10 Agosto 2015 Lunes
Al ser lunes tocaba la excursión a Nikko, salimos temprano por la mañana para coger el tren en la estación central de Tokio, cogimos el shinkansen, de las 07.12 con hasta Utsunomiya, con llegada a las 8:03, allí cogimos el JR Nikko Line hasta Nikko, que sale a las 8:23 y llega a Nikko a las 9:11h.
Cuando salimos de la estación, justo enfrente estaba la parada el autobús que nos llevo al primer templo para empezar el recorrido:
Al bajar del autobús nos encontramos en el Templo Rinnoji (abre de 8h-17h), donde empezamos la visita, la sorpresa fue que han desmontado todo el templo y lo que ves es una lona con una foto del templo, empezamos bien.
Entramos, previo pago de la entrada, y hay tres budas, que dicen son los tres budas de madera más grandes de Japón. Pero solo habían dos, el tercero estaba en restauración. El templo como lo están restaurando se puede ver el trabajo que tienen en la construcción de estos inmensos templos, que hacen de altura como seis pisos de los nuestros.
Continuamos hacia el Santuario del Templo Toshogu, el santuario está repleto de varios edificios sintoístas y budistas repartidos por el bosque, es curioso ver como algunos rezan de cara al bosque frente algún torii.
Los edificios tienen grandes trabajos con la madera y con sus figuras doradas, tiene una pagoda muy bonita de color rojo, la verdad es una preciosidad, lástima que al ser una de las zonas más turísticas hay mucha gente y es imposible sacar una foto sin que te salga alguna cabeza por medio.
Visitamos los edificios por dentro, después de descalzarte claro, los suelos son muy brillantes todos pintados en rojo, la talla más famosa es la del gato dormido y los 3 monos, que hay bastante cola para verlo, para después subir, junto con todos los demás turistas hasta la tumba de Leyasu.
Seguimos la visita a través de una hermosa arboleda, con unos arboles altísimos y llegamos al Santuario de Futarasan que dicen es el más antiguo de Nikko. No es tan grande como el anterior pero tiene su encanto, subimos un par de escaleras para ir visitando todos los edificios, en este por lo menos a muchísima menos gente y es más agradable y relajante la visita.
Ya se acercaba la hora de comer por lo que fuimos bajando, hasta el el Puente Shin-kyo, puedes cruzarlo si quieres, pero nosotros no lo hicimos, pues la foto bonita es desde fuera, a parte que hay que pagar para cruzarlo, frente al puente, justo a la entrada del pueblo hay varios restaurantes, nosotros optamos por uno en el primer piso de una tienda que comimos muy bien y con unas bonitas vistas al puente.
Después de comer fuimos bajando la calle principal en dirección a la estación, en el recorrido hay dos artistas que te pintan dragones, bajo demanda, del color y forma que tú quieras y con la frase que digas, uno está a pocos metros del restaurante, pero estos no nos gustaron tanto sus dibujos, son dragones regordetes, el otro está a unos 200 mts más abajo, y son más estilizados y bonitos, para nuestro gusto claro, compramos varios dibujos, tarda unos 15 minutos en hacerlo.
Al llegar a la estación cogimos el JR Nikko Line hasta Utsunomiya y desde ahí igual que a la ida un Shinkansen hasta Tokio, aunque no tengas reservado asiento siempre hay vagones con asientos no reservados.
Fuimos a Akihabara, para ver algunas tiendas más y a hacer una de las cosas típicas que nos faltaban, ir a un Karaoke !!!, al principio nadie quería cantar pero a los 5 minutos habían tortas para tener el micro, fue muy divertido.
Nos fuimos al Apartamento para hacer las maletas y prepararnos para el día siguiente pues tocaba un buen madrugón, se acabaron los días de Tokio, muy intensos y completos, la ciudad nos ha gustado mucho, pero ahora toca un poco del Japón rural.
Al ser lunes tocaba la excursión a Nikko, salimos temprano por la mañana para coger el tren en la estación central de Tokio, cogimos el shinkansen, de las 07.12 con hasta Utsunomiya, con llegada a las 8:03, allí cogimos el JR Nikko Line hasta Nikko, que sale a las 8:23 y llega a Nikko a las 9:11h.
Cuando salimos de la estación, justo enfrente estaba la parada el autobús que nos llevo al primer templo para empezar el recorrido:
Al bajar del autobús nos encontramos en el Templo Rinnoji (abre de 8h-17h), donde empezamos la visita, la sorpresa fue que han desmontado todo el templo y lo que ves es una lona con una foto del templo, empezamos bien.
Entramos, previo pago de la entrada, y hay tres budas, que dicen son los tres budas de madera más grandes de Japón. Pero solo habían dos, el tercero estaba en restauración. El templo como lo están restaurando se puede ver el trabajo que tienen en la construcción de estos inmensos templos, que hacen de altura como seis pisos de los nuestros.
Continuamos hacia el Santuario del Templo Toshogu, el santuario está repleto de varios edificios sintoístas y budistas repartidos por el bosque, es curioso ver como algunos rezan de cara al bosque frente algún torii.
Los edificios tienen grandes trabajos con la madera y con sus figuras doradas, tiene una pagoda muy bonita de color rojo, la verdad es una preciosidad, lástima que al ser una de las zonas más turísticas hay mucha gente y es imposible sacar una foto sin que te salga alguna cabeza por medio.
Visitamos los edificios por dentro, después de descalzarte claro, los suelos son muy brillantes todos pintados en rojo, la talla más famosa es la del gato dormido y los 3 monos, que hay bastante cola para verlo, para después subir, junto con todos los demás turistas hasta la tumba de Leyasu.
Seguimos la visita a través de una hermosa arboleda, con unos arboles altísimos y llegamos al Santuario de Futarasan que dicen es el más antiguo de Nikko. No es tan grande como el anterior pero tiene su encanto, subimos un par de escaleras para ir visitando todos los edificios, en este por lo menos a muchísima menos gente y es más agradable y relajante la visita.
Ya se acercaba la hora de comer por lo que fuimos bajando, hasta el el Puente Shin-kyo, puedes cruzarlo si quieres, pero nosotros no lo hicimos, pues la foto bonita es desde fuera, a parte que hay que pagar para cruzarlo, frente al puente, justo a la entrada del pueblo hay varios restaurantes, nosotros optamos por uno en el primer piso de una tienda que comimos muy bien y con unas bonitas vistas al puente.
Después de comer fuimos bajando la calle principal en dirección a la estación, en el recorrido hay dos artistas que te pintan dragones, bajo demanda, del color y forma que tú quieras y con la frase que digas, uno está a pocos metros del restaurante, pero estos no nos gustaron tanto sus dibujos, son dragones regordetes, el otro está a unos 200 mts más abajo, y son más estilizados y bonitos, para nuestro gusto claro, compramos varios dibujos, tarda unos 15 minutos en hacerlo.
Al llegar a la estación cogimos el JR Nikko Line hasta Utsunomiya y desde ahí igual que a la ida un Shinkansen hasta Tokio, aunque no tengas reservado asiento siempre hay vagones con asientos no reservados.
Fuimos a Akihabara, para ver algunas tiendas más y a hacer una de las cosas típicas que nos faltaban, ir a un Karaoke !!!, al principio nadie quería cantar pero a los 5 minutos habían tortas para tener el micro, fue muy divertido.
Nos fuimos al Apartamento para hacer las maletas y prepararnos para el día siguiente pues tocaba un buen madrugón, se acabaron los días de Tokio, muy intensos y completos, la ciudad nos ha gustado mucho, pero ahora toca un poco del Japón rural.