conocida por sus mosaicos bizantinos del siglo XII y porque se dice que alberga los huesos de un dragón que mató San Donato; la Iglesia de San Pietro Martire y el Palacio da Mula.

Las atracciones relacionadas con el cristal incluyen muchas obras en este material, algunas de ellas de la época medieval y que están abiertas al público. Asimismo hay un Museo del Cristal (Museo del Vetro) que se encuentra en el Palacio Giustinian.


En Murano recorrimos alrededor de 2 km, empezando por la calle Bressagio, que está llena de tiendas de cristal de Murano y cristal de China-no. La calle esta llena de esculturas de cristal soplado , no se si son exposiciones permanentes o temporales pero alegran mucho el paseo por la isla.


Entramos en alguna que otra tienda y picamos en una en la que vimos un horno encendido. Seguramente antaño trabajara, pero ahora era un mero atractivo para turistas.

Aún así, es curioso ver como son los hornos, como es el cristal antes de crear figuras , los colorantes, … Aquí compramos un reloj en un azulejo colorido y un bote perfumero , por 13€. Hay que tener mucho cuidado a la hora de comprar articulos, por que la mayoría de las cosas que se venden en Murano son made in China...

Al llegar al final de la calle hay está el rio dei Verièri , un canal con calle a ambos lados lleno de tiendas de cristal de mayor calidad. Hay alguna galería en la que se pueden apreciar verdaderas obras de arte. Llaman especialmente la atención las lamparas o arañas de cristal.

En la isla hay un museo del vidrio, pero no mejora mucho lo que se puede ver por las calles. La entrada según que abono turístico se tenga puede ser gratuita, pero si no se tiene no vale la pena pagar por entrar.

Los edificios de esta zona son todos de origen medieval, con grandes soportales de madera que en teoría daban cobijo a los artesanos.


El paseo que nos dimos viendo escaparates fue de lo mas relajante, aunque cada pocos pasos se nos ponían los dientes largos. Fuimos primero a la izquierda por la Fondamenta Daniele Manin. Cuando se acabo la calle cruzamos uno de los muchos puentes del canal e hicimos el camino de vuelta por la Fondamenta dei Vetrai , hasta llegar al final de la misma.


En este punto está situadas las iglesias de S. Pietro Martire , donde podemos ver algunos cuadros de Bellini, Tintoretto y Veronese.

Cruzamos el puente hacia el Campo de San Stefano para sacar una foto delante de otra bonita escultura y emprendimos nuestro camino de vuelta hacia el puerto. Aunque la isla ofrece más cosas priorizamos y decidimos ir a Burano.


Al llegar al puerto la cola para Burano era tal que decidimos ir hacia Venecia en el primer Vaporetto vacío, ya que cargaba más gente y volvía para hacer la misma ruta. Así nos evitamos el ir de pie, estar esperando 15 minutos y pudimos ir en el exterior del barco en la parte trasera, toda una gozada. El viaje, de casi 40 minutos nos sirvió para relajarnos y hasta para pegar alguna que otra cabezadita...


Burano

Burano está situada a 7 kilómetros de Venecia, unos 20 minutos en vaporetto más o menos. Está constituida por cuatro islas divididas por tres canales y no es muy grande, por lo que se puede andar rápidamente.


La primera población asentada en Buràn cimentó sus hogares sobre palafitos, con muros hechos de caña y solamente a partir del año mil fueron edificadas las primeras casas en sus respectivos barrios. El gobierno local, de tipo comunal, cayó bastante temprano bajo la influencia de Venecia, a la cual rindió siempre vasallaje.

En Burano caminanos alrededor de kilómetro y medio, la isla es pequeña y se puede ver en poco tiempo. Se entra al pueblo por una zona arbolada muy bonita, que acaba en una calle estrecha llena de tiendas y talleres artesanos que hacen encaje de hilo, la calle Marcello.

Cuenta una leyenda que en Venecia, una pescadora confeccionó una malla de pescar para su prometido y éste al utilizarla por primera vez, sacó del mar un alga extraordinaria, conocida con el nombre de Encaje de Venus. El muchacho corrió a regalársela a su prometida. Al poco tiempo el pescador partió a la guerra, y era tanta la añoranza que sentía la joven, que todos los días miraba y remiraba el alga que le había regalado, hasta que en una ocasión, y como atraída por una fuerza interior, la reprodujo con los hilos que, rematados en un plomo, colgaban alrededor de la malla. De ahí proviene que en Italia se llama al encaje de bolillos encaje de los piombine.

Al pasar esta calle llegamos a las casas de pescadores, pintadas cada una de un color, lo que hace muy llamativo y colorido el lugar. La pesca es una de las principales actividades de la isla y se dice que se pintan las casas así para que los pescadores no se confundan de puerta al volver y entren e la casa de la vecina


En la siguiente foto podemos ver uno de los pocos puentes de la isla con el campanario inclinado al fondo.


En la isla solo hay una iglesia, dedicada a San Martín, de la cual es famoso su campanario, recientemente restaurado e inclinado desde que los cimientos cedieron hace mucho años.


Después de ver la plaza nos compramos un helado de limón y un granizado de menta (3€ las dos cosas) y fuimos paseando y callejeando de vuelta hacia el muelle disfrutando del lugar.

Subimos en el barco para ir de nuevo hacia Venecia. Al llegar cambiamos para el 5.1, que nos llevo rodeando la isla para entrar por el Canal que atraviesa el Canareggio. Bajamos en Ferrovía y tras una parada en el super para comprar unos refrigerios y algo para picar (11€) nos fuimos para el hotel para la segunda ducha del día y descansar un poco, ya que queríamos volver a salir para hacer una sesión nocturna de fotos.

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