Hoy toca visitar templos megalíticos como el de Hagar Qim que se encuentra en Qrendi y al que se llega en el bus número 201 que sale del aeropuerto cada hora.
Este yacimiento es de los años 3600 al 3200 a. deC. y se situa en una colina frente al islote de Filfla. El templo lo forma una sola unidad con varios ábsides. Los muros están formados por colosales bloques de piedras verticales, siendo una de ellas el mayor megalito de Malta con una altura de 5,2 metros y un peso de más de 50 toneladas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En este yacimiento se han encontrado estatuas de mujeres que algunas web describen como esteatopigias y otras simplemente como gordas, gordas tipo Botero. ¡Ah! Esteatopigia es una palabra que procede del griego y significa grasa en las nalgas.
Estas esculturas se exponen en el Museo de Arqueología de La Valletta, muy recomendable de ver.
www.visitmalta.com/es/info/hagarqim
A unos 500 metros de este yacimiento se encuentra el de Mnajdra.
Aislado y más próximo a los acantilados, este conjunto lo forman tres templos precedidos de un gran patio. Los dos más antiguos datan de los años 3600-3200 a. d C., y el tercero se construyó entre los años 3150 – 2500 a.d C., encajado entre los otros dos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El templo de abajo está construido con una alineación especial y en los equinoccios y solsticios, los rayos de sol cruzan a través de zonas específicas para incidir en puntos fijos determinados. Un templo precioso y sorprendente.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De allí y en el mismo número de bus, 201, nos fuimos hacia la Blue Grotto. Aunque su nombre parece referenciar a una sola gruta, en realidad son varias cavernas en unos impresionantes acantilados.
La única forma de llegar a ellas es por mar y se hace en unas pequeñas barquitas en las que se apretujan 9 personas más el hombre que maneja el fuera borda. Paralelos a la pared del acantilado te acercan y adentran en las grutas, mas o menos, dependiendo de las condiciones en las que se encuentre el mar. El viaje es de media hora.
No me da miedo el mar pero sí mucho respeto y aunque iban y venían barcas, desistí de conocer la Blue Grotto. El viento era muy fuerte y el oleaje zarandeaba las barcas alegremente. No me atraía la idea de quedarme pegada como una calcomanía en el acantilado.
www.bluegrottomalta.com.mt/#!