DÍA 2 MUNICH ✏️ Diarios de Viajes de Alemania

En un principio el viernes era el día elegido para la excursión al Castillo, pero como iba a estar también lloviendo, decidimos dejarlo para el día siguiente. Empezamos el día viendo la catedral de Nuestra Señora, que si bien por fuera es bonita, por dentro no ofrece mucho. A las 11 de la mañana el espectáculo del carillón del Ayuntamiento (también hay a las 12 de la mañana y creo que hay una hora también en tarde). Es algo largo y tarda un poco en entrar “en materia”. Después, nos fuimos a ver el Viktualienmarkt donde hay bastantes puestos con comida y algunos objetos artesanales.

También allí hay muchas carnicerías donde podréis comprar las famosas salchichas. El mercado está bien, es curioso pero, como suele pasar con estas cosas, los precios son algo caros.
De allí, nos fuimos hacia el Museo de Múnich y la Sinagoga para ver ambas cosas por fuera y después, había leído muy buenas críticas de la iglesia de Asam (Asamkirche) pero no abría hasta la una de la tarde y, como era pronto, iba a ser una pérdida de tiempo estar allí. Seguimos calle abajo hasta llegar a otra de las grandes puertas de la ciudad: Sendlinger. De allí, cogimos el metro hasta Odeonsplatz para ver la Residencia por dentro.
Es bastante grande, tenéis que entrar por la calle Residenz y comprando la entrada solo para la Residencia son 7€. Merece muchísimo la pena, sobre todo el Salón Imperial.

Para comer, volvimos nuestros pasos al Viktualenmarkt y fuimos a un sitio que había investigado por internet. Se llama Zwickl y se encuentra exactamente en Dreifaltkeitsplatz, que está situado en una de las callecitas que salen del mercado, recuerdo que había cerca varios puestos de pescado. El restaurante es TOTALMENTE RECOMENDABLE casi obligatorio ir si queréis probar una de las especialidades de la ciudad que son las albóndigas servidas con una salsa típica de allí y patatas. El sitio es pequeño pero encantador, fue mi sitio favorito de comer de la ciudad.
Por la tarde, aprovechamos para intentar volver a buscar la Pagoda china del Jardín Inglés, pero tuvimos un problema con los transportes ya que vimos que se podía llegar también al Parque con un tranvía pero resultó ser mentira, así que se nos hizo tarde y nos fuimos al Allianz Arena, campo del Bayern de Múnich, porque, todo buen futbolero tiene que ver los grandes estadios de Europa. La estación más cercana es Fröttmaning, de la línea 6, pero no os preocupéis porque en toda la red de metro está siempre indicado con un balón de futbol. Una vez llegamos allí, fue todo sorpresa tras sorpresa. La estación del estadio está a unos 15-20 minutos andando y está totalmente abandonado en la ciudad, no hay nada de nada alrededor. La edificación en sí, es una pasada por los materiales con los que está construido además, al menos en mayo, se encienden las luces a las 20:30 y supuestamente cambia de color con los colores del escudo del Bayern de Múnich pero solamente lo vi en rojo.