8 Agosto 2015 Sábado
Despues de desayunar cogimos el metro con destino Harajuku, una vez allí entramos en el parque Yoyogi, atravesando sus inmensos toriies, y fuimos a visitar el Templo Meij Jingu ( abierto de 5:45 a 16:30), como era fin de semana, coincidimos con varias bodas Sintoístas, fue muy emocionante, con los invitados vestidos tradicionales y los monjes con sus trajes típicos, una vez visitado el templo, al volver entramos en el jardín a la derecha para ver la fuente Kiyomasa-ido, fue una paseo muy relajante mientras íbamos atravesando su estanque repleto de flores de loto.
Saliendo del parque fuimos a la calle Takeshita, que está justo frente a la salida del metro, esta calle peatonal está llena tiendas, con la cadena Daiso (el todo a 100 japonés) y de todo lo que os podáis imaginar, tiendas burlesque, etc., como era sábado estaba llena a reventar de gente, con muchas chicas vestidas con trajes al estilo manga, de divinas pastoras o algo así, etc.
Paseamos por Omotesando, una zona muy comercial y abarrotada de gente, visitamos el centro comercial Omotesando Hills y después nos dirigimos a Shibuya, siguiendo la avenida principal que conecta Harajuku con Shibuya, llena de tiendas, por cierto muy original el edificio de Audi, seguimos caminando cuando por fin llegamos al mítico Shibuya, lleno de gente y con su famoso cruce que aparece en tantas películas y videoclips, para hacer una buena toma de vídeo y las fotografías entramos en el Starbucks de la esquina donde puedes subir a la primera planta con unas vistas privilegiadas del cruce, tan solo tomando un café.
Cruzamos hacia la estación central para ver la estatua del famoso el perro Hachiko, justo enfrente del famoso cruce. Entramos en el centro comercial y subimos al restaurante para comer, aquí con el aire acondicionado tan fuerte, fue donde pille un buen resfriado que me acompaño unos cuantos días, después de comer volvimos al Starbucks a hacer la típica foto, tal como aconsejan los viajeros.
Visitamos un poco las tiendas de la zona, hay de todo tipo desde ropa a tiendas frikis (Mandarake), de manualidades, etc. y aprovechamos para comprar unos cuantos souvenirs.
Cogimos el metro y fuimos para Shinjuku, al salir del metro buscamos la Torre del Ayuntamiento, (9:30 a 23:00) que está bastante cerca ,y subimos en ella, es gratuita, donde hay unas buenas vistas de la zona, junto con una tienda de curiosidades japonesas, nos quedamos a ver la puesta de sol desde el mirador y al bajar fuimos a la zona comercial de Shinjuku, aquí ya hay mucho mas neón y leds, con pantallas en los edificios, vaya, lo que eche de menos en Akihabara, está el hotel de Gotzilla, salas de juegos, y montones de letreros luminosos.
Cerca de la parada del metro, en una calle paralela a la vía del tren, está la calle de los Yakitoris (calle Omoide Yokocho), típica calle estrecha, que te transporta a siglos pasados, con sus pequeños restaurantes con parrilla, no os la perdáis, cenar allí es una pasada, es impresionante el contraste de la zona moderna de Shinjuku y estas dos calles estrechas, propias del Japón antiguo, además se cena muy bien de precio, a nosotros nos gusto mucho y comimos en uno de sus típicos restaurantes angostos.
Despues de desayunar cogimos el metro con destino Harajuku, una vez allí entramos en el parque Yoyogi, atravesando sus inmensos toriies, y fuimos a visitar el Templo Meij Jingu ( abierto de 5:45 a 16:30), como era fin de semana, coincidimos con varias bodas Sintoístas, fue muy emocionante, con los invitados vestidos tradicionales y los monjes con sus trajes típicos, una vez visitado el templo, al volver entramos en el jardín a la derecha para ver la fuente Kiyomasa-ido, fue una paseo muy relajante mientras íbamos atravesando su estanque repleto de flores de loto.
Saliendo del parque fuimos a la calle Takeshita, que está justo frente a la salida del metro, esta calle peatonal está llena tiendas, con la cadena Daiso (el todo a 100 japonés) y de todo lo que os podáis imaginar, tiendas burlesque, etc., como era sábado estaba llena a reventar de gente, con muchas chicas vestidas con trajes al estilo manga, de divinas pastoras o algo así, etc.
Paseamos por Omotesando, una zona muy comercial y abarrotada de gente, visitamos el centro comercial Omotesando Hills y después nos dirigimos a Shibuya, siguiendo la avenida principal que conecta Harajuku con Shibuya, llena de tiendas, por cierto muy original el edificio de Audi, seguimos caminando cuando por fin llegamos al mítico Shibuya, lleno de gente y con su famoso cruce que aparece en tantas películas y videoclips, para hacer una buena toma de vídeo y las fotografías entramos en el Starbucks de la esquina donde puedes subir a la primera planta con unas vistas privilegiadas del cruce, tan solo tomando un café.
Cruzamos hacia la estación central para ver la estatua del famoso el perro Hachiko, justo enfrente del famoso cruce. Entramos en el centro comercial y subimos al restaurante para comer, aquí con el aire acondicionado tan fuerte, fue donde pille un buen resfriado que me acompaño unos cuantos días, después de comer volvimos al Starbucks a hacer la típica foto, tal como aconsejan los viajeros.
Visitamos un poco las tiendas de la zona, hay de todo tipo desde ropa a tiendas frikis (Mandarake), de manualidades, etc. y aprovechamos para comprar unos cuantos souvenirs.
Cogimos el metro y fuimos para Shinjuku, al salir del metro buscamos la Torre del Ayuntamiento, (9:30 a 23:00) que está bastante cerca ,y subimos en ella, es gratuita, donde hay unas buenas vistas de la zona, junto con una tienda de curiosidades japonesas, nos quedamos a ver la puesta de sol desde el mirador y al bajar fuimos a la zona comercial de Shinjuku, aquí ya hay mucho mas neón y leds, con pantallas en los edificios, vaya, lo que eche de menos en Akihabara, está el hotel de Gotzilla, salas de juegos, y montones de letreros luminosos.
Cerca de la parada del metro, en una calle paralela a la vía del tren, está la calle de los Yakitoris (calle Omoide Yokocho), típica calle estrecha, que te transporta a siglos pasados, con sus pequeños restaurantes con parrilla, no os la perdáis, cenar allí es una pasada, es impresionante el contraste de la zona moderna de Shinjuku y estas dos calles estrechas, propias del Japón antiguo, además se cena muy bien de precio, a nosotros nos gusto mucho y comimos en uno de sus típicos restaurantes angostos.