Amaneció nublado, pero la predicción del tiempo no daba mucha lluvia.
Nuestro plan inicial era ir de Poitiers a La Rochelle, en la costa, y de ahí a Burdeos, para ver una ciudad más y aligerar un poco el trayecto.
El plan nos salió regular. Era sábado 8 de agosto y no sé si era operación salida en Francia o qué, pero lo cierto es que había muchísimo tráfico. Mucho. A la altura de Niort, antes de tomar el desvió para La Rochelle, ya llevábamos varios kilómetros (tipo 15 kilómetros) de tráfico prácticamente parado, y además, el tiempo estaba empeorando por momentos. Tuvimos que salir de la autopista porque uno de los pequeños se estaba haciendo pis y, sin exagerar, había como 3 kilómetros de tráfico completamente parado para volver de nuevo a la autopista

Pusimos la radio y las noticias sobre el tráfico no eran muy alentadoras: en ese momento (11:30 de la mañana), el trayecto Poitiers-Burdeos se hacía en unas 4 horas, en lugar de las 2 que se necesitan normalmente. Decidimos parar en Niort a dar una vuelta y hacer tiempo, a ver si mejoraba el tráfico.
Dimos una vuelta por la ciudad, los niños corrieron un rato en un parque muy chulo y a las 13:30 decidimos ir a comer algo rápido a un Mc Donalds que había a la salida de Niort, en dirección hacia La Rochelle. Parecía que toda Francia había tenido la misma idea que nosotros. La cola para pedir salía por la puerta del restaurante, y además había empezado a llover fuerte. Bueno, nos armamos de paciencia y comimos allí. Al final hasta conseguimos mesa para sentarnos.
Mientras comíamos, estuvimos viendo el tráfico y la autopista hacia Burdeos seguía totalmente colapsada a la altura de Niort y también en la entrada a Burdeos.
Decidimos cambiar un poco más los planes y acercarnos a Rochefort, porque la entrada a La Rochelle también estaba colapsada. En el trayecto Niort-Rochefort no paró de llover, y además bastante fuerte. Cuando por fin llegamos, los pequeños estaban dormidos y estaba cayendo un chaparrón considerable, así que nos tomamos un café y decidimos seguir sin parar hasta Burdeos. Mucho tráfico también en la entrada a Burdeos.
La radio iba diciendo que entre París y Burdeos había 100 kilómetros de retenciones. No sé si esto es habitual o no los fines de semana en Francia, pero a nosotros nos pilló totalmente desprevenidos. No había leído nada sobre los atascos en ningún foro ni ningún blog y como además íbamos por autopistas de peaje, no nos lo esperábamos y nos dejó fuera de juego.
Llegamos reventados a Burdeos sobre las siete de la tarde y con mucha lluvia, así que el día no dio para mucho.
El hotel, bien (Residhotel Galere Tatry). La habitación estaba bien equipada y era bastante amplia. La cocina muy completa también. No es que estuviera sucia, pero le hacía falta una limpieza a fondo.