
Plan del día


(Estos "planes del día" que pongo al principio de cada etapa son los que teníamos originalmente pensados, pero varios días no coinciden con lo que luego haríamos, ya fuera porque algún sitio nos gustara más, por el clima o por otras razones. Pero bueno, los pongo igualmente por si a alguien le interesan)
Hoy es un día de traslados largos y poca actividad. Tenemos billete reservado para el Limited Express de las 9:37, así que nos levantamos a una hora prudencial y nos dirigimos hacia la estación. En esta ciudad no se debe vivir mal, porque ayer cerraba todo sobre las 6 de la tarde, y hoy a las 8:30-9 todavía no han abierto... Desayunamos en el único sitio que encontramos abierto, al lado de la estación, un cafetito y un par de bollos, y cogemos nuestro tren hacia Nagoya. Son dos horas y media de viaje que aprovechamos para recordar lo que hemos ido viviendo estos días, mirar el paisaje de las montañas japonesas, y ¡como no! echar una siestecita...
Llegamos a Nagoya poco antes de las 12, y tenemos algo más de una hora de espera hasta el siguiente tren, así que decidimos dar una vuelta cortita por las JR Towers, pegadas a la propia estación, y comer en uno de los múltiples restaurantes que hay (nos metimos en uno de crepes....qué ricos!!)

Estación de Nagoya

Estación de Odawara
A las 13:22 cogemos el shinkanshen y en otra horita nos bajamos en Odawara. Allí buscamos la zona donde se compra el Hakone free pass, y nos ponemos a la cola pero una azafata nos redirige hacia otro mostrador donde no hay cola (bien!) y tardamos cinco escasos minutos en comprarlo y montarnos en el tren de la Hakone Tozan hacia Hakone Yumoto, donde nos plantamos en 15 minutos.

Zona de Hakone Yumoto
Llevamos todo el día de viaje, así que la tarde va a ser relajada. Nos acercamos hasta nuestro alojamiento, el Aura Tachibana, y ya la entrada nos muestra que este establecimiento es de un nivel superior a los del resto del viaje. Tres personas nos reciben con las acostumbradas sonrisas y reverencias, y nos ofrecen toallitas humedas y té mientras hacemos el check-in y nos van explicando los horarios de la cena y desayuno, el onsen, etc, y nos llevan a las habitaciones.
Tras descansar unos minutos (y probar el sillón de los masajes) nos vamos a dar una vuelta por el pueblo. Se nos ocurre subir hasta Gora y visitar el museo al aire libre, pero ya en la calle comprobamos que va a empezar a llover en nada, así que decidimos quedarnos por aquí. Nos damos un paseo por la calle comercial, compramos cositas, nos tomamos un cafetito, y nos volvemos al hotel, ahora ya bajo la lluvia, para aprovechar el magnífico onsen que nos ofrece.

Hakone Yumoto
El onsen del Tachibana nos maravilla. Seguro que los hay mejores en el país, pero no los he probado, así que hablo de éste que sí he visto. Una sala espaciosa con su “zona de lavado”, dos piscinas de agua bien calentita y unos cuantos chorrros que caen o salen de la pared. Estuvimos solos todo el rato, quizá por ir antes de la cena, no lo sé, y la relajación fue absoluta... Y más aún cuando decidimos salir por la puerta de cristal y descubrimos que había otra piscina en el jardín exterior, iluminada levemente con un farolillo y sin ruido alguno salvo el del agua cayendo... La sensación de estar ahí fuera a cinco o seis grados, pero tú metidito en esa agua hirviendo es genial!! En invierno ya debe de ser....
Tenemos la cena reservada a las 7, así que nos subimos y nos cambiamos para bajar al restaurante...pero....¿dónde están las chicas? Son menos cinco y aún no han subido....son en punto....son y cinco..... No podíamos bajar a buscarlas al onsen femenino, así que decidimos bajar nosotros dos al restaurante, porque ya era tarde y los japoneses y la puntualidad, ya sabeis...Efectivamente, al entrar al restaurante encontramos que la camarera ya nos está llamando por teléfono a la habitación...Al vernos se queda con cara de: “¿no erais cuatro?” Le explicamos que las mujeres se han retrasado un poco y que enseguida vienen... ¡si no sabemos ni siquiera si han salido ya del onsen! ¡Qué desastre! Me quedo de guardia mientras mi compañero vuelve a subir a ver si han llegado....la camarera me mira mal....(pero mal a lo japonés, eh, con sonrisas y reverencias...) A las 7 y cuarto aparecen los tres, ellas con el pelo mojado y en yukata, y él con cara de “por fin!” La camarera pone cara de: “os ha gustado el onsen, eh, pillinas?” y tras disculparnos, entramos a cenar.
La cena.....espectacular. Múltiples platos, a cual más rico y mejor presentado. No sabría describirosla, así que os dejo el menú.




Las 5 primeras cosas del menú, desde "Young bamboo" hasta "Congridae sushi"

El postre elegido: "Passion fruit cake..."
Salimos del restaurante casi a las 9. Aquí poco más hay que podamos hacer. Subimos a la terraza para echar un vistazo, pero no aguantamos mucho por el frío (aunque estar ahí en los baños privados que puedes alquilar tiene que ser una pasada), así que decidimos recogernos pronto y recuperar fuerzas para mañana, y sobre todo para la semana que nos queda en...¡Tokyo!

¿Quién se queda el mejor futón?